31 ago 2019

DEL CASTILLO DE BENIDORM; AHORA QUE ESTÁ DE MODA HABLAR DE ÉL…






No sé si leyeron a Vitrubio o a Varrón; no sé si trabajaron la piedra more antiquorum (a la costumbre de los antiguos), pues no llego a tanto, pero me imagino en el año mil trescientos y poco al magistri comaccini/maestro cantero/mestre d’obra de pedra de turno ideando un sólido muro a poniente para, rellenando el plano inclinado -que bien marca el buzamiento de los estratos- conseguir una superficie lo suficientemente plana, emplazar allí el cimiento de una estructura militar, habido permiso para almenar, como se señala en la Carta Puebla y recuerdan los arqueólogos que estos días han mostrado sus avances.


Sí, es que, estos días, acompañando la visitas a las prospecciones arqueológicas en la Plaza del Castillo de Benidorm y ante la disposición de las capas de estratos me he traslado en el tiempo de mi mocedad y me veo ante todos aquellos problemas de física del plano inclinado: que si seno y coseno del ángulo (el buzamiento, aquí y ahora), la fuerza normal y la fuerza de rozamiento, el módulo de la fuerza, la masa… y aquello que nos decía el Sr. Sáez que “por mucho que aumentes el coeficiente de rozamiento (que en un problema de aquellos era fácil jugar con las variables) nunca un objeto, por sí, sube un plano inclinado”. ¡Que aún me acuerdo!

Manudo plano inclinado se marcan los estratos en Punta Canfali



Bueno, pero volvamos al castillo que nos ocupa que es el de Benidorm.


Al amparo de una actuación de intervención sobre la estructura lítica de Punta Canfali,  la consolidación de los taludes en su cara de Levante mediante un bulonamiento e inyección de resinas específicas, para asegurar que la misma siga en pie, y otra actuación en la balaustrada del Castell cuyos elementos están deteriorados por la erosión del mar, se está llevando a cabo lo arqueológico. Recordemos que una actuación de menor alcance sobre la parte física de Canfali fue solicitada en 2007 y ya se actuó en el talud de la otra cara, el que recae en la playa del Mal Pas, en 2008.


Pero vamos a lo de arriba. Aún tenemos dudas sobre si en 1328 estaba compactado el terreno para construir el castillo. El prior de los Agustinos de entonces señala que el convento que fundara Bernat de Sarriá debe construirse junto a las murallas y, destaca Paco Amillo del texto original, “construidas o por construir”. Con lo que no sabemos si en 1328 estaban las obras en marcha.


Y construir en aquellos días era delicado. Necesitaba la piedra, la madera, el hierro y el mortero (material de agarre y revestimiento; que no el de cocina). El hierro era determinante para conseguir clavos, con los que asegurar las maderas que, junto a la estructura de piedra daría forma a la construcción, amén de puertas. Y el herrero era fundamental para hacer herramientas. El otro día en las excavaciones aparecieron clavos; los tornillo no se inventan hasta el XVI…

Las grúas de la época nos recuerdan a un hámster en su jaula... y el Mestre d'obra de pedra era un personaje de primerísimo nivel en aquellos días de rudimentarios métodos


Y gente, mano de obra, había poca. Llama la atención que en la Carta Pobla de 1325 no se cite a los colonos por sus nombres y hasta 1381 no sepamos que la población era de unos 45 vecinos. Este dato lo extrapolamos del Censo de Hogares redactado para pagar el rescate del conde de Denia, Alfonso de Aragón (y Foix; nieto de Jaime II y sobrino de Pedro IV) hecho prisionero por los ingleses (aliados de los castellanos) en la batalla de Nájera (1367; Primera Guerra Civil de Castilla en apoyo al candidato Trastámara).


Y de bien poco sirvió el castillo porque en la razzia de 1388 lo asaltaron y capturaron a toda la población…quedando despoblado el núcleo aunque los pescadores acudían en primavera a calar el tonnayre (almadraba).


El castillo y el pequeño pueblo que fuera aquél Benidorm fue un objetivo prioritario de las razzias piráticas norteafricanas. En la colecta del Morabatí del Bayle ce Callosa (1415) se calcula una población de 115 almas y un castillo en precario porque en el Recuento del Sindicato de Moriscos (1437) se pide la reconstrucción de la muralla y se cifra ya en 150 los habitantes… pero en 1447 vuelven los piratas a dejar “pelao” el castillo y pueblo de Benidorm.


Aquello era un negocio: enseguida las cartitas de rigor y los frailes de turno haciendo recolectas para salvar de Berbería a aquellas almas (y cuerpos).


