29 mar 2022

¿BELICOSOS?, MUCHO. ¿ANTIBÉLICOS?, MÁS (y II)

 

Y seguimos en donde lo dejamos ayer, Y así, de repente -bueno, no tanto- estalla La Gloriosa[1] (1868) que resultó de la conjunción de tres crisis: malas cosechas de trigo (agraria) y de algodón (industrial) y ausencia de rentabilidad en las líneas de ferrocarril (industrial). Y luego estarían Prim, Topete y Serrano… ¡Viva España con honra! Y el pueblo llano, ya que había barra libre, pidió desde educación universal y gratuita a la abolición de las quintas; con el mismo resultado.

La Gloriosa (1868) triunfó, pero el Sexenio democrático (1868-1874) decepcionó a todos: ni campo, ni industria, ni talleres; ni se abolieron las quintas, ni se repartieron tierras, ni se dio libertad de asociación, ni solución al de la educación. El problema social se agudizó porque muchos jornaleros y obreros no volvían de los frentes (ni de la península -Guerras carlistas entre 1833 y 1876-, ni de América y Filipinas); y de los que volvían, un alto número lo hacían mutilados o enfermos de por vida: un desastre.


Y para agravar la situación, desde 1878, el Ejército se convirtió en el órgano represor del Estado contra las reivindicaciones de las clases más desfavorecidas, aunque al estallar (1893) una guerra en el norte de África[2] las tropas dejaron de reprimir y marcharon a combatir. Y lejos de disminuir, esta escalada bélica fomentó el sentimiento antimilitarista; que, en realidad, era, centremos el tiro, contra la aristocracia castrense representada por una vieja y anquilosada oficialidad.

Es que la cosa se iba complicando conforme avanzaba el XIX por la migración del campesinado hacia las ciudades, donde había una tenue industrialización y ya estaban las organizaciones obreras movilizándose. Y la prensa entró en juego y colocó en el escenario a socialistas y comunistas, que abanderaron la supresión de las quintas: los jornaleros y obreros, en vez de cultivar las tierras y trabajar en los talleres, morían en islas caribeñas o del lejano Pacífico de las que casi nunca habían oído hablar.

Sí, porque fue zanjar -momentáneamente- lo de África y va y estalla en Cuba su Guerra de la Independencia[3] (24.02.1895-12.08.1898; aunque llevábamos 30 años de escaramuzas -incluida la Guerra de los Diez Años, 1868-1878- y esta era la 3ª guerra) a la que enviamos desde la península -¡ojo al dato!- más de 200.000 soldados; el segundo mayor desplazamiento militar de la historia, sólo por detrás del efectuado por Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial[4] y casi medio siglo antes y por un país que estaba en demolición. Un desastre en vidas humanas: sesenta mil españoles muertos… de los que poco más de 9.000 murieron en combate o por heridas de guerra. Más de 50.000 lo hicieron a causa de enfermedades contraídas[5]. El miedo a morir del vómito[6] en la trocha[7], antes que en combate, creó una corriente de jóvenes españoles, de las clases más desfavorecidas, que clandestinamente pasaban a Portugal o Francia huyendo de la recluta.

El héroe de Cascorro[8], Eloy Gonzalo, fue niño de la inclusa[9] con una juventud de esfuerzo sin igual. Y murió en el hospital de Matanzas, de enterocolitis ulcerosa gangrenosa[10] sin disfrutar de su medalla pensionada, ni de su grado militar honorífico; como tantos otros. Regresaron de Cuba unos 150.000 y casi todos a una vida miserable que también es Generación de 1898; no solo fue literatura[11].

Y no he mentado la Guerra en Filipinas (1896-1898) para la que movilizamos la décima parte de las tropas enviadas a Cuba: del orden de 30.000 soldados. Y también se metieron al final los EE.UU., que les estaban ayudando en la guerra, y los filipinos libraron también su guerra contra ellos entre 1899 y 1902. Allí escribimos esa página increíble del sitio de Baler[12].

En fin, historias de penurias y explosión de patriotismo -o pura supervivencia- cuando no queda otra

Los españoles, con todo esto gravitando sobre ellos, siguieron evolucionando hacia el antimilitarismo y el antibelicismo rumiando situaciones vividas y procurando que huir de la recluta. Y nos metimos en el siglo XX aumentando, año a año, el número de prófugos[13]; jóvenes que huían del pueblo a la menor noticia de recluta de soldados. Lo del Ejército estaba muy mal visto.

La prensa satírica entró en acción y por una viñeta de 1905, que hoy nos parece ridícula, unos militares asaltaron la sede de una publicación humorística catalana[14] y el Gobierno, lejos de castigar a los militares, los apoyó y promulgó la ley de Jurisdicciones[15] que venía a apostar por un Ejército, con excedentes de oficiales y mandos, frente a la sociedad civil.

Y, en aquellos años primeros del XX, a falta de conflictos militares y territorios de ultramar en qué morir, se destinó a las tropas a tareas de seguridad ciudadana: la sociedad sólo percibía la acción opresora y la necesidad de reemplazos. Los jóvenes varones en edad militar vivían bajo la espada de Damocles del sorteo de quintos o la movilización de reservistas. Y hacía nada (1998) habían regresado de los frentes de ultramar y comenzado una “nueva” vida.

Al poco, un nuevo estallido militar. Esta vez en Marruecos…- y nos pasamos 16 años (1911-1927) poniendo soldados de reemplazo en el norte de África, movilizanso hasta medio millón[16] de soldados en ese periodo (manteniendo siempre un contingente militar de 125.000 en activos). La Campaña de Marruecos registró más de 26.000 muertos españoles[17]. A Francia, nuestro aliado en aquel conflicto, le fue peor en lo castrense -movilizó 60.000 hombres y superó los 27.000 muertos- y mejor en los social, donde el malestar no llegó al nivel de disturbio y algarada.

Un punto de inflexión se produjo tras el desastre del Barranco del Lobo[18] (1909); ya no distinguimos en la recluta de españoles –“todos los ciudadanos útiles”-, aunque las clases privilegiadas no tuvieron los mismos destinos de armas y unidades que la leva en la clase obrera. Se eliminaron redención y sustitución, aunque pagando un dinero, en concepto de impuesto -ante una ‘causa legal’- se acortaba el servicio. Así que, dos siglos después de que lo planteara Felipe V y casi un siglo después de que lo hicieran las Cortes de Cádiz, por fin, todos los españoles eran iguales ante el servicio de armas: ningún español podía ser excluido del servicio militar. En teoría, el agravio comparativo de cuna y cartera quedaba anulado.

Y como cuando estalló la IGM nosotros estábamos desangrándonos en África; se entendió nuestra neutralidad. Con ella, nuestra economía creció (los demás estaban a tiros) hasta el momento del armisticio (noviembre de 1918) en que comenzó a caer en picado y complicarnos la vida en los llamados ‘felices 20’: inflación, paro, huelgas e inestabilidad para llegar (1923) a una dictadura militar que se propuso como objetivo revitalizar el concepto de patria, lo que acrecentó aún más el ya histórico divorcio entre pueblo y Ejército. Por entonces y para paliar el problema social de la recluta y conseguir un ejército profesional y operativo al comandante de Infantería José Millán-Astray se la aprueba la idea de una unidad profesional de voluntarios: la Legión Española[19] para combatir en África.

