24 dic 2022

NO, SI CUANDO EL RÍO SUENA... A PROPÓSITO DEL COVID...

 

Teníamos prevista una cervecita prolongada de mediodía para felicitarnos la Navidad en el Día de ‘lo importante es la Salud; y que dure hasta el sorteo del Gordo de Navidad del año que viene’ y la hemos tenido que posponer por aviso a un cercano de positivos de entorno familiar. Si, es que ‘er bisho’ no se ha ido.

Y nos hemos fastidiado; cada mochuelo a su olivo y a preparar la Nochebuena con acopio de tests.

Malo, sí; pero en China lo llevan peor.

El jueves, Iker Jiménez -Horizonte- nos ilustraba y ponía el dedo en la lacerante llaga china. El paraíso comunista tiene estas cosas y en el resto del mundo seguimos sin respuestas. Los chinos van al despiste con Taiwán y no han querido averiguar -porque la conocen- la partida de nacimiento del virus este de marras; aunque por libre, se sigue investigando.

Yo me mantengo -erre que erre- en mis trece y en la hipótesis que ya he trasladado en otros posts de un virus manipulado que salió de un laboratorio en Wuhan. Ahora destaco que ha sido por falta de seguridad y de personal especializado; hipótesis que cobra cada día más protagonismo… homo homini lupus est[1]

Si ya lo dijo Trump…

¡Cielos!, nunca imaginé que pudiera decir de él una cosa tan positiva, pero Donald Trump soltó aquello de Kung flu (gripe Kung) para señalar a China como origen del problema SARS-CoV-2; Covid-19.

Kung Flu… ¿Se acuerdan de David Carradine, el monje shaolín[2] Kwai Chang Caine en busca de Danny Caine por el Far West? Yo, me acuerdo hasta del maestro Po, que le llamaba “pequeño saltamontes”. Aquello sí era Kung Fu; sin la “ele”. Me hago mayor.

Pero volvamos a China desde sus antípodas. El Senador por Carolina del Norte, Richard Burr, ha publicado un informe (An Analysis of the Origins ofcthe COVID-19 Pandemic. Interim Report)[3] que señala la manipulación humana del virus (en cuestión) en el laboratorio (de Wuhan) de “donde se escapó”.

Y hasta se señala en el informe la fecha en la que desde el WIV advirtieron a las autoridades del Partido Comunista Chino de lo sucedido: el 12 de noviembre de 2019, a través de un e-mail y desde el laboratorio BSL-4 en el Wuhan Institute of Virology (WIV). Se contaba en el mensaje un sucedido: “una violación de bioseguridad”, por carecer de salvaguardas de biocontención “para la contención de un virus respiratorio en aerosol” (como el SARS-CoV-2), leo en el informe provisional.

Siete días después, el 19 de noviembre de 2019, los mensajes ya hablan de una “situación compleja” y se barajan soluciones, para lo que se pide “un incinerador” y “mejoras de filtros HEPA”.

En días sucesivos se solicitan “dispositivos mejorados para contener gases peligrosos dentro de la cámara biológica” y “desinfectantes que fueran lo suficientemente efectivos para matar patógenos peligrosos sin corroer el metal”.

Vamos que, pasar… lo que se dice pasar… ¡algo pasó en el WIV!

Hay una frase del relator epistolar de los hechos, traducida al inglés -¡claro!, a ver, si no, como la entiendo yo-, que me encanta: “We didn’t see it coming. We did the best that we could to deal with the problema”; “No lo vimos venir. Hicimos lo mejor que pudimos para solucionar el problema”. ¿Huele a triste y derrotada confesión? Para mí, que sí.

El WIV tiene dos campus -Xiaohongshan, el más antiguo, y Zhengdian, con el laboratorio de nivel de bioseguridad 4 (BSL-4)- y en su conjunto está cerca del famoso mercado de mariscos al que han echado la culpa.

Esto es como lo de aquel ‘flecha’[4] en un campamento que en la cama se meó y tan grande fue la meada que un barco allí naufragó, por lo que el 21 de noviembre el Dr. Ji Changzheng, que era (no tengo tiempo ahora mismo para averiguar si aún lo es) director de seguridad tecnológica y protección de la Academia de Ciencias de China se planta en Wuhan, para abordar una “situación compleja y grave”.

Leo por ahí -hay más fuentes- que en marzo de 2020 una veterana periodista del South China Morning Post informó que tras revisar los datos internos del gobierno chino sobre los primeros casos de COVID-19, del 17 de noviembre de 2019 hay una anotación de un paciente, varón, de 55 años en la provincia de Hubei, donde se encuentra Wuhan.

Eso fue solo cuatro días antes de que el Dr. Ji Changzheng llegara al WIV, con instrucciones urgentes de los niveles más altos del gobierno de China en plan fontanero.

El informe destaca, como argumento de que conocían al ‘bisho’ con detalle, la rapidez con que algunos equipos desarrollaron vacunas en China. Otra cosa es su eficacia. Pone el ejemplo del equipo de un virólogo militar llamado Zhou Yusen.

Y califica el informe de “inusual” el que hasta dos equipos militares chinos desarrollasen vacunas COVID-19 con tanta diligencia y tino; incluso con mayor celeridad que las principales compañías farmacéuticas que formaban parte de la Operación Warp Speed[5] del gobierno de los EE. UU.

No cabe duda de que los virólogos militares chinos tuvieron acceso a la secuencia genómica del virus en el mismo mes noviembre de 2019, semanas antes del reconocimiento oficial de China de que el virus estaba circulando.

Tanto el informe como otras fuentes -hay un trabajo publicado por Vanity Fair y ProPublica[6]- plantean que en China no ataban los perros con longanizas y tenían sus deficiencias en las cuestiones estatales. Recuerdan que en 2002 hubo un brote de coronavirus SARS[7] y China trató de ocultar el problema. Cuando eso se volvió imposible, minimizó la gravedad, afirmando falsamente que la epidemia estaba bajo control. Mientras tanto, en dos incidentes separados en 2004, el SARS se filtró accidentalmente de un laboratorio superior en Beijing y provocó pequeños brotes.

El caso es que con ‘er bisho’ sabemos que en la madrugada del 1 de enero de 2020 las autoridades de Wuhan cerraron el mercado mayorista de mariscos de Huanan después de identificarlo como el sitio del primer grupo de infecciones por SARS-CoV-2 del mundo. Se llevaron todo lo que allí estaba y desinfectaron las instalaciones. Un equipo de epidemiólogos pasó días recolectando muestras que sólo ellos han podido analizar. Dos años después, el 25 de febrero de 2022, un equipo de investigadores del Chinese Center for Disease Control and Prevention publicó una comunicación donde señalaba que, de los 457 hisopos tomados de 18 especies de animales en el mercado, ninguno contenía evidencia del virus. Y lo que más llama la atención: el virus se encontró en 73 hisopos tomados en el entorno del mercado, todos vinculados a infecciones humanas. Y aunque algunos vendedores de mariscos y hortalizas en el mercado dieron positivo, ninguno de los vendedores de los puestos de animales lo hizo. ¡Toma misterio!, para Hércules Poirot.

Pero hay más. Valentin Bruttel, inmunólogo molecular de la Universidad de Würzburg en Alemania; Alex Washburne, biólogo matemático de Selva Science; y Antonius VanDongen, farmacólogo de la Universidad Duke, han presentado un novedoso enfoque a la cuestión y evaluado la génesis del virus SARS-CoV-2 desde un ángulo completamente nuevo.