En 1520, cuando las Germanías, el castillo queda abandonado y hasta los piratas norteafricanos se instalan en lo que quedara de él. Debía se estratégico y molestarles mucho porque al cabo del tiempo lo estropean todo lo que pueden y lo abandonan. Cinco años después el Mestre d’obra de pedra (experto en fortificaciones) Pere Alvarado aparece en el informe del notario Lluís Palau dispuesto a reconstruir el castillo y en 1534 otro maestro de piedra, Martí de Donapetro, actúa en el foso, las murallas y las torres… y algo se tuvo que hacer porque el informe a Capitanía de 1554 precisa que el lugar está habitado y la Cuenta del Desarme de Moriscos de 1575 indica que el recinto alberga 12 casas de cristianos viejos. Por en medio de estas dos datas está el informe de Antonelli. En el XVI se apuesta por el castillo y en el XVII estamos con un castillo, dice Gaspar Escolano, “muy bien preparado para defenderse de ataques marítimos y terrestres”.


No tanto, porque en 1668 se deben acometer obras de reconstrucción en murallas y debieron terminarse bien porque fray Mauro Pérez Beaumont, en 1696 inicia el Archivo Parroquial y describe Benidorm y su castillo: “era la piedra angular de la estructura urbana del Benidorm antiguo… completamente adentrado en el mar, que iba socavando el pie de sus murallas (debería referirse a la roca). Daba acceso al mismo una puerta… defendida por una fuerte muralla y un torreón artillado, a la izquierda; detrás de la muralla existían dos plazas, una de las cuales era el polvorín. Alrededor de las mismas se agrupaba el vecindario en forma de dos semicírculos. Allí estaba la casa del Municipio, la cárcel, matadero y otras dependencias. En la parte superior de estas dos plazas y hacia Poniente existía una iglesia pequeña y más arriba se hallaba la gran plaza de armas, cuyo recinto formaba aquel aljibe…”.


Ya en el XVIII, el brigadier Pedro Corbí, emparentado con los Orduña de Castell de Guadalest es nombrado Corregidor Militar de Jijona y ejercerá durante 44 años su cargo teniendo el referente de costa entre Villajoyosa y Altea dando instrucciones para que el castillo de Benidorm vuelva a estar operativo, pero a su muerte (1753) el castillo empieza a caer en el olvido; hay iniciativas civiles que derriban murallas como es la construcción de la Iglesia (1761-1780) y un progresivo abandono que lleva en 1797 al colapso de uno de sus muros.


En 1812 los franceses ocupan la villa y castillo; pero leemos que instalan baterías en tierra, no en la fortificación. Y a esa batería en tierra (hacia Poniente) es a la que dirige el golpe de mano un navío inglés en la famosa (al menos para mí) Acción en Biendom (Benidorm) de 1813 que William James escribió en 1826 y ya traté en uno de estos post. El caso es que en 1813-1814 lo ingleses, faltando a los tratados establecidos (indica Orts Berdín) “bombardearon el fuerte y rollo, o Torre de Piera, … lo minaron, volaron y arrojaron al mar sus cañones”… y ya nadie volvió a reparar el castillo y sus ruinas permanecieron en pie. Madoz (1845) cita “un castillo medio arruinado” que es la inscripción que aparece –“castillo arruinado” en el plano de Francisco Coello (1859).

Vamos, tabla rasa; nada a inicios del XX


Como bien cuenta el profesor Amillo, la remodelación del lugar en 1928 dejó plana la zona del Castillo y se habilitó la barandilla (del ti Santonja, otro maestro de obra) que se ha convertido en emblema de Benidorm.

Y a esperar acontecimientos en este inmediato mes de septiembre sobre el Castillo, la Plaza y la Replaceta.








18 ago 2019

DE LAS LOW COST. EL ALTET SIGUE




Hace unos días me congratulaba de que El Altet -es que a mí, desde que publiqué aquello de lugares de aerosescala en Alicante (y la verdad sea dicha, desde siempre), el llamar al aeropuerto alicantino con el nombre de otra ciudad que acompañe a la capital que no sea Benidorm me produce urticaria- estuviera batiendo récords, pero también decía que el que casi todo el pescado lo moviera Ryanair, que es una Low Cost a fin de cuentas, tenía sus pros y sus contras ya que ese segmento lo estaba pasando canutas. Hasta Wow Air la ha palmado y ha dejado a Islandia fuera de juego.

Se publicaba hace unos días que “caen como moscas”, en referencia al proceso de consolidación del sector de las Low Cost… y de las llamadas “tradicionales”.

Estamos ante un proceso de quiebras, fusiones y adquisiciones motivadas por el precio del combustible, el tema de dólar y la consolidación del sector. No es que uno quiera tener razón, pero estar desde 2008 hablando de aerolíneas de “coste lógico” era por algo. En Europa, los nuevos grupos de aviación que aglutinan a las “banderas” consiguen el 50% del mercado; el otro 50% es territorio Low Cost.

