26 ene 2019

DE UNA MÁS DEL TREN BOTIJO




Del tren botijo ya he dejado en este blog, al menos -que yo recuerde-, un par de post: por su 120 Aniversario y sobre un reportaje en un ABC antiguo. Me suena alguno más, pero con más de mil no doy con la tecla.

Esta vez me dado de bruces con una “Crónica de Alicante” de Ramón Bonafats, de 1914, publicada en el Eco de Benidorm, de la tercera semana de agosto.

No me atrevo a calificarla; entra de una forma y sale de otra. Ustedes mismos.

Un ‘botijo’ es uno de esos trenes abarrotados, hacinados de viajeros que por pequeña cantidad trae madrileños, gente castiza y de humor, que han sabido ahorrar para divertirse estrujado y ahogado en este clima. Sí, vayamos a esperarlos y en ellos esperamos la alegría ya que esto es una de las notas más salientes de esta temporada.

Sigamos sus movimientos, los pasos del Madrid trabajador que, a él que visita nuestras playas, del Madrid castizo, lleno de picardía y de gracia innata y a través de sus dichos observarías su ingenio y su desenvoltura… pit… pit..

Ya está en agujas el tren; ya trepita el suelo a su paso, ya se acerca mansurrón y despacio. Ya están abiertas las portezuelas antes de parar. Los prisioneros, en estos departamentos de los vagones repugnantes desean salir de la ‘cárcel móvil’…

La caravana de veraneantes se precipita en el andén; los coches se llenan y el ruido estrepitoso de los vehículos se escucha por algún tiempo. Al rato, la calle y los balnearios son asaltados por estos cortesanos humildes que quieren zambullirse y disfrutar de este mar bendito y no en el Manzanares ‘aprendiz de río’, como lo llamó Quevedo.

Sus juegos y sus chácharas se escuchan en todos sitios, en la calle, en el paseo, en la playa y sobre todo en este, que acoge sus cuerpos, blandamente mejor que el lecho de plumas y respeta sus carnes en medio del júbilo y la algazara más enorme. Y Madrid rumba nuestros oídos estos meses de baños y el Madrid de Arapiles y Embajadores vive con nosotros, y levantinos y castellanos gozan siempre temiendo llegue el momento que les separe, el momento clásico en que con el botijo y la sandía salga el tren alborotado”.


El caso es que este Bonafats, entiendo yo, comienza gruñendo por la llegada y se muestra reacio a que se vayan porque son, señala, “gente castiza y de humor” muy en la tónica del costumbrismo y el buen ánimo de las corralas que le hemos leído a otros. Esto, además, evidencia -elemental, querido Watson- que los de Alicante siempre hemos sido un poco siesos. Los de Alicante; no los de Benidorm que, como los de Bilbao, nacen donde les da la gana… y terminan en Benidorm.

Y vuelvo al tren botijo y a la gente divertida. Ya en 1909 se decía que sólo mentar  el “‘tren Botijo’ es sinónimo de tren de alegría, de bulla, de gresca continuada”. Cita que aparece, leo, en una reseña de 1909; pero de otro “botijo” que desde Salamanca llevaba a los touristas a Santander. Ah, y gresca también tiene la acepción de “bulla y algaraza” (además, de pelea y riña; cosas del castellano).

Y una vez más que vuelvo al ‘tren botijo’, al genuino ‘tren botijo’ y la ‘orden botijeril’ que es la de aquí; la del periodista  Ramiro Mestre con destino a Alicante.
El jueves 7 de septiembre de 1893, de la mano del propio Ramiro, La Correspondencia de España, diario político y de noticias (para más inri), en portada traía un reportaje sobre el segundo tren Botijo Expreso. A los integrantes del grupo excursionista los llama “los botijeristas”.

El contingente de esta segunda hornada ha sido menor que el del 20 del pasado mes; pero está compuesta de personas de muy buen humor y de indiscutible gracia”.

Gracias a este reseña en prensa sabemos que en Alicante, aquellos días, operaban once balnearios y que los había de más y menos postín. A los primeros correspondían Diana, La Alianza, La Esperanza, La Confianza y La Estrella; y a los segundos La Florida, La Rosa, Delicias, Guillermo, del Almirante y Baños de Madrid. Y, en Benidorm, cuando menos, los Baños de Ronda; los del eslogan “¡Con que a veranear, a veranear, Benidorm!
Balnearios alicantinos en la Playa del Postiguet a finales del XIX
En septiembre de 1893 los dueños de aquellos balnearios confiesan a Ramiro Mestre que “notan la falta de bañistas procedentes de Novelda, Sax, Caudete, Villena, Almansa y Alpera” y cifran el descenso “en 4.000 viajeros”; y también bajó la afluencia de madrileños.