Bruttel, Washburne y VanDongen estiman que las probabilidades de que un virus como el SARS-CoV-2 surja naturalmente son escasísimas. En su contra, señalemos, que únicamente han tenido en cuenta una variable técnica; que hay muchas más. Los autores también destacan haber observado una concentración de mutaciones “extremadamente improbable en los coronavirus salvajes y casi universal en los virus sintéticos”. Y reducen la estimación a “una probabilidad entre 100 millones de que el SARS-CoV-2 sea un virus natural si se tienen en cuenta estas mutaciones”. El SARS-CoV-2 es una anomalía, más probablemente un producto del ensamblaje del genoma sintético que de la evolución natural[8].

En plan científico, de leer el texto, resulta que el SARS-CoV-2 es único entre los sarbecovirus por tener un sitio de escisión de la Furina[9] (FCS) entre las subunidades S1 y S2 de la proteína Spike[10]. Los estudios in vitro han encontrado que el FCS es clave para la patogénesis del SARS-CoV-2.

Los autores concluyen que el SARS-CoV-2 se ensambló en un laboratorio utilizando métodos comunes para ensamblar virus, pero no entran a especular sobre la pregunta clave: ¿de qué laboratorio escapó el virus?

Sin la cooperación del gobierno de China, no podremos saber exactamente qué sucedió -o no- en el WIV, o qué circunstancias desataron el SARS-CoV-2. Pero… verde y con asas… ¡¡¡alcarraza!!!

 

 


 

[1] “El hombre es un lobo para el hombre” es una frase utilizada por el filósofo inglés del siglo XVIII Thomas Hobbes en su obra El Leviatán (1651) para referirse a que el estado natural del hombre lo lleva a una la lucha continua contra su prójimo

[2] El monasterio de Shaolin ('El monasterio del bosque joven o nuevo') es un templo budista, situado en la provincia China de Henan y famoso por su relación con el budismo chán (zen) y la conexión con las artes marciales de China. Es, probablemente, uno de los monasterios budistas más famosos en Oriente; conocido más por el arte marcial o Shaolin Chuan ('Puño de Shaolin'), también llamado Shaolin Wushu o Shaolin Kung Fu que por el propio budismo

[4] Joven integrante del Frente de Juventudes: Flechas (de 10 a 13 años), Cadetes (de 14 a 16 años) y Guías (de 17 a 20 años). El Frente de Juventudes fue un organismo político-administrativo creado en España en 1940, como sección juvenil autónoma de Falange Española Tradicionalista y de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista, el único partido político autorizado por la dictadura del general Franco (1936-1975).

[5] La Operación Warp Speed (OWS) supuso la concreción de una asociación público-privada iniciada por el gobierno de los EE. UU. para facilitar y acelerar el desarrollo, la fabricación y la distribución de vacunas, terapias y diagnósticos contra la COVID-19.​ El primer informe de la OWS fue el 29 de abril de 2020​ y el programa se anunció oficialmente el 15 de mayo de 2020 por la administración de Donald Trump. La operación Warp Speed (inicialmente financiada con alrededor de $ 10 mil millones de la Ley CARES -Ayuda, Alivio y Seguridad Económica por Coronavirus- aprobada por el Congreso de los Estados Unidos el 27 de marzo1) fue un programa interagencial que incluyó componentes del Departamento de Salud y Servicios Humanos, incluidos los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Medicamentos, los Institutos Nacionales de Salud y la Autoridad de Investigación y Desarrollo Biomédico Avanzado (BARDA); el Departamento de Defensa; firmas privadas; y otras agencias federales, incluido el Departamento de Agricultura, el Departamento de Energía y el Departamento de Asuntos de Veteranos. Como meta, Coordinar con el Departamento de Defensa el suministro, la producción y el despliegue de vacunas en los Estados Unidos, y realizar un seguimiento de cada vial de vacuna y el calendario de inyección para cada estadounidense que reciba una vacuna.

[6] Propublica es una agencia de noticias independiente y sin ánimo de lucro radicada en Manhattan, Nueva York. Produce periodismo de investigación. Fue lanzada en enero de 2008 y comenzó a publicar en junio de ese mismo año.

[7] Episodio SARS 2002-2004: epidemia ocasionada por el Síndrome Respiratorio Agudo Grave (SARS o SRAG) causado por SARS-CoV. El brote se identificó por primera vez en Foshan, Cantón, China, en noviembre de 2002. Más de 8.000 personas de 29 países se infectaron, y al menos 774 murieron en todo el mundo.​ La Organización Mundial de la Salud declaró el SARS contenido el 5 de julio de 2003, sin embargo, se informaron varios casos de la enfermedad hasta mayo de 2004.

[9] La furina es una enzima de escisión de aminoácidos básicos que en los seres humanos es decodificada por el gen de Furin.

[10] Espícula, en español; sitúa en la envoltura del virus y tiene la capacidad de unirse sólo a ciertos receptores en la célula huésped, como los receptores ACE2 humanos 

18 dic 2022

REFLEXIONES MUNDANAS ANTE EL TURISMO DEL SIGLO XXI

  

Esto que leen, en realidad, comenzó como un artículo serio para ser publicado en un medio impreso colegial y serio. Pero poco a poco me fui calentando y, al final -un corte por aquí y un recorte por allá-, para insistir en lo de siempre: todos hablamos del turismo, incluso cuando nos ponemos en la piel del turista.

Y no es que aquí cuele cosas que no sean serias; pero son más informales y salen en bloque. Ni releo (y así salen como salen).

Ahora que 2022 va camino de entregar la cuchara[1] es momento de balances y reflexiones de lo pasado y vivido. Aquí va la provocada por la reacción a las 4ª dosis…

Rodolphe Christin es un sociólogo francés que en su Manual del antiturismo (2019, antes del desastre de la pandemia) denunciaba la mundofagia turística (vulgo: el turismo se come el mundo).

Christin la tiene tomada con el turismo, en este y otros varios libros, artículos y entrevistas: “lo cercano produce insatisfacción y lo lejano atrae”. Para él, no somos solidarios con el planeta Tierra ni con los que en él vivimos.

Lo mismo, digo yo, es que tiene una visión tan cenital y estratosférica de esto del turismo que no llega al detalle puntual de la realidad y se pierde en su visión estroboscópica de la cuestión.

Este Rodolphe -que se llama como el añorado semoviente de la unidad familiar, Rodolfo ‘Putoperro’; un can cañón, robacorazones y pendenciero a nivel de epopeya- ve al individuo (al turista) como “un ser desarraigado, nómada sin territorio, tecnológicamente conectado y afectivamente solo[2]. No digo que no haya especímenes así, pero, aunque toda piedra hace pared; y en la de Christin veo muchos desconchones.

Me distingue el galo entre turistas (quienes buscan la diversión y el entretenimiento con filosofía consumista; ¡jopé!) y viajeros (quienes descubren el planeta para descubrirse a sí mismos; ¡anda ya!). Vamos, profundidad abisal.

