A PROPÓSITO DEL 70ª ANIVERSARIO DEL DESEMBARCO DE NORMANDÍA
Normandía me atrae. En la serie de Posts (1 y 2.10.2011) “DeOstende a Cancale” ya conté brevemente mi aventura en pos de lo que fue
el Desembarco de Normandía”; me “hice”
el
Muro del Atlántico para vivir todos y cada uno de aquellos míticos
lugares.
Hoy, cuando todos han celebrado el 70ª Aniversario, quiero
yo evocar a Bevan.
Eso es citar la Operación Fortitude y las demás operaciones
intermedias (Op. Escarapela, Plan Jael, Op. Bodyguard, Op.
Graffham, Op. Ironside, Op. Zeppelin, Op. Copperhead) que
llevaron hasta la Operación Overlord,
pero es que el Ejército de Caucho de
Bevan, desde hace años, me maravilló.
John
Henry Bevan no era un militar de carrera; instruido en Eton
y Oxford, de familia de banqueros y con lazos en la nobleza británica, se hizo
corredor de Bolsa, pero tanto la IGM como la IIGM se cruzaron en su camino.
Lo más destacado es que en 1943 se le puso al frente de la Sección Londinense de Control (LCS) con
el empleo de Inspector de Engaño
(Inspector of Deceit) y el grado de Coronel.
Su equipo lo integraban un grupo de no-militares en el que destacó el escritor
de novelas de suspense y ocultimo Dennis
Wheatley y un oficial administrativo de Colonias llamado Sir Ronald Wingate, a quien debemos la
narración de las historias del LCS.
Bevan reportaba directamente a Churchill
y disponía de fondos para lo que quisiera, tanto de los británicos como de los
americanos que cuando comprendieron las posibilidades de sus ideas le
adjuntaron al Tte. Coronel Baumen
como oficial de enlace y “conseguidor”.
Bevan tenía experiencia militar por a haber servido durante la IGM en el Regimiento de Hertfordshire en suelo francés, donde fue condecorado y alcanzó el grado de capitán. El mariscal Henry Willson le convirtió en oficial de Estado Mayor y le encargó misiones de Inteligencia. Al estallar la IIGM solicitó su reingreso y fue destinado a Noruega, donde volvió a misiones de Inteligencia y llamó la atención de Sir Winston Churchill: Bevan quería inventar tropas.
Finalmente se le autorizó a crear un Ejército de ficción, con indicativos, comunicaciones de radio y tanques,
que engañó a los alemanes: el FUSAG
(First United Stated Army Group). Bevan contrató actores que se parecieran a
varios generales y los movía sin cesar para engañar a los espías (propios y
alemanes).
Uno de los "blindados" hinchables de Bevan |
Primero comenzó a construir “blindados” de madera; al
poco ya comenzó a construir aviones. Pero iba muy lento. El norteamericano Baumel recordó las grandes figuras de
caucho de Mickey Mouse y otros personajes Disney en los desfiles del Día de
Acción de Gracias y lo contó a Bevan. Enseguida las norteamericanas Goodyear y Goodrich estaban fabricándole “hinchables”
con formas de taques, piezas de artillería y todo tipo de vehículos “blindados” que con un compresor se
llenaban de aire y se anclaban en tierra. Levantó campamentos de tiendas de
campaña y hacía que las cocinas echaran humo. Cientos de miles de cajas de
munición vacías se amontonaban junto la ciudad de lona y miles de bidones de
caucho simulaban estar llenos de gasolina. Hasta ambulancias con la cruz roja
bien visible para que los espías y los aviones de reconocimiento alemanes los
fotografiaran. Incluso 400 falsas barcazas de desembarco tuvo listas.
Y hubo soldados de carne y hueso en el Ejército de caucho de
Bevan: los veteranos de la Guardia
Territorial de Gran Bretaña que afanosos lavaban sus ropas y las tendían al
sol, simulaban instrucción y movían los “hinchables”.
Incluso creó el Cuartel General de la Fuerza
Expedicionaria Aliada y un grupo de transmisiones que no paraba de enviarse
mensajes de radio; lo integraban veteranos actores de Hollywood que simulaban,
con deje americano, cientos de escenas de contenido militar que fácilmente captaban
los alemanes o sus espías.
Cuando se acercó el verdadero Día D, 170 soldados del Destacamento
de Tropas Especiales del 2º Ejército de los EEUU comenzó a cambiar de posición
aquél Ejército de Caucho hacia
Calais. Incluso dispuso de varias embarcaciones que se hicieron a la mar
emitiendo sin parar señales de radio para similar el desembarco en Calais.
La Operación Fortutide y el engaño de Bevan con su Ejército de
Caucho funcionó. En la madrugada del 6 de junio de 1944, hace 70 años, la
profusión de informes desde Pas-de-Calais y de Normandía era desconcertante:
nos invaden. Pero los alemanes creyeron
que lo que estaba pasando en las playas de Normandía era el engaño para
proteger el desembarco en Pas-de-Calais y mantuvieron el XV Ejército Alemán en
sus posiciones y no acudieron a defender Normandía.
El resto ya lo conocen. El Ejército de Caucho de Bevan ganó
la partida.
Al finalizar la guerra John
Henry Bevan recibió varias condecoraciones y la Orden del Baño, una de las más altas distinciones británicas. Fue
nombrado Coronel Honorario y se
retiró del servicio. Volvió a la actividad bursátil con notable éxito y llegó a
presidir una aseguradora (Equitable Life). Murió en Londres en diciembre de
1978.
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