9 jun 2018

DEL AÑO QUE APRENDÍ A JUGAR AL GORILLA.BASS




Nada más pasar el verano de 1993 apareció por aquí, por Benidorm, Fernando Iwasaki, desde Sevilla; de la Fundación San Telmo, quiero recordar. Preparábamos el Seminario sobre “Derroteros de la Libertad en Iberoamérica” y por en medio estaban el director del Diario ABC en Alicante, Enrique de Diego. Yo estaba en el departamento de “los Santos Juanes”: Juan S, Juan Manuel C y Juan D. Había más gente, ¿verdad Pepe P?

Aquello fue un puntazo. En Benidorm se dieron cita, en octubre de 1993, lo más granado de la política liberal y la economía española y sudamericana:  Virgilio Godoy (Nicaragua), Carlos Alberto Montaner (Cuba), Jorge Edwards (Chile), Plinio Apulello (Colombia), Armando Ribas (Argentina), Arturo Fontaine (Chile), Enrique Gershi (Perú), Fernando Monterroso (Guatemala), Luís Bustamante Belaunde (Perú), Alejandro Chafuén (Argentina)… y Mario Vargas Llosa (Perú). Por parte española, completaban el elenco personalidades del nivel de Federico Semprún, Lorenzo Bernaldo de Quirós, José Luis Feito, Rafael Pampillón, Juan Corona, Dalmacio Negro y Alfonso López Perona. También estuvo Federico Jiménez Losantos y el filósofo Jean-Françoise Revel (Francia).

Era alcalde de Benidorm Eduardo Zaplana y aquello fue un baño de liberalismo esclarecedor de ideas donde se dejó constancia de que la tenacidad intelectual reforzando las ideas liberales nos llevan hacia un mundo de libertades.

Hacer que tantos y tan destacados ponentes cuadraran sus agendas y pudieran estar en la primera semana de octubre de 1993 en Benidorm nos hizo pasar muchas jornadas de gabinete con Iwasaki, principalmente. Y en medio de ratos de espera y conversaciones con el otro lado del atlántico donde la hora solar  es otra, aprendimos a sacarle al PC la maravilla de aquél primer juego de ordenador, al menos, para mí.

La cuestión era (veo entre mis notas) que al teclear qbasic.exe/run gorilla.bas te aparecían en pantalla dos gorilas sobre los rascacielos de una imaginaria ciudad donde los jugadores, por turno, teníamos que teclear el ángulo y velocidad con la cual se lanzaban plátanos explosivos los gorilas. El primero en cargarse al gorila contrincante ganaba la partida. Los plátanos explosivos, al fallar en el blanco gorilero, destruían partes de los edificios; y la cuestión era acertar, aunque, a veces, era necesario destruir edificios para llegar al gorila contrario. El juego era, digamos que, fascinante; En niveles superiores también incluía el factor viento para cada escenario y la aceleración de la gravedad; se podía orquestar incluso una trayectoria parabólica. En el cielo había un sol sonriente al que los plátanos explosivos le podían producir hematomas y apesadumbrarlo.
Pantallazo del Gorilla bass, con los dos gorilas. El jugador 1 ya ha marcado un ángulo de 80º y está a punto de introducir la velocidad con que endilgarle el platanazo explosivo al otro gorila. 


El caso es que los días fueron pasando al compás de llamadas telefónicas, e-mails, fax y otros sistemas de comunicación ya en desuso y al final pudimos reunir a todas aquellas mentes liberales en Benidorm. Y a muchos más que vinieron al rebufo de ellos; que estos fueron los “gordos”. Vinieron a Benidorm gentes de todos los rincones liberales del momento. Incluso un guineano de nivel que siempre iba por libre y “se nos perdió”; pero lo encontramos. Benidorm era y es mucho Benidorm.

En aquellas mañanas de Ciudad Patricia se contó ya hace veinticinco años (estábamos en los Noventa) como se desplomaba la economía cubana (y ahí siguen); cómo estaba la cosa entre ortodoxos (comunistas en la esencia de la vieja URSS), marxistas, independientes de izquierdas, leninianos incurables, senderistas, pro-yankees a ultranza, economicistas, conservadores y liberales. Y gente de a pie que convivía, y en algunos países aún convive con procesos de descomposición social y con “postizos”; de los que nunca se sabe. Hablábamos de allí; pero sin perder el ojo de las cosas de aquí.