Aquí, ante esto, echo de menos -y cada día añoro más el ratito de conversación- a Roc Gregori y a José Miguel Iribas; incluso a Manolo Ballestero -Dr. No; ‘vamos, no me jodas’- y a Miguel Alberto Martínez Monge y su visceralidad. Y a Joseto Lozano… Le hubieran dicho de todo a Rodolphe.

Cuando me aburro (ahora, hasta echo de menos aburrirme), llego a hacer disquisiciones de este tipo; perro soy más agreste y montaraz que el gabacho[3].

Escapar de la rutina o el hecho soñar con las vacaciones es denostado por el sociólogo, quien nos anima a planificar el viaje y a buscarle un objetivo real de descubrimiento interior. Yo, más primitivo, aspiro sólo a completar mi ratio de felicidad desde que sueño con el viaje, mientras lo planifico, lo disfruto y lo recuerdo (sin darle la tabarra a los amigotes con las putas fotos; aunque ahora el martirio es permanente subiendo selfies, aventuras y chorradas viajeras por las RRSS)… Cada persona es un mundo.

El trayecto ya es viaje”, plantea Christin; “estoy deseando llegar”, planteo yo siempre. Ya cogeré un taxi, el bus, un Uber o la bicicleta al llegar al sitio y buscaré la plasmación de mis detalles ecosostenibles, si es que los tengo. ¿Pero quién soy yo?

A veces se nos olvida que fue a mediados del siglo XIX cuando empezó a moverse esto del turismo; cuando la aventura romántica dejó paso al modelo industrial de turismo de los extranjeros (primero, y los nacionales después) en danza por países y pueblos. El final del siglo XIX y el arranque del XX fue una época de viajes, motivada -¡por el fin!- por el fin de la guerra franco-prusiana (1870), el progreso económico, la extensión del vapor y su aplicación al barco (1802) y al ferrocarril (1830) que ya estaba implantado sobre las grandes rutas.

Ya entonces, sesudos intelectuales de la época comenzaron a ponerle nombre a las cosas y determinaron, a través de la cuenta de resultados siempre, que esto del turismo funcionaba.

Johann Angerer, secretario de la Cámara de Comercio e Industria de Bolzano[4] publicó en 1881 su reflexión “Los extranjeros en el sur del Tirol alemán” poniendo las cifras en su lugar y destacando lo importante que ya era el turismo para aquella tierruca.

Muy en la línea del pensamiento de entonces -repiénsenlo y díganme si ahora no es lo mismo- resulta que, a un lugar concreto, el que quieran, no le bastaba con ser bendecido por la naturaleza o tener determinados reclamos; lo fundamental era -y es- conseguir con asiduidad personas que llegaran a él, y disponer de personas que las atendieran. Y -para lo uno y para lo otro- señalaron que era imprescindible mejorar la accesibilidad (el cómo llegar) y crear un ambiente de hospitalidad (el dónde alojarlos y darles servicios). Transportes, hoteles, restaurantes y atracciones se convirtieron en los cuatro pilares de la industria y les colaron el concepto de ‘oferta turística’, dándole el mayor protagonismo.

Tal vez entonces -Christin, a lo peor por ahí erramos el tiro- hicimos pasar el capítulo recursos turísticos -lo de la bendición de la naturaleza o los reclamos de todo tipo- a un segundo plano, porque eso ya lo teníamos a nuestro favor y podíamos explotarlo a tope, y nos centramos en lo segundo: en la oferta.

Aunque no en todos los lugares pasa, la excepción viene a confirmar la regla y, al final, pagan justos por pecadores.

Muchos -son legión, ¡oiga!- como el sociólogo francés este que les digo, por puro tic ideológico -más que por conciencia de futuro- olvidan interesadamente como se produjo el comienzo del proceso.

Hay quienes sostienen que el turismo moderno comenzó en Suiza (¡Vaya por Dios!, tan lejos del mar) cuando a los británicos -que nada más tienen el Ben Nevis (1325 m; es Escocia, cerca de Port Williams) como montaña gorda les dio por ir a escalar los picos principales de los Alpes de Berna a principios del siglo XIX; nada más comenzar la segunda década del siglo se piraban por ir al Jungfrau[5] y al Finsteraarhorn[6]. En 1857 se funda el Club Alpino[7] de Londres y el irse a Suiza era motor de vida para senderistas, montañistas y enfermos de tuberculosis, con lo que entra en escena -perdona Christin- lo del Turismo de Salud que puso a Davos[8] en el mapa antes que los del Foro Económico Mundial.

¿Turismo de enfermos?... ¿Sabe Christin que los primeros turistas en viaje organizado fueron unos borrachos arrepentidos del Salvation Army de William Booth? Si es que poner a parir al turismo no debiera salir gratis.

Vuelvo a Suiza. En 1883 el hotelero Eduard Guyerd-Freuler describía el turismo en el artículo ‘Amitlicher Bericht  ber das Sweizer Hotelwesen’ con motivo de la exposición regional celebrada de Zúrich: “El turismo, en sentido moderno, es un fenómeno de nuestro tiempo que se explica por la necesidad creciente de descanso y de cambio de aires, por la aparición y desarrollo del gusto por la belleza del paisaje, por la satisfacción y el bienestar que se obtienen de la naturaleza virgen, pero, muy especialmente, por las crecientes relaciones entre pueblos diferentes, por el aumento de empresas a que da lugar el desarrollo del comercio, la industria y las profesiones y por el perfeccionamiento de los medios de transporte”.

Este texto es de 1883…

Un año después, en 1884, con motivo de las Primeras Jornadas del Turismo Alpino celebradas en Graz[9] (Austria), el catedrático de la Universidad de Viena Josef Stradner definió el turismo como “la industria de los viajes” señalando al turista como “aquel que no persigue ningún propósito económico sino sólo buscar la satisfacción de una necesidad de lujo”. Cosas de la época, lo de ‘necesidad de lujo’, pero queda claro el motivo: por ocio.

Por aquellos días, donde hubiera una montaña había un turista y se multiplicaron los estudios del fenómeno: el italiano Bodio (1899), los austriacos Schullern von Schrattenhofen (1911), Stradner (1917) y Glíksmann (1930), el italiano Angelo Mariotti (1931)… Y estalla la IIGM.

Y durante la misma me voy a Suiza, por aquello de la neutralidad.

En Saint Gallen, donde está la famosa abadía benedictina fundada en el 612, también hay universidad y en ella la Handels-Hoschule donde Walter Hunziker[10] y Kurt Krapf[11] definieron en 1941 lo del turismo -y así seguimos-: "el conjunto de las relaciones y los fenómenos producidos por el desplazamiento y permanencia de personas fuera de su lugar de residencia, siempre que el desplazamiento o la estancia no estén motivados por una actividad lucrativa“ (vulgo: el turista va de vacaciones y se las paga; que otra cosa es ir a trabajar a un sitio y salir de copas por la noche, o quedarse el fin de semana).

Este Hunziker es un tipo interesante. En 1963 fundó la Organización Internacional de Turismo Social (OITS-ISTO); estaba fuertemente interesado en lo que podría suponer desde que en 1951 publicara ‘El Turismo Social’ y lo definiera como “el conjunto de relaciones y fenómenos que resultan de la participación en el turismo de las clases más desfavorecidas”. El Rodolphe no ha pillado copia de este libro.

