21 ene 2023

DE SOBREVIVIR A OTRO FITUR; Y VAN TREINTA Y SIETE

  

 

Pues sí; si me permiten, les contaré que FITUR ha vuelto por do solía.

Atracón de profesionales y políticos miércoles y jueves, resaca de ídem en viernes hasta las 15 horas y maremágnum (a 12 euros de vellón pax) de fin de semana (al menos, en el primer día de ‘público’). Hasta ahí, todo bien.

Para la inmensa mayoría, FITUR sigue siendo la ‘Feria de las Vanidades’[1]. La avifauna habitual se codeaba con los profesionales del sector y por FiturTech pasó alguno, que en la noche anterior estiraba el cuello con aspiraciones de emular a las Ndebele[2] o las Padaung[3] para salir en una foto mientras aireaba sus carencias sobre el estrado: la ignorancia sigue siendo muy atrevida.

Al antiguo planteamiento científico de que todo el monte es orégano se añade, con la misma base científica, de que todo lo que hay sobre la faz de la tierra es turístico y como tal reclama su protagonismo.

Y así hasta llegar al momento del viernes en que el presidente del Gobierno te explica la importancia de la Estrategia de turismo transfronterizo (entre Portugal y España; en “la Raya”) junto a la teoría de las 4D[4]. Quien piense que FITUR es tremendamente rompedor… está en lo cierto. Hay que ir bien “desayunao” y “curao” de espanto cada jornada a IFEMA.

Y cada mañana lo íbamos; acudíamos con ilusión: la actividad turística en 2022 evidenciaba a las claras que se puede considerar superada la incidencia de la pandemia, pero que el panorama general emisor de turistas está afectado por los diferentes condicionantes geopolíticos y macroeconómicos. A saber: la guerra de Ucrania -y lo que rondaré morena con los Leopard y los misiles baratos de la Boeing, mientras el cinismo de Putin hace el mismo efecto que sus martillazos sobre la población civil-, el incremento de los costes de la energía, la ruptura de la cadena global de suministros y subidas generalizadas de precios. Y hasta el capítulo del aumento de los tipos de interés hipotecarios. ¿No queríais caldo? ¡Pues cinco tazas!

Desde la cofa del palo mayor del galeón del turismo, desde el carajo si se avista desde el trinquete, para este año de 2023 Hosteltur estima en el proceloso océano turístico que “la actividad turística podría alcanzar los 168 mil millones de €, un +7,1% sobre los niveles en precios corrientes de 2019, consolidando la recuperación constatada de 2022, aunque todavía por detrás de la recuperación del resto de la economía española”[5].  Resulta que en el año 2022 podemos marcar la recuperación de la actividad turística en España: el PIB turístico alcanzó los 159 mil millones de euros nominales, un 1,4% superior a la actividad de 2019. Así, El turismo supuso el 61% del crecimiento de la economía española en 2022 y la aportación al PIB nacional llegó al 12,2%, a cuatro décimas de 2019. Hosteltur, insisto, dixit.

Ese 12,2% del PIB 2022 se acerca, impelido por los vientos de bonanza, hacia esa meta volanta del 12,6% alcanzado en 2019.

Pero no me canten victoria a grito fundido, a bastonazo ciego, porque los márgenes comerciales de quienes hacen y dan vida al sector se han visto mermados por el aumento medio del 28% de los costes energéticos, de un 17% los suministros y de un 8,9% los costes laborales, que se combinan con una subida promedio de precios del 6,6%, según el Instituto Nacional de Estadística.

En 2022 nos llegaron 72 millones de viajeros. Aún todos añoramos los 83 millones de 2019 y esperamos superarlos en cuanto se den las condiciones propicias. Atrás quedan los malos números pandémicos de 2020 (19 millones) y 2021 (31 millones). Y en 2022 los ingreso por turismo alcanzaron los 69.000 millones, frente a los 71.000 millones de 2019[6].

Y es muy alentador constatar con cifras que el empleo turístico ha crecido un 5,5% en 2022 con un total de 182.630 afiliados; los trabajadores de actividades turísticas aumentaron en 63.002 trabajadores respecto a la prepandemia, y representan 12,2% del total en la economía nacional.