Hablamos ya entonces en primera persona de la transición chilena y la vivencia colombiana; de la ruptura nicaragüense y el devenir cubano; de las posibilidades argentinas y de lo que se podía cocer en Venezuela. Del concepto de las colonias y de las nuevas naciones; del proteccionismo económico que estaba resurgiendo entonces (¡Cielos!; y hoy) y de algunas cuestiones que veinticinco años después nos asombran: ¡¡hasta “del clima prebélico existente en las relaciones entre los EE.UU. y la Comunidad Europea”!!: “la socialdemocracia que pretende defender lo indefendible y salvar lo insalvable a través del proteccionismo”. Y esta es una frase anotada de Bernaldo de Quirós cuando hablaba de la política de Bill Clinton y la postura de Jacques Delors. ¿Qué, les suena? Ahora mismo tenemos a Trump dando trumpazos con lo mismo.

De aquellos días recuerdo a una Jean-Françoise Revel griposo que, a pesar de ello, no faltó a ninguna cita. Quería contar a los cuatro vientos que, a pesar de la caída del Muro de Berlín, él seguía pesimista. Nos remitió a los informes de The Freedom House y por donde pasaba insistía en que “la democracia política es una de las condiciones del desarrollo económico”. Pedía Revel que solucionáramos el problema de Europa que no era otro que la cuestión económica: “El Mercado Común fue creado para construir una economía de competencia; no una economía abierta que es el futuro”. Y ahí estamos

Ahora bien, la frase de Jean-Françoise Revel (1924-2006) que tengo enmarcada es “La CNN es el contrapeso de los políticos locales”. Repasar notas de hace 25 años tiene el valor de recordar, pero no saber en el concepto en que se dijo me produce un desasosiego que sólo remedia que este post habla del jueguito de los gorilas y los plátanos explosivos y no de la metafísica profunda del gran pensador francés.

De todas formas, el que me impresionó -de verdad- en aquellas jornadas de octubre del 93 fue Mario Vargas Llosa. Hubo más contacto. Habló de su primer contacto con “lo liberal” recordando el tono de admonición con que se tildaba a lo liberal. Explicó que la filosofía liberal está sólo contra la religión impuesta como obligación y contra todos los dogmas incompatibles con la libertad. Yo, leo, no paraba de anotar sus frases; era un volcán de titulares.
El diario ABC dando cuenta de las jornadas
Y me descubrió a Karl Popper y la verdad inestable y transitoria. Y sólo eran pinceladas, breves pinceladas, entre el Hotel Don Pancho y Ciudad Patricia: un breve trayecto que repetíamos día a día hablando de los enemigos de la libertad. En especial, fíjate tú que hace veinticinco años, hablamos y mucho de los nacionalismos y del integrismo religioso. Los ponía a la misma altura criminal. Esto sólo son ventajas de estar en el Gabinete de Documentación y Estudios del Ayuntamiento de Benidorm; en un Equipo de Confianza que nunca defraudaré.

Nos distinguió Vargas Llosa entre el capitalismo per se y el capitalismo que el liberalismo defiende y que “no es el modelo deformado y bastardo que muchos países exhiben basado en el intervencionismo estatal“ (leo, textual). Creo que con nosotros, en los trayectos, ensayaba lo que luego explicaba en la sala: hablaba del sistema legal equitativo y de que “existen formas de capitalismo codicioso y rapaz que solo busca acumular riquezas”. Y entonces echaba mano de Adam Smith (y yo apuntaba): “la única manera de alcanzar el éxito económico es sirviendo al consumidor en una economía mercantilista”. “Sirviendo al consumidor”, reiteraba él.

Y apunté la última frase, tras una cena en el Don Pancho (a la que Jiménez Losantos no quiso sumarse): “No hay que abolir el capitalismo; hay que perfeccionarlo”.

Mira, hoy lamento esa afición mía a no salir en foto alguna; mis notas son el mayor tesoro, pero hasta un selfie (que entonces no se estilaban) no hubiera estado hoy de más.

Y una buena mañana todos aquellos que se habían dado cita en el Seminario benidormero, se nos despidieron de Benidorm y nos dejaron su mensaje y sabiduría. Y yo me quedé con muchas notas acumuladas en tres días, la anécdota del guineano que “se nos perdió” (y era de noche; y no digo más) y con que aprendí a jugar al Gorilla.bass. Gorilla fue, tal vez lo sea aún, un videojuego para MS-DOS, en Windows 3.1, escrito en QBasic, que ya no he vuelto a ver.