Hunziker desarrolló un estudio sociológico de esta faceta del turismo que conocía a la perfección desde que él mismo participara, en 1939, poco antes del estallido de la II Guerra Mundial, en la fundación del REKA[12], un fondo social que servía –y aún sirve– para facilitar las vacaciones en Suiza…

Desde la definición del 41 para acá, en estos 81 años, la cosa ha cambiado mucho, pero el turismo ahí está.

Es ahora -que nos ha dado por diseccionarlo con escalpelo- un complejo sistema socioeconómico transversal en el que se dan complejas relaciones entre diversos componentes. No sólo hablamos de Geografía del Turismo, sino que llegamos hasta la Economía del Turismo, ya a nivel de ciencia, como la encargada de estudiar y analizar las relaciones económicas que surgen en la producción, distribución y disfrute y consumo de productos y servicios turísticos con el objetivo de “satisfacer las necesidades y deseos de los turistas”. Ya metemos en la ecuación productos y servicios turísticos, recursos y tecnologías, mercados emisores y receptores y la proyección de esta actividad en el tiempo. Pero ahora también, ya que hemos metido el análisis e interpretación del dato en todo el proceso, seguimos teniendo a la persona, al individuo, al ser humano, como eje y columna vertebral de todo.

Un producto turístico se puede crear, pero si no hay personas que lo atiendan y acudan a disfrutarlo, vamos de capa caída[13]. Ahora que, si funciona, aplíquenle la necesidad de promoción, mantenimiento y mejoras en accesibilidad, conexión, hospitalidad y servicios...

Volviendo a definiciones, seguimos en centro Europa. En Austria, Paul Bernecker, otro economista, insistía en 1956 que el turismo “es la dedicación de recursos a la satisfacción de las necesidades de cambiar transitoriamente de ciudad y de las que aparecen inmediatamente después”. Bernecker pasa del turista y de lo que le motiva y le coloca una pátina de marcado carácter económico, muy en la órbita que su colega Ermann von Schullern zu Schrattenhoffen (que he dejado caer antes; con lo que me ha costado escribirlo) que a punto de arrancar el siglo XX conceptualizaba el turismo como “el conjunto de todos aquellos procesos, sobre todo económicos, que ponen en marcha las llegadas, las estancias y las salidas de turistas a y desde una determinada comunidad, región o estado”, mientras que para él, “un turista es cualquier no residente, es decir, cualquiera que, desde hace tiempo, no tiene su vivienda permanente en la localidad considerada”.

Y ya, sólo para fastidiar (a Rodolfe), traigo a colación a Zivadin Jovicic, un geógrafo -uno es gremial- yugoslavo, que venía exponiendo desde mediado de los años sesenta su filosofada turística que, finalmente, dejó por escrito en 1972: “el turismo, es un fenómeno único y ninguno de sus componentes puede ser estudiado aisladamente, ya que para poder estudiar aisladamente cualquier aspecto del fenómeno es indispensable conocer su esencia, su naturaleza profunda, pues, de lo contrario, se corre el riesgo de presentarlo desde un ángulo unilateral o desnaturalizado (cayendo en el economicismo, el geografismo, el sociologismo, etc.).

Conforme avanza Jovicic se ve que va camino de desbarrar; hasta llegar a crear la Turismología[14] (Turizmologja; de la que ya hemos dejado caer algo en otros posts anteriores, sin entrar en detalles)

Luis Fernández Fuster, que fue profesor de la Escuela Oficial de Turismo de Madrid desde su creación en 1963 hasta 1985, prolífico autor de libros, artículos y reflexiones señala que el turismo "es, por un lado, el conjunto de turistas-viajeros, que cada vez son más numerosos y, por el otro, los fenómenos y relaciones que esta masa de viajeros produce a consecuencia de sus viajes”.

Me acabo de mercar la obra del historiador económico Rafael Vallejo Pousada, 'Historia del turismo en España, 1928-1962', que voy a intentar hojear antes del Argentina-Francia catarí…

Espero que Rodolfe vaya con Francia; es que, si no, ya no se lo perdono. Allez les Blues…

 




[1] Acabar sus días. Pasarle la cuchara al compañero de armas para que él si que pueda seguir comiendo y en la lucha. Arranca la frase de tiempos de enfrentamientos con los jenízaros, tropa de élite otomana -reclutada a partir de niños adoctrinados en la radicalidad y eficientemente entrenados para la lucha y la guardia de autoridades; yeniçeri, las ‘nuevas tropas’- en cuya prenda de cabeza, börk, llevaban una cuchara y una pluma de avestruz. Conseguir una de aquellas cucharas significaba haber eliminado a un jenízaro y cobrar una recompensa; pero en todo caso, el final de una vida.

[3] Despectivo, francés; (leo) desde 1530. Palabra occitana que viene de ‘gabach’ (buche de ave). Se aplicaba a los afectados de bocio, una enfermedad (tumefacción de la glándula tiroides) enquistada en el Medievo en las montañas de la Occitania septentrional.

[4] Hoy ciudad italiana, fue tierra de todos y de nadie que terminó en blasón de los Habsburgo en 1363. En 1805, Austria la tuvo que ceder a Baviera, que en 1809 la traspasó al Reino de Italia después de la rebelión tirolesa. A finales de 1813 es recuperada de nuevo por el Imperio austríaco que la pierde en noviembre de 1918, cuando, tras la derrota austríaca en la Primera Guerra Mundial fue unida a Italia junto con la actual provincia autónoma de Bolzano. Cuando esto que les cuento (1881) era Imperio Austriaco.

[5] Jungfrau (la doncella) es el pico más alto (4.158 m) del macizo montañoso del Jungfrau; otros dos picos son el Eiger ("Ogro") con su famosa cara norte y el Mönch ("Monje") con una altura de 4.099 metros. El Jungfrau se levanta al norte del cantón del Valais y al sur del cantón de Berna, en la zona del Oberland bernés, dominando el valle de Grindelwald.  En su momento el acceso era difícil, pero en la actualidad existe un ferrocarril de cremallera, el Jungfraubahn, que circula por el interior de la montaña hasta la estación de Jungfraujoch a 3.454 m, la más alta de Europa. Desde allí aún se puede subir en ascensor 118 m más hasta el centro de investigación y terraza panorámica de Sphinx, el edificio construido a la mayor altitud del continente europeo (a una altura de 3571 m sobre el nivel del mar). Es visitado por miles de turistas que gozan de las perfectas vistas durante todo el año. El Jungfrau forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco "Jungfrau-Aletsch-Bietschhorn", que se formó el 13 de diciembre de 2001

[6] El Finsteraarhorn, de 4.260 msnm, es una cima de los Alpes berneses, ubicada cerca de la frontera de los cantones suizos del Valais y Berna. Es la cima más alta de los Alpes berneses y tercera en prominencia de los Alpes después del Mont Blanc y el Grossglockner. Es la montaña más alta del cantón de Berna. También es la cumbre más alta de los Alpes que queda fuera de la cadena principal de los Alpes.

[7] El Alpine Club fue creado el 22 de diciembre de 1857 por un grupo de montañeros (salidos de las Public schools británicas) en el Ashley's Hotel de Covent Garden en Londres, E. S. Kennedy presidió la sesión. John Ball fue elegido el primer presidente y Kennedy vicepresidente: «El objeto del Alpine Club es facilitar la asociación entre aquellos que poseen una afinidad de gustos, y para permitir a sus miembros hacer preparativos para encuentros en alguna localidad adecuada de manera que puedan en compañía emprender cualquiera de las más difíciles excursiones de montaña, y dar a todos una oportunidad de consultar los mapas y libros que se colocarán en las habitaciones que se espera que con el tiempo posea el Club. Los miembros ocasionalmente cenarán juntos a su propia costa, pero los fondos del Club estarán disponibles cuando en ocasiones apropiadas el Club se vea favorecido por la presencia de exploradores geográficos, o por otros invitados célebres.