El fenómeno Ryanair lo inició la tejana Southwest Airlines en USA (que es una réplica empresarial de la californiana Pacific Southwest Airlines [1949-1988]) en lo que se llamó “democratización” de los servicios aéreos de transportes. De hecho, cuando en mayo de 1970 ganó la tejana en la Corte Suprema de los Estados Unidos el volar donde quisiera a los precios que pusiera se considera como la fecha del inicio de la desregularización de la industria aérea. Y hay hasta un cuento infantil (de éxito en los EEUU, que narra estos hechos: “Gumwrappes y Goggles”).

Hay quien dice que con la que está cayendo, el negocio de la aviación Low Cost tiene que ir a convertir el avión en un autobús… y es ahí donde nos encontramos con las propuesta de volar casi de pie. Menos mal que no lo quieren asemejar a un vagón de metro en hora punta.

Sí, la que está cayendo es dura. Dicen que vamos hacia un modelo Low Cost Plus. Que habría que explicar.

De momento, el Low Cost de Largo Radio está tocado y las Low Cost de los grupos “bandera” están alzando el vuelo.

Por lo que por aquí en esto Post nos respecta, contarles que  la compañía irlandesa Ryanair ya ha anunciado ajustes a partir del mes de septiembre debido a una caída de beneficios del 21%, pese a incrementar un 11% su facturación.

De momento el plan de reestructuración que se ha hecho público contempla unos 1.500 despidos (500 de ellos pilotos) y se centra en el cierre de bases en los aeropuertos de las Palmas, Tenerife Sur o Girona. Canarias, tocada; muy tocada.

El Altet queda fuera de esos ajustes; aquí la aerolínea irlandesa mueve más de un tercio de todo el tráfico aeroportuario. Ryanair es, de hecho, la compañía más importante en “nuestro” aeropuerto con una diferencia muy grande respecto a la segunda, que es Vueling (con el 11,4% del total de vuelos). También tienen una cuota importante Easyjet (11%), Jet2.com (8,3%) y Norwegian (8,2%).

Pero, ¡ojito! Resulta que Ryanair está teniendo un aumento de los costes laborales superior al del crecimiento de sus ingresos por pasajeros. El Centre for Aviation (CAPA), en uno de sus análisis, dice que los aumentos salariales que Ryanair ha aplicado a su plantilla entre marzo de 2018 y marzo de 2019 han supuesto un incremento del 28% en sus costes laborales mientras que el aumento en el número de pasajeros ha sido del 7%. Pues recortes; porque sí han subido los precios de los billetes, pero en mucha menor magnitud

El informe de CAPA también habla de la potencia de los sindicatos de pilotos (uno por cada país; que presenta como negativo), la carencia de pilotos y una fuerte oposición de éstos a la contratación de más pilotos a través de organizaciones intermedias (donde yo me pierdo).

El caso es que Ryanair cierra por ahí fuera y que, de momento, nosotros (El Altet) tenemos aún -cruzo los dedos- Ryanair para rato porque los costes operativos de la compañía irlandesa y las economías de escala de su empresa siguen siendo por aquí tan competitivos que incluso con el aumento de costes laborales, la capacidad de la compañía para competir sigue siendo alta… aún teniendo Manises por el Norte y Alicante Sur (alias Corvera) por el Sur.

Los sindicatos USO y Sitcpla (de tripulantes de cabina, TCP) de Ryanair en España han convocado una huelga de diez días el próximo mes de septiembre (días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 28), en las trece bases españolas de la aerolínea irlandesa. Que a ver cómo digerimos eso porque ese factor sí supone significativa pérdida de competitividad

Aquí, cada uno mira por lo suyo: el Reino Unido de la Gran Bretaña supone el 32,6% de nuestros pasajero. Y sí, los británicos lideraron las llegadas en bajo coste a España, con un crecimiento del 3,6% en el primer semestre, principalmente a Andalucía y Comunidad Valenciana donde El Altet cerró el semestre quinto de España con 2,5 millones de pasajeros británicos, lo que supone un 10,8% del total y un 6,9% más de llegadas.

El Altet, en julio, ha sumado más de 1,7 millones de pasajeros totales, un 7,7% más, según los datos facilitados por Aena; los pasajeros en vuelos internacionales siguen siendo los más numerosos, con 1.546.889 viajeros, un 6,7% más.

