31 jul 2013

DE BENIDORM, PREGUNTAS Y RESPUESTAS


Roc Gregori se preguntaba el domingo en Información: “A Benidorm, ¿le gusta Benidorm?”. Y después de ponerles las peras a acuarto a quienes a estas alturas del baile se cuestionan el destino ofrece la única posibilidad viable, y factible, de saber lo que de verdad pasa: preguntar.

Sí, preguntar. Preguntar a quien sabe de esto.

Preguntar a la clientela (porque resulta que el producto gusta, y ahí están los datos): “Les menciono a los turistas -dice Roc- porque ellos, viniendo a Benidorm repetidamente y pagando por ello -sí, ya sé que les parece poco-, sabrán por qué lo hacen, digo yo, tendrán una opinión, a lo mejor resulta que hasta les gusta y todo. Y, así, preguntándoles, nos lo pueden participar. Y, no están solo los que son clientes recalcitrantes, también debe haber (los hay) muchos rebotados, incluso algunos”.

La cuestión es preguntar.  De acuerdo, Roc, preguntemos.

Preguntar a los empresarios locales: los empresarios de Benidorm son los que mejor conocen el producto que fabrican y su opinión debe siempre ser tenida en cuenta para tomar decisiones a nivel local.

Pero Roc va a más: llega a los vecinos, a los que vivimos en Benidorm: “preguntar a los vecinos”. Y ahí hay más tela que cortar.

De todas formas, Roc a parte, contarles que han encargado un estudio para una cosa que podía hacerse, y hacerse bien, saliendo a la calle. A lo peor es que no saben salir a la calle, o no saben preguntar, o no saben compilar las respuestas, o no saben… nada de nada.

Bueno, ojo al dato, puede resultar que preguntar sea ofender. Téngalo en cuenta.

Nosotros, a la nuestro: preguntemos. Ofende el que puede, no el que quiere.

Muchas veces, tal vez demasiadas, los trabajos de investigación de la Universidad no llegan a sociedad. El profesor Tomás Mazón[1], director que es de muy infra dotada y menos valorada -pues nunca le llegan los fondos aunque a la clase política se le llene la boca anunciándolo- Cátedra Pedro Zaragoza Orts, también ha lanzado sus preguntas para un Proyecto de Investigación titulado “La percepción social del turismo en la Comunidad Valenciana. Análisis sociológico y prospectiva”.

Mazón parte de la base de que “Benidorm es el principal destino turístico del Mediterráneo. Los datos objetivos son muy testarudos y juegan siempre a favor de Benidorm que, todos los años, recibe tantos o más turistas que Túnez, Marruecos, Croacia, Egipto o Chipre”.

La realidad es tozuda “Mientras a unos les fascina, a otros les causa un profundo rechazo. A pesar de ello, todos, o casi todos, saben que Benidorm es una magnífica ciudad turística en la que no hay lugar para el aburrimiento. Ha hecho bien las cosas, es uno de esos destinos turísticos que nunca caducan, ya que ha sabido reconstruirse sobre sí misma con múltiples opciones de ocio y adecuadas ofertas complementarias turísticas”.

Y aquí vienen las preguntas: “Para entender mejor a Benidorm cabría hacerse unas preguntas: ¿a qué se debe su éxito?; ¿cuál es la causa por la que consigue seducir a tantos turistas?; ¿por qué, a pesar de los juicios negativos, Benidorm sigue funcionando?”.

El caso es que Benidorm sigue, año tras año, rompiendo estereotipos y caben más preguntas en el cuestionario del profesor Mazón: “Imprescindible es también que nos preguntemos ¿quiénes son estos turistas que se atreven a optar por Benidorm como destino de sus vacaciones?; ¿cómo osan millones de turistas ir a Benidorm? Por si esto no fuera suficiente hay que contar con el agravante de que un buen número de ellos son testarudos reincidentes. ¿Son turistas impermeables al espíritu de estos tiempos? “.

Mazón es rotundo: “Lo que no se puede, cosa que hacen algunos, es tachar de plano a un lugar al que puntualmente, y desde hace más de medio siglo, acuden legiones de turistas que vuelven a sus casas satisfechos de su elección. ¿Acaso están todos equivocados?

A la pregunta de quiénes son los turistas que recurren a este lugar, la respuesta es muy sencilla. Como dice el Équipe MIT (2005), Benidorm está preparado para recibir a todo tipo de visitantes. Desde el público infantil hasta turistas de avanzada edad, pasando por jóvenes, maduros y talludos, de las más diversas nacionalidades, de todo tipo de rentas, ricos y de escasa fortuna, dedicados a las profesiones más variopintas, obreros, empresarios, profesionales o jubilados. Y todos disfrutan de Benidorm”.
El problema de las preguntas es que pueden tener respuestas…

Aún así, y sin preguntar, la cuestión es clara: “No se puede sostener que millones de turistas se equivoquen todos los años. Que caigan en una trampa por ignorancia y que, para mayor escarnio, repitan un año y otro su experiencia”.

Venga, pregunten… aunque si no quieren polvo… no vayan a la era.







[1] Gran Tour: Revista de Investigaciones Turísticas nº 2 (2010) pp. 8-22 - ISSN: 2172-8690

DE LO DEL VALENCIANO Y ESO QUE AÚN SIGUE ROLANDO… (y II)


Como decíamos ayer, esto del valenciano y el catalán es que se las trae.

Jaime I se nos vino de conquista al terruño en plan Cruzada contra el Islam, y la Marca Hispánica aportaría lo que le tocara en huestes como lo hicieron aragoneses, navarros, occitanos, vizcaínos y de media Europa; que iban de cru-za-da. Y por aquí se hablaba lo que los eruditos llaman “romance valenciano”, “vulgar valenciana” o “valentiae lingua”; que ya hablaban un “algo”. Ya con esto deberíamos dar por zanjada la cuestión. Era un “algo” distinto la lenga d’Oc (u occitan) que debía hablar el mocetón conqueridor. El término lemosín no se utilizaría hasta el XVI. Vamos, que por ahí… ¡No!

Y la “vulgar valenciana” salía de un sustrato ibérico al que se habían añadido capas griega, latina, germánica (visigodos) y árabe (multitud de dialectos a lo largo de sólo cinco siglos) a la que podamos añadir aún algo más. Todo aquello aparecerá en la primera traducción de Els Furs (1261, traducción del Fori Antiqui Valentiae) para que todos los habitantes del Reino lo entendieran, o en los Manuals del Consell (1306) o en el Llibre del Consolat de Mar (1407)… Todo esto ya estaba en valenciano.