En la Comunidad Valenciana, donde el 70% del empleo turístico está en la provincia de Alicante (donde Benidorm es más del 75%), se concentra el 11,1% de los trabajadores del turismo en España, tras Andalucía, Cataluña y Madrid. Y eso que nos pasamos medio año diciendo que faltaban camareros y quejándonos del nivel. Y eso que la reforma laboral ha hundido la temporalidad en el turismo en pleno récord de empleo.

La industria turística cerró diciembre con casi 2,46 millones de afiliados a la Seguridad Social, el mejor dato de toda la serie histórica para ese mes; supone que en los últimos 19 meses ha ido creciendo el empleo y, por primera vez, el nivel de temporalidad de estos contratos ha estado por debajo del resto de los sectores de la economía española[7] y a pesar de que la escalada de precios ha derivado también en un 8,9% de incremento de los costes salariales.

Aquí llegados -y como esto se supone que va de Fitur-, si me preguntan les diré (¡pregúntenme, pregúnteme!) que esta edición ha sido más de lo mismo: trogloditas y boterianas princesas de Éboli, Pastrana al fondo, compartían pasillos con reporteros de toda condición, nivel y pelaje (incluso de los supuestos Medios más insospechados); dinosaurios de cómic, belleas, falleras y damas de la Comunitat Valenciana, romanos de pega con galigaes de chino barato, gladiadores con smartphone, famosillos en demanda de fotos, soldados de época en ausencia de marcialidad iban y venían como pollo sin cabeza intentando despertar la misma admiración que algún despistado grupo de carnaval, un mimo hipando sin gracia y cuatro chicas de revista luciendo plumas y curvas sobre un andamio de tacón. Youtubers en abundancia, instagramers a porrillo e influencers sin apoyo ni respaldo creaban un mundo paralelo al profesional. Una pareja legionaria, con guantes blancos destacando en el caqui verdoso reglamentario del uniforme, fueron lo más real de la experiencia, tras la visita a velocidad de hiperespacio de la regia pareja -Felipe & Leticia (¡qué alto él; no me gusta la camisa de ella!, por comentario resumen de las decenas escuchados en la fracción se segundo del tránsito interpabellones vivido en la mañana del miércoles de inauguración.

Sólo puedo reseñar de esta 43 edición, en mi acendrada parcialidad, el stand de Málaga -y su proyección- y la labor desarrollada en el de Benidorm. Uno es que es así y no puede (ni intenta) remediarlo: agreste y montaraz.

Lo más fotografiado, sin duda,el micrófono del Benidorm Fest que estaba, junto a la Sirenita del Festival, en el stand de Benidorm. Ah, y muchos entraban para fotografiarse ante el gran lienzo de la Playa de Poniente en ese anochecer preciso que representa Benidorm, the Best plan.

Y volviendo con el bisturí a sajar cuestiones les confieso que aún no me he repuesto de una impactante campaña promocional vivida en mis narices, ante mis ojos, durante tres inmensos días, a cuento del oso y del madroño, armas heráldicas de la Villa de Madrid; cosas del siglo XIII (de 1222) cuando los madrileños consiguieron que, si bien los pastos seguían siendo del Cabildo de curas y beneficiarios (con la Iglesia habían topado), los árboles en las tierras del concejo quedaban en propiedad concejil y podían ser disfrutados por los vecinos. Por cierto: hace nada y menos que comí por primera vez madroños en la Sierra de Gredos -soy levantisco y por aquí no hay; aunque ya quisieran los de la capital probar los jínjoles-… y entiendo al oso. ¡Qué buenos que están!

Pues nada, a lo que iba con la campaña villenera, que, para reivindicar -imagino que- ante el pueblo de Madrid que el escultor de tan significativa escultura -Antonio Navarro Santafé- nació en Villena y que Villena cuenta con grandes atractivos turísticos -que me perdone Nuestra Señora de las Virtudes porque la frase va con toda la mala ideas posible e imaginable-, me iban colocado una copia bidimensional del conjunto junto con un grupete de supuestos actores -¡qué mal debe ir la profesión!- ¡¡vestidos de época!! Pero… ¿de qué época? Hasta le dan la pincelada regional incluyendo alguna chulapa en el cuadro… cuando el encargo al villenero es de principios de los años sesenta del siglo XX. El oso y el madroño están en la Puerta del Sol desde 1967 y ya habíamos olvidado algún atuendo propio de ‘La verbena de la Paloma’. ¡Que paisanaje! Bueno, les pasamos lo de Chapí[8], don Ruperto (y no me hagan el chiste malo de que no es lo mismo la calle de Ruperto Chapí que …) porque desde 1867 fue un madrileño más y a él le debemos ‘El tambor de granaderos’, ‘El rey que rabió’ o ‘La revoltosa’, sainete lírico en un acto con las aventuras y desventuras del Felipe y la Mari Pepa (¡Ay, Felipe de mi alma!; ¡Mari Pepa de mi vida!) … pues no que resulta, dicen, que un trozo de Madrid tiene su origen en Villena y eso les va a llegar al alma a los madrileños que en manada van a ir a Villena… Ah, que me dicen que es una campaña de Street marketing… totalmente estrellada. Me lo creo; yo es que me ahogo en una gota de agua. Y cada gota cuenta.

