7 jun 2014

DE UN CAFÉ CON PSICÓLOGO. A ESTE PASO LO VAMOS A NECESITAR


Profesor Juan José Miguel Tobal
Univ. Complutense. Madrid
Foto: Mario Ayús
Volví al Meliá Benidorm a tomar café con el psicólogo Juan José Miguel Tobal, catedrático de la Complutense, zamorano afincado en Madrid, que disfruta de Benidorm cuando puede. Hasta el viernes último no había pasado nunca tanto tiempo delante de un psicólogo. Delante de alguno que se dice sicólogo sí que había estado, pero, insisto, eran de aquellos que del sicomoro sabían mucho, pero la psique… ¡nada! Perdonen que insista, pero una cosa es la psique y otra el fruto de la higuera… y no quiero entrar en la maldición de la higuera estéril.

Da gusto saber que de verdad hay psicólogos en España.

En Los cafés del Meliá nos dimos el gustazo de departir con un discípulo del profesor Pinillos Díaz muy interesado en la faceta clínica y social de la psicología, docente e investigador. Señaló que los campos de trabajo de la Psicología actualmente son la clínica, la empresa, la educación y el deporte. Tiene futuro mientras sea psicología y no sicología.

Con el profesor Miguel Tobal entramos de lleno en el concepto de las emociones y la salud, las reacciones y la ansiedad, y terminamos con el 11M y el trabajo que hicieron los psicólogos (él mismo y sus alumnos) ante tamaña situación centrándonos en la evaluación de la situación y la atención a las crisis de ansiedad. El 11M, contó, fue muy bien estudiado porque los madrileños participaron más en los análisis que los neyorquinos del 11S en el trabajo del profesor Sandro Galeo sobre el Nueva York y el 11S. Yo me atreví a preguntarle lo de ¿y para qué sirven esos trabajos?; y me respondió: “para conocer situaciones para para adoptar medidas, calcular el número de afectados, así como las necesidades inmediatas y proyección de recursos, cronificar y secuenciar los meses siguientes, prevenir necesidades sociales extraordinarias a futuro y procurar reducir las crisis de ansiedad”. Las crisis de ansiedad es lo que más le preocupa. Y yo que creía que esos estudios eran flor de un día; ¡lo que se aprende tomando alguna tarde café en el Meliá Benidorm!

Ahora trabaja el tertuliano en Inteligencia Emocional, un nuevo campo de análisis basado en la empatía (conocer el mundo de los otros) desde la óptica de la capacidad de las personas para relacionarse, lo que nos llega a una Inteligencia Social, a una Inteligencia Racional, etc.

Dejamos ese mundo y volvimos a la superficie; fuimos a lo básico. Así hablamos del pánico o de la ira emociones que multiplican la tasa cardíaca; son como una bomba para el corazón y es para ellos, los psicólogos -especialmente la ira-, el mejor predictor del primer infarto: “lo peor es enfadarse y tratar de que no se note; tragarse el sapo que se dice”. 
Nada, que después de este café melianense con el profesor Miguel Tobal, la irá será inmediatamente descargada.

Y yendo más al grano, le pregunté a bocajarro: ¿qué son las emociones?; ¿hay quién no tiene emociones?Las emociones, nos dijo, son modos de adaptación a estímulos”. Y habló mucho de Darwin (de Charles, el de “El origen de las especies”) que ya estudió las emociones de hombres y animales. Es que, en un principio, “las emociones fueron las pasiones”; aquello que no iba al compás de la razón. Ahora ya entra en liza el sistema límbico (miedo, placer, agresividad, instinto sexual, memoria, atención, conducta) y resulta que se les considera el “elemento básico para la adaptación de las especies”. Y dicho eso nos metió un término, desconocido hasta el momento: alexitimia (la incapacidad para identificar emociones y darles expresión). Ante los tertulianos me declaré alexitímico total cum laude ante quienes me quieren vender música y músicos. Yo, a lo mío.

Y este café de Veneris Dies, de Afrodita y de Venus, iba de emociones. “Las emociones son importantes por los componentes que las proyectan: expresión, concepto auditivo-visual y carácter biológico”, que lo tiene. Y también lo son “porque pueden generar distinta reacción, en función de la persona, ante un mismo hecho”. No sé, por enredar: Lisboa, 24 de mayo de 2014 (yo “lloré” de alegría y más de uno lo haría [“lloraría”] de dolor).

Me encantó saber que “el mundo más secreto de los seres humanos en el de las emociones; muy complejo”. Y los secretos piden a gritos ser descubierto.

También le preguntamos al profesor Miguel Tobal -por aquello de su dedicación a la psicología clínica- por la salud de los españoles. “Longevos”, fue la lacónica respuesta inicial. Luego pormenorizamos y entramos a saco en muchos de los parámetros que maneja y divagamos por el espectro de edades pero con especial atención a una juventud (14-28 años) “excesivamente mimada”, dando veracidad a los informes PISA y de actitudes/aptitudes. Lamenté coincidir con él; lo vemos muy negro por nuestra juventud que su protección contra la frustración es como la de un cubre de vidrio del portaobjetos del microscopio.

Se despidió contándonos que la primera cátedra de Psicología del Mundo se instituyó en la Universidad Central de Madrid en 1903… y después se fue marchitando la cosa hasta hace unos pocos años donde la Psicología ha recobrado el merecido lugar que debe tener. Pero la culpa es de los muchos sicólogos que han aparecido. Para un psicólogo, hay un centenar de sicólogos por España.

Disfrutamos el café, con bollería y zumos, el Meliá Benidorm. A lo peor tenemos que hacernos ver esta manía de los viernes por la tarde… ¡con un psicólogo!; por eso le hemos invitado a que nos acompañe cualquier otra tarde y lo nombramos psicólogo de cabecera de la Tertulia.




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