17 sept 2022

DE FANYS Y WRENS; MUJERES DE ACCIÓN

  

Estos días que tanto se habla de Isabel II -y sus retazos biográficos- se alude mucho a su faceta activa durante la IIGM: que si conduciendo vehículos, que si en plan mecánica, foto viene, foto va…

El caso es que estos exégetas isabelenses están olvidando que cuando comenzó la contienda ella tenía sólo 13 años; y cuando se le permitió alistarse, febrero de 1945 -con 18 añitos cumplidos y directa a los 19-, el camino hacia Berlín estaba casi expedito; aunque faltaba poner el pie bajo los tilos. Aun así -y esto no puede entenderse más que como una apreciación puntual- la joven princesa realizó su periodo de entrenamiento de seis semanas en campamento militar que la capacitó para conducir vehículos, interpretar mapas y tener nociones de mecánica. El 8 de mayo de 1945 terminaba la guerra en Europa; y en julio de 1945 la joven Isabel era promovida a Junior Commander.

No quito mérito ninguno a la real persona, que se tuvo que chupar la guerra con sus miserias y bombardeos en la adolescencia y la durísima posguerra y la recomposición del país ya como soberana. Y añado que fue la primera mujer de la Casa Windsor en alistarse y acudir a un campamento militar de entrenamiento; pero hizo lo mismo de cientos de miles de británicas. Un motivo de orgullo más para todas ellas.

Al contrario que Isabel, otros miembros de esa Familia Real que nunca recibieron formación castrense ostentaron mando en unidades auxiliares femeninas del Ejército británico, por abolengo regio, desde 1907.

Insisto: lo mío en este post es sólo una puntualización a todos aquellos que exaltan sin saber, reconociendo, faltaría más, que ya con sus mensajes en radio y dando aquel paso, fue -el suyo- un gran estímulo para su pueblo.

Pero no olvidemos, como ya he dejado caer, que en la década de los años 40 del siglo XX -como en la IGM- miles de mujeres británicas estaban enroladas como auxiliares en sus fuerzas armadas. En la IIGM, en el Servicio Territorial Auxiliar (ATS, Auxiliary Territorial Service), más de 490.000 mujeres, entre los 17 y los 43 años, hicieron todo tipo de labores, desde cocineras a espías, como esfuerzo de guerra. Dejen fluir la imaginación que seguro acertarán en ocupación y cometido de todas aquellas mujeres británicas; se dedicaron a todo, por peregrina que le parezca la función.

Los hombres válidos estaban en los frentes y ellas, las mujeres, en organizaciones militares y paramilitares, asumieron los roles productivos, defensivos y organizativo, que sumaron al tradicional de madre y esposa, y fueron granjeras, conductoras de camiones y ambulancias, bomberas, especialistas de encriptación, mecánicas, operadoras de radar, radiotelegrafistas… Se ocuparon hasta de misiones de policía militar o camparon en territorio enemigo. Simplemente, sirvieron a su país.

No importaba el estrato y la clase social. En el ATS cabían todas; la hija el premier Winston Churchill, Mary, sirvió lo mismo que la joven princesa Isabel. Todas prestaron servicio a su patria.

Pero tengamos en cuenta una cosa. En aquellos días de las primeras décadas del XX muchos hombres en la vieja Europa -todos- cuestionaban si las mujeres estaban capacitadas para de realizar “todas” las habituales labores masculinas del servicio castrense; excepto el servicio de armas (¡faltaría más!). En el imaginario tradicional sobre los roles masculino y femenino de inicios del siglo XX no se veía con buenos ojos que la mujer se expusiera a actividades con potenciales riesgos para su salud y, ¡atención!, su estética[1].

Por cierto, tales eran las dudas sobre la valía de las mujeres en el conflicto que en 1941, ante la necesidad de varones para atender las baterías antiaéreas (reflectores, radares, ametralladoras y cañones) -porque, insisto, casi todos estaban en los frentes- se realizó un experimento en el Reino Unido sobre la capacidad y actitud femenina -Experimento de Newark- y resultó que las mujeres del ATS superaron con mayor aptitud y eficacia todas las pruebas[2] - lo que rompió esquemas castrenses y burocráticos. El Ministerio de la Guerra -The War Office- reconsideró su postura y a partir del experimento se dio luz verde a la posibilidad de que las mujeres pudieran incorporarse, primero, a las llamadas Baterías Mixtas del Mando Antiaéreo de la Artillería Real y, en pocos meses, a las primeras baterías servidas enteramente por mujeres.