Me dicen, me cuentan, me confirman que hasta han vuelto los ágapes, las fiestas y los lucidos saraos por el olivar de la Hinojosa[9] y la capital del reino. ¡Pardiez!, me han pasado desapercibidos. Algún plumilla local me insiste en que ha descubierto ese otro FITUR que se añora y desprecia a partes iguales. El caso es que por sus pregones al amanecer y el velo de mi nostalgia puede ser hasta verdad, porque sin hacer alardes he vislumbrado conatos de esa actividad.

Y, como decía ayer (mismo y mismamente en el pabellón 7), la feria ha vuelto por sus fueros. He constatado actividad y sonrisas; hasta euforia. Y ha sido la cita del Metaverso y la inteligencia turística. Alguien dijo al respecto de la Inteligencia Militar que había un conflicto de intereses en ambas palabras y a este paso va a pasar lo mismo con la inteligencia turística y los DTI: un banco en un paseo con toma wi-fi no puede acreditar confición DTI y menos ser un referente IT. Así nos va.

Y hablando de cómo nos va. He asistido, por dos veces, a la despedida de la ministra de turismo, utilizando el foro fiturero de altavoz político, para anunciar su voluntad de dar la bienvenida en 2024 a todos quienes acudan a FITUR como “alcaldesa de la Comunidad de Madrid”; ahí es nada. Sí, con estas dos orejas dos, procesado el sonido por la neurona que deambula en solitaria locura por la cavidad craneal, que se lo he escuchado en persona a la señora Maroto que tanto y tanto y tanto se ha reunido con el sector. Tiren de fotos y de la hemeroteca para que pase la prueba del algodón famoso…

El FITUR institucional terminó ya; y pensando ya que estamos en la 44ª edición…

Y como ahora a todos les da por contar lo que hacen en las RRSS… háganle la prueba del algodón también a todo lo que lean porque, de verdad de la buena, los que de verdad de la buena trabajan cuentan cómo, dónde, cuándo y con quién; los que lo hacen en genérico… pues como que van a FITUR a deambular como alma en pena por la gran feria de las vanidades que siempre ha sido… aunque siempre queda la ocasión de las compras, el teatro y los musicales; un deporte que, ya que aquí estamos, practican algunos.

Pero no se olviden que tras los árboles hay un bosque y gente que trabaja por esto del turismo y de verdad, sin vocear que “buscan un turismo de calidad” cuando no saben ni de que va esto del turismo.

El mejor destino turístico al que ir es aquel que consigue ser el mejor lugar para vivir la experiencia del turismo y la vida; lo demás es para pasar el rato o pasar de largo. Y de esto último, en las ferias de turismo, hay muchísimo. Cada día más.




[1] Palabro que le oí acuñar en 1988 a José Luis Calvo Bou en su etapa de presidente ejecutivo del Patronato de la Costa Blanca. Y hasta ahí puedo leer.

[2] Mujeres cuello de avestruz, de tres grupos tribales que viven en Sudáfrica y Zimbabue

[3] Mujeres cuello de jirafa, también conocidas como Kayan Lahwi, del grupo étnico tibetano-birmano Karen, en Chiang Mai; Tailandia.

[4] Diversificación, Desconcentración, Desestacionalización y Digitalización

[6] Datos del Banco de España extraídos del informe Exceltur

[7] Al cierre de diciembre se habían contratado 247.763 personas con la modalidad de fijos discontinuos, frente a los 120.000 de diciembre del 2019 precovid y los 126.000 de febrero de 2022, último mes anterior a la entrada en vigor de la reforma laboral.