Sí, en el valenciano de una larga retahíla de importantes nombres que dejaron bien claro en sus obras de lo lengua valenciana, como el dominico Fray Antoni de Canals con el Llibre anomenat Valeri Máxim (la versión del Dictorum Facturumque memorabilum del escrito romano Valerio Máximo) donde señala que está en “… nostra vulgada lenga materna valenciana…”; en el valenciano de Ausias March y sus Cants de amor, de muerte y espirituales, en el valenciano en el que traduce la Biblia Bonifaci Ferrer (1478; hermano de Vicent Ferrer) quien ya señala “… en lo monestir de Portaceli, de llengua llatina a nostra valenciana…”, en el valenciano del setabense Luis de Fenollet cuando traduce a Quinto Curcio para la Història de Alexandre y señala que está “… en lengua valenciana transferida…”…

Por qué ya ese empeño en señalar esa diferencia; ¿no sería ya una forma de realzar una realidad? Es que en 1488 ya existe un diccionario latín-valenciano, el Liber Elegantiarum del notario valenciano Joan Esteve… en “… valentiana lingua…”.

Y ahí está el valenciano de Joanot Martorell plamado en su Tirant lo Blanch, donde Martí de Galba (1490) deja claro lo de “… vulgar valenciana…” (para, una vez más, diferenciarla del latín excelso), en el valenciano del prolífico Joan Roís de Corella, en el valenciano de Jeroni Amiguet, que aunque nacido en Tortosa obró en Valencia y se marcó una especie de gramática para mejor comprender el latín -y sus traducciones en valenciano- en su disquisición sobre el método de enseñanza de Nebrija; en el valenciano del franciscano Francecs Eiximenis (nacido en Gerona) quien además de hablarnos de los vinos grises (hoy serían los cavas, y yo los adoro, y que ya existían entonces, ¡ojo!), en su “Scala Dei o Tractat de Contemplació” lo deja manifiestamente claro: “está traduït del lemosí en nostra llengua vulgar valenciana” (1507). Incluso en el “Art de Ben Morir” (1527) “… en lengua valenciana…”. Sus 26 años en Valencia, como asesor de los jurats y del Consell, marcaron a Eisimenis.

Rafael Martí de Viciana y su libro “La Alabanza de las Lenguas Hebra, Griega, Latina, Castellana y Valenciana” (1574) es contundente en grado superlativo: “… la lengua valenciana es hija y factura de la lengua latina por derecha línea y propagación…” y cita la herea, la griega, la latina, la castellana y la valenciana… Con Onofre Pou (1580) y en su Thesaurus puerilis, un diccionario de lenguas romances de la época, encontramos la distinción, muy a las claras, entre lengua cathalana y valenciana

Eso sí, al anularse los Fueros en el XVIII el valenciano quedará relegado… y el resto ya lo conocen… unos se movieron más que otros; unos inventaron un mundo mientras otros olvidaron que de ellos fue. Nosotros tuvimos un Siglo de Oro de las Letras Valenciana… el XV y nos pasa lo que nos pasa porque tenemos, padecemos, el meninfotisme (me n’in fot; me importa un bledo). Y como todo nos importa un bledo hemos llegado a esto, a dejarnos comer todo el terreno.

Incluso el primer libro impreso en la península fue escrito en valenciano: “Obres e troves en lahors de la Verge Maria” se editó en la ciudad de Valencia, en 1474, tras un certamen poético (¿Jocs Florals?) cuyo tema obligado era loar a la Virgen María, a instancias del virrey Lluís Despuig, organizado por mossén Bernat Fenollar (natural de Penáguila, Alicante)… y está escrito en el valenciano del entonces. Guste o no guste.

Ahora bien yo no sé si para los “primos del norte” es más duro que nosotros hablemos valenciano o que Castilla y Cataluña signifiquen lo mismo: tierra de castillos.

Todo esto me da que pensar… mal.




30 jul 2013

DE LO DEL VALENCIANO Y ESO QUE AÚN SIGUE ROLANDO… (I)


Le leo al amigo Paco Bou en Facebook su pesar por lo del idioma valenciano, la lengua valenciana, y me he acordado de un artículo que publiqué en noviembre de 2005 al respecto. Es que el papel lo aguanta todo.

En 1997 trabé amistad con Quirce Rodes en aquellas reuniones de FORTA. Ya les he hablado de Quirico (en castellà); nos une un profundo amor al cava y al xampany. Yo le descubrí La Cava Aragonesa (Benidorm) y él, a mí, El Xampanyet (Carrer Monvada, 22; Barcelona) y el Senyor Perelada (Argenteria 8). Resulta que su familia llegó desde Orihuela a Cataluña a principios del siglo pasado, y uno tiene mucho vivido en Origüelica del Señor. Como yo, en los Medios de Comunicación, seguimos manteniendo amistad, contacto y visita anual a Sant Pau d’Ordal. Allí vivía su tío, Quirce también, que murió en enero 2005. Era él quién me contaba todo esto de la lengua; menudo era. Reclamaba lo suyo para cada territorio; no más. Adoraba a los valencianos que había hecho grande a Lérida.

Y decía así el artículo.

“Hete aquí que desde mediados del XIX La Renaixença (catalana) empieza a infectarlo todo”.

Els Jocs Floral de Barcelona (desde 1859; Patria, Fides, Amor) posibilitan a los poetas catalanes difundir su concepción lingüista de su forma de hablar. Muchas publicaciones se prestan a ello; será seña de identidad. En Valencia también hay Jocs Floral, pero su difusión sólo correrá a cargo de publicaciones de menor rango (el efímero El Fárrago, la Gaceta Popular, El Saltamartí) hasta que irrumpa Lo Rat Penat (1879) que organizará y difundirá sus propios Jocs Florals. Y 20 años de machaque se notaran por mucho que Lo Rat Penal saliera a la palestra como Societat d’Animadors de les Glòries de València y son Antic Realme y pusiera toda la carne en el asador; siempre ha habido en el Viejo Reino gente a favor del Principado.

Es que el Reino de Valencia siempre ha estado abierto a la influencia norteña.