A la dictadura de Primo de Rivera le siguió la dictablanda del general Berenguer y llegó la República, que en la Constitución de 1931 hace constar que “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional” y a través del Decreto relativo a la promesa de fidelidad a la República por el Ejército, del 22 de abril de 1931, se señala que “El Ejército es la nación organizada para su propia defensa”. Pero, papel mojado. La propia República siguió utilizando al Ejército como órgano de represión, manteniendo el desafecto de las clases humildes que siempre eran la base de la recluta. Antibelicismo y antimilitarismo seguían campando en la España secular.

Y estalló el problema de las dos España y llegó la guerra civil con diverso enfoque respecto al Ejército en ambos bandos; pero no entraremos en detalle.

Tras ella, el Ejército despertó recelos en la ‘nueva’ España por posiciones de privilegio. Y aunque el desarrollismo marginó las fuerzas armadas, el antimilitarismo y el antibelicismo estaba ya impreso sobre la dermis de la vieja piel de toro, y afloró, especialmente, en la Universidad. Surgió la objeción de conciencia -con los Testigos de Jehová, 1965[20]- y creció la insumisión[21].

En esas, en diciembre de 1986, la Revista Española de Investigaciones Sociológicas[22] (REIS) publicó un estudio sobre los jóvenes y las Fuerzas Armadas en el que el 40% de los encuestados declaró no estar dispuesto a defender a España si fuese objeto de una agresión armada; el 49%, se mostraba partidario de un ejército totalmente profesional; el 25% de un sistema mixto, y el 85%, consideraba perjudicial el servicio militar. En la última década del siglo XX había rechazo al uniforme militar.

Al comenzar el siglo XXI, 2001, se tomó la decisión de suspender el servicio militar obligatorio: Real Decreto 247/2001, de 9 de marzo, por el que se adelanta la suspensión de la prestación del servicio militar, en BOE n.º 60/2001.

Hoy, felizmente, hablamos de la profesión militar y en el Ejército español es profesional; una institución integradora donde casi el 13% son mujeres.

En 2019 el Ministerio de Defensa publicó un informe de referencia del Observatorio Sociológico sobre las actividades, planes y programas del Plan de Cultura y Conciencia de Defensa: el 52,2% de los encuestados tiene una opinión buena o muy buena de las Fuerzas Armadas españolas, frente al 15,4% que la tiene mala o muy mala. Llama la atención que los jóvenes son los que peor perciben a las Fuerzas Armadas. La educación, o mejor dicho la falta de educación de Defensa en el currículum escolar es culpable de esta desafección.

Los españoles mayoritariamente ya no cuestionan la existencia de los ejércitos, ya que para el 64,1% son muy o bastante necesarios. Por el contrario, para únicamente el 14,2% son poco o nada necesarios.

En los días previos a la invasión rusa, el Instituto Elcano[23] encuestó a los españoles; el 80% apoya nuestra integración en la OTAN. Este porcentaje ha crecido de modo notorio desde el referéndum de marzo de 1986, en el que la adhesión a la Alianza Atlántica obtuvo el 57% de respaldo.

Esto ha cambiado, pero no sé yo…

 




[1] La Revolución de Septiembre de 1968, fue una sublevación militar con elementos civiles que supuso el destronamiento y exilio de la reina Isabel II y el inicio del período denominado Sexenio Democrático (1868-1874) que finaliza con la I República española (1873-74) cuando el pronunciamiento de Martínez Campos da lugar a la restauración borbónica-

[2] Por la construcción de un puesto avanzado cerca de la tumba de un santón musulmán se desata un incidente a resultas del cual un disparo de artillería destruye una mezquita. El sultán Hasan I no consigue controlar a sus súbditos, se predica la yihad y de todo Marruecos llegan hombres a sumarse a las kábilas rifeñas. Es la llamada Guerra de Margallo (del 3 de octubre de 1893 al 25 de abril de 1894)

[3] Tras lo del USS Maine, Guerra Hispanoamericana con los EEUU; al final por el Tratado de París (10.12.1898), renunciamos a  renunciar a Cuba, Puerto Rico, Filipinas y Guam a cambio de 20 millones de dólares.

[4] Sánchez Abadía, Silvia: “Olvidos de una guerra: el coste humano y económico de la independencia cubana”,  Revista de Indias, n.º 221 (2001) y https://www.abc.es/historia/abci-mando-espana-morir-inutilmente-ejercito-guerra-cuba-herida-todavia-abierta-1898-202102160112_noticia.html

[5] Malaria, fiebre amarilla, tuberculosis, neumonía y, especialmente, disentería.

[6] La fiebre amarilla o vómito negro es una enfermedad aguda e infecciosa causada por la picadura del mosquito Aedes aegypti. Se manifiesta con hemorragias nasales, ictericia, insuficiencias hepática y renal y bradicardia. Al final, fallo orgánico múltiple y deshidratación

[7] Línea militar, sucesión de trincheras y blocaos, para impedir el paso de las partidas insurrectas

[9] Las inclusas, casas de expósitos o casas-cuna, eran establecimientos de beneficencia en que se acogía, albergaba y criaba a los niños abandonados en las puertas de este tipo de instituciones o repudiados por sus progenitores, con el objeto de salvar la vida de estos niños y disminuir el impacto del infanticidio debido a la pobreza u otras causas.

[11] Escritores, ensayistas y poetas españoles que se vieron profundamente afectados por la crisis moral, política y social desencadenada en España por la derrota militar en la guerra hispano-estadounidense y la consiguiente pérdida de Puerto Rico, Guam, Cuba y Filipinas en 1898. Distinguieron entre una España real miserable y otra España oficial falsa y aparente. Su preocupación por la identidad de lo español está en el origen del llamado debate sobre el ser de España, que continuó aún en las siguientes generaciones. La interpretación negativa de la rebeldía noventayochesca se une a una fundamentación ideológica: el espíritu finisecular de protesta responde al sarampión juvenil de un sector de la pequeña burguesía intelectual, condenado a refluir en una actitud espiritualista y equívoca, nacionalista y antiprogresiva.

[12] Asedio al que fue sometido un destacamento español por parte de los filipinos insurrectos en la iglesia del pueblo de Baler, en la isla filipina de Luzón, durante 337 días. Los sitiados en Baler son conocidos como los últimos de Filipinas

[13] mozos que dejaban de alistarse en los ayuntamientos cuando les correspondía incorporarse al servicio militar

[14] Revista Satírica catalanista ¡Cu-Cut! y el diario La Veu de Cataluña, próximos a la Lliga Regionalista de Cambó y Prat de la Riva

[15] Ley para la represión de los delitos contra la Patria y el Ejército; vigente hasta 1931

[16] casi 350.000 españoles que embarcaron en 1912, seguidos por otros 150.000 hasta 1930: la mayoría de los soldados provenían de las cuatro provincias gallegas, seguidas de cerca por Canarias, León, Almería y Alicante.