Las jornadas de la Libertad en Iberoamérica… tampoco es que hayan avanzado mucho viendo cómo está el parque. Pero que me quiten las conversaciones con Fernando, con Mario, con los grandes del liberalismo. Una oportunidad única que viví en primera persona.

Gracias, Eduardo.








8 jun 2018

DE UNA JARTÁ DE REIR… DE UN HOMENAJE Y DE TURISMO




Como ya viene siendo tradición -y esta ha sido la quinta convocatoria- al despuntar junio la Asociación Valenciana de Empresarios y HOSBEC, con la Cámara de Alicante, la Asociación de la Empresa Familiar de la provincia de Alicante y la Escuela de Empresarios EDEM, organizan su Jornada de Turismo en el benidormer Hotel Levante Club.

Un detallazo lo del homenaje a Roc Gregori.


Esta vez, lo atractivo -pero de verdad, ¿eh?- fue lo novedoso del programa: en una jornada de análisis y debate sobre Turismo figuraba como ponente Leonardo González, Leo Harlem. Más de uno fue por el catering y por la jartá de reír asegurada que se preveía. Y se cumplió la previsión: 40 minutos que supieron a poco y nos lanzaron la clausura en un estado de predisposición que se dio por el excelente la conclusión de Boluda: cuidar al turista, cuidar al empleado y aumentar la interacción de las empresas.

Para mí la jornada empezó alta, a muy alto nivel, y conforme avanzaba la misma fue perdiendo interés. Tal vez sea que mi conceptuación del turismo y sus actores es muy concreta y particular; y las gríngolas que me he puesto me impidan ver a ambos lados, pero… la charla de Ricard Camarena era, mantengo, manifiestamente mejorable. Y el joven salido de Barx (Bàrig, en La Safor) y su fantástica historia de superación hasta alcanzar su renombre en el mundo de la gastronomía no le llega a la altura del betún a la de Amuda Goueli, el CEO de Destinia, que nos contó la suya en la IV Edición de estas jornadas (2017): desde las tierras nubias del Nilo hasta alcanzar esas responsabilidades turísticas.

¡Por Dios, qué desaprovechada la opinión de Rosana Perán! Se limitó a presentar a Camarena.

Yo, es que, tal vez pillé al Camarena de la etapa valenciana de Fudd y… no lo entendí. Y no he vuelto por allí; agreste y montaraz que soy.

Luego estuvo lo del Xacobeo; la exitosa gestión turística del Camino de Santiago. Mi mínima amplitud de miras turísticas no entendía ayer (y mucho menos hoy) la cuestión, aunque -la verdad sea dicha- ya le estoy pillando el tranquillo: Juan Manuel Baixauli (Grupo Gheisa) lo utilizó para recordar que en Valencia también se pueden ganar indulgencias (como en Santiago de Compostela, Roma y otras grandes basílicas peregrinativas) y, además, en Valencia está el Santo Cáliz… i tot això. Vale, buen y acertado intento.

Rafael Sánchez, gerente de Xacobeo, contó la historia de este exitoso un recurso -el Camino de Santiago- convertido en producto (“desde 1993 entran mil personas días a Galicia andando, en especial los años que coinciden con el Xacobeo”). Antonio Catalán (AC Hotels by Marriott) nos confesó ser habitual del Camino, que tiene hoteles en los puntos clave del Camino y que a los americanos les encanta hacer el Camino.

Para el final he dejado los dos paneles importantes que fueron al principio.

La incidencia de la seguridad en el turismo fue un interesante panel donde destacamos los dos niveles de incidencia en la seguridad: carteristas y terroristas. Ambos, inseguridad. Obviamente lo de los terroristas, yihadistas por lo general, es más traumático. Contamos con dos experiencias (Francia y Turquía) y un análisis de Big Data sobre las incidencias. Las cifras confirman que, tras los atentados, caen las reservas… pero a todo se acostumbra uno; y se vuelve, con un lapsus de tiempo, al destino que es atractivo. El cónsul de Francia en Madrid coincidió en que “del terrorismo se recupera uno” y que lo más negativo es “la difusión, amplificando la tragedia, a través de las redes sociales”; lo más demoledor. El ponente turco, Iskender Çayla, relató los duros años 2013-2017 entre incidentes con los rusos y atentados yihadistas. La solución a las caídas en las reservas: cambiar rusos por ucranianos y abrirse a los mercados chino, indio y árabe. Sí, les gustamos los europeos como turistas; pero hay otros mercados al abasto. Luego está la reacción patria: llamaron a todos los turcos en diáspora por el mundo a pasar sus vacaciones en Turquía. Y los turcos acudieron.