La primera irrupción de los tentáculos catalanistas llegan al Cap i Casal en 1877 con la fundación de la primigenia Valencia Nova, hermanada con varias sociedades que luego, ya en el XX, darán lugar a Solidaritat Catalana. Contaba Quirce (tío) que de inmediato comenzó la “labor de zapa y carcoma lingüística” a la que se unirán L’Oronella (1888) -de Constantí Llombart (fundador que fue también de Lo Rat Penat pero que abandonó por su apoliticismo)- y L’Antigor (1897) que amparados en el humor, lanzaban continuas cargas de profundidad lingüística pro catalanista.

Lo Rat Penat apostó primero por difundir el llemosí, craso error. En su apoliticismo, no querían zaherir sensibilidades; pero terminaron decantándose por el valenciano… y ya llevábamos casi cuarenta años de retraso frente al norte.

Fueron años duros aquellos de finales del XIX y principios del XX: confrontación pura y dura. No existían normas ortográficas definidas; se vivía en una anarquía de formas entre quienes escribían en lo que se decía catalán y entre quienes lo hacían en lo que se decía valenciano. El mallorquín tenía gramática y diccionario desde 1835. Y eso dolía.

En el duelo valenciano-catalán irrumpirán en el XIX dos figuras: Lluis Fullana (franciscano de Benimarfull, Alicante) y Pompeu Fabra. Fullana, como tantos otros, abrazó el catalán hasta que por investigación y erudición se decantó por el valenciano. Fabra pretendió -y consiguió- normalizar la forma de hablar de Barcelona como paradigma de la lengua catalana. Al padre Fullana no le salió tan bien como a Fabra la cosa. Seguíamos viviendo la desventaja de difusión del catalán frente al valenciano.

En estas que la Diputación de Valencia, en 1915, creó la Real Academia de Cultura Valenciana… que no sé por qué hemos venido rechazando, especialmente durante la Transición, por el mero hecho de ser plenamente valencianista y basarse en evidencias científicas de la lengua. Siempre he pensado que nos ha gustado ser súbditos de los espabilaos primos del norte.

Lo de las Normas del 32, que Quirce (tío) nunca me supo explicar bien (o yo no entender porque barajaba multitud de variables basadas en la política de entonces y de ahora), lo dejo para los que entiendan… o digan que entienden. Quirce decía que se trataba de una “maniobra catalanista de normalización” y no la búsqueda de un consenso, que apuntaban otros.

Lamentaba el bueno de Quirce que confundiéramos en el Viejo Reino (él jamás nos llamó País Valencià) a los “blaveros” de la lengua con los de la política; y a éstos últimos, el permitirlo. Incluso le dolía que se admitiera el término “blavero”, o la tendencia “blaverista” como un despectivo. Es que de una apasionada defensa del valenciano (lengua) se había pasado a la más apasionada defensa de la franja azul en la bandera. Y solo a tres personas salvaba Quirce de la quema que había permitido aquello: a Vicente González Lizondo, a Fernando Abril Martorell y a Manuel Broseta Pont (de Banyeres de Mariola, Alicante) por sus decidida defensa de la identidad y la lengua valencianas… pero estaban en el centro-derecha, y la izquierda pesaba, e influía, más.

No obstante, en lo de la identidad valenciana, yo siempre apuntaba, porque me conmocionó, la Batalla de Valencia y de cómo el Grupo de Acción Valencianista se adueñó de lo que podía ser el “blaverismo” e hizo estandarte violento  de lengua y valencianía en detrimento de la realidad.

En fin, que “som com som i ens mereix-nos el que ens passa”.





29 jul 2013

DEL CONSULADO DE BENIDORM EN LAPONIA Y LA OPERAATIO LAPPI ESPANJASSA (y II)


Y se organizó la visita.

El 27 de mayo de 1965 partía de Alicante la expedición: don Felipe Arche Hermoso, gobernador civil de Alicante (ante todo la oficialidad), y don Pedro Zaragoza Orts (alcalde de Benidorm). En Madrid se les unieron Penti E. Halonen y Veikko I. Rutanem de Finn Air. Partieron para Helsinki, vía Frankfurt.

En Helsinki, a donde llegaron el mismo 27 de mayo, jueves, les recibió Sakkari Lapi-Sepala. El viernes 28 llegaron los lapones Hans, Ida y sus hijos Ilma y Elno con sus trajes de los 4 vientos. Fotos de rigor sin más polvareda y al avión.

Don Pedro y la fmilia Nuorgam
El sábado 29 volaban Helsinki-Barcelona donde en el Hotel Majestic estaba ya toda la prensa esperando, y ahí ya se unieron a la expedición, y hasta el final, dos vacas sagradas de la profesión: Jorge Arandes y Juan Carlos Villacorta para reportar sobre esta iniciativa de don Pedro y Finn Air. El domingo día 30 volaron en el puente aéreo y conocieron Madrid, igual que el lunes 31 de mayo, cuyo paseo recogieron con profusión ABC, Pueblo y otros medios madrileños. También permanecieron en Madrid el 1º de junio, “visitando los alrededores” y el día 2 eran recibidos por Franco, por S. E. el Jefe del Estado.

Ahí hubo discursos y taconazos, hasta de los fineses.

Pedro, don Pedro, tiró de ideario turístico: “establecer una corriente turística entre el país finlandés y la Costa Blanca” (1965), y político: “Para los finlandeses es V.E. el Mannerheim de España, nuestro héroe nacional”, en alusión al mariscal Carl Gustaf Emil Mannerheim, de apasionante historia, que mantuvo Finlandia fuera de la invasión comunista de la URSS y de la invasión nazi. “Virtudes morales y amor a la independencia” era el nexo de unión España-Finlandia que presidió aquél encuentro donde don Pedro anunció para ese mismo otoño ya vuelos chárter con destino en Benidorm (tras el paseíto de 3 horas, desde el “cercano” aeropuerto de Valencia) “para inscribirlos en un orden de cooperación en el mejor servicio a los principios fundamentales de la comunidad europea” (1965). Me encantan estas cosas de don Pedro: a Dios rogando (a Franco, vamos) con la comparativa mannerheiniana y con el mazo de la comunidad europea (CE) dando; genio y figura.