Los resultados del experimento consiguieron una mayor aceptación hacia el trabajo femenino en la milicia y los servicios de la Defensa. Por carta, desde The War Office -fechada el 2 de diciembre de 1941-, se recomienda a miembros del ATS, mujeres, para realizar operaciones activas en la defensa del país. aunque por ley, vuelvo a destacar, no podían combatir. Ese mismo mes de diciembre de 1941, el Parlamento británico aprobaba la Ley del Servicio Nacional (The National Service Act), convocando a las mujeres a incorporarse a uno de los servicios auxiliares.

En el Reino Unido, el proceso de la incorporación de la mujer a las cuestiones auxiliares castrense se inició en 1907 y, en los años sucesivos, se fueron integrando ellas como fuerzas auxiliares en varias asociaciones y cuerpos paramilitares. El primero fue el First Aid Nursing Yeomanry (FANY, 1907: Cuerpo Voluntario de Primeros Auxilios ) y al poco surgieron algunas variantes más como el Cuerpo Auxiliar de Ejército Reina María (QMAAC, surgido del Women Army Auxiliary Corps, WAAC de 1917; que fue desmovilizado en 1921), los cuerpos de la marina y la aviación (WRNA y WRAF) o la Legión de la Mujer (1915)[3]. Del Women Army Auxiliary Corps surgirá -en 1939- el Auxiliary Territorial Service (ATS), en el que sirvió en 1945 Isabel II y que aún permanece activo.

Personalmente hay dos grupos de mujeres -en aquellos días de la IIGM- que me llamaron siempre la atención: las Fanys, las Wrens.

Comencemos por las Fanys.

El First Aid Nursing Yeomanry (FANY) surgió, como dijimos, en 1907 para prestar primeros auxilios entre las unidades que operaban en primera línea de fuego y los hospitales de campaña.

El Yeomanry de Enfermería de Primeros Auxilios tiene su toque particular historicista británico. En el mismo nombre, Yeomanry, alude a un nivel estamental ciudadano -gente libre propietaria, capaz de ganar nobleza con sus actos- que aportando su propio caballo a la unidad de combate desarrolla acciones de apoyo y actividades a favor de la Corona y del país. Los Yeomanry se integraban en el arma de Caballería, como un nivel superior al soldado de leva y de bajo estrato social.

Y en el concepto del Yeomanry cupieron las primeras mujeres en la estructura militar del Ejército Británico al despuntar el siglo XX. En el First Aid Nursing Yeomanry (FANY) despuntaron aquellas primeras voluntarias que prestarían asistencia sanitaria a soldados en combate. Para ello, además de valor y capacidad de entrega, tenían que aportar su propio caballo a la unidad, saber cabalgar y atender a los heridos; incluso evacuarlos con más diligencia que los carros sanitarios.

Al concluir la IGM, las Fanys había sido distinguidas con 17 Medallas Militares; 27 Cruces de Guerra; una Legión de Honor y 11 Menciones. Un éxito para el cuerpo que no tenía consideración militar y que en el transcurso del conflicto cambió el caballo por los primeros automóviles ambulancia.

Y por el final de las hostilidades en Europa, los cuerpos WAAC, WRNA y WAAF fueron disueltos. Pero la FANY, al ser una organización independiente, no fue ni disuelta, ni abolida; y en 1926 pasó a ser reconocida como unidad militar inscrita en el Ejército Británico como Ambulance Car Corps (ACC).

En 1937 el ACC cambió de nuevo su denominación a British Women’s Transport Service, que añadió su viejo nombre -FANY- para ser conocido como WTS FANY. Y el compromiso consiguiente de la FANY fue proporcionar Fanys; mujeres capacitadas como conductoras y mecánicas que en 1938 terminaron por integrarse en un nuevo cuerpo formado como Servicio Voluntario de Mujeres que juntaba todas las organizaciones femeninas existentes.

Así, a punto de comenzar la IIGM, el nuevo Ejército Territorial (Auxiliar) del Reino Unido de la Gran Bretaña incluiría tanto una sección de transporte (a cargo de las Fanys) como la Legión de la Mujer.

A días de estallar la IIGM todas las mujeres que servían en el Ejército británico pasaron a quedar adscritas al Auxiliary Territorial Service (ATS, Servicio Territorial Auxiliar).

La WTS FANY dotó de personal a las Compañías Motorizadas del ATS, pero las Fanys mantuvieron su identidad de cuerpo de acción. Así, la primera misión en el nuevo conflicto mundial les llegó fuera de las Islas británicas: en febrero de 1940 un convoy de diez ambulancias y cuarenta Fanys (conductoras de sanidad militar) fue destinado a Finlandia, vía Suecia, para auxiliar en la contienda en aquellas latitudes.

Pero las Fanys fueron a más y se integraron en el Special Operations Executive (SOE; Dirección de Operaciones Espaciales). El SOE, surgido, a su vez, en julio de 1940 a partir de la Sección de Infiltración y Sabotaje del Secret Intelligence Service (SIS; al poco conocido como MI6), tenía carta blanca de Winston Churchill para realizar acciones en la Europa ocupada y las mujeres se mostraron como tremendamente eficientes.