Le parecí entender que ellos están ahí, tienen buenas instalaciones, clima, playas, gastronomía mediterránea y cultura del terruño, pero que tienen mercados abiertos. Lo mismo las gríngolas me están jugando otra mala pasada.

Y, finalmente, el panel de apertura: Antonio Bernabé (Turismo VLC) interacciona con José Luís Zoreda (Exceltur) sobre situación y tendencias del turismo.
La cuestión siempre ha sido crecer más en rentabilidad que en volumen y así estamos ahora, nos dijo Zoreda. Sigue dinámica la actividad, el PIB turístico crecerá un 3’4%, sigue viva la capacidad de generar empleo y aunque hay una notable recuperación de los destinos competidores, seguimos creciendo. Ahí puntualizó Zoreda en que, si bien caen franceses, alemanes y británicos, crecen rusos y norteamericanos y, con todo, crece también el gasto medio de los turistas.

La Comunidad valenciana se defiende bien y Benidorm destaca porque el retroceso en la ocupación se compensa con la mejora de la rentabilidad.

Optimista hasta para incluso el segundo semestre del año, Zoreda señaló que “2018 va a ser otro buen año” animando al nuevo Gobierno a actuar ante los grandes retos llegando hasta incluso a pedir la recualificación de los destinos turísticos.

Para Exceltur el principal reto es la contestación social al Turismo. Aquí llegados es que exijo pormenorizar esto de la contestación social al Turismo, o ponerle etiquetas locales, bien en cuestiones de turismo urbano o turismo de sol y playa en muy localizados puntos. Entramos en cuestiones de turismofobia y turismofilia y terminamos metiendo en la ecuación a las viviendas de uso turístico, lo que se utilizó para plantear reposicionar el modelo y pedir valentía y rigor a políticos y empresarios para acometer las cuestiones necesarias para ello.

Una conclusión lógica se brindó bien temprano en la mañana: el gran reto es compatibilizar el éxito turístico con la preservación de la calidad de vida, lo que se aprovechó para señalar que, si los hoteles han crecido en número de camas un 1’5% anual en lo que va de siglo, las viviendas de uso turístico llevan un ritmo exponencial que en el último año ha sido del 185%
En la Comunidad Valenciana, se ofrecieron datos, estamos en 89.981 plazas regladas (hoteles y apartotel) y 168.627 plazas dispuestas en las plataformas en VUT. Con ello, se insistió, no se demonizan las VUT, pero se señala que ahí están.

Se terminó pidiendo una acción coordinada del Gobierno con un ordenamiento riguroso que limite el tema, escuchando a los vecinos y haciendo partícipes a los ayuntamientos, bajo la premisa de que tenemos que tener producto en condiciones y que “cuidar al turista es cosas de todos.

Se acordaron de Roc Gregori, al que minutos antes habían homenajeado, señalando que “a los turistas les gustan los destinos de éxito” con lo que se animaron, nos animaron, a tener éxito.

Y lo de Leo Harlem y la jartá de reír: ¡un exitazo!

¡Qué se repita!, ¡qué se repita!, ¡qué se repita!, ¡qué se repita!, ¡qué se repita!    














5 jun 2018

DE UNA CAFÉ CON EDUCACIÓN; SOBRE EL COLEGIO INTERNACIONAL LOPE DE VEGA DE BENIDORM




Pasó a tomar café por el Meliá Benidorm Aurea González, directora del Colegio Internacional Lope de Vega, la iniciativa académica de Juan Fuster Zaragoza, don Juan, quien, como su primo Pedro, don Pedro Zaragoza Orts, también resultó ser un adelantado -y no un visionario, porque el visionario solo ve visiones- en la percepción del futuro de la Educación y creó en Benidorm un referente, una institución, como es el “Lope de Vega”.