[17] Coplillas: Melilla ya no es Melilla, que Melilla es un matadero a donde van los españoles a morir como corderos. Pobrecitas madres, cuanto llorarán, al saber que sus hijos ya no volverán

[18] 27 de julio de 1909; las tropas españolas fueron derrotadas por los rifeños en el barranco del Lobo, en las estribaciones del monte Gurugú. Murieron 153 militares (17 jefes y oficiales y 136 hombres de tropa), resultando heridos otros 599 (35 jefes y oficiales y 564 hombres de tropa). El desastre del Barranco del Lobo ha sido considerado, junto con el de Annual en 1921, como una de las más sangrientas derrotas sufridas por el ejército español en las guerras coloniales sostenidas en el norte de África. Sin embargo, a pesar de las pérdidas de vidas, se consiguen los objetivos marcados y se rechazó al enemigo. Los restos mortales recuperados de los fallecidos se encuentran en el Panteón de los Héroes del Cementerio Municipal de la Purísima Concepción de Melilla

[19] Se considera que el 20 de septiembre de 1920 se funda el Tercio de Extranjeros buscando soldados profesionales, evitando los de reemplazo que tantos disturbios causaban en su recluta y movilización. En realidad, la Legión fue creada mediante el Real Decreto del 28 de enero de 1920, por el ministro de la Guerra José Villalba Riquelme, con el nombre de Tercio de Extranjeros. El objetivo era hacer frente, como ya había hecho Francia, a la dureza de los combates en la Guerra del Rif (Marruecos), para los que no estaban preparadas las tropas de reemplazo, así como reducir el clamor popular por las bajas recibidas. El alistamiento del primer legionario, un hombre de treinta años llamado Marcelo Villeval Gaitán,  se produjo el 20 de septiembre de 1920.

[20] El no querer vestir el uniforme en los CIR era falta leve; al acumular faltas leves se llegaba a las graves y así hasta la prisión militar. El Real Decreto-Ley de Amnistía de julio de 1976 resolvió la situación de 118 testigos de Jehová internados en prisiones militares, al haber ido creciendo sus condenas en base a reiteradas reincidencias, calificadas ya como delitos, y les declaró exentos del servicio militar.

[21] Acción de oponerse a prestar servicio militar alegando motivos éticos, morales, humanistas, filosóficos, e incluso políticos, todos ellos reconocidos desde 1967 por el Consejo de Europa. La Ley de Amnistía puso en libertad a los 318 insumisos que se habían negado a acogerse a la norma. La Constitución de 1978 reconoció el derecho a la objeción de conciencia sin limitación alguna. El Proyecto de Ley para regularla en toda su amplitud no se aprobaría hasta 1984

[22] La Revista Española de Investigaciones Sociológicas (REIS) es una publicación trimestral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), siendo parte fundamental de su actividad editorial. Comenzó a editarse en 1978, y su objeto es procurar la difusión de estudios de naturaleza académica que contribuyan al mejor conocimiento de la sociedad española. Por su trayectoria histórica y el alto nivel de calidad exigido a las contribuciones se ha convertido en una revista de referencia para cualquier estudioso o investigador de las Ciencias Sociales

[23] El Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos es un centro de pensamiento y laboratorio de ideas creado en 2001 en España, cuyo objetivo, según sus estatutos, es analizar la política internacional desde una perspectiva española, europea y global, además de servir como foro de diálogo y discusión. Es un think-tank español líder en estudios internacionales y estratégicos, y un centro de pensamiento de referencia en Europa y en el mundo.

28 mar 2022

¿BELICOSOS?, MUCHO. ¿ANTIBÉLICOS?, MÁS (I)

  

Por edad, yo viví una época en la que lo de los quintos[1] venía a ser una fiesta. Ibas al Ayuntamiento, te tallaban; al año siguiente te sorteaban en la Caja de Reclutas… Pero no siempre fue así.

Y es que las relaciones entre los españoles y la milicia han sido siempre bastante problemáticas, a pesar del belicoso pasado que arrastramos. Nos cuesta arrancar. Y luego, cuando estamos en el lío, nos salen de golpe el Viriato, el don Pelayo y el Gran Capitán… o el Vellido Dolfos… que todos llevamos dentro.

Si no es por no ir; si hay que ir se va, pero ir pa ná

En España, ya saben, o eres de un bando o de otro: del Real Madrid o del Barça, de cerveza o de vino, fachas o progres (que en el XIX íbamos de liberales 0 serviles absolutistas)... No tenemos remedio. Somos banderizos: siempre hay, al menos, dos bandos. Y, por ende, dos Españas

Por haber, hay quien sostiene que, en esto de la guerra, lo del militarismo y antimilitarismo -dos bandos- es ‘moderno’. Dicen que esto se debe, entre otras cosas, a que desde la Guerra del francés (1808-1812) -que por hacer patria hemos llamado de ‘la Independencia’- no nos ha invadido nadie; vamos que no hemos tenido que pelear contra nadie (de fuera) y no hemos forjado esa identidad. Eso sí, desde entonces nos hemos dedicado a pegarnos entre nosotros mismos; que para eso somos únicos.

Y, claro está, le endilgan la culpa de este rencor al servicio militar obligatorio[2].

De siempre, cuando alguien te ataca en lo tuyo te sale de dentro la conciencia de unidad, consustancial con el terruño y tus vecinos, que, a fin de cuentas, es la patria[3]; y lo que te sale de dentro se suele llamar patriotismo[4].

El patriotismo no es una noción teórica; es un sentimiento que se tiene o no se tiene. Claro que, para tenerlo, hay que inculcarlo, cultivarlo y sostenerlo con mimo. El sentimiento es el hecho o efecto de sentir o sentirse; es una emoción.

Imaginario actual: Ucrania.

Ahora mismo, la dualidad -los dos bandos- está entre los que consideran que se ha de apoyar militarmente (envío de armas al menos) a Ucrania y los que ya van servidos con lo de enviarles chalecos y agua embotellada, más en sintonía con el agresor y quien manda en Rusia.

No sé si recuerdan (la fecha seguro que no) que desde el 30 de mayo de 1982 España está en la OTAN. Desde mediados de 1978 fue el tema de contraposición de las dos España. Por si tampoco recuerda, les cuento que hasta hubo un referéndum[5] -una vez dentro de la OTAN; que para eso somos españoles- para que el pueblo español se pronunciara sobre el paso a dar (ya dado) y que tenía de cartel publicitario “OTAN: de entrada, no” que semánticamente se las trae. Y, luego, la anécdota-chascarrillo del reportero y la señora: “a la OTAN, no; ¿y a la NATO? A la NATO, sí, claro”. ¡País!

España, habrá que recordar, estaba vinculada a la OTAN desde 1953 (con lo de las bases americanas) y ahí estábamos, como queriendo entrar. En 1975, con Franco más p’allá que p’acá, nos dijeron que no nos admitían, pero fue entrar Tejero pistola en mano en el Congreso (1981)[6] y abrírsenos las puertas de par en par; estaba la UCD en el poder y Leopoldo Calvo Sotelo de presidente. Pero, en seguida cambian las tornas; llegó el PSOE al poder y Felipe González se puso a lidiar el morlaco de estar en la OTAN ante una militancia socialista que se venía manifestado en Rota y Torrejón -hasta en Guardamar, que solo había y hay una antena- contra los yanquis y sus bases, que estaban para la OTAN. Aquí, en la vieja piel de toro, siempre OTAN y bases de utilización conjunta eran lo mismo. Y va FG y suelta aquello de que “por respeto a la opinión pública[7] hay que saber lo que piensan los españoles. Y lo supimos.

