28 mar 2014

DE VIAJEROS, VACACIONISTAS Y ESTULTOS MUNICIPALES Y SUPRAMUNICIPALES


Viajero es el que viaja. Vacacionista es el que va de vacaciones. Estulto es el necio supino. Pero si al estulto le añadimos el apellido “municipal” entonces ya su estupidez manifiesta anda rayana con la incapacidad absoluta de gestión. Ni les cuento ya cuando el segundo apellido del estulto es “supramunicipal”; de la Diputación (Ayuntamiento de Ayuntamientos), vamos. Y ya saben cómo se forma el femenino: añadiendo una “a”.

Me explico, aunque no creo que haga falta. A ver: a modo de línea del tiempo al canto.

Foto (antigua) de la Estación en obras; sitio, para los autobuses, hay
Ya cuando se habló de que el AVE iba a llegar (de verdad de la buena) a Alicante, acabando 2012, Benidorm se movilizó. Por aquello de que “ave que vuela, a la cazuela”, aunque este ave fuera un acrónimo (siglas -conjunto de grafemas de una expresión compleja- que se pronuncia como palabra que ya se ha lexicalizado), AVE (Alta Velocidad Española), Benidorm puso la olla al fuego. Y ADIF (otro acrónimo que significa Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) ya señaló que en la nueva Estación del AVE de Alicante habría “espacio para la línea con Benidorm. Y en esto que saltó la alcaldesa de Alicante y dijo que “bajo ningún concepto” y hasta se puso farruca (desafiante): “Un ayuntamiento que no es el de Alicante no toma decisiones sobre esta ciudad”. Y Benidorm no tomaba decisiones sobre Alicante, que bastante tiene con trampear el día a día benidormero. Todo esto ya lo he contado, con recordatorio semántico a Unamuno y Covarrubias.

Y el AVE llegó a Alicante (17.06.2013) y aquí todos nos alegramos: a más facilidad de transporte, mejor nos lo ponen a los destinos turísticos. Pero la cosa se fue complicando. La alcaldesa de Alicante no está (ni estuvo y ni estará, por lo que vemos) por la labor de permitir lanzaderas (autobuses, vamos, que acerquen a viajeros y vacacionistas a los destinos turísticos provinciales que son algunos más que la propia ciudad de Alicante) y quiere que los taxistas alicantinos trasladen a esos viajeros y vacacionistas que aún deben llegar al destino elegido. Cuando estalló la polémica (en 2013) alguien pensó, ahora que están cuestionados esos organismos, en la Diputación Provincial de Alicante y mira por dónde, la presidenta -doña Luisa-, nos salió con aquello de “hasta ahora nadie se había preguntado qué pasaba con los viajeros que llegaban a Alicante y precisaban ir a otros destinos”. Una impertinencia así la calificó. Era absolutamente falso lo que decía. Al menos Benidorm no hadejado de reivindicar esa conexión.

Es más, ya en 2011 la iniciativa privada de Benidorm había propuesto hasta un trazado que evitaría esta situación: “Proyecto Ortuño/Puchades-Asensio”.

Bueno, pues esto es la historia de nunca acabar. Que si quieres arroz, Catalina, pues te buscas la vida. Llegas a la estación de Alicante y, ale, a pasear maletas hasta el taxi -dicen- con tarifa plana a los destinos turísticos extracapitalinos (que son todos), o te das un garbeo hasta la estación del TRAM (otro acrónimo) que te desesperará hasta llegar a Benidorm, por ejemplo, y a fer la mà de la realidad turística de la ciudad, o te marcas otro garbeo hasta la portuaria Estación de Autobuses. La alcaldesa de Alicante, tantas veces citada en este Blog, no quiere autobuses con destino a los destinos de playa de la provincia complicando el tráfico alicantino.

Lo de Sonia lo doy ya por perdido, pero no me esperaba que el concejal de Tráfico alicantino, que vivió municipalismo en Benidorm cuando ambos trabajábamos en el Gabinete de Alcaldía del Ayuntamiento de Benidorm, me saliera con ese peregrino informe ad hoc. Querido Juan, yo entiendo el peso de la púrpura cardenalicia. Querido Juan, ¿no se te pegó nada de paso por la oficina del Síndic de Greuges (Síndico de Agravios)? A-gra-vi-os; esto es un agravio. Querido Juan, mírate los planos de ADIF y acuérdate de cuando, junto a un tercer Juan, fuimos -los tres- los Santos Juanes (Bigas Luna lo dejó escrito). Viendo esos planos, ¿dirías lo mismo?
Es increíble. Más del 60% de los viajeros que llegan en el AVE a Alicante se dirigen a otros destinos. Y cuando llegan los periodos vacaciones la cifra porcentual salta el listón del 70%. Pero ni por esas.

Elche, eminente municipio turístico (perdonen la coña; lo que no significa que no tenga indudables y apreciadísimos atractivos turísticos) no entra en la polémica porque en la misma estación hay Cercanías con destino a la ciudad de las palmeras. Pero el resto de la provincia, aeropuerto incluido, tiene que buscarse la vida.

Vista (antigua) de la zona de la Estación. En azulete, el edificio de la Estación
de siempre; en verde, la zona AVE; y en recuadros rojos áreas con
posibilidades de estacionar los autobuses. Algunas edificaciones
ya han sido derruidas. Espacio, hay.
Y habida cuenta de que ni Ayuntamiento de Alicante ni Diputación Provincial están por la labor (y mira que me pesa lo de la Dipu, donde hay diputados de todas las comarcas y ciudades y destinos turísticos afectados) pidamos, como ya hizo Alcoy en su día, a la consellera Isabel Bonig que se moje. O a la ministra Ana Pastor. Oiga, que esto no es de recibo. Sobre todo porque en el recinto de la Estación hay espacio, y con tres o cuatro autobuses, por servicio ferroviario y para toda la provincia, lo arreglamos. Y todos contentos, porque siempre habrá gente que pase de esa conexión y recurra al taxi de siempre.

Bueno, aún podemos clamar más arriba. “Internacionalizar el conflicto”. Clamar al cielo de la UE, al tallinés eurocomisario de Transportes, Siim Kallas. El estonio seguro que no sabe ni que existimos, y de paso lo busca en google maps y se entera. Esta “ideica” se la debo al bueno de MAESBA (otro acrónimo -ja, ja, ja- de Manuel Esquembre Bañuls, editor que fue de Canfali) quien ya cuando “la sequía” de 1978, por las bravas, pidió la militarización del problema. ¡Coño, que la Armada envió aljibes y desde Tierra y Aire las cubas!

A grandes males, grandes remedios. Y contra la estulticia…




No hay comentarios:

Publicar un comentario