Pasó a tomar un café por el Meliá Benidorm, en su tertulia, Antonio de Torres, el director del SERVEF; el hombre que más sabe
de paro y parados en Benidorm y la comarca. Y, claro, hablamos del paro y los
parados; incluso de él, como es norma en Los Cafés del Meliá.
Antonio De Torres Foto: M. Ayús |
Eran los tiempos del Servicio de Empleo y Acción Formativa (SEAF) que convivía aún con el PPO (Patronato de Promoción Obrera).
Total que boda en octubre y la Navidad en La
Vila, pues en Benidorm no había dónde colocar la silla. Al final metieron el
SEAF-PPO en un despacho del Ambulatorio
de la calle Tomás Ortuño. En marzo de 1979 -en el Edificio Marvic- abrió ya la
oficinita de Benidorm, con sus tres empleados empleadores.
Porque eso sí, insistió Antonio de Torres: ellos son mediadores de empleo.
Y nos contó aquellos comienzos: en la Semana Santa de 1979,
con la oficina recién abierta, el lunes 9 de abril (que lo he mirado) se
encuentra delante de la oficina y a primera hora de la mañana (él solo, los
otros dos compañeros de vacaciones por turno de Semana Santa) a los 80
trabajadores de Almacenes Zaragoza,
de golpe, que horas antes había cerrado. No hubo explicación que sirviera, los
80 de golpe a tramitar la situación y no se iban sin haberla resuelto.
Anécdotas varias jalonaron el café (y la elogiada bollería,
con agradecimientos varios a las atenciones de Antonio Escobar, el director del Meliá Benidorm).
Así, a punto de desaparecer la Organización Sindical Española (otros la llamaron Sindicato
Vertical) transformada en Administración Institucional de Servicios
Socioprofesionales (AISS) -que lo
único que debía hacer es gestionar el llamado Patrimonio Sindical-, De Torres
negocia con Jaime Moncho Miralles,
secretario que fue de la OSE, y terminan en el Edificio Servihotel, al que se
incorporarán todos los funcionarios que la OSE tenía en la comarca. Luego
vendrían los tiempos del INEM y de la Avenida de la Comunitat Valenciana. Luego
pasarán, ya como SERVEF, a los
actuales locales de la Avenida de l’Aigüera. Un tránsito cargado de anécdotas,
algunas muy entrañables, incluso dolorosas, que permanecerán en los posos del
café de Los Cafés del Meliá. Un cigarro, en ocasiones, es mejor que una palmada
en el hombro.
De Torres considera, tiene sus cifras, que desde mediados de 2013 está mejorando la
cosa: a 26 de marzo de 2014 teníamos 11.271
demandantes de empleo en la comarca. Prácticamente
7.000 son de Benidorm, una ciudad donde el paro estaba, de siempre -cosa
endémica-, rondando los 2.000 - 2.500 desempleados. La mejoría que este mes
supone (a día 26) 338 menos es una
buena noticia, pero dice poco. Y el que ayer mismo entraran 40 ofertas de
empleo es positivo, pero se necesitan muchas más.
Insistió en que el
SERVEF no crean empleo, lo gestiona -es intermediador-, y pidió tanto racionalidad a los empresarios
como empeño y ganas a los trabajadores. Es una cuestión a dos bandas. Y
esto cambia y se complica. En construcción, anunció, ya se va a pedir el certificado profesional, por lo que instó a todos los trabajadores a formarse y
a ofrecer garantías de que se sabe trabajar y se está capacitado para el puesto;
el que sea. Pidió, también,
profesionalidad al empresario. Alabó los sistemas de formación profesional
y, en particular, la Escuela de Oficiosde La Nucía, una iniciativa del alcalde Bernabé Cano muy fructífera en
mecánica, electricidad y aire acondicionado.
Hablamos de la Reforma
Laboral; de cualquier reforma laboral. “Todo lo que no sea facilitar la
labor al empresario, bajo control, está abocado al fracaso”. Insistimos
mucho, hasta hacernos pesados, en la necesidad
de la formación profesional, que reclamó De Torres incluso para
empresarios, y de las nuevas cuestiones que incidirán en el SERVEF a través de
un benidormense como el Secretario Autonómico de Empleo, Fernando Díaz Requena y el nuevo
Plan Estratégico de coordinación y unificación de criterios, desmintiendo
la información torticera de privatización; “lo que se va a hacer es potenciar la
coordinación de la situación”.
Entramos después en detalles concretos que si ERE’s, que si
sindicatos que aceptan, que si procesos y cursos de formación, que si el acceso
por internet es más efectivo que el acceso presencial, que si portales de
internet con ofertas, que si páginas profesionales, que si hay miedo a
contratar a determinados profesionales formados porque “te roban” la cartera de
clientes y luego se establecen por su cuenta, que si hay criterios de selección
discriminatorios, que si los mayores lo tienen imposible, que si el nivel
cultural es mínimo o se está bajo mínimos, que si hay toques de fraude, que si
se miente mucho con el tema del currículo y los idiomas, que si aumenta o no la
pobreza, que si hay mejores o peores sistemas de prestaciones, que si los
inmigrantes acuden más a cursos de formación, que si les sale mejor quedarse en
España que irse, que si hay gente que quiere ser rechazada porque prefiere
seguir en el paro… el empresario debe informar de ello al SERVEF para que se
puedan empezar a tomar medidas.
Hablamos hasta de la redEURES (el portal europeo de la movilidad profesional) y lo que Europa
ofrece de oportunidades de empleo y formación; una red muy poco conocida
(porque no la difunden convenientemente los que de ello tienen obligación).
Hablamos de todo hasta que Mario Ayús -Il Comendatore,
el moderador, el Secretario Perpetuo,
el abnegado guardia de la porra de la Tertulia- puso sobre la mesa la afrenta que está a punto de sufrir
este pueblo de Benidorm con el puñetero Low Festival, ese que se han sacado
de la manga los chicos del equipo de gobierno. La Tertulia fue unánime y contundente contra la ignominia del nombre y
contra la hipoteca que supone que nos lo cuelguen por siete años, siete, un
equipo de gobierno que tiene fecha tasada para el abandono de la poltrona.
Quién más y quien menos -unos con mayor eficiencia que otros- ya nos hemos
pronunciado contra el “festivalito” de marras (aquí en la
acepción del verbo marrar: errar, fallar). El amigo Cecilio ha emprendido su
cruzada particular contra él y no terminará hasta inmolarse por la Causa (sin
darse cuenta de que la carne humana quemada huele fatal). Pero con todo y eso,
mucho me temo -nos tememos- que nuestra opinión -como individuos, ciudadanos de
Benidorm (y, por ende, contribuyentes) y tertulianos- será tan tenida en cuenta
como la del Premio Nobel Ernest Lawrence
en el Proyecto Manhattan. “No empleéis la bomba atómica contra las
personas”, dijo Lawrence… y
tiraron el puñetero Low Festival
contra Benidorm.
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