El objetivo español de aquellos días mediados los ochenta era estar en el “Mercado Común Europeo” (la CEE, hoy UE). Y como el 12 de junio de 1985 lo habíamos conseguido, entonces la cosa estaba en como seguir en la OTAN -que tenía como enemigo a la URSS- y no romper con siglo y tres cuartos de antibelicismo/antimilitarismo.

En el seno del PSOE sufrían un sarpullido doloroso e irritante por lo de la estructura militar de la OTAN. Y, al mismo tiempo, el Gobierno estaba en la necesidad de seguir en la OTAN. Uf; salió un Sí. Felipe había anunciado que dimitiría[8] si salía el No; y el ministro Morán (aquel de “Sr. Morán, suba a la primera planta; Sr. Morán, bájese del ficus”), que lo era de Exteriores, escéptico a la OTAN, dimitió el 6 de julio de 1985[9]. Que la cosa estaba dura. El cantante Lluís Llach[10] demandó a González por incumplimiento de promesas electorales. El juez no le dio la razón porque no había legislación aplicable, pero reconoció la necesidad de los ciudadanos de controlar las promesas electorales e hizo una excepción al no condenar a Llach al pago de las costas del proceso[11].



Aquí, en la vieja piel de toro, en muchos ambientes, OTAN era igual a yankis y, tópico, yanques go home. Es que lo de los americanos y las bases, pasado el momento de la leche en polvo[12], dividía a la opinión pública. Según el Instituto de Opinión Pública[13] (IOP), los españoles ya por 1969 no estábamos por la labor: 31% a favor y 40% en contra. Me acabo de enterar. En 1974 la cosa estaba en 16-48… y en mi ambiente tengo dos amigas casadas con (hoy) exmilitares USA entonces en Torrejón y Rota. En la universidad ya me caí de un guindo, al que nunca subo; aunque sigo sin entenderlo. A mí me caen mal otros; pero esto no va de mí.

Estando ya en la OTAN (recuerden: 30 de mayo de 1982) no parecía pertinente continuar oficialmente con la preguntita de marras y el IOP la cambió en 1986 por un ¿quién nos gusta más, EE.UU. o la URSS? Y nos decantamos por los yankis 40-13. Menos mal. Eso sí, el número de tibios o indecisos en España siempre ha sido amplio; que es otro factor patrio al nivel de equiparar siempre la OTAN con los EE.UU.; que, insisto, esa es otra. Las encuestas de los años ochenta llegaron a preguntar si Alianza Atlántica y OTAN eran lo mismo… y un 42% de españolitos de a pie no lo sabía.

¡País!

Y ya que estoy echando la vista atrás en esto de las raíces antimilitaristas del ADÑ me voy a ir hasta 1808; de cuando la última vez que nos invadieron. Porque lo de los maquis eran españoles y esa es otra efímera historia[14].

En 1808 no se me crean ustedes que, con los gabachos por aquí y los mamelucos[15] cargando, a la llamada de los alcaldes de Móstoles[16] a tomar las armas contra el invasor fuimos a la carrera. No. Sólo cuando hubo que dar el callo, los voluntarios se dejaron sentir. Pero con parsimonia. Los de Móstoles firmaron aquello de “… somos españoles y es necesario que muramos por el rey y por la patria, armándonos contra unos pérfidos... … no hay fuerza que prevalezca contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son”. Leales y valientes se nos supone; pero lo de morir por el rey o por quien sea… ¡llegado el caso!

En fin, que, a partir de ahí, en guerra, se reclutó a españoles de todo rango, incluso nobles, hidalgos y clérigos (excepto sacerdotes) de entre 16 y 40 años para el servicio de armas. Hubo quien se libró, porque el librarse de la recluta estaba reconocido previamente. Lo que sí hizo la recluta de 1800 fue reducir las posibilidades de hacerlo. En las Cortes de Cádiz la redención en metálico[17] se estableció en 15.000 reales[18], con lo que pagaban el pato las clases más desfavorecidas. Así que, por mucho patriotismo que hubiera, el sentimiento contra la recluta, al menos, iba prendiendo.

Y los estallidos sociales ante el desbarajuste familiar y social que provocaba ser llamado a filas -y palmarla o volver tullido- eran diarios y por toda aquella España de la primera mitad del XIX; hasta bien entrado el siglo XX. El hecho de ser llamado a filas ya fuese en periodos de paz o de guerra, suponía un enorme contratiempo para el mozo y su entorno. El servicio militar no sólo exponía al afectado a probables riesgos físicos, sino que dejaba a la mayor parte de las familias en una situación muy precaria. La ausencia por tres o cuatro largos años, de aquellos que estaban en la mejor disposición de aportar ingresos a las pobres economías domésticas, provocaba el rechazo mayoritario de la población al reclutamiento.

No olvidemos que a los líos domésticos en la vieja piel de toro uníamos los de ultramar, con lo que voluntarios para completar las plantillas de todas las unidades militares no se conseguían todos los días. Así que, tocaba llamar a filas; y siempre les tocaba a los mismos. Y, a todo esto, los catalanes no estaban obligados a recluta del Ejército hasta el cupo de la quinta de 1845… y se armó.

lo de la abolición de las quintas era el pan nuestro de los políticos desde 1833. Con ahínco lo defendió el primer marqués de Molins, Mariano Roca de Togores, en marzo de 1849, advirtiendo que un Ejército sólo con recluta de pobres podría llegar a crear una situación que revirtiera el orden establecido. Nadie le hizo caso al paisano.

Bueno, mañana más. Llegados a mitad del XIX, seguiremos echaremos la vista atrás para saber por qué; pero ya más cercanos en el tiempo.

 

 

 