En total se gestionaron en El Altet 11.066 vuelos, un 5,4% más que el mismo mes de 2018. Entre enero y julio el aeropuerto alicantino ha contabilizado 8,5 millones de viajeros, un 8,2% más que el mismo periodo del año anterior. Y por procedencias, Reino Unido, con 660.122 pasajeros; seguido de Alemania, con 113.379; Noruega, con 110.959; Holanda, con 94.077; Suecia, con 85.377, y Bélgica, con 78.128 pasajeros.






7 ago 2019

DE LOS DTI Y LAS COSAS DE LA PLANIFICACIÓN INTELIGENTE


Ahora, que estoy un poquito más involucrado en los temas DTI y siendo Benidorm el primer DTI certificado del mundo, veo las cosas casi de otro color. Vamos, como que estoy un poco más por la labor.


La historia final, corríjanme si me equivoco, es gestionar la ciudad en tiempo real y favorecer la gestión integral de la ciudad frente a la fórmula tradicional de ir entregando competencias de gestión por áreas que es como se hace ahora la gestión urbana y turística que, salvo excepcionales excepciones -y una es Benidorm- anda cada una por su lado. Vamos, que eso ya lo tenemos ganado.


El caso es que aquí todos vamos a por el dato y la clave está en cruzar datos turísticos y no turísticos -de ámbitos urbanos, de cuestiones medioambientales- para alcanzar un nivel de información hasta ahora despreciado por desconocido.


Claro, es que estamos ante situaciones de información instantánea, abundante y efímera (si no se captura) que tienen, además, tanto una propiedad como un coste y que vienen de muchos y muy distintos sitios, con limitaciones en cuanto entran en la ecuación los temas de la privacidad. Datos que no corresponden a la universalidad de los que usan y disfrutan el destino, el DTI, porque hay colectivos que aunque están en contacto con las NNTT no generan un tráfico de datos suficientes. Mientras las jóvenes generaciones generan avalanchas de datos resulta que conforme avanza el rango de edad estos van disminuyendo. Vamos, que atendiendo a las edades, en cuestión de datos, pasamos de encontrarnos ante las mismísimas cataratas del Iguazú para terminar ante el caño de mi ducha por ese rango de edad antes citado.



Ahora, en los DTI, la cosa va de experiencias y resulta que el tratar las experiencias vividas -tanto por los residentes como por los turistas- en el destino cobra una dimensión extraordinaria, muy positiva, que se ve alterada por los vaivenes del mercado turístico y la desorientación de muchos de los gestores. Por eso se reclama ser inteligente hasta en la planificación del futuro porque como en la primera ocasión en que Benidorm elaboró su Plan General, la nueva planificación inteligente del Destino Turístico tiene ese mismo cometido: el cambio social.


Aquí, en Benidorm, ya se ha acometido la primera parte del proceso. Pero estamos ante la oportunidad de mejorar todo aquello que sabemos que es manifiestamente mejorable. Las proyecciones a futuro, en base a los datos, nos dibujan incluso escenarios de los que huir, por negativos. Los datos y su gestión, es la nueva piedra angular que no tuvieron los que planificaron en la década de los cincuenta del siglo XX esta ciudad que al despuntar el siglo XXI ha sabido adecuarse hasta alcanzar el nivel DTI.


Y ahora se pueden repensar las actuaciones a la vista de esas proyecciones.


Adaptarse a las nuevas realidades, incluso de un año para otro, una vez que las tenías encima ha sido el motor de la evolución de un destino como Benidorm; sobrevivir a los bandazos de la demanda, a lo esquivo del territorio y la naturaleza, al desconocimiento de la realidad de muchos responsables de administraciones, ha sido el pan nuestro de cada día desde que a mediados de los años cincuenta del siglo XX se planteara aquella diatriba entre la dura realidad que se estaba viviendo a dedicarse por entero al turismo. Y, mira por dónde -entre tots ho faren tot- nos salió bien la apuesta porque fue de muchos. La implicación de tantos generó la evolución favorable de Benidorm como destino turístico.


Siempre fuimos sostenibles; pero sin pensarlo. La construcción en altura y la gestión del suelo y de los pocos recursos hídricos posibilitaron esta realidad. Ahora es abundar en este tema con nuevos parámetros. La cuestión es que apostando por la innovación y las bases tecnológicas podemos avanzar un camino que renueve a mejor el destino sabiendo que la meta filosófica está en el Libro Blanco de los DTI: llegar a disponer de un espacio turístico innovador, accesible para todos, consolidado sobre una infraestructura tecnológica de vanguardia que garantiza el desarrollo sostenible del territorio, facilita la interacción e integración del visitante con el entorno e incrementa la calidad de su experiencia en el destino y la calidad de vida de los residentes.


Vamos, que la teoría está muy clara y las ganas son determinantes. Y, como siempre: ojito a los factores de competitividad (los nuestros y los de los demás).