Y Mestre viene a señalar que su idea es buena al reflejar que “los dos últimos ‘trenes botijo’ son los que han animado algún tanto esta hermosa playa, la cual ha estado el mes de agosto muy poco concurrida”.

Y da la explicación: “Gran número de los botijeristas llegados ayer no se han quedado en Alicante sino que unos han marchado a los pueblos inmediatos... … …de los cuales regresarán a esta el 12 para aprovechar las doce pesetas”, que era el precio del paquete ferroviario.
Benidorm, desde la playa de Poniente, el 17 de julio de 1894
Y añade: “Como ya no habrá más trenes de mil doscientos céntimos de peseta, con esta última emisión de excursionistas quedará concluida la temporada hasta el año próximo” .

Y hubo más temporadas y aquello fue un éxito afianzado con el despuntar del siglo XX; porque estábamos hablando de finales del XIX… muchas horas de traqueteo en tren y otras más en diligencia hasta llegar a Benidorm.

Había que tener ganas… y pertenecer a la Orden Botijeril.








19 ene 2019

DE CELIA ROMERO Y EL CERTIFICADO DTI PARA BENIDORM, EL PRIMERO DEL MUNDO




Volvimos al Meliá Benidorm para retomar el curso de las tertulias y lo hicimos con una número 1. La tradición manda que sea una autoridad la que abra el ciclo anual. Y ¡qué mayor autoridad que la de Celia Romero.

Benidormense, desde los cuatro años, Celia es licenciada en Empresariales mientras oficia de doctoranda en estos días. Gerenció un grupo de empresas centradas en tecnologías turísticas (como beta tester) y desde 2014 es la CEO-cofunder de Inteligencia Turística, artífice de la coordinación para la consecución para Benidorm del primer certificado DTI del Mundo. Le acompañaba Fernando Molina con quien desarrolla sus proyectos profesionales y de vida.

En “Los cafés del Meliá” había -y sigue habiendo- división de opiniones tertulianas sobre el concepto DTI y lo que reporta; más bien sobre lo que reporta al común de los mortales locales. A pesar de la existencia de algún neandertal tecnológico (incluso hay uno que se define como analfabeto tecnológico) y que en el ambiente tertuliano hay algún que otro techno-cromañón, en líneas generales, estamos -así que así- en el nivel de homo Smart-sapiens. Así que, en líneas generales, los especímenes de homo sapiens tertuliensis intentamos, con las explicaciones de Celia, llenar algunas de nuestras muchas lagunas cerebrales.

Que “el turismo necesita tecnología” y que “la toma de decisiones en el sector turístico -hasta hace poco- no estaba sustentada en ella” era buenas premisas de las que partir; y la mitad de los tertulianos han vivido esos días. Y Celia comenzó recordando su paso por el Hotel Agir, lo que le animó a adentrarse en la cuestión de los datos, su gestión, la incidencia en la toma de decisiones, el Big Data y la Inteligencia Turística. Y dio la casualidad que fue invitada al Foro Internacional de Turismo de Benidorm (2016) para hablar de IT (Inteligencia Turística). Le pidieron una exposición de diez minutos.

Pasó de la cuestión horaria (‘minutaria’, deberíamos decir) y se explayó en el tema con tal pasión que al terminar Leire Bilbao (Visit Benidorm) le animó a sumarse al proyecto Big Data que acababa de comenzar Benidorm. En otra ocasión animó al alcalde Toni Pérez a quedarse a una de sus charlas porque “lo que vas a escuchar -le dijo, con total seguridad- es el futuro de Benidorm”. Y el alcalde se quedó y… Benidorm se embarcó en el proyecto.

Celia Romero e Inteligencia Turística han redactado la norma TDI y el esquema Benidorm TDI ha sido asumido por la Secretaría de Estado de Turismo para la Agenda Digital.


 Hay ciudades inteligentes que tecnifican y hacen la vida más fácil; nosotros hemos ampliado las fronteras hacia todos los ciclos del viaje de nuestros visitantes y los ciudadanos de Benidorm”, nos explicó.

Benidorm tenía claro, insistió Celia, “la necesidad de dar servicios a los turistas, además de a los benidormenses; ahora completa el ciclo en la línea ciudadanos-empresarios-turistas”. Y este modelo lo ha defendido Benidorm, mientras lo desarrollaba ante la UIT/UIT en un WSIS Fórum; y los tecnólogos lo tuvieron en cuenta a partir de entonces.