Esa misma tarde la comitiva volaba a Valencia donde nuevamente la prensa regional (Levante-EMV, Las Provincias e Información) se hacía eco de la llegada de los fineses. Tras la cena de Bienvenida al Viejo Reino de Valencia, un paseíto de 3 horas en coche hasta Benidorm, a donde llegaron pasadas las 2 de la madrugada del 3 de junio.

En el Hotel Les Dunes, o en el Gran Hotel Delfín -que tengo dos programas, dos, para lo mismo- les esperaban el cámara del NO&DO Pascual Muñoz, el periodista local Sr. Monge (Miguel Alberto Martínez Monge, decano de los plumillas locales) y el fotógrafo de la Agencia EFE, Mario (Ayús Rubio, pues no había otro). A destacar la familiaridad y rango con que se trataba en el programa de actividades a los locales: Sr. Monge y Mario. Todos los demás tenían nombre y apellido.


El 3 junio, jueves, a pesar de haber llegado de madrugada, esperaba a la delegación lapona inmersa en la Operaatio Lappi Espanjassa una apretada agenda que incluyó sesiones de fotos, el descubrimiento de la playa y el Almuerzo Oficial del Ayuntamiento de Benidorm que tuvo lugar en el Hotel Brisa.

El descubrimiento de la playa tuvo su anécdota, que contó don Pedro a Miquel Alberola en la entrevista del 4 de agosto del año 2.000: “como tenían calor se fueron a tomar el baño a la playa. Para sorpresa nuestra, se quitaron toda la ropa excepto los calcetines, puesto que su cultura no les permitía enseñar los pies, y se metieron en el agua desnudos. Por suerte, convencí a los periodistas para que no sacaran nada de eso. Si por el biquini me habían querido excomulgar, imagínese por el desnudo integral”.

La tarde fue para fotos y actos menores hasta que se los llevaron de espectáculos nocturnos (a imaginar, flamenquito y algo más que habría).

El viernes 4 de junio la jornada no fue menos agotadora para los lapones: Visitas a Guadalest y a Callosa d’En Sarriá, con las fuentes del Algar, y comida oficial en la Isla de Benidorm ofrecida por el Sindicato de Hostelería. La tarde tuvo igual cometido que la anterior con el añadido del Cocktail-cena de Agencias de Viaje (en Les Dunes).


Y todo tiene su despedida. El sábado 5 la cosa fue rápida: sólo el Almuerzo de despedida donde “se les nombró cónsules generales de Benidorm en Laponia entregándoles una placa de Benidorm para el Consulado en Laponia”. A las cuatro de la tarde salían de Benidorm, por carretera, en dirección a Valencia donde en el vuelo de las 19’45 h viajaban a Barcelona, desde donde saldrían, al día siguiente, en vuelo directo a Helsinki, concluyendo así la Operaatio Lappi Espanjassa aunque la repercusión mediática tardó varios días en desaparecer de los periódicos.

Y aquello, por un tiempo, funcionó.

En 2015, a la vuelta de la esquina (como quien dice), estaremos para celebrar el 50ª Aniversario de la Operaatio Lappi Espanjassa.

¿Alguien se anima a buscar la placa en Laponia?

Yo, de mil amores, comenzaba mañana mismo. Me lo estoy pensando; es que puede volver a ser “una pequeña operación turística de indudable trascendencia montada simplemente con un decidido espíritu de servicio y un propósito de amor…” a Benidorm, aunque don Pedro en su discurso ante Franco y con la lapones presentes, acabó la frase echándole flores al Generalísimo.

Tempus fugit; menos mal.



27 jul 2013

DEL CONSULADO DE BENIDORM EN LAPONIA Y LA OPERAATIO LAPPI ESPANJASSA (I)


Esto va de puro marketing turístico; una historia más de Benidorm.

Antes que nada, quiero agradecer a Francisco Oliva (Universidad de Alicante), eficaz guardián y catalogador del legado de de don Pedro Zaragoza a nuestra Universidad, a través del Fondo Documental “Pedro ZaragozaOrts” las pruebas documentales que hacen posible este Post.

En una entrevista que publicaba el diario El País el 4 de agosto del año 2000 don Pedro Zaragoza le confesaba a Miquel Alberola que un buen día de 1965 “crearon” lo del ‘Consulado de Benidorm en Laponia’: “instalamos el consulado de Benidorm en Laponia. Todavía está puesto el cartel. Cogimos una familia de lapones, la paseamos por Helsinki, Barcelona y Madrid vestida al modo tradicional con un cartel que decía que se iban a Benidorm. Salió en toda la prensa de Europa”.

En Benidorm, cualquiera con más de 4 décadas a sus espaldas sabe lo de envío de ramos de almendro en flor a toda Escandinavia ya en el mes de Enero (cual rey Almutamid de Sevilla oficiaba don Pedro para Benidorm) y lo de la familia lapona. Ahora, lo del “consulado”… ya era harina de otro costal.

Ni corto ni perezoso le pregunté a don Pedro por ello y hasta estuvimos buscando una foto que en aquél inmenso monumento de documentación y papeles parece que albergaba don Pedro, o así lo refería Manolo Ballestero. Al final, la foto del “Consulado de Benidorm” no apareció pero sí los recortes del Lapin Kansa, el periódico de Rovaniemi, del Pohjolan Sanomat de Kemi y del Ilta-Sanomav de Helsinki.

Y la cosa quedó ahí. El “todavía está puesto el cartel” me motivaba, lo mismo que ver el NO&DO1.171-B… entre el minuto 1’03’’ y el minuto 1’53’’… ¡¡cincuenta segundos!!

En febrero de este año (2013) tuve acceso, por pura casualidad, a un documento en el que se detallan aspectos de la Operaatio Lappi Espanjassa; desde los folletos a las tarjetas de visita, en la que se incluyen hasta 6 juegos de peineta y mantilla (¡Olé!), para obsequiar; desde discos a insignias y “5 libros del País Valenciano”. Y la placa.

¿Dónde estará la placa?, volví a preguntarme.

Bueno, pues a buscar en Internet lo del Consulado de Benidorm en Laponia… y, ni flores. Pues, Consulado de Benidorm en Finlandia… y, ni flores. Pues nada, contactamos con la Embajada de España en Finlandia… y, ni flores. Con la Embajada de Finlandia en Madrid… y, me dicen que consulte en el Consulado que tenemos en Benidorm. Y el cónsul en Benidorm que creyó que le hablaba de la cuadratura del Círculo Polar Ártico. Eso sí, en todo lo oficial recibí buenas palabras y mejores maneras. Pero nada. Finn Air, de lo más amable, pero en el mismo tono.