Al principio de la guerra, las misiones principales de la Fanys en el SOE se centraron en la sección comunicaciones y cifrado de mensajes adscrita al Departamento de Señales. La capacidad de inteligencia de sus integrantes fue muy bien aprovechada para maquinar las claves y encriptaciones de los mensajes. En pocos meses se contó con ellas para participar en operaciones encubiertas en Europa. Piensen que con la población masculina en Francia y los demás países continentales estaba en el frente o en la producción y trabajos forzados para asegurar la producción de los nazis, con lo que una mujer desplazándose por una ciudad -o viajando entre ciudades- era habitual; una mujer pasaba más desapercibida para las tropas de ocupación, que un hombre. Así, fueron cincuenta las mujeres enviadas por el SOE en misiones a Europa y 39 de ellas eran Fanys. 13 fueron capturadas, interrogadas y terminaron siendo asesinadas por la Gestapo. En el Memorial de los miembros del FANY, que se encuentra en la Catedral de San Pablo en Londres, están grabados los nombres de 54 Fanys que murieron en acto de servicio con el SOE y el ATS durante la IIGM en Europa, Birmania, Vietnam, Tailandia, Malasia, Japón y las Indias Orientales; porque la organización estuvo allá donde combatía un soldado británico.


De los 13.000 agentes formados por el SIS para el SOE entre julio de 1940 y el final de la IIGM, 3.200 fueron mujeres.

A las Fanys del SOE no se les consideró militares en activo por lo que las Fanys recibieron recompensas civiles que reconocían la valentía frente a la acción del enemigo y las hazañas en general: 3 cruces de San Jorge y 2 medallas del Rey Jorge VI y otras 3 al Valor en la Causa de la Libertad; una mención del rey por conducta valiente y cantidad de menciones por sus operaciones. Pero también distinciones internacionales: Legión de Honor francesa; Medalla de la Libertad de Noruega; estrella de bronce de EE. UU. y Medalla de la Libertad de los Estados Unidos con Palma de Bronce.

La FANY siguen hoy en activo y cuenta con un operativo de 150 miembros.

Y conocidas las Fannys, seguimos con las Wrens

Las Wrens son las integrantes del Women's Royal Naval Service (WRNS; Real Servicio Naval de Mujeres) se integraron, entre otros servicios, en la Western Approaches Tactical Unit (WATU, Unidad Táctica de Aproximaciones Occidentales). Su misión era conseguir descubrir las tácticas de los lobos grises[4] alemanes que atacaban los convoyes de aprovisionamiento en el Atlántico Norte en su ruta desde Estados Unidos y Canadá al Reunió Unido y lograban hundir cantidad de mercantes, afectando gravemente en los primeros años de la contienda. Estos barcos y sus mercancías y hombres eran necesarios eran para abastecer Reino Unido y socorrer los esfuerzos de la guerra en Europea.

La de las Wrens fue una de las más apasionantes aventuras de la IIGM reflejada en cientos de investigaciones modernas; ellas contribuyeron decididamente a la victoria sobre los nazis en la IIGM[5].

Trabajaban desde Liverpool, en Derby House -visita que recomiendo al nivel de The Cavern Club-, y en vista del éxito de su perspicacia al respecto del proceder de los comandantes de los U-Boot, se fortaleció el equipo y se organizaron cursos de capacitación de oficiales navales. Las Wrens[6] se mostraron didácticas y muy hábiles en juegos de guerra y, también, para formar a aquellos hombres de mar “sin herir sus sentimientos[7]. Una jovencísima analista naval de 19 años, Janet Okell -o Jean Laidlaw, de 21-, instruía a oficiales de máximo rango; hasta 130 cursos de formación -para más de 5.000 oficiales de las marinas aliadas- de seis días de duración sobre tácticas antisubmarinas y como evadir los ataques impartieron las Wrens; fueron las más eficaces a la hora de intuir y adelantarse a todas y cada una de las nuevas maniobras de los submarinos nazis.

Las Wrens habían sido elegidas por sus aptitudes superiores en matemáticas, estadística y juegos tácticos. Entre la primera semana de febrero de 1942 y la última de julio de 1945, cuando la WATU fue clausurada por el final de la IIGM en Europa, un total de 66 Wrens habían completado el curso para convertirse en miembros de la WATU e impartir, a su vez, a oficiales navales superiotres cursos sobre tácticas contra sumergibles alemanes.

En Derby House, como cuartel general combinado de la RAF y la Royal Navy, las Wrens contribuyeron decisivamente a ganar la guerra. Un anexo en el inmediato Exchange Building de Liverpool también sirvió para ello.



Y Wrens también fueron muchas de las chicas de Bletchley Park, una mansión victoriana rodeada de cabañas de madera a 80 kilómetros de Londres, entre Cambridge y Oxford; en cada cabaña se seguía un proceso criptográfico a través de un equipo de investigación integrado por lingüistas, matemáticos, físicos, filósofos o experto en crucigramas. Bueno, como el 75% del personal lo integraban mujeres, coloquen el femenino de todas estas profesiones y actividades.

En Bletchley Park se había instalado, en 1938, la Oficina Central de Comunicaciones del Gobierno, así como la Escuela de Cifrado (GC&CS), coordinada por el Servicio de Inteligencia Secreto (SIS). La primera computadora Colossus fue diseñada y construida en Bletchley Park, permitiendo gracias a la astucia e inteligencia de varias Wrens descifrar los códigos de la máquina alemana Enigma.



Más de 6.600 mujeres trabajaron en Bletchey Park. Un importante grupo lo constituyeron las Wrens del Women’s Royal Naval Service (WRNS); pero también había Waffs del Women’s Auxiliary Air Force (WAAF) y personal del Auxiliary Territorial Service (ATS).

Y a la hora de felicitarlas, lo mismo. No eran soldados y la consideración de premiar a civiles tiene sus espinitas. Varias de las Wrens fueron reconocidas como miembros de la Orden del Imperio Británico por su gran trabajo, pero ni retribuidas conforme a su nivel, ni consideradas por su inmensa valía.

Baste un detalle de cómo era el mundo en aquellos años. Alguna de las Wrens llegó desde el prestigioso Newnham College[8], de Cambridge, con la referencia académica de “brillante”; pero el Newnhan College no concedió licenciaturas a mujeres hasta 1948.

 

 

 

 

 (Material gráfico: web FANY y Wikimedia Commons)



[1] J. Keegan (1995), Historia de la guerra, Planeta, Madrid, p. 263

[2] El 23 de abril de 1941, 54 miembros del ATS fueron enviados a entrenar a Newark. Tenían entre 19 y 35 años: “Las mujeres fueron capaces de operar equipos pesados de reflectores y hacer frente a las condiciones en los sitios de las baterías, a menudo desolados”; “las pruebas de Inteligencia del Ejército demostraron que la inteligencia general del grupo era bastante superior a la de los hombres” por parte de las Searchlight Girls.

[3] Voluntarias que vestían uniformes de estilo militar y asumían diversas funciones dentro de las secciones de agricultura, cantina, cocina y transporte motorizado. Más de 40.000 mujeres se unieron a sus fuerzas.

[4] Los U-Boote, pintados de gris, solían perseguir a sus presas mercantes de los convoyes durante el día para ‘cazarlas’ durante la noche. Concretamente, procuraban mantenerse al acecho y –en algunos casos- se sumergían para no ser detectados. Luego, salían a cielo abierto para lanzar sus torpedos. Atacaban de noche y en superficie debido a que ofrecían un blanco muy pequeño y podían navegar a una velocidad media de entre 17 y 18 nudos, casi lo mismo que un buque de escolta. Sólo se sumergían de manera muy puntual. Para empezar, solo podían estar un tiempo limitado bajo el agua porque las reservas de aire eran limitadas. En segundo lugar, cuando no estaban en la superficie únicamente podían detectar enemigos a través del sonar pasivo y del hidrófono, lo que provocaba que el submarino estuviese casi ciego. Era totalmente diferente a lo que sucede en un submarino de hoy en día. A su vez, no podían permanecer bajo el mar durante mucho tiempo debido a dificultades de propulsión. Recordemos que en 1941 sólo  Llevaban dos motores, uno diesel para cuando estaban en la superficie, y otro eléctrico que se alimentaba mediante baterías para cuando estaban sumergidos. Estos se recargaban fuera del agua, lo que limitaba su autonomía. Además, sumergidos sólo podían avanzar a 8 o 9 nudos como máximo, lo que correspondía a unos 3 o 4 nudos de velocidad media, es decir, muy lentamente. Juan Vázquez García,  U-Boote. La Leyenda de los 'Lobos grises'" 2009

[6] Las primeras Wrens fueron Jean Laidlaw, Jane Duncan, Nancy Wales, Christian Oldham, Judy DuVivier, Elizabeth Drake, Elizabeth Hackney, Jane Howes, Doris Lawford, Pauline Preston y Janet Okell

[7] Instruidos por una mujer; algo inconcebible para marinos militares y civiles en los años 40 del Siglo XX

[8] College para mujeres en la Universidad de Cambridge, fundado en 1871 por Henry Sidgwick. Fue el segundo college de Cambridge que admitió mujeres.