La dinámica tertuliana de “Los Cafés del Meliá” no
para, aunque uno se haya tenido que bajar del carrusel de las tertulias durante
unas cuantas. Lamento no haberles hablado de Esteban Soler López y las muchas cosas que atesora en conocimientos
de agricultura, del níspero y de la Cooperativa de Callosa d’Ensarriá, como de
las aventuras ciclistas y vivencias de Mikel
Figuren y el equipo Euskastel, o de la trayectoria musical de la Rafael Doménech Pardo, “el mestre”, y la Unión Musical de
Benidorm. Compromisos de fuerza mayor me apartaron del café vespertino de los
viernes.
Francisco Barco Foto: M. Ayús |
Pero a Paco Barco no podía faltarle. La
155ª tertulia de “Los Cafés del Meliá” era con Francisco Barco González y ahí tenía que estar. Llegué tarde, pero
estuve. Comparto con él mesa, con
micrófonos, cada miércoles en una tertulia matinal radiofónica y aunque
diametralmente opuestos, con Paco se puede dialogar; no lo apeas
del burro, como a mí, pero es fácil entenderse y llegar a la conversación
inteligente.
Llegó Paco, como lo hizo antes su hermano,
un buen día desde Santiago de la Ribera, Murcia; del Mar Menor al emporio del
Sol en el Mare Nostrum, a Benidorm.
Pasó por Valencia, donde una canción, cuando estudiaba en Los Escolapios, le
motivó y le llevó a esto, nos confesó. “Al vent”, de Raimon, casi, casi, tiene “la
culpa” de todo.
Bueno, el caso es que con 8 años comenzó a venir a Benidorm
donde su hermano, de 14, ya trabajaba como pinche de cocina. Pero lo laboral le
llevó hasta Murcia donde en 1965 está de interino en el Ayuntamiento murciano.
Buscando las papeletas del “No” al Referéndum Nacional del 66 (14.12.66) vio
que aquello no era lo suyo y se centró en la hostelería… tras pasar por una
fábrica de preservativos.
Llegó a Fuengirola (Hotel
Mare Nostrum, 1967) y recaló en Benidorm
(Hotel
Tanit, 1969) donde ya ha hecho toda su vida profesional ligado a los
hoteles de la familia Ruiz de Apodaca que tenían sus contactos con el Partido Comunista. Y Paco
militó en el PCPE y se afilió a CC.OO.… y nos contó lo de aquellas
primeras reuniones clandestinas. Monge
recordó que todo aquél movimiento se inició en la HOAC (Hermandades Obreras de Acción Católica) y salieron los
nombres de quienes impulsaron aquellos movimientos durante los 70.
Como los hoteles en Benidorm aún invernaban por aquél
entonces (hasta los ochenta no se venció la estacionalidad) en 1976 invernó él en Madrid, Restaurante La
Spinetta… y vivió su primera huelga con intensidad.
Volvió a Benidorm y con la actividad sindical por norte
estuvo en los primeros convenios de hostelería (1978) que eran provinciales.
Cuenta que estar UGT muy unida al PSOE, y ellos muy cercanos al PCE, era muy
difícil congeniar; tanto que a la huelga de hostelería del 82 fueron por libre.
Lamenta (y no perdona) Paco a delación de un veterano
periodista local que conocía donde se reunían clandestinamente (lo que le llevó
por primera vez a Comisaría) y recuerda (hoy con una sonrisa) cuando en la
tarde del 23F escondieron todas las
fichas de militantes comunistas y sindicalistas.
En CC.OO. ha
estado en la Federación Estatal de Hostelería, y recordó emocionado a Marcelino Camacho, del que destacó su
honestidad y sensatez, y señaló que había sido Secretario de Formación de
Hostelería de CCOO-PV… y que lo que ha salido de los cursos de formación en
otras comunidades hace mucho daño y es muy lamentable. Ha estado en los consejos
del CDT y del programa de Vacaciones del IMSERSO y se ha volcado por Benidorm:
fue uno de los fundadores del movimiento de las AMPAs locales (1993) y hasta
entró en política activa cuando por Eu
fue concejal del Ayuntamiento de Benidorm (1995/1999) donde “defendí
desde la soledad una política diferenciada del PSOE”. Ni él ni Jacinto Gallego conseguían meter baza
en aquél ayuntamiento.
Está contra la maquinaria de partido y a favor de un
acuerdo, en Benidorm, con Compromís;
lamentó que en 2003 no se apoyara esa comunión. Ahora, anuncia, que Eu concurrirá sola en 2015 y 2016 y
aseguró que Benidorm “es una plaza muy dura y sorprendente”…
vaticinando que el PP volverá a
gobernar Benidorm con el apoyo de UPyD,
“porque
el PSOE no lo puede hacer peor”. Ahí, en estos futuribles no me atrevo
a penetrar yo, aún.
Le preocupa Benidorm; “un Benidorm que no puede ir creciendo a
golpe de ideas”, y reclamó un “Plan General consensuado que lo defina todo”.
Y ese todo es para él “crecer respetando el Medio Ambiente, evitar
más Planes Parciales, revitalizar el mestizaje entre residentes y visitantes,
mantener la vida y la actividad comercial en las calles y olvidarnos de los
macroproyectos”. No olvidó su vena sindical y pidió “cambiar
la cultura empresarial y las leyes laborales”, al tiempo que,
apocalíptico, sentenció que el Benidorm del mañana “va a tener que contar mucho con
el Sr. Ortiz, nos guste o no”.
Paco Barco, finalmente, lamentó
las cifras del paro, criticó las faltas de contratación, denunció la presión
laboral sobre los trabajadores y, con autocrítica, confesó que las camareras de
piso, en los hoteles, nunca había sido un tema en el que volcar el peso de la
negociación en los convenios. Con humildad entonó un “mea culpa” que no fue
nunca, en exclusiva, cosa suya.
Ahora, que he puesto a sonar a Raimon y escucho “Al
vent”... y no llego a entender como “buscando la paz, buscando a Dios”
este Paco
llegó dónde llegó… a no ser que todo aquello viniera de que “Y
todos estábamos llenos de noche…”, que puede ser, pero que “…nosotros,
al viento”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario