Hemos vuelto a inaugurar año desde Los Cafés del Meliá y Antonio Escobar, director del Meliá Benidorm, ha querido que sea a lo
grande: el café, varios, al final de la comida; espléndida comida que nos dejó
ahítos (tal vez de latín infictus,
clavados a la silla) pero la cafeína y el tertuliano nos pusieron las pilas.
El alcalde Navarro entre, y ante, tertuliano. Foto: Mario Ayús |
Para comenzar el año, Antonio Escobar y Mario Ayús pensaron
en el alcalde, Agustín Navarro, para
que nos contara los proyectos que se ciernen sobre Benidorm en este 2013 y
luego, a pajera abierta (sin
miserias) fuego a discreción obre la 1ª autoridad local.
Naturalmente, hubo
quien le preguntó por la señora alcaldesa;
“bien, gracias”, respondió el
alcalde. Y la señora alcaldesa, como bien se sabe, no es la esposa del señor
alcalde.
Esto del cargo, lo de alcalde, le ha dado a Agustín Navarro
mucha soltura; ya hay quien piensa -y, peor, lo dice- que Navarro no será cabeza de cartel para 2015. Yo clavé el 10-10-3 de
las últimas Municipales (Ceciclio González y la tertulia por testigos), pero si
me cambian las bazas… Pues.
Navarro anunció la inmediatez de la obra para levantar un 5
estrellas en la Avenida del Mediterráneo, con galería comercial y otras
singularidades; un camping temático en Terra Natura; novedades en la Zona de
Servicios (es que somos una ociurbe y lo de polígono industrial suena mal, muy
mal); el cambio de postura hacia las nuevas superficies (nunca se han querido
en el escueto término municipal de Benidorm y nos alfombras las lindes con
centros comerciales); un nuevo complejo de ocio, de los que llaman la atención,
con capital tulipán y cereza (flores nacionales son; sakura llaman a la última) y… Bueno, que en cuanto a proyectos, 2013 va servido.
En otro orden de cosas, no cree Navarro que haya más lío del
de la cuenta con el que era su nº 2, el doctor Ferrer (que es todo un nº 1), al tiempo que recordaba, y ya le
había preguntado por la señora alcaldesa,
que “lo
inteligente es llegar a pactos”. Y aquí llegados, entre bocado y
bocado, dejó caer un “Que nadie me eche la culpa a mí se ser
alcalde”. Y es que es verdad. Lo que pasa, y coincidió con todos, es
que “hay
que servir para la política y tener las espaldas muy anchas”. Aquí
llegados, explicó todo el proceso del pacto de gobierno… mientras nosotros
dábamos buena cuenta de las viandas.
Y como ya se sabe que oveja que bala, bocado que pierde…
pues le dábamos cierta cancha para que engullera que si los aperitivos, que si
la ensaladita de perdiz y granada, que si el pescado a la marinera, que si la
paletilla de lechas, que si el postre, que si el cava, que si el café… Como
legalmente me han chafado el güito (a Maesba y a mí, que se sepa) el cigarro
hubo de esperar hasta la salida vespertina con “Putoperro”, pero… al alcalde Navarro.
Sólo hubo una cosa en la que discrepar: no se centran en el
mismo cardumen los atunes Ferrer y Amor, opino yo. El atún es un depredador. Él
cree que sí, que los dos hincan el diente al mismo sector de la población; al
tiempo.
Por cierto, insistía en que el concejal socialista más
perjudicado con el pacto con los liberales ha sido el de deportes, pero… una
vez más, al tiempo.
Y pidió tiempo para que el PP se nos recomponga por aquí. Y
tiempo es lo que él tiene y se le agota a los populares.
Bueno, también nos contó la llegada de la Policía Judicial
de la Guardia Civil a buscar los documentos de las rotondas de Ortiz -y otras
lindezas- de los últimos días; ve más un error de tramitación, que un delito y…
también, al tiempo. Ahora, la escena debió ser de aúpa: “Pasar, pasar, que está aquí el alcalde con los Reyes Magos” (pues
era la previa a la Cabalgata de Reyes) que parece que dijo el jefe de Prensa a
los gráficos. Y los gráficos entraron y, en efecto, estaba el alcalde con los tres
de la PJGC que iban a registrar medio Ayuntamiento buscando los papeles de
Ortiz. Tres, eran tres; pero qué tres. No hubo foto, claro; aunque las coronas -y
no eran de espinas- estaban sobre la mesa.
Volvamos casi al café de Los Cafés del Meliá.
Preguntamos al alcalde por el pago a proveedores (más de un pequeño proveedor local
lo ha pasado muy mal o se ha ido al garete ya); de la necesidad de reducir la
administración (es que sobran concejales, diputados provinciales, autonómicos y
nacionales; sobran senadores); de la solicitud al Sabadell (antes CAM) que
atendiera al sector (tal vez fue la mejor forma de salir a la palestra, pero
tuvo su efecto); de la Fundación Turismo
Benidorm (per qué miedo me da esa fundación); de la promoción, del AVE y…
se quedó en el tintero lo del Tram y los de estar en dónde hay que estar (en
las ferias y promociones turísticas).
Compromisos municipales llevaban al alcalde Navarro con una
agenda apretadísima y entre que estaba a gusto, que le iba la marcha, y que
nosotros disparábamos a herir (que duele más), que no a matar, pues estaba a
gusto. Hasta que vinieron a por él… y se esfumó.
Y como quedaba café (y pastas), terminamos por echar la
tarde. Más de la Fundación Turismo
Benidorm (¿a dónde va?, ¿para qué sirve?, ¿sabe que es una hoja de ruta?,
¿tiene alguna idea de futuro?); menos de los llamados, absurdamente, “concursos de ideas” de esos que las
ideas son peregrinas e infantiles; un toque de atención al aeropuerto de El
Altet y cómo va su marcha; y dos velas (negras) a nuestros santos patronos
de la Tertulia: el director del aeropuerto y el diputado de turismo. Pensamos
en rifarlos, pero con eso de que ahora palmas el 20% para Hacienda y que no son
gran cosa aunque son ya en sí mismos un premio, ¿quién nos los iba a comprar?
El viernes que viene más, en Los Cafés del Meliá.
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