[8] Ciudad suiza del cantón de los Grisones. En 1853 el médico alemán Alexander Spengler constata que el microclima del valle es propicio al tratamiento de la tuberculosis y otras enfermedades pulmonares. El pueblo se transforma entonces en un balneario de cura con la construcción de sanatorios, hoteles y pensiones. Esta transformación será impulsada igualmente con la construcción del ferrocarril rético que unirá Davos con Landquart y que entrará en servicio en 1889. Con el descubrimiento de medicamentos contra la tuberculosis y otras enfermedades curadas con el clima alpino, las actividades de los sanatorios fueron disminuyendo para dar paso al turismo a través de los deportes de invierno y los congresos. Davos es reconocida por ser la sede del Foro Económico Mundial, en el que se reúnen las élites sociales y económicas del mundo.

[9] A orillas del río Mura al sureste de Austria.

[10] Walter Hunziker, director de la Schweizerischen Fremdenverkehrsverbandes (SFV) y profesor de la Handels-Hoschule

[11] Kurt Krapf, alumno de Hunziker, fue Profesor de Turismo en la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de la universidad de Berna , y también fue Director del Instituto de Investigaciones Turísticas adscrito a la misma Universidad. También fue Secretario General de la Asociación Internacional de Expertos Científicos en Turismo (AIEST), Director de la Federación Suiza de Turismo (Autoridad Semigubernamental y Federal de Turismo de Suiza), y formó parte de la junta directiva de la Asociación Suiza de Hoteles y la Junta de Swiss Travel Fund. Murió en un accidente de avión el 4 de septiembre de 1963 en un vuelo de Zúrich a Roma, con destino a la Primera Conferencia de Turismo de las Naciones Unidas, donde iba a ser Jefe de la delegación oficial suiza.

[12] El cheque Reka es un método de pago utilizado en Suiza para vacaciones, ocio y viajes. Ha sido emitido y controlado por la Caisse suisse de voyage desde 1939. En 2013, estos cheques fueron aceptados en más de 8.700 puntos de venta en los sectores de ocio y vacaciones. Su éxito (segunda moneda más utilizada en Suiza) se debe a que los compradores pueden beneficiarse de descuentos que van del 3% al 20% en los servicios ofrecidos por los puntos de venta. En 1939, cuando los suizos comenzaron a obtener el derecho a vacaciones, empleadores, sindicatos y círculos turísticos crearon el Swiss Travel Fund para ayudar a los empleados a financiar sus vacaciones. Este fondo, desde su creación, puso en circulación el cheque Reka, que es una moneda de descuento que solo se puede utilizar para pagar vacaciones o actividades de ocio.

[13] Esta singular expresión española no tiene nada que ver con la prende de abrigo; vienes al cap, a la cabeza; estar abatido. La capa, pieza de tela, por la fuerza de la gravedad, siempre está “caída”.

[14] Ciencia social que se centra en el estudio del turismo desde el punto de vista social, económico y espacial, ocupándose del fenómeno en su totalidad; el estudio del fenómeno turístico en cuanto a hecho social.

5 dic 2022

DE LOS LÍMITES DEL ESFÉRICO…

  

Yo, en esto del fútbol, como que muy, muy, justito.

No obstante, hoy la emprendo con el “deporte rey” con espíritu ácrata desmitificador. Cuando me pongo a escribir esto están comprobando si sube el gol de Japón a Croacia… y sí; Minuto 43… y les han dicho que sí. Y dos de añadido. Vaya por Dios.

Y estos forajidos de la retransmisión se montan su película barata animando a la afición, dicen que, manteniendo la emoción; encabronándonos, diría yo.

En un rato, como aquel que dice, nos la jugamos con Marruecos y percibo que, vaya por delante, en la vieja piel de toro no tenemos clara la diferencia entre redondo y esférico; ni sabemos los límites de Lo esférico. Eso sí, testosterona al canto y banderizos que somos, se puede esperar cualquier cosa.

A mí, no es por los jugadores, no me inspira ninguna confianza -más bien desdén- el asturiano al frente de la Roja, ni yendo a por níscalos.

Dice Toni F que a los merengones no nos gusta el personaje. Ni la persona, ¡oiga!; por mucho que Pelé -un abrazote Edson-, lo incluyera en su lista FIFA100 (2004) junto a Emilio Butragueño y Raúl González; solo 3 españoles y va y uno es él. No es de recibo, ni de sentido.

Pero, a lo que íbamos: Subidón con 7 a los ticos, puestos a nivel del mar con Alemania (que nos los puso de corbata) y bajada a los infiernos con Japón (posición 24 en el ranking FIFA, de 211). Menos mal que Alemania fue Alemania y nos salvó de acompañarles en el viaje de regreso a esta península de la gran Asia que es Europa.

Escribía Ricardo F Colmenero en el diario El Mundo el sábado 3 de diciembre, después de la portada del diario del día anterior (“España roza el drama”), una descripción muy clara la realidad del chasco que nos llevamos y que aún habría podido ser peor: “Japón derrotó a España por dos goles a uno, pero especialmente por 6,79 milímetros. Tiene su lógica que el país del sushi y el país de la paella acabaran resolvieron sus diferencias en el Mundial por el tamaño medio de un grano largo de arroz”.

Empata Croacia -Perisic- en el 55 en un remate de cabeza espectacular.

Vaya; con el arroz hemos topado. Un japonés, Kobayashi Issa -un maestro del Haiku, una disciplina popular que obliga al poeta a significar mucho diciendo lo mínimo- cuando aún no era famoso y era conocido como Yataro, dejó escrito aquello de "El mundo va bien: otra mosca come arroz". Yo, más agreste y montaraz, en este tema del fútbol, del partido y del gol de la derrota, mentando el arroz, lo que más me jode con las cagadas de mosca en el arroz, que es un dicho rabalochero[1] y orcelitano[2] a más no poder. Lo digo y me quedo más ancho que pancho, escatológica y socialmente hablando. Pues eso… que los 6’74 milímetros balompédicos a los que aluden Colmenero y El Mundo son una cagadita de mosca en el arroz del partido por no entrever los límites de un cuerpo esférico como simples y mortales telespectadores.

Los taurinos lo tienen claro: hasta el rabo todo es toro. Y comienza la primera parte de la prórroga del Japón-Croacia. Y es que hasta que no pasan los últimos pelos de la cola de bóvido estamos ante el animal. Parece ser este el caso del balón por la línea de meta del área de meta española. Esa noche los españoles supimos de los límites de lo esférico.

Vale que -siendo aplicado en su día- aún nos acordemos de que el volumen de la esfera es “cuatro tercios de pi erre al cubo”; vamos, que el volumen de la esfera equivale a cuatro tercios de su radio a la tercera potencia, multiplicado por el número pi. Y tiene que cruzar la línea todo el volumen de la esfera para salir del terreno de juego.

