Juan
Portolés Juan (JPJ) lleva una lucha sorda reivindicando el
protagonismo que tuvo el Centro de
Iniciativas Turísticas (CIT) de Benidorm, y por ende los de la provincia.
La labor de la CIT’s no ha sido nunca suficientemente reconocida y esa es una asignatura
pendiente del turismo, ahora, en el siglo XXI.
Yo no lo pretendo hacer ahora, pero sí realizar una pequeña
radiografía anecdótica de cómo era aquella labor... y cómo estaba la cosa por
aquél Benidorm de 1987. Para ello tomo como base un
folleto de ese año, 1987 (veintiséis años ha), que lleva por título Guía Económica del Turista y que
incluye “precios orientativos” para que “el turista pueda comprobar la
magnífica contraprestación que se ofrece, por el gasto de su dinero”.
Además incluye sugerencias para una mejor utilización del tiempo de ocio en
Benidorm.
Así, al pronto, una hamaca en la playa estaba en 168 pesetas
(1’01 € de ahora) y la sombrilla a 224 ptas (1’35 €) y los pedalos o patines a
600 ptas/hora (3’61 €/h). No me hagan comparaciones que ya saben que son
odiosas… y aquello era 1987.
En aquél año se ofrecían excursiones organizadas a Elche
(1400 ptas/8’41 €), Guadalest (1.100/6’61), Altea (750/4’51), Valencia
(2.700/16’23), Murcia (2.250/13’52), Alicante y Elche (1.725/10’37). Una
entrada al Benidorm Palace costaba 2.450 ptas (14’72 €) con “transfer” desde y
al hotel, que hacerlo sin esta intendencia le salía por 2.000 ptas (12’02 €), y
disfrutar de una plácida excursión en el Limón Expréss, 1.850 ptas (11’12 €).
El Torneo Medieval del Castillo del Conde de Alfaz estaba en las 2.600 ptas (15’63
€) con transporte y en las 2.000 ptas (12’02 €) si Ud. se presentaba por libre
en la puerta, como cualquier hijo de vecino. También funcionaba la Barbacoa
aquella camino de l’Alfàs, 2.450 ptas (14’72 €)
Ir a la Isla de Benidorm costaba 400 ptas (2’40 €) y el
trenecillo urbano esta en las 150 ptas (0’90 €), pero es que el precio del
billete del autobús urbano estaba en las 45 ptas (0’27 €).
Pasar el día en Aqualandia, el parque de agua, estaba en las
1.000 pesetas (6’01 €) y entrar en el Europa Park, aquél viejo parque de atracciones cuyo
emblema era una gran noria, sólo costaba 150 ptas (0’90 €); la mitad que una
entrada de cine, 300 ptas (1’80 €).
En aquél Benidorm de 1987 se podía hacer cable-esquí con un
bono de 1.000 pesetas (6’01 €), practicar windsurf a 900 ptas/hora (5’41 €),
volar en ultraligero por 3.000 pesetas la experiencia (18’03 €), jugar al tenis
en La Marina /Vacanza por 800 ptas/hora (4’81 €), jugar al bowling a 225
ptas/partida (1’35 €), patinar a 400 ptas/hora (2’40 €), jugar al mini-golf
(250 ptas/tarjeta – 1’50 €) y disfrutar de los karts (700 ptas – 4’21 €).
También se podían alquilar barcos y ahí las tarifas son más pormenorizadas.
La gasolina normal estaba en 72 ptas/litro (0’43 €), la
súper en 78 (0’47) y el gasoil en 58 (0’35 €). Lavar el coche (autolavado)
estaba en 100 ptas (0’60 €), arreglar un pinchazo venía a salir por 300 ptas (0’18
€)… y un corte de pelo de hombre estaba en 450 ptas (2’70) mientras que para la
mujer la cosa iba a las 1.000 ptas (6’01 €).
Alquilar una moto estaba en las 600 ptas/hora (3’61 h) y el
alquiler de coches estaba entre 1.450 y 5.500 ptas/según modelo (8’71 a 33’06
€) por día y entre 14 y 50 ptas (0’08 y 0’30 €) por kilómetro recorrido.
Un paquete de cigarrillo “rubio” americano estaba en las 160
ptas (0’96 €), el Fortuna patrio estaba en las 100 ptas (0’60) y el tradicional
Ducados en las 45 ptas (0’27 €).
Llama la atención que incluyera tarifas para franqueo de
cartas y telegramas, algo que hoy es casi mera anécdota turística. Una carta “normal”
de 20 gramos, normalizada, estaba en las 7, 19 ó 48 pesetas (0’04, 0’11 ó 0’29
€) según fuera urbana, interurbana o internacional; y el telegrama estaba en
las 4 pesetas (0’02 €) por palabra, con tasas fijas de 50 ptas (0’30 €) y 220 ptas
(1’32 €) bien fuera ordinario o urgente para el territorio patrio y las 90 ptas
(0’54 €) por palabra para los ordinarios internacionales y 180 ptas (1’08 €)
para los urgentes.
Finalmente señalar que esta completa Guía Económica del Turista anuncia que “Sin duda, pocas ciudades turísticas ofrecen tan abundante momo buena
oferta turística”. Y en materia gastronómica avisa de que “Desde
450 ptas (2’70 €), existen en Benidorm, menús completos para
cenar o comer. Y, por supuesto, hasta los más refinados en ambientes exquisitos”.
Finalmente, una recomendación: “Hay que consultar las cartas, con precios,
antes de pedir”.
No he podido encontrar el precio de la caña de cerveza en el
bar, verdadero indicador de la realidad socioeconómica del momento en que vive
este país, pero comprar una “litrona” cervecera en un supermercado estaba en
las 100 ptas (0’60 €). Ah, una de Tío Pepe (“Sol de Andalucía embotellado”)
estaba en 510 ptas (3’07 €), y una de “Juanito el Caminante” (Johnny Walker,
whisky) llegaba a las 850 ptas (5’11 €), la Larios estaba en las 710 ptas (4’27
€), el Baccardi (blanco) en las 700 ptas (4’21 €) y el 103 (que es coñac, o “coñá”)
en 710 ptas (4’27 €).
Coger o pillar un taxi (que en España lo podemos decir
tranquilamente) estaba en 76 ptas (0’46 €) la bajada de bandera y 49 ptas (0’29
€) el kilómetro recorrido.
¿Nostalgia? Sólo del papel.
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