[8] Si bien murió en Madrid, en 1909, sus restos se encuentran en el Panteón de Ilustres del cementerio municipal de Villena desde 2003

[9] Gran finca -donde se ubica el Campo de las Naciones y Parque juan Carlos I, donde está IFEMA- que procede de las compras y permutas de terrenos que Nicolás de la Hinojosa, Tesorero General de Felipe V, realizara con el fin de construir un gran coto redondo para el cultivo de la vid, el olivo y el cereal durante el primer cuarto del siglo XVIII

8 ene 2023

A PROPÓSITO DEL FESTIVAL DE BENIDORM…

  

Buenas noches, Benidorm; Buenas noches, España[1]

 

En marzo de 1958, el III Festival de Eurovisión lo ganó un francés, André Claveaux; pero triunfó un italiano, Doménico Modugno, con su canción “Nel blu, dipinto di blu”, que aún tarareamos como “Volare”.

Modugno venía de ganar el VIII Festival de San Remo (1 de febrero de 1958). Emular el festival italiano era la mayor aspiración de los países europeos, especialmente los mediterráneos, en el final de los años cincuenta.

San Remo, núcleo turístico de la costa de Liguria entre (la frontera de) Francia y (la ciudad de) Génova -equidistante una veintena de quilómetros de ambos lugares- contaba en 1958 (y aún hoy) con un casino (1901, Kurzaal), era la sede del Carnaval de las Flores (desde 1904, Corso Fiorito), meta de la clásica ciclista Milán-San Remo (desde 1907) y del rallye automovilístico de San Remo (que comenzó en 1928, recuperado en 1961); y había puesto en marcha un festival de canciones en 1951, con la RAI, que funcionaba a la perfección (y desde 1956 elegía la canción para Eurovisión)[2].

En la España del desarrollismo y del incipiente turismo, San Remo era el objetivo; o, al menos, el modelo.

Pedro Zaragoza, alcalde de Benidorm[3], tenía en mente muchos de los hitos que San Remo había conseguido.

Para el Plan General de Ordenación Urbana, que en abril de 1956 le aprobaban[4] (pero que se anunció un 18 de julio, para mayor realce[5]), había hecho converger los proyectos previamente existentes[6] refundidos en un único planeamiento[7]. El arquitecto redactor había trabajado con las propuestas de lugares tan emblemáticos como los existentes en las costas italianas de la Liguria (donde está San Remo) y el Adriático[8], las ciudades balneario de la Costa Azul francesa[9] y los enclaves turísticos de ambas costas de Florida y del sur de California[10]. La documentación de la Urbanización S’Agaró (del arquitecto José Luís Sert) fue facilitada en mano por el propio Josep Ensesa, a iniciativa del alcalde de Barcelona, Porcioles, a Pedro Zaragoza.

Obviando la componente de lujo, que el país en aquellos días no se podía permitir, Zaragoza y Muñoz Llorens -utilizando lo positivo de los planeamientos recabados- se decantaron por efectuar otro desarrollo urbanístico orientado a las clases medias: democratizar el turismo y abundar en elementos singulares de atracción como metas.

En aquel verano de 1958, un Benidorm efervescente de cinco mil vecinos -que recibió a más 18.000 veraneantes[11]-, buscaba posicionarse como referente y Pedro Zaragoza confesaba sus planes a sus íntimos; como es el caso de Juan Carlos Villacorta Luís, secretario general de Prensa y Radio del Movimiento, que había sido director de La Voz de Madrid.

Contaba el alcalde Zaragoza que “’quico’[12] viene, ‘quico’ va” surgió le idea tener en Benidorm, como en San Remo, un casino, un carnaval, una prueba ciclista, un rallye y un festival. Y, con el tiempo, Benidorm lo consiguió todo[13].

El éxito de la canción ganadora en San Remo en 1958[14], que obtuvo la tercera posición en Eurovisión, activó el que en España se pensara en celebrar un festival similar.

El Festival de San Remo ha estado desde el principio ligado a la RAI[15] y RAI 1, la televisión, lo retransmitía desde 1955.