Lo del Consulado de Benidorm en Laponia era “un daño colateral” de la Operaatio Lappi Spanjassa que tiene su aquél.

Sacando brillo a la neurona de guardia resulta que las relaciones diplomáticas entre España y Finlandia se originan con la independencia finlandesa en 1917. España fue uno de los primeros países en reconocerles, convirtiéndose Madrid en una de las primeras siete representaciones que Finlandia estableció durante 1918. No obstante, los acontecimientos que tuvieron lugar como consecuencia de la Guerra Civil española (asalto a la embajada donde se habían refugiado antirepublicanos), junto con las tensiones del inicio de la guerra fría (vecinos de los soviéticos que eran -y de los rusos que son-) y la situación geopolítica de Finlandia, no permitieron que hasta 1955 se reanudaran las relaciones con rango diplomático normal. Y luego llegó lo de Joaquín Grimau (1963) que no fue entendido en aquél país, inmerso en su política de “no irritar a la URSS” (Finlandización) y desató algunas campañas contra España.

Finn Air ya traía turistas fineses a España que incluso recaban en Benidorm (vía Barcelona y Valencia) en 1962, pero lo de Grimau restó interés por España, algo que ni Benidorm ni Finn Air se podían permitir. Así que don Pedro se puso manos a la obra y con Finn Air como aliado marchó en noviembre de 1964 a ver cómo estaba Finlandia y programó iniciativas. Por lo pronto, se trajo a la plana mayor de Matkatoivisto Kaleva Oy (hoy Matkatoivisto CWT Kaleva Travel) en abril de 1965 para que vieran la realidad social del país y las posibilidades turísticas de Benidorm. En octubre de ese año don Pedro organiza la Convención de Agencias Finesas de Turismo en Benidorm, y para promocionar ese evento se monta lo de la familia lapona de visita a Benidorm “como símbolo de amistad y buen entendimiento entre Finlandia y España”, le confiesa don Pedro en carta a don Camilo (Alonso Vega, don “Camulo” para los más allegados) buscando que para mayor difusión -y trascendencia-  de la visita fueran recibidos por Franco.

Y así que desde Benidorm se organizó la visita, siempre de la mano de Penti E. Halonen y Veikko I. Rutanem de Finn Air. Contaron siempre con la ayuda del alcalde Helsinki, Lauri Aho, y el bonus oficioso del presidente Urko Kekeonnen, aunque se negara a participar en la foto de lo que consideró un show.

Y se rebuscó en la Laponia finesa, en el Österbotten, hasta dar en Karigasniemi (a 550 kilómetros al norte de Helsinki) con Hans Nuorgam, un ganadero local de renos, un sami ugrofinés del Ártico, que vio con buenos ojos participar en la Operaatio Lappi Espanjassa. “Uno de los mejores cazadores de Laponia, se dice en el reportaje que emitió el NO&DO”. Karigasniemi es aún hoy un pueblito a los pies del monte sagrado sami Ailigas (620 m) y frente río Inarijoki, muy cerca del famoso Teno, en lo más alto de Finlandia, casi ya en la frontera con Noruega. Hay quien dice, incluso algún papel oficial, que Hans Nuorgam y su familia vivían en Kaamasmukka, pero la documentación oficial a los Nourgan siempre se les envió a Karigasniemi, una de las tres aldeas que conforman el municipio de Utsjoki. Ambas están en el corredor de la K92.

No sé quién dio con Hans Nuorgam, pues la traducción de la carta no recoge al autor de la misma, pero lo describe y señala su condición de ganadero aunque apunta que “los lapones no dicen la cantidad de renos que tienen porque los renos son para ellos como el dinero que se tiene en el banco”, pero Hans tenía “varios cientos, dos vacas y varias ovejas”. Con su mujer, Ida Karoliina, tienen -dice la carta- 8 hijos; dos les acompañaron a España. Cuando les propusieron el viaje “aceptaron sin vacilar”, cuenta la carta.



26 jul 2013

DEL RIESGO CERO


El riesgo es la probabilidad de algo ocurra, por lo general, con incidencia negativa. Todo en esta vida tiene riesgo; tiene probabilidad de que una amenaza potencial se haga realidad y se convierta en un desastre. En todo hay riesgo; no existe el riesgo cero.

Las personas ansían (ansiamos) la ausencia de riesgo, el riesgo cero; es una cuestión de seguridad, ansiamos vivir en un estado de seguridad permanente: no tener problemas… riesgo cero.

En esto del riesgo, como geógrafo, he trabajado en cuestiones de riesgos naturales. Un riesgo natural es la probabilidad de que un espacio geográfico -y la sociedad que lo habita- se vean afectados por episodios naturales (na-tu-ra-les) cuando alcanzan un rango exagerado y extraordinario. Así, el riesgo natural se debe a la concatenación de tres factores decisivos que multiplican efectos: peligrosidad, vulnerabilidad y exposición. Esta filosofía es aplicable a toda cuestión expuesta a riesgos; a todo.

Sobre lo que yo voy trabajando -riesgos naturales- siempre tenemos en cuenta la acción de viento (huracanes, tornados, rachas violentas, etc.), del agua (por exceso y por defecto: inundaciones y/o sequías en todas sus variantes… que son muchas), la temperatura (olas de frío y calor), la muchas veces olvidada dinámica de laderas (las formas de las vertientes, movimientos en masa, deslizamientos, etc.), los volcanes, los tsunamis y los terremotos. Aquí es la Naturaleza la que actúa y la acción de hombre, por lo general, la que agrava los acontecimientos; pocas veces los disminuye. Ni ante la Naturaleza existe el riesgo cero. Por cierto, en cuanto a terremotos y con base en la escala de Richter, el grado 10 (máximo) aún no lo hemos visto aparecer; debe ser dantesco, en grado superlativo.

En todo hay riesgo.

Y todo esto viene por lo del accidente del Alvia, camino de El Ferrol, antes de llegar a Santiago de Compostela. Parecía como que en esto de los viajes colectivos el tren era lo más seguro… Eso, lo más seguro, pero sólo lo más. La seguridad total no existe; el riesgo cero es una entelequia.