 Uniformes del Ejército español; finales del XVIII, principios del XIX



[1] En España, se llamaba quintos a los jóvenes que al cumplir la mayoría de edad se iban a hacer el servicio militar obligatorio. El cupo de la quinta arranca con la contribución de sangre u obligación de servicio militar que Juan II de Castilla (1406-1454) impuso durante su reinado, según la cual uno de cada cinco varones debía servir en el ejército. Felipe V (1705) dispuso de un ejército permanente mediante el sistema francés de las quintas que consistía en reclutar mediante sorteo a uno de cada cinco jóvenes en edad militar. En aquel entonces el servicio militar duraba 15 años, el soldado había de tener entre 18 y 40 años, ser católico apostólico romano y medir al menos 1,40 metros. Quedaban excluidos mulatos, gitanos, verdugos y carniceros, según reza en las Reales Ordenanzas que estableció su hijo ya siendo rey Don Carlos III. Las Cortes de Cádiz (1812) permutaron lo de "servir al rey" por "servir a la nación" y entendiendo el Servicio Militar Obligatorio como un deber constitucional. Las Quintas pasan a ser consideradas como el conjunto de mozos nacidos el mismo año que reemplazan a los que finalizan su servicio. Hasta 1878 el servicio militar fue voluntario en Cataluña, Pais Vasco y Navarra; ese año, la I República (1873-74) abolió la obligatoriedad y optó por el voluntariado, estableciendo la edad militar entre 18 a 30 años. Dispuso una ley de movilización de reservistas para caso de guerra. La Constitución de 1876 retomó la obligatoriedad y estableció en 4 años el servicio activo y en otros 4 en la reserva. Creó unas exenciones que permitieron a las clases adineradas librarse del servicio militar mediante el pago de cuotas o mediante un sustituto. Consecuencia de la participación en guerras y que las clases más desfavorecidas integraran el Ejército fueron varios episodios de la Historia de España, como los sucesos de Barcelona (Julio de 1909; la Semana Trágica) protestando por el embarque de tropas de reemplazo para la ‘Guerra de África’. En 1912 se parcheó esta medida a través del soldado de cuota: servicio militar obligatorio con reducción de tiempo en finas mediante un pago. Por ley, el 8 de Agosto de 1940 se estableció un servicio militar sin distinción en la que los mozos de 19 años quedaban afiliados en su ayuntamiento, al año siguiente pasaban a la Caja de Reclutas de su provincia para ser sorteados, estableciéndose un periodo activo de 2 años. Contemplaba exenciones a quien demostrara ser el sustento de su familia (hijos de viuda, padres de familia) y para los estudiantes, mediante prórrogas hasta los 27 años. Se establecieron Milicias Universitarias y escalas de Complemento. En 1968 se estableció el servicio activo en 16 meses para los soldados obligatorios y en 20 meses para los voluntarios: una vez licenciado se pasaba a la reserva hasta cumplir los 49 años. En los años 70 comenzaron los casos de objeción de conciencia (muchas terminaron encarcelados). En 1984 se estableció el Servicio Civil Sustitutorio de 2 años y pase a la reserva hasta cumplir los 34 años. En 1991 se estableció el periodo activo en 9 meses y el pase a la reserva hasta cumplir los 30 años. En 1997 se dio la paradoja de la cifra de insumisos y objetores superaba a la de recluta y el 18 de Mayo de 1999 el gobierno de Partido Popular decretó la suspensión -que no la anulación- del Servicio Militar Obligatorio y de la Prestación Social Sustitutoria.

[2] Con la llegada de los borbones y la necesidad de soldados para el Ejército, en el ámbito de la Guerra de sucesión española (1701-1715), se asentaron en España las bases del reclutamiento. Tras la finalización del conflicto, la falta de tropas se hizo constante para atender todos los frentes en que se posicionaba España, por lo que se optó por la progresiva implantación de métodos de reclutamiento obligatorios, siempre de gran impopularidad. Las levas de vagos y maleantes resultaban poco efectivas. Las milicias provinciales adquirieron un carácter forzoso. El reclutamiento que había sido empleado hasta entonces de forma muy limitada adquirió más importancia ante las necesidades de un ejército permanente. Hubo excepciones territoriales y fórmulas económicas de exención, que favorecían a los pudientes en detrimento de los de las clases más desfavorecidas.

[3] Tierra natal o adoptiva ordenada como nación, a la que se siente ligado el ser humano por vínculos jurídicos, históricos y afectivos. El término latino patria fue rescatado por los humanistas renacentistas y de ellos pasó al lenguaje común. Horacio (I aC) señalaba que “dulce y honorable es morir por la patria”. En el concepto medieval, patria era sinónimo de comarca o de aldea o pueblo natal; Ya en las Partidas (Alfonso X; siglo XIII) entre las obligaciones está morir por la patria. En el mundo del Renacimiento, Sebastián de Covarrubias (1611) define patria como ‘la tierra donde uno ha nacido’. Para el humanista valenciano Juan Luis Vives la patria es “la familia,  sus padres, sus prendas más queridas y su mejor nombre donde se cultivan la justicia, la paz y la concordia”. A principios del XVIII, la encarnación de sus leyes y privilegios privativos, y argumentaron con claridad inusual que la patria debía ser amada por encima del rey y que estaban dispuestos a morir en defensa de la misma, y de la de sus fueros. La Ilustración le da a patria una significación política de enorme trascendencia: “cuerpo de Estado donde, debajo de un gobierno civil, estamos unidos en las mismas leyes”

[4] El patriotismo es un pensamiento que vincula a un individuo con su Patria. Es el sentimiento que tiene un ser humano por la tierra natal o adoptiva a la que se siente ligado por unos determinados valores, afectos, cultura e historia

[5] 12 de marzo de 1986. Participación del 59’2% con 16 millones de votos válidos y 1’1 de votos en blanco y casi 200.000 votos nulos. Salió adelante con el 56’85% de los votos (9 millones), frente al 43’15% (6’9 millones). Muy contestado en Cataluña y País Vasco

[6] Intento fallido de golpe de Estado perpetrado el 23 de febrero de 1981 por algunos mandos militares en España. Los hechos principales sucedieron en las ciudades de Madrid y Valencia. En Madrid, a las 18:23 horas, un numeroso grupo de guardias civiles a cuyo mando se encontraba el teniente coronel Antonio Tejero asaltó el Palacio de las Cortes durante la votación para la investidura del candidato a la Presidencia del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo, hasta entonces vicepresidente segundo del Gobierno y diputado de la Unión de Centro Democrático (UCD). Los diputados y el Gobierno de España al completo fueron secuestrados en su interior. La ciudad de Valencia fue ocupada militarmente, en virtud del estado de excepción proclamado por el teniente general Jaime Milans del Bosch, capitán general de la III región militar. Dos mil hombres y cincuenta carros de combate fueron desplegados en las calles de la ciudad. A la una de la madrugada del 24 de febrero, el rey Juan Carlos I, vestido con uniforme de capitán general de los Ejércitos, se dirigió a la nación por televisión para situarse en contra de los golpistas y defender la Constitución española. Poco después, Milans dio la orden de regresar a sus unidades a los contingentes militares que ocupaban Valencia. El secuestro del Congreso terminó a mediodía del día 24.

[8] Andrés Prados, en Historia Crítica de la España Contemporánea; Caligrama, 2019: pág. 213.

[10] Lluís Llach i Grande (Gerona, 7 de mayo de 1948) es un músico y cantautor español de lengua catalana, que perteneció al grupo de Els Setze Jutges y que puede considerarse como uno de los abanderados de la Nova Cançó catalana. Su canción más popular y comprometida ha sido L'Estaca compuesta en el año 1968. En noviembre de 1970, viajó a Cuba y participó en un recital donde criticó la política de Franco. En 1971 se exilió en París, regresando en 1974

[12] Ayuda solicitada a UNICEF que atendió la Ayuda Social Americana (ASA) enviando 300.000 toneladas de leche en polvo (1954-1968) con los que producir 3 millones de litros de leche. Las distribuyó Cáritas.

[13] El Instituto de la Opinión Pública (IOP) fue el organismo público español encargado de la realización de estudios de investigación sociológica. Fue creado en 1963 y existió hasta 1977. Dependía del Ministerio de Información y Turismo. Su sucesor fue el actual Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), adscrito al Ministerio de la Presidencia.

[14] La invasión del Valle de Arán (Operación Reconquista de España) fue un intento de la Unión Nacional Española (UNE), promovida por el Partido Comunista de España, de provocar en octubre de 1944 un levantamiento popular contra la dictadura de Franco, mediante un ataque de un grupo de guerrilleros españoles viejos colaboradores de la Resistencia francesa, sobre el Valle de Arán. El gobierno franquista, previendo una invasión aliada desde Francia, había previsto la defensa de la frontera franco-española, dirigida por los generales José Moscardó y Juan Yagüe, contando con unos 50.000 hombres. El resultado final fue un total fracaso de la operación, que duró menos de una semana; no llegándose nunca a ocupar la capital del valle, Viella, y retirándose a territorio francés los últimos guerrilleros el día 24 de octubre tras enfrentamientos con la Guardia Civil.