La idea de un festival de corte similar cuajó en los despachos de Radio Nacional de España (RNE) desde mediados de 1958. A principios de 1959 la idea estaba clara y decidida: Barcelona, la gran puerta del Mediterráneo, durante las fiestas de La Merced albergaría la apuesta española: el Festival de la Canción Mediterránea.

En España, ya entonces, existía una pugna entre la radio estatal y la radio privada; era el duelo entre RNE y la Cadena SER, donde se menospreciaba la iniciativa y el empuje de la Red de Emisoras del Movimiento (La Voz; REM), que se sintió herida.

Para organizar y retransmitir este nuevo festival de música la elegida fue RNE; la radiodifusión estatal debía jugar un rol fundamental en el proceso de legitimación interior y exterior del Régimen y la Subsecretaria de Prensa y Propaganda, dependiente del Ministerio de Gobernación, puso todo su potencial en este proyecto -el Festival de la Canción Mediterránea- al que por proyección en imagen había que implicar también a la recién creada TVE[16].

A finales de marzo de 1959, mientras estaba en marcha el proceso del Festival de la Canción Mediterránea de Barcelona, coincidiendo con la Semana Santa, vuelve a Benidorm Juan Carlos Villacorta, acompañado de Teodoro Delgado Pomata, entonces director de La Voz de Madrid, emisora principal de la REM. Junto con Pedro Zaragoza, deciden ganarle la partida a RNE y a su festival en Barcelona.

Se pone en marcha el Festival de la Canción de La Voz de Madrid.

La REM se mueve y en seis semanas su emisora principal consigue más de mil trescientas canciones inscritas a concurso.

La invitación oficial a sumarse al evento llega al Ayuntamiento de Benidorm el 5 de mayo de 1959 y Pedro Zaragoza llama a hacerlo -y a colaborar- a todo el pueblo de Benidorm: poco más de cinco mil habitantes. La respuesta es total; la implicación, máxima. Y del 9 al 11 de julio de 1959 se celebra en Benidorm el 1er Festival de la Canción de La Voz de Madrid.

Benidorm se moviliza con más diligencia y resolución que muchos de los departamentos de la propia REM implicados. Se encargó al artista pintor Ricardo Sumer Ysern (‘Serny’), ilustrador de las obras de Pemán y director artístico de la Revista Bazar, el cartel anunciador; la obra llegará a Benidorm el mismo día 9 de julio, fecha en que comenzaba el festival. Se encarga al escultor Jacinto Higueras Cátedra, muy volcado con el Teatro Español Universitario (TEU) tras haber sido miembro del grupo ‘La barraca’ con Federico García Lorca), el trofeo; “la Sirenita”, no estará disponible hasta la edición de 1960[17].

La primera edición del Festival, coincidiendo con el verano, trae hasta Benidorm la mayor representación del mundo artístico español.

El recinto (abierto) ‘Jardín de Fiestas Manila Park’, frente a la Playa de Levante, muy cercano al quiosco del Ti Quico, alberga las tres sesiones: dos semifinales y la final, Se dispuso frente al escenario un total de 41 filas de sillas de tijera de madera y una gran tribuna en grada, que limitaba con un huerto de olivos en la incipiente urbanización de la Avenida del Mediterráneo; asistieron 4.000 personas que pagaron entre 30 y 50 pesetas por gala. Y aquel Benidorm de poco más de cinco mil habitantes colaboró y se ocupó de suplir las deficiencias que la improvisación dejaba patentes: acomodadores, servicios, todo tipo de trabajos inherentes, publicidad por la playa, etc.

Fue un todo un éxito[18]; no faltó detalle y la canción ganadora “Un telegrama” conquistó a todos. Como aquel festival era un festival de canciones, los temas eran interpretados por dos artistas diferentes que imprimían su propio sello. “Un telegrama” corrió a cargo de la chilena Monna Bell y de Juanito Segarra. González Ruano, en ABC, lo reseñaba así: “‘Un telegrama’, canción sencilla pero tremendamente pegadiza, de los hermanos García Segura, fue genialmente interpretada en las voces de Monna Bell y Juanito Segarra”. El ya mítico Bobby Deglané fue el presentador.

Por su parte, el Festival de la Canción Mediterránea siguió su organización y preparativos en Barcelona y se celebró del 25 al 27 de septiembre de 1959 en el Palacio de Deportes, presentado por Alberto Closas, Laura Valenzuela y Federico Gallo.