De entrada, ya, el nivel subió. Aurea comenzó citando la Pirámide de Maslow (la jerarquía de las necesidades humanas) y contándonos que siempre estamos en pos (locución preposicional, que en este Post hay que estar al nivel de la invitada) de algo para alcanzar metas: “mi misión la he encontrado después de los 65 años”.

Bilbaína, de los inicios de los años 50, vive en Bilbao el Mayo francés con la mítica edad rebelde de los dieciocho; se siente aún, rememorando aquellos días, “joven disruptiva; porque los jóvenes son disruptivos” y “feliz de aquellos años”. Nos contó que leer “El desafío americano” de Jean-Jacques Servan-Schreiber le llevó a la Facultad de Económicas donde el análisis matemático le devolvió a la realidad y, entonces, resultó que “Quiero ser azafata”, lo que en principio la llevó a Filología Inglesa y a la Complutense, a Madrid, “hervidero soterrado de arte, filosofía, teatro, literatura y tertulias…”, “como ésta” (¿?); se refería a la nuestra, con la alegre inconsciencia de quien no sabe dónde se ha metido; y eso con la pinta de canis lupus que atesora el personal tertuliano, aunque hay alguno/a actúa de ovis orientalis aries. Nos acababa de conocer en plan tertuliano y se fiaba de personal.

De aquellos días, recuerda Aurea, que “la gente viajaba a Francia; y se traía libros y platos de Duralex”. Ilustración obligada, aquí llegados, ha de ser una referencia a la marca Duralex como muestra arqueológica por si algún millennials -o extraterrestre- llega a leer este Post.

Y nos dejó caer Aurea -también- una máxima que le acompaña: “madurar y aprender día a día de tus iguales”.

Elogió entonces a aquellos ‘PNN’ (pe-ene-ene; profesor no numerario. Esta información también es para los de la LOGSE y posteriores) “que supieron leer la necesidad de la juventud de cambiar un país” y es consciente Aurea de que “algo histórico estaba pasando y éramos los protagonistas”. Claro que, a quien no haya corrido ante los grises, aún si venir a cuento, esto que le cuento le sonará a cuento.

En Madrid, la gran pasión de Aurea, el dibujo, tuvo compensación en el Círculo de Bellas Artes donde algunos de los ‘sucedidos’, las anécdotas relatadas, quedan entre los posos del café que nos tomamos.

Tras la Universidad, entró en tierras burgalesas y: “he sido constructora; he tenido ladrillos entre mis manos”. Pero es más interesante construir el edificio cultural de los jóvenes.

Y en esas que con su marido llega de vacaciones a la Residencia del Banco de Bilbao en Villajoyosa y el sol del Mediterráneo obra el milagro en el año 78. Casi se justifica diciéndonos que “el carácter humano no es indiferente al clima”. ¡Cielos!, el determinismo geográfico … Ratzel, Haushofer, Huntington, Ellen Churchill Semple…


El caso es que, durante esas vacaciones, “una tarde, tomando un café en la plaza del Ayuntamiento de Altea, vi un autobús del Colegio Lope de Vega dejando niños y me animé a pedir una cita con don Juan”. Dos meses después le llegó la carta de contratación. Y desde el año 1979 el Colegio Lope de Vega ha formado parte de su vida.

Don Juan, nos cuenta, tuvo visión internacional y multicultural para un proyecto que diera servicio a la nueva sociedad otorgando a la formación competencia y conocimientos”.

Hablamos; es un decir. Aurea González nos dio una lección magistral sobre las argumentaciones de la Educación que me hubiera venido muy bien cuando preparaba yo mi PD: que si el transmisionismo conductista, el constructivismo y el aprendizaje significativo aderezado con la mediación educativa. Total. Estoy por tirar de archivo y repasar todo aquello que la realidad del mundo docente me animó a profundizar.

Nos dijo, creo detectar que fue en plan reproche, aquello de que “nos educaron en lo memorístico”. ¡Y a mí que me encanta no recordar nada de la lista de los Reyes godos, pero sí la mitad, aún, de aquella tabla de logaritmos neperianos; y de las constantes; senos, cosenos, tangentes, etc.! Incluso las fórmulas más recurrentes, para lo que aún hoy mi sobrina-nieta considera imprescindible recurrir a Wiki-tío; yo. Y ganas tengo de que pase el Álgebra y llegue al Cálculo y a las ecuaciones diferenciales.