[15] Guerreros de razas caucásicas y mongoloide y de origen eslavo, circasiano y, principalmente, turco, islamizados e instruidos militarmente que en el Ejército de Napoleón constituyeron un escuadrón adscrito a los cazadores a caballo de la Guardia Imperial y sirvieron en Bélgica. Tras la batalla de Austerlitz, se convirtieron en un regimiento. Entraron en España en marzo de 1808, llegando a Madrid. Formaron parte de la escolta de honor del Gran Duque de Berg, Joachim Murat, y fueron acuartelados en Carabanchel, donde intervinieron durante el levantamiento del 2 de mayo

[16] El ordinario del Estado Noble, Andrés Torrejón, y el ordinario del Estado General, Simón Hernández; que ambos dos lo firmaron. Fueron detenidos por los hombres de Murat, condenados a pena capital. Pagaron 30.000 ducados y se desentendieron del tema. Los aristócratas Esteban Fernández de León y Juan Pérez de Villamil fueron los instigadores

[17] Figura legal por la que mediante el pago de una determinada cantidad de dinero se podía evitar el cumplimiento del servicio militar

20 mar 2022

DE LO DEL GASTO EN DEFENSA

  

Hoy me explayo sobre el gasto en defensa y la necesidad que tenemos ahora mismo de repensar la estrategia de seguridad en España y Europa.

Me gusta el caqui, ¡qué le vamos a hacer! Y no me refiero a la fruta. Aludo al inespecífico color que surge del hindi[1] (Khaki, polvo) y hace referencia al color final de los uniformes de los soldados coloniales británicos (en India y Afganistán) ensuciados con polvo del terreno (anaranjado amarillento) para camuflase mejor. Y así llegó, coloquialmente, al ámbito de lo militar y hoy, caqui, es ese indefinido color ocre verdoso-amarillo ocráceo que se abre a la mayor variante cromática imaginablemente posible de la indumentaria militar; cosas de la uniformología. De siempre me ha atraído lo castrense.

Y puesta de manifiesto la cuestión, me centro -¡cómo no!- en lo que veo que está pasando en Ucrania, las peticiones de Zelenski, el posicionamiento de la OTAN y lo de la Estrategia de Seguridad de la Unión Europea, que esa es otra, y lo España. Me duele España.

La cosa está más chunga ahora que Putin ya ha llegado a Mariupol[2], a pesar de la resistencia ucraniana. A base de machacar con todo tipo de artillería y poner sobre el terreno más soldados que detrae de los territorios ocupados en Georgia y a los que suma mercenarios de Oriente Próximo y más reservas del lejano Este de Rusia. Con 7.000 soldados rusos muertos[3] y con el triple de heridos, mantener la situación es harto complicada; no avanzan con suficiente celeridad.

Y el caso es que tenemos a todo Occidente en estado de alerta porque Putin está en aquello de sostenella y no enmendalla[4] y con bañitos de masas[5]. Y ahora Europa se me cae de un guindo y ha de redefinir su Estrategia de Seguridad, pues lleva décadas obviando al oso ruso.

La Estrategia Europea de Seguridad se puso en marcha al iniciarse el siglo XXI y en 2009 ya sufrió una revisión, como siempre, buenista. En 2020 se presentaba una reformulación para ¡preservar el modo de vida europeo!para el ámbito 2020-2025, incidiendo en la “lucha contra el terrorismo y la delincuencia organizada, la prevención y la detección de las amenazas híbridas y el incremento de la resiliencia de nuestras infraestructuras críticas a la promoción de la ciberseguridad y el fomento de la investigación y la innovación[6]. Vamos, que Rusia no se contemplaba como problema. La Estrategia 2020-2025 establece los instrumentos y las medidas que debía desarrollar la UE para garantizar la seguridad en nuestro entorno físico y digital. Y quedó hecha trizas desde la madrugada del 24 de febrero de 2022.

Antes y después de esa fecha, la cuestión pasaba y pasa en Europa por sincronizar los procesos de planeamiento militares y las políticas industriales y tecnológicas de los ministerios de Defensa -al alimón- para una defensa proactiva. Vamos, que del terrorismo no pasábamos. Ahora, nuevo escenario a la palestra y a hablar de los presupuestos de defensa.

En la vieja piel de toro no somos ajenos al problema. Ahora bien, los intereses estratégicos españoles pasaban por establecer un perímetro de seguridad en el vecindario sur de la Península Ibérica (incluido el Sahel), preservar una base tecnológica e industrial de defensa competitiva y explotar el potencial español como potencia marítima[7]. Y ahora mismo, un nuevo escenario al Este.

Llevamos tiempo comprometidos con Europa y con el Mundo. En proyección internacional, las Fuerzas Armadas españolas están presentes en 17 misiones en el exterior[8]. Se informa de un número que ronda los 3.000 efectivos (militares y guardias civiles) desplegados en cuatro continentes. Los contingentes más numerosos se encuentran en el Líbano[9] y en Malí[10]. En el marco de la OTAN participan en la misión Presencia Avanzada Reforzada (Letonia)[11] y en Turquía[12]. Y hay más misiones; pero nos ocupa y preocupa Europa.

Cuando el 24F Putin invade Ucrania, como refuerzo de la Fuerza de Muy Alta Disponibilidad de la OTAN (VJTF), punta de la lanza de la Fuerza de Respuesta Rápida (NRF), se solicitó el envío de unidades españolas a Rumanía. Y no se pudo hacer por “falta de presupuesto[13]. Francia, que lidera este año la VJTF, aprestó de inmediato una fuerza militar de 500 soldados -y sus blindados- para la Operación Aigle; Bélgica, 300 más. Llegaron a Constanza, en el Mar Negro a finales de febrero. Nuestro compromiso, al decir que no a la VJTF, fue reforzarnos en Letonia[14] con artillería[15]; hasta el presidente Sánchez se nos fue de visita el 6 de marzo a saludar a los efectivos desplazados[16].

A este lío de ahora de la agresión rusa hemos sumado la fragata Blas de Lezo, el BAM Meteoro y el cazaminas Sella a las Agrupaciones Navales de la OTAN en el Mediterráneo Oriental[17] y en Bulgaria mantenemos 4 Eurofighter (y sus equipos técnicos y efectivos) en misión de Policía Aérea, que estaba previsto retirar en abril y que necesariamente habrá que prolongar.

Y todo lo que sea enviar y prolongar, amén de mantener unas Fuerzas Armadas acordes a nuestras necesidades y compromisos nacionales e internacionales es a costa del Presupuesto; ese que no tenemos para reforzar Rumanía y del que se ha dicho que se va a aumentar[18]. Y luego está que los españoles estamos divididos -como siempre y por todo- por lo de intervenir en este conflicto[19]; una más del antimilitarismo español que merece una mención (histórica).

Ahora me quedo con lo de incrementar el presupuesto de Defensa porque el mismo personaje que en un ‘Doce más una’, del diario El Mundo, en octubre de 2014 y siendo entonces secretario general del PSOE, dejaba caer aquello de “Sobra el Ministerio de Defensa[20] ahora mismo dice que hay que aumentar el presupuesto. Obviamente, tanto entonces como ahora, todo es por puro desconocimiento de la realidad, de la historia y de la geopolítica, al que se une el tradicional tic ideológico de la supuesta superioridad moral de una izquierda traslocada en el tiempo, los conceptos, los modos y las formas en cuanto al capítulo Defensa.