Más de 600 canciones de tres países -Francia Italia y España- se inscribieron a concurso y 26 entraron en las dos semifinales. El público presente en la sala, que hasta 1964 era quien otorgaba las puntuaciones a los cantantes, concedió el primer y segundo premios al cantante italiano Claudio Villa por sus canciones “Binario” y “Ti chiamerò Marina” respectivamente.

Pero la gran triunfadora fue la canción “Mare Nostrum”, compuesta por Augusto Algueró, que interpretó la actriz Mary Santpere, gracias a su pegadizo estribillo marino “ola, ola, ola, no vengas sola; ola, ola, ola, ven con mi amor”. El tema, gozó de una enorme difusión y fue versionada por Marisol, Sara Montiel, Elder Barber y otras damas de la canción.

España despedía 1959 en un momento sensacional para la música ligera con dos estribillos en competición: “ola, ola, ola…” y “Antes de que tus labios me confirmaran que me querías; Yo lo sabía, yo lo sabía; Porque con la mirada tú me mandaste un telegrama; Que lo decía, que lo decía…”. La pelea musical estaba ente RNE y la REM (Gobierno y Régimen; establishment y Falange) pugnando por liderar la audiencia joven.

En 1960 un hecho decidió la balanza. La productora valenciana CIFESA, que ya había rodado en Benidorm películas como “Alba de América” (donde Colón desembarcó en la América que simbolizaba el estanco de Aguas de la Playa de Poniente en estado virgen y la mayoría de sus habitantes participó en la misma), decide rodar una película durante la segunda edición del Festival de la canción de La Voz de Madrid que titulará “Festival de Benidorm”. Concha Velasco y Carmen del Lirio fueron las protagonistas y en la película tenía papel destacado la cantante valenciana Lolita Garrido[19], junto a Elia Fleta, y a la pareja cómica Tip y Top[20]. Le película resultó un éxito arrollador en taquilla; e igual éxito consiguió la segunda edición de un Festival que ya a todos los efectos era -y es- el Festival de Benidorm; nombre que prevalecerá por encima de Festival Español de la Canción o Festival de la Canción de Benidorm.

Otro chileno, Arturo Millán, consiguió la (primera) Sirenita del Festival de Benidorm con su canción “Comunicando”, que también interpretó el catalán Víctor Balaguer. Monna Bell, la ganadora del año anterior, colocó el tema por España e Iberoamérica y fue el superéxito del momento, con su pegadizo estribillo.

Por su parte y mientras se celebraba el Festival de Benidorm, el Festival de la Canción Mediterránea siguió su andadura hasta 1967 y terminó sumando países de la órbita mediterránea como Grecia, Israel, Malta, Mónaco, Chipre, Egipto y Argelia. Pero desapareció tras 9 ediciones.

A rebufo de los festivales de 1959 (Benidorm y Barcelona) nacieron otros como el Festival Melodía Costa Verde (Gijón; 1960-63), Festival hispano-portugués de Aranda del Duero (1960-70); Festival de Mallorca (1964-71), Festival de la Canción del Miño[21] (Orense; 1965-71, con proyección como Festival de la Canción Celta hasta 1974); Festival de la Canción del Atlántico (Puerto de la Cruz, Tenerife; 1966-71); Festival Internacional de la canción Costa del Sol (Málaga; 1968-74)…

En 1960 también surgió en Chile el Festival de Viña del Mar[22], con el que el Festival de Benidorm se hermanó en 1965; y en Portugal, en 1961, el Festival de Figueira da Foz.

El Festival de Benidorm sumó 39 ediciones. 25 míticas ediciones, hasta 1985, con interrupciones en los años 1974 y 1984, y 14 ediciones más hasta 2006. Un ayuntamiento, por si solo, sin el respaldo y compromiso de una gran organización radiotelevisiva no podía acometer la aventura en lo económico y promocional. Y cuando las discográficas quisieron tomar el mando el festival entró en la desazón del último cuatrienio.

El Festival de Benidorm hasta 1980 fue un referente nacional e internacional de la música y de las canciones. 1964 fue el año del salto cualitativo del festival; para la sexta edición hay demanda televisiva internacional y entró en liza TVE para ofrecerlo en diferido a Portugal, Francia, Reino Unido, emisoras de habla hispana de los Estados Unidos y Puerto Rico, Méjico, Canadá, Colombia, Argentina y Uruguay. Al año siguiente, 1965, TVE emite la final en directo y se implica definitivamente en el Festival de Benidorm en su primera y mítica etapa.