Al Rihla, que tal es el nombre de la puñetera esfera que me ha traído a esto y que traducido del árabe vendría a ser como "el viaje" -puñetero viaje-, mide 22 centímetros de diámetro y pesa 400 gramos aún con su chip de tecnología CRT-Core. Leo en los deportivos que Al Rihla contienen una IMU (Unidad de Medición Inercial), cosas de la inteligencia artificial, que no es otra cosa que un sensor que ayuda a detectar la puñetera posición en cada momento sobre el terreno de juego y, además, mide e informa sobre la velocidad, orientación y fuerzas gravitacionales del balón, usando una combinación de acelerómetros y giroscopios gracias a dos sensores diferentes, el UWB, que recoge datos posicionales del balón, y el IMU, que registra los movimientos del balón en tres dimensiones. Así, el baloncito (con su puñetero chip) envía un paquete de datos 500 veces por segundo a la sala de vídeo, lo que permite detectar con absoluta precisión todo lo que ocurre con él sobre el campo.

Y el plano tangente es el que nos da el disgusto y les permite asegurar que el balón no salió totalmente del campo como les demuestra la imagen que ilustra este post…  pero yo pediría los fotogramas previos; porque yo soy así y dudo. Tomás, me llaman por casa; tengo que ver las llegas.


En fin, que vamos a los penaltis en el Japón-Croacia, que no se ha movido el marcador en la prórroga.

Y esto me ha dado que pensar en los balones de fútbol que en estas altas competiciones. "Tienen que ser esféricos, estar fabricados con materiales adecuados, tener una circunferencia comprendida entre 68 y 70 cm (27-28 in), un peso entre 410 y 450 gramos (14-16 oz) al comienzo del partido y una presión equivalente a 0.6-1.1 atmósferas (600-1100 g/cm2) al nivel del mar", que establece la Regla 2 de la IFAB; la que delimita los esféricos.

Y un apunte, porque me ha venido a la cabeza: el área de la esfera es 4 pi erre al cuadrado. Compruebo y es cierto. Ese día no hice novillos.

Pero vuelvo al balón futbolístico que nos ocupa. Japón eliminado; Croacia pasa en los penaltis.

Un balón de fútbol es básicamente un poliedro convexo, inflado -que es lo que le da la mayor esfericidad, pero todo un poliedro a fin de cuentas, por lo que debe cumplir la fórmula del Teorema de Euler para los poliedros que indica la relación entre el número de caras, aristas y vértices de un poliedro convexo sin orificios, ni entrante y que viene a decir que todo poliedro convexo con un número C caras, A aristas y V vértices debe cumplir la fórmula V – A + C = 2.

Lo de Euler es de finales del XVIII y ahora mismo hemos evolucionado a un poliedro que nos lleva, inflado, a conseguir balones más esféricos. Se trataría del rombicosidodecaedro, un poliedro que tiene 62 caras conformadas por 20 triángulos equiláteros, 30 cuadrados y 12 pentágonos regulares; vamos, un bicho con 120 aristas y 60 vértices que antes de ser inflado ya ocupa más 93.32% de una esfera -llegando en algunos modelos al 94,5%-. Eso sería ya la perfección, pero la industria productora de balones no ha adoptado esta solución porque aumenta bastante la complejidad de la fabricación (120 costuras que coser, frente a las 90 del icosaedro truncado que es el habitual) que son euros y tiempo.

Tenemos claro que un balón de fútbol será mejor cuanto más próximo esté a ser una esfera perfecta. En ese caso, tendrá más equilibrio en su trayectoria y permitirá a los futbolistas mayor precisión en los pases y tiros.

La revista Consumer–Eroski (nº 123, julio-agosto 2008) explicaba cómo se controla la calidad de los balones: "Para determinar la esfericidad de un balón se hincha y se mide su diámetro en 16 puntos diferentes para calcular el diámetro medio. Después, se calcula la diferencia entre el diámetro máximo y el mínimo. Así, el número que se obtiene es la diferencia en porcentaje entre el diámetro máximo y mínimo sobre el diámetro medio. A los balones oficiales para las competiciones de la FIFA se les exige que no superen el 2%". Y a este menester, en 2015, El País le dedicó su cornijal en Verne[3].

En un exceso mental les cuento que, en 2008, para valorar la esfericidad de los balones, la FIFA trabajaba la dispersión estadística. Así, a través de 16 medidas calculaba la media aritmética de cada balón.

Y eso es ya una dispersión que aprovecho porque se acabado la retransmisión del Japón-Croacia, clasificada esta última, y ya están dando la vara con el partido de mañana.

De forma oficial, leo que la Embajada de Marruecos en España está en plan campaña de sensibilización a través de los doce consulados que tiene por el Reino de España pidiendo a los suyos propios que eviten cualquier altercado en suelo español como consecuencia del partido que enfrentará a las selecciones nacionales de España y Marruecos en el Mundial de Qatar.

Alertados están los consulados de Madrid, Sevilla, Alicante, Murcia, Algeciras, Valencia, Tarragona, Gerona, Barcelona, Bilbao, Palma y Las Palmas para que hagan llegar ese mensaje a los ciudadanos marroquíes residentes en España que suman más de un millón, ¡oiga! Mire, del orden de los 300.000 nacionalizados ya y otros 776.000 que andan por aquí… ¡tela marinera!

Y cierro distensionando con una iniciativa chorra pero que da idea de la enjundia del balón de fútbol; ese que no traspasó la línea para la FIFA como tampoco lo hizo, en el Mundial de Corea-Japón -¡Cielos, esto huele a azufre y a maldición!- cuando Joaquín -que ahora va de Novato por Antena 3 los miércoles- colocó un balón a la cabeza de Morientes en el choque ante los anfitriones hace 20 años… y Camacho con los alerones chorreando; ¿se acuerdan? Aumentó la venta de antitranspirantes para no parecerse al seleccionador.



Resulta que es geométricamente imposible que un balón de fútbol, procurando la máxima esfericidad, esté construido solamente con hexágonos, como hemos visto más arriba. Y eso le preocupaba hace algunos años al matemático británico Matt Parker en una cruzada particular contra un pictograma que identificaba los estadios futboleros en su país[4]. Le chirriaba tanto que presentó una pregunta al parlamento británico en la que pedía actualizar esas señales colocando un balón de fútbol geométricamente correcto. Consiguió las firmas necesarias y entregó en el Parlamento su propuesta argumentando que “matemáticamente es imposible construir un balón de fútbol usando solo hexágonos”. Animaba Parker a “cambiar el pictograma combinando hexágonos y pentágonos” para dar una mayor idea de esfericidad y aumentar la conciencia pública y la apreciación de la geometría.

Tan loable empresa se hundió en el Támesis. Le contestaron el 24 de octubre de 2017 indicándoles que "El Gobierno (británico) considera que el símbolo del fútbol actual tiene un significado claro y es entendido por el público. Cambiar el diseño para mostrar una geometría precisa no es apropiado en este contexto”. Flemáticos británicos. Si dispone de tiempo, le dejo la respuesta completa[5].

Aquí aún no hemos llegado a ese nivel, pero... que mañana tenemos cita futbolera contra Marruecos

 


[1] Propio del barrio-suburnio del Rabaloche; el Raval Roig de Orihuela. Tuvo que formarse en la segunda mitad del XIV, tras el descalabro de la peste de 1348 y de la Guerra de los dos Pedros y desde entonces, co0nserva su "mala fama" de barrio alejado, sin protección, acogedor de inmigrantes de futuro incierto.