Y, ¿qué va a reportarnos ser DTI certificado?: Pues Celia Romero respondió que “ayudarnos a gestionar mejor y a captar tecnología, empresas e inversiones”. Tiempo al tiempo.
Celia Romero en la tertulia "Los cafés del Meliá". Fotos: M. Ayús


La clave del proceso, explicó Celia, ha sido “un alcalde implicado y más de veinte departamentos municipales absolutamente implicados”. Para conseguirlo, se creó un Ente Gestor DTI, se confeccionó un reglamento de organización, se puso en marcha un Consejo Rector para el Ente Gestor y se trabajó en cuestiones de gobernanza, innovación, tecnología, sostenibilidad y accesibilidad desarrollando Planes Estratégicos en todos los departamentos, en especial Turismo, con Mercedes Llorca. Se crearon Mesas de Creatividad para que desde esos departamentos se “inventaran” iniciativas a desarrollar que han dado sus frutos en varios productos que Benidorm ha hecho realidad. “Ahora hay un sitio de plasmar ideas de futuro y conseguir productos que hagan diferente la oferta turística de Benidorm”. Y enumeró las iniciativas que la BND Smart Office tiene en marcha: Smart Beaches, Booking Book, Wi-fi en playas, rutas históricas, paseos saludables…

Aquí se trabaja con datos” y planteó abrir mucho más el proceso a todos los sectores de Benidorm a los que pidió “generosidad” con esos datos. “Cruzar datos de comercio con ocupación hotelera nos abre nuevas vías”. La Smart Office (4ª planta del Ayuntamiento de Benidorm) es el centro neurálgico del proceso y en la mesa de estrategias se trabaja todo: agua, energía, control de tráfico y vectores de turismo con ocupaciones, conexiones aéreas, billetes a la venta, camas en hoteles y apartamentos, ocupación, precios, revenue (cifra de negocios), etc. Y líneas de trabajo en e-comerce y los nuevos campos de acción de la iniciativa.

Casi podemos decir que, desde ahora mismo, “de Benidorm se puede regresar más Smart que moreno”, como le señaló un amigo.

Y todo esto, aún, sin plataforma tecnológica. Porque lo importante son los datos y la depuración de los mismos.

Habló de las oficinas de turismo y en especial de la del Torrejó y sus cuatro tótems centrados en interactividad para descubrir Benidorm, el qué hacer en Benidorm, el cómo descubrir la comarca y en las cuestiones de la calidad.

Hay mucho trabajo detrás y no es casualidad que Benidorm sea el primer DTI certificado del Mundo; en noviembre próximo tendremos la primera auditoría. Esto es seguir y seguir”.

La accesibilidad tiene que ser física y sensorial; en marcha hay un mapa interactivo para la percepción en ausencia de visión y audición. “La pretensión no hacer un Benidorm distintos; es hacer un Benidorm mejor”. Así, se han desarrollado todo tipo de protocolos de actuación y seguridad ante emergencias o, sencillamente, iniciativas como los “facilitadores de salud” y cuestiones relacionadas con aspectos del llamado turismo sanitario.

Recordó los días finales de diciembre: “se acaba el mes de diciembre y no llegaba la certificación”. En octubre, en la clausura del Digital Tourism’18 la Secretaria de Estado tuvo un desliz y -yo, al menos, así lo entendí- lo dejó caer. Se sabía que se había trabajado más y mejor que nadie. Cuando la clausura del congreso mundial que organizó FASOCIDE en Benidorm, la reina doña Letizia se interesó vivamente por el tema. El presidente de Segittur, Enrique Martínez Marín, se deshacía en elogios a Benidorm, el proyecto y su alcalde. Nadie imaginó la envergadura del proyecto y su consecución. Sólo le falta un Plan Estratégico de Comunicación.

Y, por fin, el 27 de diciembre de 2018 se supo del otorgamiento del certificado. Y faltaba el libramiento, la comunicación -que hizo pública Toni Pérez el 2 de enero una vez que el presidente del ICTE, Miguel Mirones, lo anunció “después de superar con éxito la norma UNE 178501”- y la entrega que se materializó en Madrid el miércoles 17 de enero, San Antón, de manos de la ministra de Turismo Reyes Maroto… y aquí sí importó el tamaño.




17 ene 2019

DE CURIOSAS CURIOSIDADES CON LA MISIVA DEL SUICIDA



Este Post de hoy no tiene entidad ninguna, pero…

Resulta que esta mañana recibo un WhatsApp de un buen amigo con uno de esos mensajes “graciosos” con los que se desarrolla una cadena de sucesivos envíos.

