Regresamos “Putoperro”
y yo, una vez consumido el veguero, de nuestro paseo vespertino -para eso he
quedado ya- y con 8ºC al raso, a las 21 horas del 27 de noviembre y con un
paseo marítimo casi en cuadro (por mor de la frescoreta esta que nos ocupa), me encuentro con un e-mail de Manel
-el meu amic Manel, el del Swansea (de Penderyn), el cigarro de
Partagás y el libraco de la
agricultura hacia América- y me pide que le amplíe, de cara a un especial sobre
eso del COP-18 -y el “Cambio Climático”
ese- en Doha, la cosa del aumento del nivel del mar. Y, naturalmente, lo haré.
Me comprometí y cumplí con un buen informe (eso me ha dicho y convencido estoy…
es que ya no tengo abuela) de cómo está eso que llaman “Cambio Climático” y el lugar del encuentro de este año.
COP-18 en Doha, la capital qatarí. Menuda publi baratera para Qatar… y con
Al-Jazzera actuando como La Vanguardia con Mas (como altavoz-portavoz) además.
Claro, ellos -los qataríes- producen gas natural y eso es más verde que el
petróleo… pero, atención “verderoles”, Qatar es el país con más emisiones de
CO2 per cápita… y eso que en el cómputo metemos a todos los pseudo esclavos que
tienen trabajando en el mini-país; que si sólo computamos qataríes la cosa se
dispara estratosféricamente. Pero eso importa poco.
Bueno, al mar y su nivel… en un avance (que a mí me sirve para
orquestar lo que pondré negro sobre blanco esta noche; de guión) sobre el tema.
El nivel del mar sube y baja que es un primor. Además, en
unos sitios está más alto que en otros; es como la piel de una naranja, con sus
bachecitos y ondulaciones.
Así, a bote pronto, con un informe del PIK de Potsdam
(Alemania) que luego buscaré en los últimos dos mil años, cuatro variaciones.
El Potsdam Institut für Klimafolgenforschung (el PIK) dijo ya el año pasado que
más o menos (tiro de memoria) entre el 200 aC y el año 1000 la cosa estuvo “a
nivel”; entre el 1000 y el 1400 los niveles marinos subieron unos 20
centímetros (vamos, a 5 cm por siglo… sale la cuenta ya que estábamos por allí
ninguno para contarlo y los que estaban -¡Vaya por Dios!- no se dignaron a
anotarlo en sitio alguno); se estabilizó la cosa de 1400 a 1900, y desde 1900
para acá ha subido, creo recordar que dicen los del PIK, otros 20 centímetros…
diez centímetros arriba, diez abajo… que esto ya es más complicado de
certificar y había que seguir investigando. Bueno, vale; veré si lo han hecho. Pero si no…
Los del PIK venían a decir que “a más calor, más alto el nivel del mar”.
Y luego me llegó el Instituto Carnegie y dijo que el agua
que se evapora de la vegetación ayuda a enfriar la atmósfera y, en consecuencia,
el planeta. Y, además, dijeron que el aumento de evaporación favorecía la
formación de nubes bajas… que enfrían al rebotar los rayos del sol. Jo, estoy
hay que trabajarlo más. Había una peliculita en You Tube a este respecto
realizada por el Carnegie y otra institución USA muy clarita: la evaporación
mitiga el calentamiento… y a más calor, más evapiración… y a más evaporación,
menos calentamiento. Qué lío… pero es así. La buscaré.
El agua regula, y crea, el cambio climático, creo recordar
que pontificaba un informe del Parlamento Europeo en 2008… que, naturalmente (por
falta de estridencia calentóloga) cayó en saco roto. Habrá que recuperarlo
también.
Por cierto, que hace unos días en Nature Geoscience, por
aquí anda la reseña, podía leer que “el
CO2 enfría las capas altas”. Quién nos lo iba a decir hace nada y menos.
¿En qué quedamos?, el CO2 ¿es bueno o malo? Como la tengo a mano, leo: resulta
que “se produce fotolisis en las moléculas
de CO2 y el calor se libera al espacio”.
Pero volvemos al nivel del mar. Y tengo una muy reciente,
del 12 de noviembre, sobre qué es lo que más contribuye a ese aumento de nivel.
Aunque ahora el profesor Yadu N. Pokherl es profesor asociado de la Universidad
Rotgers (NJ, USA), para la de Hokkaido University (Sapporo, Japón) ha concluido
que “en la segunda mitad del siglo XX el
nivel del mar ha subido… una media de 1’8 mm/año”. Como resulta que “el cálculo del agua liberada por la fusión
de los hielos sólo da para 1’1 mm/año…
tenemos 0’7 mm/año sin explicación”. Pero Pokherl y sus colegas
nipones llegan a la conclusión que esos 0’7 mm/año “se deben al uso intensivo de las aguas que se encuentran en el subsuelo”; las aguas hipogeas. Con
un modelo matemático llega a la conclusión que sí, esos 0’7 mm provienen en su
mayor parte del agua del subsuelo. Y de inmediato entra en liza un japonés,
Yoshihide Wada, que trabaja para la Universidad holandesa de Utrech, y llega
casi a la misma conclusión… pero cuantifica en 0’25 mm el aporte del agua de
los acuíferos a la subida del nivel del mar.
Vamos, que según eso estamos vaciando las entrañas de
la tierra a un ritmo más elevado del que las vamos regenerando… Y eso ni lo
teníamos estudiado. Esta es otra.
Sabemos que el agua del planeta Tierra es la que hay; la
misma desde el principio de los tiempos… unos 1.460 millones de kilómetros
cúbicos… y casi toda salada… pero poco más sabemos.
En fin, que estamos en una etapa aún de megaignorancia y
seguimos pronunciándonos sobre eso del cambio climático sin saber aún cómo va
la cosa. En fin, vamos a ver cómo orquesto yo todo esto para Manel. Voy a
repasarme lo último de Antón Uriarte y Ferran P. Vilar… y lo mezclo todo en la
cocktelera… y a ver qué sale
Buenas noches… que a mí me queda un buen rato.
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