Esto de tener que aumentar el presupuesto es una obvia necesidad desde hace varias décadas. Y un compromiso de España, para con la OTAN, desde la cumbre de Gales
[21][22][23] (Newport, 2014). Así que, en una de estas -de arrebato patrio y proyección de hombre del siglo XXI- el hoy presidente, el mismo que como secretario general de su partido decía que sobraba el Ministerio de Defensa, pega otro bandazo de realidad y termina por enviar armas[24] a Ucrania después de decir que ni de coña; que sólo enviaría chalecos y cascos[25]; material humanitario. Con lo que no es de extrañar toparse con titulares del calibre de “Pedro Sánchez, del ‘no’ a las armas a prometer más de 20.000 millones en 15 días[26]. Sí, si es que hemos pasado, con pasmosa celeridad, de rechazar el envío de material ofensivo a Ucrania a anunciar la primera partida de armas para Ucrania, un envío con respaldo popular[27], donde figuraban las controvertidas AMELI[28]. Y la España de Sánchez, que -tristemente- también es la mía, lo hace de una forma peculiar -a través de terceros- porque, al parecer, abres los arsenales militares españoles y no hay más; lo que nos lleva a recurrir a la industria militar española, que -¡menos mal!- existe; y por ello comprarle armas para enviarlas a Ucrania. Como la legislación no permite exportar armas directamente a un país en guerra, lo que hace el Gobierno es comprarlas para “regalarlas” a países clientes habituales de la industria armamentística española como la República Checa y Letonia, por el momento, para éstos las hagan llegar. Mira, una solución. ¿Pero tan mal estamos que sólo tenemos el traje de bonito y el traje de faena? Claro, nunca se contempló un conflicto armado que nos tocara.

Y a lo que voy. El presupuesto para gastos de Defensa.

El gasto en defensa se puede definir como el coste de mantener el personal, equipos e instalaciones, tanto en tiempos de paz como de conflicto, con el objetivo de garantizar un nivel adecuado de disuasión y seguridad[29]. Y dejo caer de soslayo que España es el octavo contribuyente con tropas en misiones de la OTAN.

Según la Alianza Atlántica, España dedicó a Defensa 12.208 millones de euros en 2021, una cifra en la que se incluye no solo el presupuesto del Ministerio, sino también las operaciones en el exterior o las pensiones del personal militar. Esta cifra supone el 1,02% del PIB. En 2018, la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, del PP, se comprometió, con el apoyo del PSOE[30], a llegar al 1,53% del PIB en gasto militar en 2024. Ahora mismo, lejos de ello, el presidente del Gobierno ha anunciado su propósito de llegar al 1,22%, aún muy lejos de aquel 2%.

Cualquier personaje medio avispado supondrá que la OTAN no se conformará con que Sánchez le diga en 2024 que está “en camino” de llegar al 2%. Hay por ahí estudios e informaciones que señalan España deberá aumentar en un 20% su gasto militar en los dos próximos años[31] si quiere que no le tiren de las orejas en 2024.

Para estar medianamente informado de estas cosas siendo un civil se puede recurrir al SIPRI[32] (Stockholm International Peace Research Institute); un instituto para la paz que tiene muy interesantes informes. Y ya saben lo de la paz y la guerra. Y en este campo y bajando al detalle, desde el Global Fire Power[33] te cuentan cómo se lo tienen montado todos los países. El dossier sobre España[34] nos viene a decir que estamos así que así (establece un ranking y todo): sitúa a la Fuerza Aérea Española en el puesto 23 del mundo, al mismo nivel que la Armada Española; pero al Ejército de Tierra lo hunde hasta la posición 44, al nivel de Etiopía y Serbia, por el valor que da al material disponible. Y es que en el informe asigna a España 503 aeronaves (¡ojo!, 16 menos que hace un año) que desglosa en 140 cazas de combate, 119 helicópteros (23 de ataque), 327 carros de combate, 5.033 vehículos armados, 96 piezas de artillería autopropulsada, 140 piezas de artillería; 1 portaaviones, 11 fragatas, 2 submarinos, 22 patrulleros y 6 dragaminas. El capítulo de personal lo componen 215.000 efectivos, de los que 120.000 estarías activos en las FFAA, 15.000 serían reservistas y 80.000 en el capítulo ‘fuerzas paramilitares’, que se refiere al Benemérito Instituto de la Guardia Civil y que son en realidad unos pocos más de 85.000[35].

La gélida estadística nos dirá que hemos pasado de destinar a gasto de defensa casi 500 millones de Euros de 1972, que suponían el 2’32 del PIB, a las cifras de los más de 12.000 millones de 2021, siglo XXI, que no llegan a la mitad de aquel PIB de comienzos de los años setenta del siglo XX. Y, no se pierdan que hay quien señala que la cifra real de lo que se gasta en Defensa es más elevada -gasto oculto que dicen que es- con lo que el porcentaje sería mayor[36]. Apuntan que no incluye los capítulos de clases pasivas, participaciones de la industria de Defensa -el Polo Industrial Militar español- y otras zarandajas, mientras nos recuerdan que en 1972 cada español contribuía con el equivalente a 14 euros para los gastos de Defensa y ahora lo hace con 332. Ya, y en los EE.UU. con 2.224 $/año. ¿Y qué? Mejor, échenle un vistazo a la comparativa (por ejemplo, de este año)[37] de gastos de los Presupuestos[38], sin olvidar que el presupuesto al que nos referimos contempla partidas tales como Premios Ejército[39] y la contribución a la Agencia Espacial Europea.



Por cierto, que es que parece que se nos olvida: a las Fuerzas Armadas, la Constitución de 1978 les asigna la misión de garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad territorial y el ordenamiento constitucional. Es más, dice que todos los poderes públicos contribuirán a que se realice este fin. Pues está negro sobre blanco: contribuir = gasto defensa.

Y sobre este fin, un mazazo a 46 años de proceso. Al final, Sánchez le da la razón al sultancito. Pero leyendo a Lluís Bassets en la tarde-noche del viernes… encima que le he de dar la razón, me encuentro con que El giro en la política española respecto a Marruecos[40][41] dice más sobre el alcance de la guerra de Ucrania que la guerra misma. Y lo que dice es que España está en guerra con Rusia y que Europa no puede permitirse una crisis en el flanco meridional, donde se halla la alternativa al gas ruso, ni mucho menos una peligrosa pugna que pudiera terminar de mala manera con la soberanía española en las ciudades de Ceuta y Melilla. Marruecos ha sabido jugar muy bien y a tiempo sus cartas[42]. Aunque todo pueda ser, como apunta Alberto D Prieto en El Español que lo que se está haciendo es sacrificar el Sahara para convertirnos en el principal proveedor de gas de la UE[43] a través de Argelia, que sigue siendo amiga de Putin. Habrá que verlo, escribía yo la tarde de ayer sábado y hoy domingo nos levantamos con que Argelia dice que esto no es así[44] [45]. De momento ha llamado a su embajador en Madrid a consultas y sale el palabro “traición” a escena pública. Nada, a poner la otra mejilla.

