Nació este Francisco que nos ocupa -y que es nuestro patrón-
en agosto de 1567 en el Castillo de Thorens,
cerca de Annecy, (equidistante entre
Ginebra y Chambéry) en el lugar de Sales,
en la Alta Saboya… que era entonces un rincón del Sacro Imperio Romano Germánico, un territorio que respondía a un
concepto renacentista de naciones sin vocación de convertirse en Estado. Eso
sí, desde 1860 fue Italia, y más tarde aquél enclave se lo quedó Francia. Hoy, Sales
es una comuna francesa lo suficientemente cerca de Ginebra para que este
Francisco terminara de obispo la ciudad. Su padre, titular del castillo, era el
Señor de Boisy.
Con familia de posibles, lo enviaron a estudiar a París y
Padua, Derecho y Teología, y este Francisco optó, contra la voluntad de su
padre, por el sacerdocio.
Y la autoridad eclesiástica del momento lo mandó a predicar
por la inmediata zona de Chablais
dominada por los calvinistas. Llegó y poco menos que se lo comen; él, católico-apostólico-romano,
es lanzado sin paracaídas en una región que ya había pasado por la fase de las Iglesias
Reformadas y estaba en la segunda fase de la Reforma Protestante. Su
misión: recomponer para la Iglesia
Católica aquél territorio. Tras escapar a dos intentos de asesinato
(entonces se las gastaban así en el corazón de la vieja Europa) Francisco de
Sales comenzó a enviar cartas personales
refutando las ideas calvinistas… y luego hojas y octavillas en el mismo sentido… y más tarde mínimos boletines que fueron calando en la
población que terminó por decantarse hacia sus postulados de prédicas católicas
abandonando las ideas de Calvino y Zunglio. Se dice que unas 30.000 cartas -y
miles de sermones, octavillas y boletines- escribió y remitió este Francisco de
Sales en sus años de apostolado… precedentes, en su conjunto, de los modernos
medios de comunicación… y por eso Pío XI, en 1923, lo declaró Patrono de los Periodistas (Encíclica Rerum
Omnium).
Este Francisco de Sales no trabajó nunca en la Redacción de
ningún medio, pero su labor de periodista está ahí, en lo mucho que escribió… porque periodista es que pone su pluma al
servicio de una idea para formar o transformar la opinión pública.
Han pasado cuatro largos siglos… y la profesión, hoy, está
mal. El “Informe Anual de la ProfesiónPeriodística 2012” describe un duro panorama. Desde mediados de 2008 se ha constatado
el cierre de 197 medios y muchísimos periodistas están en la calle. Otros
esperamos que la espada de Damocles de un ERE venga a cumplir su triste misión
en los próximos días. Habrá que encomendarse un poco más a nuestro santo
patrón. Dicen que hay futuro, ¿pero dónde?
Le leo a Cristina
Heusel, en un teletipo de EFE que mañana verá la luz en algún medio
impreso, un entrecomillado de otro plumilla hoy en paro: “Toda una vida dedicada a
escribir, a reflejar, analizar y explicar lo que dicen otros y ahora yo soy el
protagonista de algo, algo triste, de lo que no sé si saldré y a lo que me han
llevado otros”.
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