Decía tal que así:

‘No se culpe a nadie de mi muerte. Me quito  la vida porque dos días más  que viviese sería mucho martirio: Tuve la desgracia de casarme con una viuda. Esta tenía una hija. De haberlo sabido, nunca me hubiera casado con ella.

Mi padre, para mayor desgracia, era viudo y se enamoró y se casó con la hija de mi mujer. De manera que mi mujer era suegra de su suegro. Mi hijastra se convirtió en mi madrastra y mi padre al mismo tiempo ¡¡¡era mi yerno!!!

Al poco tiempo, mi madrastra trajo al mundo una niña que era mi hermana, y  a la vez era nieta de mi mujer, de manera que yo era abuelo de mi hermana!

Después, mi mujer trajo al mundo un niño que, como era hermano de mi  madrastra, era cuñado de mi padre, nieto de su hermana ¡¡¡y mi tío!!! Mi  mujer era nuera de su hija, yo soy en cambio padrastro de mi madrastra,  y mi padre y su mujer son mis hijastros, mi hijo es mi bisnieto y tío de  su tía. Además, ¡¡¡yo soy mi propio abuelo!!!

ME DESPIDO DE ESTE MUNDO, PORQUE NO SE QUIÉN DEMONIOS SOY



Hombre, lo conocía. Muchos en mi misma situación habrían dicho lo mismo. La edad tiene eso.

Pero me ha sorprendido porque hacía 48 horas que lo había visto en un periódico de 1914… con lo que colijo que se trata de un cuentito con ¡más de un siglo de vida! Y seguro que algún sesudo indagador en las profundidades de la web encontrará referencia incluso anterior.

Sí, aquí está la prueba; en la sección Curiosidades del Eco de Benidorm de agosto de 1914:


La de vuelta que ha dado la carta de suicidio esta… Hasta le han añadido el final ese “Me despido de este mundo porque no sé quién soy… y de repente podría ser… (añádase aquí la maldad que se quiera)”.

14 ene 2019

DEL ECO DE BENIDORM, UNA PUBLICACIÓN DE 1914




Quería comenzar 2019 con un tema potente, que se me retrasa. Pero he dado con el Eco de Benidorm y me he rendido a las páginas, pocas, que se conservan de esta publicación que vio la luz en el verano de 1914.

La IGM se declaró el 28 de julio de aquél año, tras la crisis de julio. Después del asesinato de Francisco Fernando ‘se lo estuvieron pensando’ todo un mes. Y al final, se lió.

Aquí, en Benidorm –“la pequeña San Sebastián”, que llego a leer en las páginas del Eco de Benidorm- la gente estaba aquél 16 de agosto -día de la salida del número uno- en otras cosas: en el veraneo. Buena muestra de ello es la sección Ecos de Sociedad.

A modo de crónica podríamos decir que ‘El domingo 16 de agosto de 1914 veía la luz el Nº1 del semanario independiente ECO DE BENIDORM. Don José Soler y Soler era su director y don Pedro Vives Orts su administrador. Fomentar el culto a las letras era único deseo -reconocido- que les animaba a salir a la palestra local, al precio de 15 céntimos (de peseta) el ejemplar, con planes de suscripción mensual para Benidorm, la península y el extranjero, porque las gentes de Benidorm andaban también por la vieja piel de toro y cualquier puerto del orbe. Se editaba en Alicante por Hijos de J. García’.

El nivel cultureta me asombra. Pues no que me comienzan citado al polaco Henryk Adam Aleksander Pius Sienkiewicz de Oszyk, Nobel de Literatura en 1905. Menos mal que enseguida volvieron al plan terrenal con una tal Ligia… y a mí se fue la olla hasta Ligia Elena la cándida niña de la sociedad que se fugó con un trompetista de la vecindad… Rubén Blades al canto. ¡Qué buena fue la nota que dio el humilde trompeta! Moraleja: pudo más el amor que el dinero.

Vuelvo al Eco de Benidorm y al texto de su director: me compara Benidorm con la Roma antigua y en portada inserta unos versos –“La Modelo- que Nicolás Vaamón dedica a su amigo Luís Pelegrín y a la “encantadora señorita Conchita Vidal con respetuosa admiración”. ¡Cómo eran nuestros abuelos! Y eso que ya he aprendido que ya no se estila que me ponga para cenar jazmines en el ojal… Y eso que le leo al juglar de inicios del XX lo de “ojos negros soñadores de dulce melancolía…”. ¿Qué hizo Conchita Vidal ante tal piropo? (Entonces no estaban prohibidos, oiga; y un ripio cortés era una declaración de amor).