Con “la inteligencia es la capacidad de aprender de la experiencia” nos volvimos a situar en la épica del Lope de Vega.

Y Aurea sabe colocar sus mensajes: “Si no voy al Lope de Vega me estoy perdiendo una oportunidad para la vida”. Y dice esto cuando relata que están certificados (primer centro en España) en el Programa de Enseñanza del pensamiento Crítico y Creativo con el mismísimo Dr. Robert Swartz, Director del National Center for Teaching Thinking de Boston, Massachusetts, a la cabeza.

Y luego nos metimos en lo de las inteligencias múltiples (Howard Gardner dixit) para llegar a sentenciar que “este país cambiará cuando la enseñanza pública sea de la máxima calidad” y olvidemos que “llevamos al alumno a la competición cuando el mundo va hacia la cooperación”.

Nos metimos en harina y repasamos las cuestiones del compromiso social del centro, de las leyes de educación, de la necesidad de un pacto -pero, sobre todo, un compromiso- por la Educación, de la religión, de la actividad, de la tecnología, de la inteligencia artificial, de las redes sociales y su disección, de las afecciones sobre la gente joven en formación.

El niño, nos dijo Aurea González con sonora autoridad, es la tierra más fértil para que crezca cualquier cosa”, con lo que nos alertaba de todo y por todo.
Aurea Gozález, con Manuel Catalán, en Los cafés del Meliá. Fotos: Mario Ayús


Y con eso nos quedamos, con el convencimiento de la bondad de la idea que dibujó y puso en marcha otra gran mente de Benidorm, en modo alguno visionario (porque eso es sólo de quienes ven visiones) y sí comprometido con el futuro de las nuevas generaciones. La idea de don Juan Fuster Zaragoza, la retomó su hijo Vicente y ya hay tercera generación implicada en el futuro. Y una directora, Aurea González, que tuvo a bien tomarse un café con nosotros y con la que mantuvimos alerta el sentido, sin la necesidad de la cafeína salvadora muchas tardes, y conocimos más y mejor un proyecto de Benidorm por el que quien más y quien menos, en diferentes grados de personalismo, ha pasado por él, o lo han hecho los suyos.


2 jun 2018

DE LAS CRÓNICAS DE UN PUEBLO QUE FUE: BENIDORM




Esta vez no pasó a tomar café con nosotros; que fuimos nosotros a la huerta de Benidorm (l’horta), a la finca La Era, a tomar café, tras un arroz de maestro, con Jaime Climent, Jaume La Era, un tertuliano que nos tiene un poco abandonados pero que desde la web nos sigue.
Tiene Jaume, a la vera del Canal Bajo del Algar y dentro del término Municipal de Benidorm, una finca tradicional y una buena casa fruto de sus orígenes y de su esfuerzo por mantener la esencia de aquel Benidorm donde nació y con el que, a la par, ha ido creciendo. Es casi un museo etnográfico que él gusta de mantener y a muy pocos enseña. 
El viejo molino de maquila para moler el grano con que alimenta a sus gallinas; la vieja almazara que le produce su medio centenar de botellas de su propio aceite; los bancales que acogen cítricos al capricho (naranjos y limoneros) para autoconsumo; los otros que albergan árboles de nísperos y aguacates; algún almendro y algarrobo que junto a unos pocos olivos ponen esencia mediterránea; el cornijal que alberga las colmenas que le dan su buena miel y donde a él le gusta explicar cómo les va el tom-tom a las abejas; la burra Kika, que parece más cánido que los cuatro perros que allí deambulan; y l’arbre tonto. Sí, Jaime tiene un árbol tonto; pero eso lo explica él, con tal nivel de conocimiento, como explica lo de las abejas en su blog apisjaime, que reconozco, no estoy a su altura. La próxima vez.
Aquella mañana nos había citado Jaime en su casa, frente al manto verde que hasta Sierra Helada se extiende mientras deja un trozo de azul mediterráneo que queda a la izquierda, camino de Altea. No era difícil llegar, pero los tertulianos y el GPS están peleados; no como las abejas. En su descarga diré que los caminos de l’horta de Benidorm son intrincados y entran en vericuetos, pero son disfrutables. Como lo es el Azagador de… Vamos, cualquier azagador: lugar por donde los animales van azagados; uno detrás de otro. Fascinante. Ahora podemos ir en coche (o en moto) por un azagador, pero ya es de doble dirección y está asfaltado. Maravilloso conservar la toponimia.