[2] De Orihuela, la Orcelis romana de la provincia Carteginense; la Oleza de Gabriel Miró

[5] The Department for Transport sets legislation on traffic signs for use by traffic authorities. The Traffic Signs Regulations and General Directions 2016 (TSRGD) sets out the design and conditions of use for traffic signs that may be used on roads in England, Scotland and Wales.

Traffic signs use symbols which enable drivers to take in the information quickly and understand the meaning of the sign. Symbols are often internationally recognised which is important for all road users, especially those who may be unfamiliar to the area.

In the case of a directional sign to a leisure facility (such as a football ground), the symbols used are a general representation of the activity being depicted. As such, drivers can then quickly understand the type of destination. The football ground symbol first appeared in TSRGD in 1994 and road users have become accustomed to its use.

The purpose of traffic signs is to “convey warnings, information, requirements, restrictions or prohibitions” (Section 64 of the Road Traffic Regulation Act 1984).

The Department for Transport commissioned research into road user’s understanding of traffic signs in 2011. This concluded that respondents “showed a good basic level of understanding as to what different types of sign meant” and recommended that signs should be kept simple.

The purpose of a traffic sign is not to raise public appreciation and awareness of geometry which is better dealt with in other ways. If the correct geometry were put onto a sign, it would only be visible close up and not from the distance at which drivers will see the sign. The detail of the geometry would also not be taken in by most drivers who were merely looking at the sign for direction. The higher level of attention needed to understand the geometry could distract a driver’s view away from the road for longer than necessary which could therefore increase the risk of an incident.

Additionally the public funding required to change every football sign nationally would place an unreasonable financial burden on local authorities. The Department could not justify the spending needed as an exercise to increase public awareness and appreciation of geometry.

For the reasons given, we will not be changing the football symbol used on a traffic sign.

Department for Transport

14 nov 2022

POR CONTEMPLAR EL MAR ENBRAVECIDO

  

Al arrancar el siglo XVIII se produjo en Europa un hecho significativo. Aun sabiendo que la fuerza nobiliar seguía residiendo en las armas, los monarcas apostaron por la nueva nobleza administrativa que tendría poder y cada vez menos armas, lo que suponía un menor riesgo regio y una mayor dependencia hacia la real personal, que controlaba el Ejército. Este es un elemento clave, considero yo -¡faltaría más!; y sin pretender adeptos- en la larga creación del Estado Moderno; Estado económico sonaría mejor.

Y en cuanto a España, nos contaron en la carrera, la regeneración económica del país desde comienzos del XVIII se convirtió en el eje de la vida política; y los monarcas apostaron por la nobleza económico-administrativa frente a la nobleza por bemoles[1] que había imperado hasta entonces.

Y eso que aquella España del XVIII estaba enfrascada en mantener los territorios heredados y la defensa de su mundo colonial. Y ahora que tanto defendemos la paz deberíamos saber que en el siglo XVIII la guerra era aún una cuestión de supervivencia del propio Estado[2].

Para escribir esto, en Gijón, me he imbuido del espíritu de Jovellanos[3]. Además de pasear por Cimadevilla y de estar en su casa natal, esto de haber pasado un rato contemplando la gijonesa Playa de San Lorenzo a merced del temporal del Cantábrico me ha llevado más hasta su obra y pensamiento, en el mejor chigre encontrado al compás una chopa y sidrina; que tiempo habrá de potes y otras viandas.



Aquí, de golpe, ante una representación del Gijón del XVIII en una pared me viene a la cabeza la imagen del Benidorm de principios del XX: la montaña, ambas playas, el núcleo urbano y su desarrollo en la segunda mitad del XX. Y comienzo a cavilar…

El nuevo Gijón que se extiende desde Cimadevilla es, en realidad, el Plan de Mejoras presentado por Jovellanos en 1782. Incluía el diseño de una trama viaria casi radial, con calles trazadas a cordel; la desecación y el saneamiento de zonas pantanosas, que eran un riesgo para la higiene pública; la construcción de un paseo arbolado, con ejemplares que él mismo costeó y trajo desde Aranjuez; y el levantamiento de un muro de contención que puede verse hoy en el paseo de la playa de San Lorenzo que las olas golpean sin cesar.



Me doy la razón y entro en la segunda botella releyendo a Jovellanos…

Se ve a claras que los Austrias hicieron fue una política imperialista en la que la economía estaba sometida a los interesas políticos, pero sin preocuparse de que esa riqueza aumentara, porque parecía suficiente y porque los rivales no eran más ricos. Se hacía una política ‘a la antigua’ que era necesario reformar porque los tiempos y la sociedad lo demandaban.

Los gastos aumentaban, los recursos ya no llegaban con la celeridad y la importancia del siglo XVI y se recurría a la fiscalidad sobre una sociedad que no podía; se imponía la necesidad de otro modelo.

Las reformas necesarias para llegar al Estado moderno perjudicaban a la vieja nobleza de espada, aunque las medidas de reforma económica alcanzaron a todos los niveles promovidas por la nueva nobleza administrativa. A partir de 1760 el ritmo ya fue importante, pero sin llegar al Estado fiscal[4] que es la madre del cordero. El triunfo de los intereses mercantiles (burgueses) frente a los intereses de la tierra (patrimonio y monopolios, como la Mesta) es lo que define las economías modernas; cosa que Inglaterra puso en marcha ya en 1815 tomando la delantera en Europa. Los de las Cortes de Cádiz lo intentaron, pero la cosa no llegó a más.

Los reformistas pedían menos impuestos obsoletos y muchos menos obstáculos para el progreso (que los privilegiados pusieran menos cortapisas). Esa era la idea y el concepto de Libertad que manejaban.

Ya Miguel Antonio de la Gándara (el abate de la Gándara) había señalado, en tiempos de Carlos III, que “La libertad es el alma del comercio; es el cimiento de todas las prosperidades del Estado; es el rocío que riega los campos; es el sol benéfico que fertiliza las monarquías y el comercio, en fin, es el riego universal de todo. Su contrario son los estancos, murallas y tasas[5]. Para ser justos digamos también que de la Gándara planteaba una política económica fuertemente proteccionista con mucha libertad de comercio interior, pero excluyente con todo lo que hubiera más allá de los Pirineos y otras naciones.

En Francia, la aristocracia recurrió a la burguesía y al pueblo en su lucha contra la monarquía; en España la lucha fue contra los ministros extranjeros de Felipe V… así se explica -a trazo grueso- ya lo del motín de Esquilache -Leopoldo di Gregorio y Masnata, marqués de Squillace- en tiempos de Carlos III (1766). Vamos que, en España se podían hacer reformas siempre que las hicieran los de casa; que no las impusieran los de fuera.

A propósito, este motín más que por el bando de capas y sombreros[6] (contra la capa larga y el chambergo -introducido en España por los soldados del duque de Schomberg, jefe de la guardia de María Cristina de Austria, esposa de Felipe V y madre de Carlos II, allá por 1649- y a favor, entre otros, del sombrero de tres picos) fue por el precio del pan y los productos de primera necesidad en marzo de 1766 en medio de una de las seculares crisis de subsistencia del XVIII y muy en línea de los motines de subsistencia del siglo anterior; manteniendo la tradición levantisca hispana.