Sea como fuere y volviendo al gasto en defensa, con el vecino del Sur (Marruecos; que de momento aún no con Argelia) hay que tener las orejas tiesas; no es nada de fiar. Y no es que esperemos una invasión, Mediterráneo por medio -14 km en el Estrecho de Gibraltar[46]-, pero es que está armándose hasta los dientes.

Con cinco veces más blindados que nosotros: suma vetustos M60 (modernizados por Israel) y modernos M1 A1 Abrams norteamericanos, junto a chino Tipo 96, Al Khalid paquistaníes y Kurasier austriacos. Nos supera en cualesquiera de los demás campos; en especial en drones militares. Y, es más, con sus acuerdos con Israel está en los sistemas Cúpula de Hierro, Honda de David, armas de energía y misiles Arrow3 y Hetz3. Compra equipamiento de última generación lo mismo en Sudáfrica que en Francia, China, Rusia y Bélgica. Ahora mismo dispone de un par de sistemas tierra-aire de origen chino (Sky Dragon 50 y el modernísimo FD-2000B con rango operativo de 200 km, que cubren hasta Tarifa) que sincroniza con el sistema israelí Barak MX. Vamos, que asusta por cantidad. Y eso sin mencionar aún los drones que le compra al Tío Sam, con el que mantiene un idilio inexplicable y a fuerza de temporales.

Y además hay que tener mucho ojito a las buenas relaciones entre Israel y Marruecos que desde finales de 2020 están cristalizando en acuerdos de colaboración militar a gran escala; es el caso del Heron[47] y otros drones y misiles. Y llega al nivel de querer abrir una planta de fabricación de “drones suicidas” Harop en Marruecos. Y en nada les llegan los drones MQ98 SeaGuardian y ya disponen de los Bayraktar-12 turcos que se han hecho famosos en Ucrania.

Y mientras tanto, para Canarias, nosotros tenemos que reemplazar los viejos halcones F18 de Gando (Ala 46) por Eurofighter[48] y la cosa tiene tintes dramáticos. Bueno, ya está la autorización para la renovación… pero no le he preguntado al Hermano Lobo[49] para cuando se me fía que esto se produzca para que no me responda con su tradicional aullido lobezno.

Marruecos invierte el 12,19% de su PIB en Defensa… y nosotros… ¿Qué quieren que les diga? Si por tener, tenemos desplegada una batería de Patriot en Turquía que aún está transportada por los mismos camiones MAN con que se la compramos a los alemanes; vamos, que es de segunda mano. Ojo, su papel hace; pero…

A ver si por una de estas de ardor patrio que estamos viendo, Fuerza 35[50] o programa similar más actualizado se pone en marcha y lo llevamos a efecto porque recuerdo a un mando militar en una cena (aún en 2019) cuando decía que necesitábamos comunicación y telefonía y renovar el sistema de Mando y Control de manera perentoria. A ver si en una de estas, por el lío ruso en Ucrania, entendemos que los temas de Defensa y la industria militar son considerados estrategia y sector estratégico. La seguridad es un valor económico.

Gracias a la industria militar hoy hasta hemos superado las cámaras digitales, las comunicaciones, la cinta adhesiva, los drones, los bancos de sangre y las transfusiones, las compresas higiénicas y las toallitas sanitarias, la liofilización, el radar meteorológico, el reloj de pulsera, las gafas de sol… hasta las ambulancias, un invento español para el campo de batalla y de 1487, y la comida enlatada (Francia, 1810).

 


 



[1] El hindi o indostaní es uno de los dos idiomas oficiales en la India, junto con el inglés y otros veintidós idiomas en diversos estados del país de carácter cooficial. Es el tercer idioma más hablado del mundo, teniendo en cuenta el número de hablantes nativos, después del mandarín y español,​ y también el tercer idioma más hablado teniendo en cuenta el número total de hablantes, después del mandarín e inglés. Está estrechamente relacionado con el urdu, lengua oficial de la República Islámica de Pakistán, y son variedades de un mismo idioma, el idioma indostánico

[4] Frase original de Guillén de Castro en “Las mocedades del Cid” que bien define lo que hace Vladimiro

[9] FINUL; Fuerza Interina de Naciones Unidas para el Líbano. Una de 'cascos azules'; operación Libre Hidalgo donde España lidera el Sector E. Dispone de la base 'Miguel de Cervantes', cerca de la localidad de Marjayún. Entre 600 y 700 militares desplegados. Desde el inicio de la misión (septiembre de 2006), 15 militares han caído en acto de servicio.

[10] Misión de Entrenamiento de la UE en Malí. EUTM-Malí. 500 efectivos para entrenamiento y asesoramiento.

[11] Dentro del concepto de disuasión, defensa y diálogo, como muestra de la solidaridad y determinación existente en el seno de la Alianza para hacer frente a cualquier amenaza. En el grupo táctico 'Letonia' se integran militares españoles, canadienses, albanos, eslovenos, italianos y polacos.

[12] NSTT NATO support to Turkey-Apoyo OTAN a Turquía frente a ataques con misiles balísticos desde Siria (batería misiles Patriot)

[14] La contribución española al Battle Group de la OTAN en Letonia se materializa a través de un Subgrupo Táctico Mecanizado, una Unidad de Zapadores, diversos puestos dentro de la Plana Mayor del Battle Group y la Brigada Letona, y un elemento de apoyo nacional, en el que se encuentra la Unidad Logística. En total, 6 carros de Combate "Leopardo 2E" y 15 Vehículos de Combate de Infantería (VCI) "Pizarro" más Morteros Pesados, Vehículos de Combate de Zapadores (VCZ) y Misiles Contra Carro "Spike".

[15] Una batería de Artillería de Campaña (dotada con 6 obuses autopropulsados de 155/52 milímetros, con un alcance de hasta 40 kilómetros), una unidad de zapadores y elementos de apoyo logístico.

[17] De momento, a la base naval de Marathi, Creta; Y no entrarán en el Mar Negro [El Mundo, 19.03.2022; foto noticia en pág. 13]

[21] El compromiso de los países de la OTAN, incluido España, fue claro: destinar un 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a gasto militar en 2024.

[29] Antonio Fonfría El gasto en defensa en España. Una nota metodológica; 2013

[33] https://www.globalfirepower.com/   "La guerra no determina quién tiene razón, solo quién queda". - Bertrand Russell

[39] La iniciativa cultural más ambiciosa del Ejército de Tierra. Creados en 1945, tienen por objeto propiciar la creación artística y literaria referida a las múltiples actividades del Ejército de Tierra en el marco de las Fuerzas Armadas, así como el conocimiento y divulgación de la cultura de Defensa

[46] En los 60 km que mide, entre 40 y 14 kilómetros separan Eurasia de África.

[47] Equipo de Israel Aerospace Industries. Las tres primeras unidades llegaron a Marruecos —vía Francia— en enero de 2020 por 48 millones de dólares. El IAI Heron es un dron de espionaje capaz de designar objetivos a distancia y compartirlos con otros drones de ataque o cazas. Puede mantenerse en vuelo durante 52 horas y volar a 207 kilómetros, que bien sabe el Frente Polisario que los sufre.

[49] Hermano Lobo, semanario de humor dentro de lo que cabe fue una revista española de humor publicada entre 1972 y 1976, en los últimos años del franquismo y el comienzo de la Transición.