3 oct 2014

DE VOLVER A LO DE ANTES


Está en Wiener Strasse, en el número 16; 10.999 Berlín, en el distrito Friedrichshain, en Kreuzberg. Es, desde el 13 de septiembre, el primer supermercado de la incipiente “cadena” OU (Original Unverpackt/Originalsin envases).

En ese primer OU berlinés, y en los que le sigan, los productos están a granel y usted debe acudir con sus propios envases. El objetivo es eliminar residuos. El proceso es absolutamente higiénico y cumple las normas sanitarias alemanas. Ha sido posible gracias a una campaña de crowdfunding (micromecenazgo) que casi triplicó las necesidades iniciales de financiación.

El caso es que Sara Wolf y Milena Glimbovsky frustradas, dicen, por el exceso de embalajes que tenían que distribuir en los distintos contenedores y por el desperdicio de alimentos propusieron la venta a granel: “Comprar productos sin envase es la respuesta” parece ser que dijeron antes de ponerse manos a la obra y ahora mismo en su OU ofrecen de todo, absolutamente de todo, a granel.
Vamos, como antes.

Hombre, las patatas a granel se llega a entender. Hombre, los garbanzos a granel pues también. Los plátanos, las lentejas, los tomates, el arroz… Hasta ahí es como se venía haciéndose antes, y los que somos hijos del baby-boom podremos recordar, como el papel de estraza y el peso que, aunque con escala hipermega graduada, sólo servía el impacto del fiel con la escala superior eran los protagonistas de aquellas tiendas de barrio, de pueblo, en las que había de todo, como en botica, y a granel. Yo he ido a comprar hasta clavos al peso. Y me acuerdo de aquella extraña medida que era “el cuarto y mitad”… que era un quiero (medio quilo) y no puedo (pagarlo) y me conformo con los 375 gramos del “cuarto y mitad”. Claro, que también estaba la modera de dos reales (agujereada, como el bolsillo de aquella España) y alguna perra gorda (10 céntimos) que yo conocí. Mi abuela llamaba real a la de 25 céntimos y hacía las cuentas en reales… pero eso es otra historia.

En esto del granel hasta me acuerdo de la tienda “del casto José” (con el tiempo, Supermercado Sigi) con todos aquellos sacos con su letrerito de madera clavado y aquél artilugio que era una bomba para despachar aceite, naturalmente a granel. Si hasta hace poco, el año pasado, he comprado yo miel a granel en Madrid, en la calle Atocha (Casa Pajuelo, artículos para matanza).

El concepto de OU es volver a lo de antaño: los productos a granel y los clientes llevan sus propios contenedores para ellos. Antes, recordemos, estaba la cantarilla aquella metálica para la leche, la botella para el aceite y la marrajita para el vino. Vino; también venden vino a granel. Han conseguido de determinados proveedores un tipo de vino de cierta calidad que tiene allí el barrilete correspondiente y el cliente va y llena el recipiente que quiere.

OU dispone de envases multiuso por si el cliente no trae de casa los suyos, y si los trae se taran para que tras llenarlos sólo se pague por el peso neto adquirido en el supermercado OU. Vamos, como antes.

Todo está en contenedores con dispensadores, por gravedad que se dice ahora. Hasta la cerveza, pero no he conseguido averiguar cómo te la puedes llevar a casa sin que pierda toda la galanura que encierra la botella o la lata. En la web no doy con ello. Tampoco lo resuelvo con los derivados lácteos; ¿los habrá?

Todo está en contenedores. Incluso el aceite, el vinagre, el vodka y los alcoholes, el gel -o el champú- de aseo o la pasta dentífrica; los primeros en bidoncetes y la pasta dental… en pastillas.

OU funciona en los que se llama “gran escala” y no comercializa nada con envoltorio para un solo uso o bienes pre embalados. Los productos que se comercializan tiene un origen cercano al establecimiento para reducir costes de transporte y eficiencia energética, y muchos de ellos tienen la etiqueta de “orgánico”.

Ahora buscan franquiciados… y no sé yo.

Hasta, en el Mundo mundial, ahora sólo funcionaba una tienda de estas en los EE.UU.; en Texas. Se trata de In.Gredients (2610 Manor Rd. Austin, TX 78722) que ahora ha evolucionado un poco en algunos campos, pero mantiene la primitiva idea. Unpackaged, que abrió a principios del siglo XXI en Londres, cerró en diciembre pasado porque pasaban mucho de ella. La tercera pata de este banco -OU- opera, como digo, en Berlín… no ha hecho más que empezar y es sólo eso, una vuelta atrás.

Vale que hay envases que tardan 400 años en convertirse en polvo y que solemos desperdiciar entre 11 y 16 millones de toneladas de alimentos/años que se quedan en sus envases en los países de la UE-28, pero… la idea no está mal: eliminar del sistema los envases desechables y reducir, pues, los kilos de alimentos que se nos caducan y van al vertedero.

Sara y Milena -OU- tienen un largo camino por delante… aunque reciban miles de felicitaciones por Twitter y Facebook.






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