Concepto relativamente cuasi
nuevo éste de la sensibilidad
climática: variación de temperatura (aumento) que puede esperarse por el impacto de la
duplicación de la concentración del dióxido de carbono en la atmósfera, desde
los tiempos preindustriales (unas 280 ppm) a hoy (del orden de las 360 ppm; y dicen que hasta 560 ppm en un
futuro). Se calculó (Hansen y otros muchos) en que estaría entre 2º y
4’5ºC, incluso los más alarmistas decían que podría llegar hasta más arriba de
lo 6ºC, pero la mayoría se decantaba más por los 3º-4ºC… que por el 1’5ºC, que también hubo quien opinó a la baja.
El IPCC dijo que la cosa estaba por
los 3’9ºC y… como lo que decía el
IPCC era dogma de fe, con esta cifra los calentólogos
se pusieron a fabular y meter miedo.
El CICERO de Oslo
(Center for International Climate & Environmental Research) se puso, a su
vez, el año pasado a confirmar la realidad de la sensibilidad climática y
metieron en la coctelera todos los datos disponibles, a escala mundial, desde 1750 para acá (tanto naturales como
forzados por el hombre), y resulta que hasta el año 2000 la cosa le daba en algo la razón a los agoreros del IPCC. Pero introduciendo también los
datos de la última década (2001-2010; vamos, 1750-2010) el global daba un “simple” (dicen los del CICERO) 1’9ºC de aumento, y en el peor de los
casos, extrapolando el resultado obtenido (por si las moscas), hasta podríamos
llegar a un máximo extraordinario de 2’9ºC.
Vamos, que en ladécada de los 90 esto se calentó… y ahora estamos en un estancamiento de lasituación que viene a poner en claro, insistió el director del estudio -Terje Berntsen-, “que el CO2 y sus emisiones tienen relativamente
poco impacto en lo del clima”.
¡Coño!, al fin un poco de sensatez.
Gráfico que muestra décimas de grado por encima
y por debajo
de 14 C promedio mundial
|
No obstante, los noruegos del CICERO y del Programa NorKlima también abogan por reducir las
emisiones por aquello de la sostenibilidad. Berntsen y los suyos concluyen que
“a
la vista de los estudios actuales, el calentamiento global será menos extremo
de lo que se temía”.
Luego ha llegado el Daily Mail y en su web (Mail Online) ha colgado una noticia
sobre un informe de la Met Office
(Servicio Meteorológico Nacional del Reino Unido de la Gran Bretaña) que dice,
la noticia, que “la cifras revelan que desde principios d 1997 hasta agosto de 2012 nohubo aumento discernible de aumento de las temperaturas globales”;
vamos, que estamos en un periodo que ellos califican de “pausa” y que se prevé tan
largo como el inicial previo de calentamiento. Mantiene que “El
calentamiento global se detuvo hace 16 años”.
Naturalmente que desde la Universidad East Anglia (la de los famosos e-mails del fraude
climático) han salido calentólogos,
como el profesor Phil Jones, a decir
que -bueno, vale- “16 años no es nada”. Y claro, si Gardel cantaba en “Volver” (letra de Le Pera) que “veinte años no es nada…”, pues por una
sencilla regla de tres… 16 años es aún menos. Pero la profesora Judith A. Curry del GaTech (Instituto de Tecnología de
Georgia; School of Hearth & Atmospheric Sciences) vino a decir que el
trabajo está muy bien, “se basa en evidencias y no utiliza modelos
informáticos”. Es más, sacó a pasear lo de la “variabilidad natural” del clima y la falta de modelos informático
fiables; “perfectos”, dicen ellos.
Y a más. Con los datos de la red HadCRUT-4 del Centro
Hadley del Met Office y hasta
con los de Unidad de investigación climática del mismísimo Phil Jones, de la UEA (University East Anglia), desde 1880 (éstos no se retraen a los pocos
datos del siglo XVIII que se disponen) a hoy (2012) resulta que la temperatura global del planeta sólo ha
subido 0’75ºC. Claro, desde 1980 a aquí el calentamiento es mayor, pero si
la referencia es más amplia, cien año más -desde 1880-, la cosa se diluye.
La profesora Curry insiste en tener en cuenta la “variabilidad natural” (oscilaciones
naturales) del clima terrestre, porque la cosa se corrige.
Y entonces llega el Met
Office y su última predicción decadal ya sugiere que “las temperaturas globales durante
los próximos 5 años es probable que sean aún menores de lo ya corregido a la
baja en diciembre de 2011…”.
En fin, que los siento (ja, ja, ja) por los calentólogos;
que una cosa es la magnesia y otra la gimnasia, como una cosa es el tiempo y otra
el clima. Y por supuesto, hemos de ser sostenibles al máximo y muy respetuosos
con el CO2, que no es tan malo como lo pintaron.
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