Total: que con casi una hora de retraso sobre la hora H estábamos ya todos, el día D, para girar visita a la Finca La Era donde las explicaciones de Jaime, llenas de sabiduría y nostalgia, llenaron la mañana y abrieron las ganas de disfrutar de un magnífico embutido de la montaña a la brasa y de un arroz que el cuiner Jaime Pastor bordó al punto. Obviamente le echamos al cuerpo varias cajitas de Señorío de Benidorm: yo soy de tinto, pero como aparecieron por allí tertulianos delicados hubo blanco y rosado, con tintes ecológicos y varios premios, que nos llevaron en volandas hasta el postre final.
Y entonces, al llegar a ese momento, Jaume Climent tiró de explicación y nos llevó al mundo caribeño estrujando caña de azúcar en una especie de trapiche que generaba abundante cantidad de ese jugo dulzón de verde tonalidad que oscurecíamos a base de ron Fidel, en honor -dijo alguno- del Comandante, y que ninguno aguó. Vamos, que le dimos al guarapo cubano, pero a nuestro modo. Nadie lo rebajó en agua y le metimos ron por un tubo.

A partir de ahí, entramos en tertulia. Había café, pero queríamos ver el culo a las botellas de ron, lo que a alguno le pasó factura, guarapo viene, guarapo va.  

Ni que decir tiene que tuvimos overbooking tertuliano y que en esta ocasión nos acompañaron como despedida Antonio y Maricarmen antes de integrarse en nueva aventura profesional en la Costa del Sol. El Meliá Benidorm ha cambiado de director. La tertulia sigue allí, pero esta ocasión nos metimos de lleno en l’horta de Benidorm con Jaume Climent.

Es que, por allí, desde el siglo X por lo menos, la tierra de l’horta se dejaba cultivar y había la suficiente cantidad de agua para ello. Ahí comenzó ese Benidorm agrícola que en “Así será Benidorm”, la propuesta del 55, hablaba de 3.000 hectáreas en producción. Menos mal que la realidad es tozuda, se apostó por el turismo y gentes como Jaume Climent mantienen activa un horta que está protegida desde aquel Plan General del 56 para recordar, más allá de las reseñas de Cavanilles y los estudios de Quereda; y de los libros de Historia.

Y, claro, hablamos de aquellos años de la década de los 50. De cuando el padre de Jaime tenía sus cultivos y su era (de ahí viene lo de Era Park, la consecuencia evolutiva de hotel La Era que empezó con 12 habitaciones, y la finca). De cuando Jaime se metió a taxista, el tercer taxi que hubo en Benidorm; de su dominio del inglés y de que desde el primer día tuvo ese plus de actividad que le permitió plantearse, con sus ahorros, la iniciativa de aquel primer Hotel La Era. De la llegada de los primeros operadores turísticos británicos y de las propuestas para ampliar el primitivo hotel. De su implicación en el desarrollo y evolución de Benidorm, de su paso por el Ayuntamiento y las cuestiones de promoción. De la aventura del turismo.
Sección de tertulianos rodeando a Jaime, en su finca. Fotos: M. Ayús
Tiene tantos y tantos recuerdos a flor de piel, tantas vivencias que narrar, tantas historias que contar, que necesitaríamos de toda una semana de tertuliar para hacernos una idea de lo intenso de las vidas de los pioneros del desarrollo turístico de Benidorm. Sí, Pedro, don Pedro, puso en marcha un proceso que se hizo realidad porque contó con muchos que como Jaime se imbricaron en la propuesta y la materializaron.

Disfrutamos esta tertulia al aire libre (donde pudimos fumar) y reencontrarnos con tertulianos que no suelen ser habituales. Volvió Juan José Campus; volvió Humberto Armas. La llamada a la tertulia de Jaime animó a los tertulianos y nos quedamos pendientes de una nueva convocatoria para probar la pitahaya (fruta del dragón), que también tiene su historia en la finca de Jaume y quedamos con él para que nos la contara con más detalle.

Y la historia de l’arbre tonto, que si bien algunos sabemos debe ser su dictado el que dibuje la historia. Así pues, volveremos a la Era y al relato de Jaume Climent.