Tanto en 1972 como en 1973, el Festival de Benidorm recibió sendos Premio Ondas[23] (Cadena SER) y en su primera etapa sumó sumó otros grandes premios como el Antena de Oro[24], el Oscar de la Publicidad (al Mejor Programa Musical; 1972), el Trofeo Méndez Vigo (concedido por la Revista DiscoShow; 1974) y la Placa de Plata de la SGAE en reconocimiento por lo ingresos de autores y editores.

Por la popularidad del Festival de Benidorm, durante su edición de 1982, se celebró en Benidorm el Primer Encuentro Internacional de comentaristas musicales de España, Reino Unido y los Estados Unidos.

 



[1] Las 39 ediciones del Festival de Benidorm comenzaron con esta frase de sdalutación.

[2] Entre 1956 y 1966; tras el fracaso en ese año sólo en 1972 y 1997 acudió a Eurovisión la canción ganadora de San Remo. A partir de 2011, San Remo volvió a ese papel preponderante.

[3] Celebramos el centenario de su nacimiento con el Año Pedro Zaragoza Orts (hasta mayo de 2023).

[4] La Comisión Provincial de Servicios Técnicos aprueba el Plan General de Ordenación Urbana de Benidorm, que se remite al Ministerio de la Gobernación con tan consideración.

[5] El Instituto Nacional de la Vivienda comunica la Aprobación Definitiva.

[6] Proyectos urbanizadores de 1931; Alineación de la Playa de Levante de la Comisión Pro-playas de Benidorm y Asociación Gabriel Miró de Amigos de Benidorm

[7] La gran labor del arquitecto Francisco Muñoz Llorens.

[8] Facilitados por Alfredo Sánchez Bella, embajador en Roma.

[9] Aportados por José de Rojas, conde Casa Rojas, embajador en París.

[10] Entregados por José María de Areilza, embajador en Washington.

[11] HistoBenidorm y Benidormerías

[12] ‘Sabia’ combinación, muy típica en aquellos días de calor veraniego, de vino blanco (de Jalón, principalmente) y limón granizado, servido en el kiosko del Ti Quico, en dónde ahora se alza el Hotel Selomar, en la Avenida de Alcoy; Playa de Levante, sobre el lugar donde se localizaba la Xanca (lugar del procesado del atún de almadraba y donde se guardaban los pertrechos de temporada)

[13] Un casino, ya en los 80, que por disputas internas terminó más cerca de La Vila que de Benidorm; un carnaval que si bien no prosperó en su tiempo se trasladó a varias sonadas actividades multitudinarias de calle; una prueba ciclista que de la mano del valenciano Luis Puig se convirtió en la Clásica Valencia-Benidorm (Trofeo Luis Puig) entre 1969 y 2005; el Rallye Madrid-Benidorm de coches de época que materializaron el Veteran Car Club y La Galga (1962-1982) y el Festival de Benidorm.

[14] «Nel blu dipinto di blu»-«En el cielo pintado de azul», popularmente conocida como «Volare», es la canción insignia de Domenico Modugno. Con este tema, el cantante ganó en el Festival de San Remo de 1958 y representó a Italia en el Festival de la Canción de Eurovisión del mismo año, en el que finalizó en tercera posición. La canción fue un éxito comercial a nivel internacional, y con el paso del tiempo se convirtió en una de las más representativas de la historia musical italiana. «Nel blu dipinto di blu» alcanzó el número uno en el Hot 100 de la revista estadounidense Billboard, y la misma publicación lo reconocería después como el mejor sencillo de 1958. Gracias a Volare, Modugno se convirtió en el primer ganador del Premio Grammy por grabación del año y canción del año en 1959, siendo además el único en lograrlo sin cantar en inglés. El tema de Domenico Modugno ha sido traducido a varios idiomas y versionado por Dean Martin, Frank Sinatra, Gipsy Kings, Barry White, Paul McCartney, Luciano Pavarotti, Andrea Bocelli o Tin Tan, Il Volo, entre otros artistas. Aunque no ganó en Eurovisión, la Unión Europea de Radiodifusión reconoció en 2005 a "Nel blu dipinto di blu" como la segunda canción más popular en la historia del festival musical, solo por detrás del "Waterloo" de ABBA, mediante una votación entre los espectadores europeos del programa especial "50 Aniversario" del festival.

