Agradezco al amigo Nacho Comas que me envió un correo con un
“¿a que este parque no lo conoces”. Y
claro, no conocía Westall’66. El que
estudie lo de los parques de ocio temático no me otorga ese grado de
conocimiento universal; más bien evidencia que a cada golpe de vista surge otro.
Y picó mi curiosidad.
La noticia decía que en junio (pasado) iban a abrir el
parque Westall’66: “Unpueblo construye un parque temático ‘extraterrestre’ 50 años después de unavistamiento masivo de OVNI’s”. Era de abril de 2013. Y más que lo de “parque temático extraterrestre”, que
además iba a ser el primero del Mundo mundial, la cuestión era que se pretendía
“dar validez oficial al suceso” de 1966 y servir de atractivo turístico.
Luego había en el texto varias referencias geográficas que
me trajeron de cabeza, pero dimos con el municipio (Kingston; city of Kingston), después de buscar en la zona (Clayton South), tras investigar el área
metropolitana (Melbourne), tras
rebuscar en la “provincia” (Victoria)
y el país (Australia). Y dentro del
municipio llegamos hasta la división de Parques
y Jardines -y la reseña de la División de Urbanismo y el departamento de Iniciativas
Urbanas- hasta dar con The Grange Reserve
y el proyecto de remodelación urbana de esta zona verde que otea la inmensa
bahía de Port Phillip en cuyo
derredor se alza la mayor concentración urbana de Australia, en torno a
Melbourne.
La cosa prometía, pero tras investigar resultó que no era más
de un parque infantil. Y es que llamamos parque temático a cualquier cosa. Ana
y yo ya proponía en el trabajo que consiguió el premio Europa Universitas’2000
una clasificación, cuando menos para no mezclar churras con merinas y niveles
de proyectos. Allí hablan de remodelaruna zona verde. Y leyendo la prensa del lugar, no ha habido más repercusión
que el anuncio de la acción. Vamos que se pone en marcha la “Zona UFO” y “la zona de juegos para
niños pequeños se ha desplazado hasta la Zona UFO para crear un espacio de
juego unificado” y se olvidan de “los 3 cerditos” (según la fábula del
XVII y las “pelis” de Disney y Loonye Tunes) y se centran en animales
autóctonos: “un tema australiano con animales nativos”. Parque para
criaturitas que es.
En Kingston, aquellos doscientos niños de la escuela Westall
han seguido teniendo muy fresco el avistamiento, y ahora se hace “realidad” el
“reconocimiento” de aquellos minutos del 6 de abril de 1966. A eso de las 11’00
h., se cuenta en el expediente del Avistamiento Westall, vieron un OVNI
evolucionar en lo que hoy es The Grange Reserve. Los diarion Dandenong y The
Age publicaron la noticia al día siguiente. Incluso se habló de aviones
rodeando el OVNI. Como la RAAF no certificaba el avistamiento, otros periódicos
se mofaron del “avistamiento” de los escolares (y profesores). El caso que los
militares y los ufólogos del momento investigaron el caso y… discreparon en sus
conclusiones. Para los primeros se trataba de un globo meteorológico o un
blanco aéreo, y para los segundos, y así lo publicaron en su boletín, no cabe
duda de que se trató de un avistamiento excepcionalmente importante.
Y la cosa se quedó muerta en el verano de 1966.
Pero el 3 de junio de 2010 el Herald Sun de Melbourne anunciaba que al día siguiente Australian TV iba a emitir un
documental sobre el tema poniendo nuevamente sobre la mesa el avistamiento. The
Camberra Times se hizo también eco del documental y Kingston, Clayton South y
The Grange Reserva entraron otra vez en la actualidad del momento. Tanto que
Iniciativas Urbanas tomó el relevo y ha colocado su OVNI de juegos infantiles
como motivo fundamental de su remodelación del lugar.
Y más de uno lo ha convertido en un parque temático de
ovnis.
Que lo disfruten los niños australianos del área metropolitana
de Melbourne.
Gracias, Nacho, por la noticia. Me ha tenido toda una tarde
entretenido.
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