Aquellos ilustrados manejaban también el concepto de felicidad unido al de libertad.

Así, el vitoriano Valentín Tadeo de Foronda y González de Echavarri, que llegó a ser miembro de la American Philosophical Society de Philadelphia, fundada por Benjamín Franklin, sostenía que “Los derechos de propiedad, libertad y seguridad son los tres manantiales de la felicidad de los estados”. Por decirlo y sostenerlo se ganó tantos enemigos en la vieja piel de toro que en un alarde de lucidez de alguna autoridad del momento me lo enviaron a Filadelfia (cónsul general en 1801) y a Washington (1807), lo que le reportó más contactos, más conocimiento y erudición que le generaron un gran protagonismo y fama internacional. Abogó de Foronda por abandonar las colonias americanas, por el coste económico y humano que representaban, y reformar la Constitución que se debatía en Cádiz en 1811 por no especificar claramente los derechos individuales, otorgar excesivos poderes al rey y no separar los espacios político y religioso. Adelantado el vitoriano, ¿eh? Volvió a España y lo pasó mal; solo la llegada del Trienio Liberal (1820-1823) le reconoció su labor y contribución, pero, al final, otro español más al baluarte del olvido.

Cierto es que a finales del XVII ya hubo sendos giros industrialistas -fomento de la industria- y americanistas -mayor atención colonial y a su sistema mercantil-, pero en apenas un siglo las necesidades fiscales dieron al traste con la iniciativa: las necesidades reales de aquella reorganización fueron creando un nuevo orden social y unas nuevas reglas del juego que daban también nuevas posibilidades al ascenso de algunos personajes y sectores y a la caída de otros grupos y estamentos, porque el riesgo siempre se hace presente en la economía.

Una nueva casta de emprendedores, surgidos de la burguesía y del pueblo llano, conseguía el oropel que le llevaba a entroncar con la vieja nobleza. Aparece una nueva mentalidad de progreso que los llamados ‘adinerados’ llevan consigo allí donde van. Si el XVII aún es considerado como un siglo aristocrático, para el XVIII la dinámica social y el auge de las políticas económicas crean una nueva sociedad: el Estado cambia por el reformismo económico, aún con muchas dificultades, pero cambia. Y se abre la internacionalización.

La burguesía comercial sumó a la burguesía industrial y saludó las nuevas actividades que surgen sobre el algodón, la harina, el papel, la cerveza o la porcelana que si bien arrancan con conceptos individualistas llevará a las sociedades modernas industrializadas que llegan siempre cuando hay suficiente libertad empresarial. Así, como sostuvo el economista André Piettre, sobre el siglo XVIII, “el Estado mercantilista concede sus privilegios a quienes demuestren ser capaces de fabricar productos de calidad, los cuales estarán en una situación mejor que la de los demás ante el mercado[7].

Y entonces llegamos a la realidad de nuevos empresarios de orígenes variados: comerciantes que invertían en industria, propietarios agrícolas que establecían actividades industriales en sus propiedades, artesanos que abandonaban el gremio y se establecían por su cuenta, maestros y operarios extranjeros que llegaban, bien como empresarios, bien como técnicos. No fue un camino de rosas, pero sí el inicio de lo que conocemos y vivimos y que fue configurando una nueva organización del Estado.

Y en esto que llegó la Primera Revolución Industrial -comenzó en el siglo XVIII- con las aplicaciones del vapor y la mecanización de la producción… y a estas alturas del siglo XXI hablamos ya de la Cuarta Revolución Industrial… pues eso; sigamos a sidrinas que ya hay hasta aguardiente y vermú de sidra…

[1] Eufemismo coloquial de cojones (RAE dixit); Valor o atrevimiento para hacer algo; ponderar lo que se tiene por muy grave y dificultoso [Diccionario histórico de la lengua española (1933-1936)]

[2] Conclusión propia a partir de leer “Las prioridades de un monarca ilustrado: el gasto público bajo el reinado de Carlos III”; de Jacques A. Barbie R y Herbert S. Klein. Revista de Historia Económica, III, 3, 1985

[3] Melchor Gaspar de Jovellanos (1744-1811) Gijonés formado en las universidades de Oviedo, Osma, Ávila y Alcalá y que, disuadido de seguir la carrera eclesiástica (para la que se había preparado, al mismo tiempo que se formaba en Leyes, en las mencionadas universidades) optó por trabajar en beneficio de la Administración del Estado. Su década como magistrado Alcalde del Crimen de la Real Audiencia de Sevilla fue fundamental: trabó amistad con el intendente Pablo de Olavide, quien le metió en el mundo de Montesquieu, Voltaire o Rousseau; estudia inglés para conocer directamente las obras de Young, Milton y Macpherson. En 1778, Jovellanos se traslada a Madrid, nombrado Alcalde de Casa y Corte; ingresa en la Sociedad Económica Madrileña y en la Academia de la Historia y la Academia Española. En 1780, la Sociedad Económica de Asturias le distingue como individuo honorario y es promovido al Consejo de las Órdenes Militares.  En 1790, Jovellanos es enviado a Asturias, comisionado por el Ministerio de la Marina, y es allí funda el Real Instituto de Náutica y Mineralogía (1794) y acaba el Informe en el expediente de Ley Agraria (1795; planteaba disolver la Mesta). Propuesto parea embajador en Rusia, en noviembre de 1797 se le nombre ministro de Gracia y Justicia; ocho meses durará en el cargo. La involución truncó sus expectativas y las de todos: la Revolución francesa paralizó con Carlos IV las ideas ilustradas y apartó de la vida pública a la mayoría de los pensadores avanzados. El estallido de la Revolución Francesa hizo que Jovellanos acabara perseguido por sus ideas ilustradas, a pesar de ser un patriota leal a la Corona, y fuera desterrado a su ciudad natal. Y en esas que Manuel Godoy -favorito de Carlos IV- ordena su detención el 13 de marzo de 1801 y Jovellanos es desterrado a Mallorca. Liberado el 6 de abril de 1808, tras el motín de Aranjuez -abdica Carlo IV y llegará Fernando VII-, rechazó formar parte del gobierno de José Bonaparte y fiel a su país, Jovellanos, que era reformista pero no revolucionario, rechazó a los franceses y representó a Asturias en la Junta Central -órgano que ejerció los poderes ejecutivo y legislativo españoles durante la ocupación napoleónica de España-. El 6 de agosto de 1810 pisó otra vez Gijón; hoy en la Plaza del 6 de agosto una escultura conmemora ese recibimiento. Huyendo de los Franceses, que atacaban de nuevo Gijón, se refugió en Puerto de Vega, concejo de Navia, donde tenía la seguridad de su amigo el caballero Antonio Trelles Osorio. Allí moriría el 27 de noviembre de 1811.

[4] Estado que sea capaz de defenderse por sí mismo ante el ataque exterior de una superpotencia, en buena medida porque tenga unas sofisticadas estructuras crediticias y una capacidad para mantener continuos incrementos fiscales sin quiebra política ni económica. Richard Bonney, dixit.

[5] Almacén de frutos literarios inéditos de los mejores autores; 1804. Miguel Antonio de la Gándara

[7] Agustín González Enciso “El ‘Estado económico’ en la España del siglo XVIII” (2003)