[15] Radio Audizioni Italiane (1945); sucesora de la Unione Radiofonica Italiana (1924), el primer grupo público de radio de Italia. En 1949 la RAI asumió la emisión de televisión en Italia.

[16] 1ª emisión: 28 de octubre de 1956.

[17] Los trofeos de la 1ª Edición fueron unas piezas de cerámica de Talavera.

[18] César González Ruano, periodista de ABC y componente del jurado, reseñaba en su crónica que “para la noche de la final el público ya cantaba las canciones participantes, después de las dos noches de semifinales del certamen. El príncipe Juan Carlos de Borbón, que por aquel entonces tenía 23 años y aún permanecía soltero, se encontraba en Benidorm y mostró desde el primer día un interés decidido por asistir a la noche final”… “En aquel primer día, las calles de Benidorm parecieron hincharse de docenas y docenas coches, procedentes de toda España, no sólo trayendo a destacadas personalidades del mundo del arte, a técnicos, jerarquías y organizadores, así como a gran cantidad de periodistas de todos los diarios madrileños y muchos corresponsales del extranjero, sino también a multitud de personas, que ocuparon en muchedumbre el aforo del Manila Park”. También se decía que “con un día espléndido y una noche gloriosa, tanto por el clima, como por el triunfal suceso artístico que ha constituido la primera jornada del Festival, Benidorm ha reverdecido su fama de hospitalidad y de sus bellezas”.

Entrada la tarde, la presencia en las terrazas de los cafés de algunos de los artistas, despertó no poca expectación. Hubo firma abundante de autógrafos, peticiones de fotografías con simpáticas dedicatorias y un continuo ir y venir en grato paseo a la orilla de la playa”.

[19] Dolores Garrido Guardiola (1928-2018) natural de Manises fue una cantante española de bolero, swing y pop conocida con el nombre de Lolita Garrido.  En 1945 se trasladó con su familia a Madrid y se inició artísticamente como vocalista de orquestas.  Conocida como “La novia del swing” también se prodigó con el bolero, el madison y el pop.

[20] El valenciano Luis Sánchez Polack y el madrileño Joaquín Portillo compusieron una pareja humorística española que alcanzó notoriedad desde mediados de los años 50. Debutaron con sus sketches en TVE en 1957, tan sólo unos meses después de que la primera cadena de TV española comenzase sus emisiones. Cultivaron un humor del absurdo, rayando con el surrealismo, que hizo las delicias de los radioyentes, a los que apodaron Tipitopianos. La pareja se disolvió de forma amistosa en 1961; años después, Sánchez Polack retomaría el estilo creado junto a Portillo al formar con José Luis Coll uno de los dúos cómicos más famosos en España: Tip y Coll

[21]  Festival galaico-portugués; la canción lusitana se seleccionaba en una fase previa celebrada en el monumental Teatro Jordao de Guimaraes

[22] El Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar (también, Festival de Viña) es un certamen musical organizado por la ciudad de Viña del Mar en Chile. Se inició el 21 de febrero de 1960, y desde entonces el evento se realiza anualmente, durante el mes de febrero, con las únicas excepciones de los años 2021 y 2022, en los que el festival fue cancelado debido a la pandemia de coronavirus.1​ Es considerado el festival de música más grande e importante en Latinoamérica y el más longevo y relevante de habla hispana en todo el mundo. Actualmente, la organización, producción y transmisión del Festival de Viña está en manos de la alianza compuesta por Televisión Nacional de Chile, Canal 13 y Fox Networks Group Latin America (ahora actualmente Disney Media Networks Latin America), quienes se adjudicaron el certamen hasta 2026

[23] Galardones entregados a los profesionales de radio, televisión, publicidad en radio y música. Son concedidos anualmente por Radio Barcelona, emisora de la SER del grupo PRISA, desde 1954. Son los primeros galardones de radio y televisión instituidos en España, por lo que gozan de gran prestigio.

[24] Desde 1962, son otorgados anualmente por la Federación de Asociaciones de Radio y Televisión de España, a los profesionales más destacados en el campo de la industria audiovisual.