Por la red deambulan una serie de datos que no he podido contrastar fehacientemente; no ha fuerza de repetirlos consiguen ser verdad, pero son los que he podido encontrar, y tienen un viso de poder ser trasladados a este Post: 1 de cada 237 personas morirá en accidente de coche, 1 de cada 625 lo hará en un accidente peatonal, 1 de cada 1.020 en uno de moto, 1 de cada 4.910 en uno de bicicleta, de cada 104.113 en uno de autobús, 1 de cada 156.169 lo hará en un accidente de tren y 1 de cada millón de pasajeros en uno aéreo.

Con esto, en proporción (por el número de viajeros) el tren sería lo más seguro… aunque, en bruto, el avión es lo más; pero no existe el riesgo cero. Y estas cifras hay que tomarlas con precaución y aplicarles el factor del número de viajeros y el tipo de líneas (desde vuelos domésticos a transoceánicos, desde carreteras a autopistas, desde cercanías a largas distancias y alta velocidad)  para ver la posibilidad real de entrar en riesgo.

Pero hay un factor que debemos ponderar aparte: el hombre.

Cuando entra en liza el factor humano el riesgo cero empieza a temblar, por exceso o por defecto.

Para colmar este Post sobre riesgo cero, la ERA (European Railway Agency) acaba de publicar (17.07.2013) un informe sobre riesgos donde pretende unificar criterios para evaluar la seguridad ferroviaria en la UE… y con lo que ha pasado, y el factor humano, ahora peligra que nos concedan la Alta Velocidad en Brasil; los competidores atacarán por donde más nos duele ahora… por donde el factor humano entra en pugna con las balizas y la seguridad; por donde el riesgo cero pierde su honesto norte.



24 jul 2013

DE LAS COSAS DE UN BENIDORM DE 1987


Juan Portolés Juan (JPJ) lleva una lucha sorda reivindicando el protagonismo que tuvo el Centro de Iniciativas Turísticas (CIT) de Benidorm, y por ende los de la provincia. La labor de la CIT’s no ha sido nunca suficientemente reconocida y esa es una asignatura pendiente del turismo, ahora, en el siglo XXI.


Yo no lo pretendo hacer ahora, pero sí realizar una pequeña radiografía anecdótica de cómo era aquella labor... y cómo estaba la cosa por aquél Benidorm de 1987. Para ello tomo como base un folleto de ese año, 1987 (veintiséis años ha), que lleva por título Guía Económica del Turista y que incluye “precios orientativos” para que “el turista pueda comprobar la magnífica contraprestación que se ofrece, por el gasto de su dinero”. Además incluye sugerencias para una mejor utilización del tiempo de ocio en Benidorm.

Así, al pronto, una hamaca en la playa estaba en 168 pesetas (1’01 € de ahora) y la sombrilla a 224 ptas (1’35 €) y los pedalos o patines a 600 ptas/hora (3’61 €/h). No me hagan comparaciones que ya saben que son odiosas… y aquello era 1987.

En aquél año se ofrecían excursiones organizadas a Elche (1400 ptas/8’41 €), Guadalest (1.100/6’61), Altea (750/4’51), Valencia (2.700/16’23), Murcia (2.250/13’52), Alicante y Elche (1.725/10’37). Una entrada al Benidorm Palace costaba 2.450 ptas (14’72 €) con “transfer” desde y al hotel, que hacerlo sin esta intendencia le salía por 2.000 ptas (12’02 €), y disfrutar de una plácida excursión en el Limón Expréss, 1.850 ptas (11’12 €). El Torneo Medieval del Castillo del Conde de Alfaz estaba en las 2.600 ptas (15’63 €) con transporte y en las 2.000 ptas (12’02 €) si Ud. se presentaba por libre en la puerta, como cualquier hijo de vecino. También funcionaba la Barbacoa aquella camino de l’Alfàs, 2.450 ptas (14’72 €)

Ir a la Isla de Benidorm costaba 400 ptas (2’40 €) y el trenecillo urbano esta en las 150 ptas (0’90 €), pero es que el precio del billete del autobús urbano estaba en las 45 ptas (0’27 €).

Pasar el día en Aqualandia, el parque de agua, estaba en las 1.000 pesetas (6’01 €) y entrar en el Europa Park, aquél viejo parque de atracciones cuyo emblema era una gran noria, sólo costaba 150 ptas (0’90 €); la mitad que una entrada de cine, 300 ptas (1’80 €).

En aquél Benidorm de 1987 se podía hacer cable-esquí con un bono de 1.000 pesetas (6’01 €), practicar windsurf a 900 ptas/hora (5’41 €), volar en ultraligero por 3.000 pesetas la experiencia (18’03 €), jugar al tenis en La Marina /Vacanza por 800 ptas/hora (4’81 €), jugar al bowling a 225 ptas/partida (1’35 €), patinar a 400 ptas/hora (2’40 €), jugar al mini-golf (250 ptas/tarjeta – 1’50 €) y disfrutar de los karts (700 ptas – 4’21 €). También se podían alquilar barcos y ahí las tarifas son más pormenorizadas.

La gasolina normal estaba en 72 ptas/litro (0’43 €), la súper en 78 (0’47) y el gasoil en 58 (0’35 €). Lavar el coche (autolavado) estaba en 100 ptas (0’60 €), arreglar un pinchazo venía a salir por 300 ptas (0’18 €)… y un corte de pelo de hombre estaba en 450 ptas (2’70) mientras que para la mujer la cosa iba a las 1.000 ptas (6’01 €).

Alquilar una moto estaba en las 600 ptas/hora (3’61 h) y el alquiler de coches estaba entre 1.450 y 5.500 ptas/según modelo (8’71 a 33’06 €) por día y entre 14 y 50 ptas (0’08 y 0’30 €) por kilómetro recorrido.

Un paquete de cigarrillo “rubio” americano estaba en las 160 ptas (0’96 €), el Fortuna patrio estaba en las 100 ptas (0’60) y el tradicional Ducados en las 45 ptas (0’27 €).

