6 oct 2019

DE UNA VISIÓN DE BENIDORM: LA PROFECÍA CUMPLIDA




El primer lunes de octubre es, desde 1997 y a instancia de la Unión Internacional de Arquitectos, el Día Mundial de la Arquitectura. Y, como un día es poco, se ha ido alargando hacia toda una semana.



Así pues, con motivo de la Semana de la Arquitectura, Benidorm ha aunado iniciativas y a la del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante -visita a Benidorm y conferencia de Carlos Ferrater- ha sumado la suya propia con la presentación de un libro sobre Mario Gaviria; un par de sesiones dedicadas al modelo Benidorm, entendido como un fenómeno arquitectónico y también sociológico.

Desde la Universidad de Alcalá, Antonio García Tabuenca; y desde la Universidad Europea de Madrid, Francisco Domouso de Alba y Francisco García-Pablos Ripoll han coordinado una serie de trabajos sobre Mario Gaviria. En ‘Mario Gaviria. Pensamiento, obra y proyección’ (Libros de la Catarata) aparece la visión que tienen de Gaviria autores como José María Ezquiaga, Fernando de Terán, Ramón López de Lucio, Carlos Sánchez-Casas, Agustín Hernández Aja, Pedro Costa Morata, José Manuel Naredo, Gregorio Ballesteros, Ion Martínez Lorea, Juan Ramón Sanz, Gregorio Rodríguez Cabrero, Miguel Laparra Navarro, Felipe Peña Pereda, Michael Mahdesian, Juan Álvarez Cienfuegos, Rafael Moneo, Alfonso Sanz Alduán, Óscar Clemente García, David Prieto Serrano y sus hijas Natalia y Sandra.

En la presentación en Benidorm, se unió la siempre autorizada voz de José María Perea, quien tantas cuestiones analizó con él y plasmó, negro sobre blanco, desde el Libro Negro sobre la Autopista de la Costa Blanca (1973) a El Paraíso estancado (2015) y que conocía como pocos al navarro de Cortes.

En marzo de 2010 Mario me dejaba escrito sobre el libro de la AP7, de su puño y letra: “un libro que nadie leyó y que fracasó”. Había desdén en sus palabras. Es que a Gaviria, como a Iribas, había -y hay- que leerles. Mario pensaba a 25 años vista; quizás a más. Iribas sigue, como Mario, vigente.

A Mario le preocupaba la energía, la dependencia energética de España, y el cómo afrontar siempre el mañana. Por eso le preocupa mucho el compendio economía-demografía-sociedad. Mario era intuitivo y entusiasta. En una de sus vistas pasó por nuestra tertulia “Los cafés del Meliá” y nos habló de todo; incluso nos puso en guardia frente a los grandes retos del XXI y no dejó a nadie indiferente cuando alertó sobre el Islam en Europa.

Fue Baldoví, el secretario del Ayuntamiento en 1971, el que le animó a aplicar sobre el terreno lo que él contaba en Madrid. Y vino con la Beca March y su equipo; y tras analizar este Benidorm se enamoró de él y escribió “Benidorm, ciudad nueva” y de aquí salió, un poco antes, el “Manifiesto de Benidorm”, cuando nació el ecologismo en España; que también fue en Benidorm.

Natalia de Gaviria, su hija, rememoró los días aquellos de los 70 en Benidorm (Sandra, en París, no pudo venir), en la casa-comuna, y las reflexiones que su padre mantuvo siempre sobre Benidorm. Contó anécdotas e incluso habló de la ñoñería de esos y esas  que intentan camuflar su necesidad de Benidorm relegándola al papel de “la otra”… que es la que buscan para pasarlo bien. Fue lo más entrañable de la noche.

El alcalde de Benidorm, Toni Pérez recordó que Gaviria un defensor a ultranza de Benidorm y que -con su amigo y colega José Miguel Iribas- situó a Benidorm como referencia mundial de la sostenibilidad y el éxito turístico. Recordó las palabras del alcalde Miguel Pérez Devesa, que Gaviria siempre contaba, en aquél verano del 72: “Mario, si algún día falla el turismo en España, la última turista saldrá de Benidorm”. El profesor Tomás Mazón lo recordaba en una conversación publicada con Gaviria

Y recordando a Gaviria se habló de la democratización de las vacaciones y de una ciudad pensada para generar felicidad y para el feliz encuentro de la gente en su calles, salón abierto al disfrute del ocio para todas las edades.

Y Domouso fue el que colocó la guinda: Benidorm es la profecía cumplida de las ensoñaciones de Gaviria.

Si Gaviria ERA un enamorado de Benidorm, Ferrater lo ES ahora mismo.

Para el arquitecto catalán, Benidorm es el lugar urbanísticamente más sostenible del Mediterráneo y probablemente del mundo; una ciudad que ocupa muy poco territorio y genera muchos servicios y actividad.

También llegó Ferrater a Benidorm en los 70 pero su vinculación es ya el del siglo XXI cuando consigue “convencer”, dijo, con su propuesto de paseo marítimo para Poniente y, lo mejor, una década después constata que mantiene toda su vigencia urbanística, social y arquitectónica: la arquitectura es una ventana sobre el paisaje que nos lo hace habitable.

Nos contó que el paseo de Poniente está inspirado en la anatomía del brazo, de Leonardo da Vinci, y que buscaba que además de hacerlo transitable, fuera un lugar de relación y contemplación entre lo natural -la playa y el mar- y lo artificial -la ciudad-. Y considera que lo ha conseguido y se siente feliz, en la ciudad de la felicidad porque, en realidad, una ciudad debe ser un espacio que juega con las formas de la naturaleza. Y si lo consigue, se alcanza la meta de la habitabilidad.

Ambos -Gaviria y Ferrater, Ferrater y Gaviria- nos han ofrecido una visión de Benidorm que constata su plena vigencia. La ciudad nueva sigue siendo una nueva ciudad. La prueba del algodón de la Arquitectura de analizar una realización una década después ha sido superada con éxito.

Ferrater está dispuesto a continuar el Paseo hasta el final de la playa; están vigentes sus formas y funcionalidad. Gaviria no ha dejado de estar de actualidad con sus planteamientos y uno de sus principales discípulos y querido amigo y compañero, José Miguel Iribas -que nos dejó antes-, también nos legó unas líneas maestras a cumplir que, veinte años después, Benidorm sigue cumpliendo… y gravitando en torno a ellas.

Sergio C. Fanjul lo contaba en El País este verano y como colofón de esta entrada lo apunto: “Como una ciudad que surge del suelo en el videojuego SimCity o como gráfico de barras, la ciudad de Benidorm, pequeño Manhattan alicantino, surge del litoral mediterráneo para asombro y fascinación de unos y otros”. Benidorm es una realidad eco-sostenible alabada por su modelo urbanístico sostenible y vilipendiada por su popularidad… pero que da felicidad y enamora; aún con sus defectillos. Benidorm, fascina.