Sólo se conservan los números 1, 2 y 5 de aquella publicación -el Eco de Benidorm- en la que detecto, en tan breve lapso de tiempo -del 16 de agosto al 13 de septiembre- un  abandono del anonimato inicial de los articulistas: de firmar como “Leafar”, “Un-Sorg”, “Laveri”… pasan a reivindicarse: “José Soler”, “Pedro Vives”, “M. Soria”, “Tomás Cortés”, “Nicolás Pagés” o “Agustina Tambo”, una mujer. Eso sí, “Cocinerito” no desvela su nombre mientras ofrece recetas como los “Calamares en su tinta” o el “Arroz a la catalana” (¿?). Ah, en una ocasión, sobre una entrevista a un superviviente de un trágico naufragio, se cita al superviviente como “el interwiuado”; claro, le hicieron una ‘interview”.

Contenía el Eco de Benidorm inserciones publicitarias como la Farmacia de J. Vives “dispensadora de medicamentos novísimos”, la “Fábrica de Mosaicos Olsina Hermanos” (Olsina, con ‘s’ y no con ‘c’, aunque en el número 2 lo corrigen) y la “Clínica Médico-Quirúrgica de los doctores don Pedro y don Cosme Bayona, en calle Santa Faz, 17”. Incluso se anuncia el fallecimiento de doña Vicenta Fuster, el 24 de agosto, madre de los citados doctores.

Y como decía, los Ecos de Sociedad mes fascinan. Se informa de que había partido para Benidorm, desde el puerto de Mobile (Alabama, USA), “el joven oficial don Bartolomé Pérez Martínez” o que otro oficial naval, don Francisco Vives Belmonte, había zarpado, con igual destino, “desde el puerto de Manzanillo (Colima, México)” océano Pacífico por medio. O que “habían ingresado en la Academia de Infantería los jóvenes cadetes benidormenses don Juan Linares Ramón y don José Martínez Alejos”.

Se cita a las familias de vacaciones en la localidad, especialmente a las señoritas: “las distinguidas señoritas Vicenta y María Ferrer”, “la bella señorita Esperanza Buades, con su familia”, “la distinguida  y linda señorita María Pérez Ferrer, su abuelita y su hermanita Angelita” -ita, ita, ita-, “la distinguida señora doña Teresa Xhampeny, esposa del maquinista naval don José Matorell”, “el oficial de Infantería de Marina, retirado, son Miguel Llorca Zaragoza y su dignísima esposa, doña Salud Focarnal… y el culto sargento (del mismo Cuerpo) don José Focarnal”… De vacaciones a Benidorm.

Se anuncia el matrimonio de “Don Miguel Zaragoza con la bella y distinguida señorita Pepita Such Llorca” y que “Don Vicente Llorca llegó a Benidorm para contraer matrimonio con la simpática y bella señorita Angélica Lloret”. También, peticiones de mano; como la de “la señorita Serafina Llorca para don Adolfo Marcos” y la de “la señorita María Llorca para don Manuel Lloret”. Y que “regresaron de su luna de miel don Pedro Vaello y doña Matilde Cortes”, sin precisar dónde fue esta.

Y, cómo no, el regreso de los capitanes de almadraba: “de la de Barbate, don Vicente Vaello y don Francisco Pérez”. Y hasta del nombramiento de “Don José Orts Barceló como corresponsal en Barcelona” del Eco de Benidorm. En fin, un trajín de idas y venidas, como la de “don Francisco Orts para embarcar en el ‘A. López’ en Valencia”.

Descubrimos que se anuncia la escasez de carbón, por la guerra, o que había veda pesquera. Y que se preparaban las fiestas de Polop para las que “la Cía. De Carretones de Canet y Jaime el Gran, a precios reducidísimos”, organiza “servicios de ida y vuelta en 2ª y 3ª clases desde varias estaciones de la Red del Marchaso”.

Que llegó a la rada de Benidorm una goleta, “la ‘Carmen Picó’ para descargar cemento para Olcina Hermanos” (esta vez con ‘c’), que “comenzó el derribo de la casa de Doña María Ivars para construir un arco junto a la Iglesia” y que la gente tenía la mala costumbre de arrojar a la calle -¡Agua va!- las bacinillas y con el calor… pues se quejaban al alcalde “por higiene y salubridad”.

Me enternece la cursilada de que en ese agosto de 1914 “la mar, en un exceso de cortesía besaba los pies de las lindas señoritas que más atrevidas a ella se acervan” y que “por infracción al Art. 146 de las Ordenanzas de Policía Urbana de Benidorm, sección Baños, se había multado, por la Alcaldía, al ciudadano L.C.” ¿Qué habría hecho L.C.?; no hay más números de el Eco de Benidorm.

Me quedo con la duda.