Llama la atención que incluyera tarifas para franqueo de cartas y telegramas, algo que hoy es casi mera anécdota turística. Una carta “normal” de 20 gramos, normalizada, estaba en las 7, 19 ó 48 pesetas (0’04, 0’11 ó 0’29 €) según fuera urbana, interurbana o internacional; y el telegrama estaba en las 4 pesetas (0’02 €) por palabra, con tasas fijas de 50 ptas (0’30 €) y 220 ptas (1’32 €) bien fuera ordinario o urgente para el territorio patrio y las 90 ptas (0’54 €) por palabra para los ordinarios internacionales y 180 ptas (1’08 €) para los urgentes.
Finalmente señalar que esta completa Guía Económica del Turista anuncia que “Sin duda, pocas ciudades turísticas ofrecen tan abundante momo buena oferta turística”. Y en materia gastronómica avisa de que “Desde 450 ptas (2’70 €), existen en Benidorm, menús completos para cenar o comer. Y, por supuesto, hasta los más refinados en ambientes exquisitos”. Finalmente, una recomendación: “Hay que consultar las cartas, con precios, antes de pedir”.

No he podido encontrar el precio de la caña de cerveza en el bar, verdadero indicador de la realidad socioeconómica del momento en que vive este país, pero comprar una “litrona” cervecera en un supermercado estaba en las 100 ptas (0’60 €). Ah, una de Tío Pepe (“Sol de Andalucía embotellado”) estaba en 510 ptas (3’07 €), y una de “Juanito el Caminante” (Johnny Walker, whisky) llegaba a las 850 ptas (5’11 €), la Larios estaba en las 710 ptas (4’27 €), el Baccardi (blanco) en las 700 ptas (4’21 €) y el 103 (que es coñac, o “coñá”) en 710 ptas (4’27 €).

Coger o pillar un taxi (que en España lo podemos decir tranquilamente) estaba en 76 ptas (0’46 €) la bajada de bandera y 49 ptas (0’29 €) el kilómetro recorrido.
¿Nostalgia? Sólo del papel.




21 jul 2013

DE LA “ACCIÓN EN BENIDORM” EN ABC VIAJAR


El viernes último en la sección “Viajar” del Diario ABC el titular incitaba a la lectura: Grandes episodios de nuestra Historia, en las playas donde tomará el sol. Y yo que no voy a la playa (porque hay arena que se mete entre los dedos de los pies; y suele estar caliente y luego se pega al cuerpo) y no tomo más sol que el que está embotellado, quise saber lo de esas playas cargadas de hechos históricos.

En fin, que seis hermosas playas, seis, de la península son traídas a colación en este reportaje veraniego.

La primera era la Playa de la Barrosa (Chiclana de la Frontera) por un hecho de 1811 (Guerra contra el francés, o de la Independencia). Y ahí está lo más emblemático, la Torre del Puerco… aunque yo, que no soy de playa, prefiera, de Chiclana, un montadito de pringá de “La esquina del Jamón”.

La segunda playa citada es la Playa de Alhucemas, por el famoso desembarco de 1925. El punto fuerte del desembarco fue la Playa de la Cebadilla y de aquél campamento, que se llamó Villa Sanjurjo, surgió todo. No tengo más referencias del lugar.

La tercera playa sí la conozco: Playa de Mata Negra; entre El Portil y Punta Umbría, en Huelva. Y la conozco por un reportaje que tuve que hacer (en aquellos días de Antena 3) sobre la Operación Mincemeat (carne picada). Cuando hice el reportaje William Martin (el muerto anónimo convertido en oficial de inteligencia británico cargadito de planos y documentos falsos para engañar a los nazis) seguía enterrado en el cementerio de Huelva… que tiene otro reportaje en Isabel Naylor que siguió llevando flores a la tumba del falso William Martin. Y de Huelva… Acebedo, en Dr. Rubio, que yo soy más de choco y huevas de sepia que de playa.

La cuarta playa es la Playa de la Franca, en la desembocadura del río Cabra, entre Ribadedeva y Llanes, en Asturias. Y tampoco la conozco, pero en Llanes está Casa El Rubiu que… Esta playa está en la memoria de hechos de la Guerra Civil Española; razzias de unos y otros. No le veo yo la cosa.

La quinta playa es la Playa de los Alemanes, en Tarifa. Me ha costado identificarla porque para mí la Playa de los Alemanes estaba en Zahara de los Atunes y no en Tarifa (que es donde está). Esta es, sin duda, la Playa de Cabo de Plata y aunque en Viajar de ABC le ponen un puntillo histórico con lo de ser elegida por antiguos nazis sobre los que el régimen de Franco hizo la vista gorda, yo les pondría algunos ejemplos de este mismo Benidorm y algunos pioneros del Turismo, pero a lo peor se me enfada Israel Viana, el autor del reportaje. Y si sólo resulta que unos nazis se refugiaron en el entorno de lo que es Atlanterra, ¿qué hecho histórico representan? Tampoco le veo yo la cosa.

Playa de Poniente, Benidorm. Foto: Juan Carlos Soler; ABC
Y por fin, la sexta playa.

Me ha llamado la atención ver que en la sexta posición me colocaran a la Playa de Poniente de Benidorm y por la llamada Acción de Benidorm (de la Guerra contra el francés, también llamada de la Independencia, como la que abría el ciclo) que recoge la “Historia Naval de Gran Bretaña”, de William James (y Frederick Chamier; 1837) y a la que hemos dedicado dos post en este blog I y II). Así que, “me llena de orgullo y satisfacción” que sea la playa de Poniente la que cierra esta “rara” selección que, más que nada, traigo a colación porque cita a Benidorm.

Yo, con permiso de Paco Bou y César Evangelio (que se lo han trabajado), sigo sin ver la Acción de Benidorm con entidad suficiente para nada. Y digo lo que ya conté en esos post “En La Guerra de la Independencia en la provincia de Alicante (1808-1814) [Editorial Club Universitario, 2009; versión e-Book por 2’85 €], de Gerardo Muñoz, por las mismas fechas se insinúa algo por aquí, pero no se cita esta acción en concreto. Hubo movimientos y, sobre todo, hostigamiento a las tropas francesas y machadas de voluntarios de la Marina Baixa”. Sí lo hace William James y lo recogen estos dos entusiastas enamorados de la Historia de Benidorm. Gerardo no es Dios, pero no la cita. Y los ingleses que ya había bombardeado Benidorm, “la ciudad del Emperador”, imagino que podía haber hecho algo más.

La Historia la escriben siempre los que ganan, aunque luego se puede reescribir… bien o mal.
La Playa de Poniente es una Vereda Real de Ganado y el Manantial de Les Fontanelles y, antiguamente, las aguas del Barranco de Xixo (que en los planos de la Armada del XVIII parece que es el Danubio hoy en día) configuraban un apreciado lugar para hacer aguada[1]. Otro punto cercano era la desembocadura del río Algar, en Altea.
A lo peor, más que un desembarco de cuatro gatos británicos (operación de comandos y guerrilleros) pudo ser una acción de las naves que hostigaban la plaza a por agua… y terminar como el rosario de la aurora.

Sangre, lo que se dice sangre, de entonces no va a encontrar en ninguna de estas playas, pero en la Poniente puede que quede algo de ceniza. Es que en Poniente quemaron el londro que tenía la imagen de la patrona, la Virgen del Naufragio (nuestra “Moreneta” particular socarradita)… que hoy me he vuelto anticlerical y no acepto el cambio de Naufragio por Sufragio por mucho que un arzobispo de Valencia quisiera. Y cada año repiten, por fiestas patronales, la quema del londro para escenificar el Hallazgo de la Patrona.

Si el caso es aparecer (salir) en un ranking de estos, pues hemos salido y punto.






[1] Llenar en tierra, de un manantial o río, los barriles o cuarterolas en las que se transporta el agua dulce a bordo de las naves, y depositarla en las pipas que componen la pipería de la bodega del barco.

20 jul 2013

DE LAS COSAS DEL AVE; AHORA ALICANTE-ZARAGOZA


Esta mañana me puse en jarras nada más leer en O2B que “El AVE gana una nueva ruta interior” porque lo que me pareció grave, gravísimo, fue el leer “RENFE inaugurará la nueva línea Cuenca-Zaragoza el próximo 28 de julio”. Para qué les cuento: el lunes (no vamos a joderle el finde), el amigo Carlos (Carlangas) me va a oír por aquello de que él es “cosita” en RENFE.

A partir del 28J
Y es que yo voy a lo de siempre: sí, es muy bonito eso de la igualdad, la fraternidad y todo lo que ustedes quieran, pero si no se puede: no se puede. Atención, pregunta: ¿cuál es el puñetero número potencial de viajeros de Cuenca que quieran ir a Zaragoza, y viceversa? Son 205’7 km en línea recta (cojan un mapa, midan y ejecuten la suerte de cálculos según la escala); son 294 por carretera… lo que pone la cosa en 4 horas… que es lo mismito que se tarda (bueno, pelín más de 4 horas) de Benidorm a Madrid (que hay 371’8 km en línea recta y 461 por autovía). Las comparaciones son odiosas y los asfaltos también, pero es que por vía férrea de Cuenca a Zaragoza (y de Zaragoza a Cuenca) hay 488 km.

La verdad es que para ir de Cuenca a Zaragoza, o al revés, hay que hacerse un viaje como el Ulises. Y lo peor: te atan al palo mayor y escuchas los terribles cantos de sirena mientras los demás escuchan lo que quieren a través de sus auriculares y no se enteran de tu agonía.
Vuelvo a lo de antes, ¿para cuántos viajeros ponernos en marcha uno de esos trenes AVE? 

Mantener una línea de Alta Velocidad (doble vía) al año cuesta de 100.000 a 150.000 €/Km (nos nos pillamos los dedos, vaya). En Alemania está en 141.000 €/km/año y en Francia en 110.000 €/Km/año. En España, ni pa ti, ni pa mí, abrimos horquilla y que sea lo que Dios quiera. Si la vía es convencional -para trenes que circulan a 80 km/h menos (y es un decir)- estamos en 50.000-60.000 €/Km/año. Vamos, que las líneas AVE cuestan un pastón, de 20 a 25 millones de euros por kilómetro (aunque la línea Madrid-Barcelona salió a un poco más de 16 millones €/km).

No quiero ponerme plasta pero en Guide to Cost Benfit Analysis ofInvestments Projects de la UE se pone el listón muy alto para la rentabilidad de las líneas AVE en millones de pasajeros. Ya sé que es una publicación de 2008, pero… ¿de cuándo son los proyectos de todas estas líneas?, ¿quién calculó las rentabilidades?

Un AVE de la Serie 103 (el dato del que dispongo, y sin meterle amortizaciones y rollos contables de esos) tiene un coste de explotación de 46 €/tren/plaza pasajero; 10’2 €/tren/plaza pasajero en los “convencionales”. Mover un convoy con 260 supone un coste de explotación de 12.000 €. Luego, los precios de explotación están entre los 15 y los 18 céntimos de € por kilómetro.

Así que… me vuelvo a cabrear porque el trayecto Cuenca-Zaragoza me lo ponen a 19€ (con un 70% de descuento). Claro, esto lo hacen para que no “descarrile” la iniciativa como ocurrió con el Toledo-Albacete (y viceversa) que sólo conseguía 9 pasajeros/día (y lo dudo), o con el Ourense-Santiago de Compostela (y en el otro sentido) que dicen solo alcanza el 15’2% de ocupación… y costó 2.500 millones del ala, y lo mismo que los otros en mantenimiento.

Y así estaba yo de cabreo en cabreo hasta que veo que esto no son más que “cosillas de plumillas” de lo local, que la cosa va a más y a mejor. No era así la noticia que iniciaba mi cabreo sabatino.

La noticia es otra: AVEAlicante-Zaragoza (y Zaragoza-Alicante). Me reconforta un poco la noticia en que se cierra el viejo circuito de la MZA (Madrid-Zaragoza-Alicante). En realidad, lo que se pone en marcha el 28 es la línea AVE Alicante-Zaragoza (4’23 h) que reduce en 3 horas el tiempo entre el punto donde se mide la altura sobre el nivel del mar y el manto de la Pilarica. Hasta ahora había un Intercity que en sólo 7 horas y 20 minutos (tras parar en 22 estaciones, que todo hay que decirlo)… por eso, para la Expo acuosa, Ryanair montó su vuelo.

Bueno, y la noticia grata es que este AVE Alicante-Zaragoza (y al revés) pronto utilizará el by-pass de Torrejón de Velasco y no pasarán por Puerta de Atocha a todo tren, sin parar, reduciendo en 10 minutos el viaje que se inicia el 28.

Por cierto, ya se trabaja en la conexión AVE Alicante-Málaga Sevilla, para el 2014.


PD.: Y la alcaldesa de Alicante, erre que erre, creyéndose que los pasajeros del AVE sólo viajan para llegar a Alicante