8 jun 2010

No semos naide

Vivo sin vivir en mí: ¡no somos nadie! Como diría mi recurrido “Candiles”, genial gramático pardo, ¡No semos nadie! Ni somos Grecia, ni somos Hungría… ¿Quiénes somos? Y esto pinta mal. En Europa nos han dicho “sí, bueno, vale, pero hagan más”, mientras Estonia -sí, ¡Estonia!- opta a la Eurozona con sólo un ¡uno por ciento! de déficit… ¿tampoco semos Estonia?; ¡no semos naide!

Y para deprimirme más llega Leire P y poco menos que me presenta al tal ZP como apóstol de los recortes incomprensibles bajo el postulado de que la Merkel ¡nos sigue! Yo quiero vivir en el país de Leire P y no en la ciudad que la vio crecer. La teutona gana competitividad a expuertas y marchas forzadas -wettbewerbsfähigkeit, que la llama ella-; y nosotros, dolores de cabeza. Y pregunto, al corolario de sabios que asesoran el mundo de los “P” (ZP, Leire P & Co): si Merkel, creciendo al uno y pico por ciento ya y con su bono boyante, aplica esos recortes, ¿qué no tendremos que hacer los paisanos parias -ambas con “P”- de la vieja piel de toro? Nuestro bono está ya al 5% de sobre coste, el FMI dice que seguiremos, 2010, en el 6% de déficit y la vice Salgado dice que no prepara más ajustes… y en Europa el lunes nos dijeron “sí, bueno, vale, pero hagan más”. Vayan poniéndose el DNI en la boca porque el hostión va a ser de Guines.

Como medida de choque, es cierto que Europa recorta en funcionarios y sueldos de funcionarios; pero la mitad que en España… y cobrando un 35% más (salvo, leo, Italia, Grecia y Portugal), pero como medida de choque los impuestos no se los suben directamente a los ciudadanos (salvo, vuelvo a leer, Italia); se los aplican a las empresas, lo que diluyen en impacto.

A la gente “P” tengo que reconocerle que la culpa sí es de Aznar, del PP (doble P). ¿No querías caldo?, ¡dos tazas! Cuando la huelga que le montaron en junio de 2002, en vez de continuar el proceso, se achantó y retiró de la circulación a Juan Carlos Aparicio, uno de los mejores ministros de trabajo que ha tenido este país.

Y golpeada mi mejilla, pongo la otra. Cameron me ha puesto en otro ¡Ay! Le ha salido la vena Churchiliana y sin un buen veguero ha soltado lo de “sangre, esfuerzo, lagrimas y sudor” (que fue lo que dijo Teodoro Rossevelt cuando fue Subsecretario de Marina y el británico, homónimo, Primer Lord del Almirantazgo); bueno, en versión siglo XXI porque la deuda total british supera el 70% del PIB -ellos tampoco son Grecia, pero se reafirman: son el Reino Unido de la Gran Bretaña- y ha dicho que las medidas afectarán “incluso nuestro estilo de vida”. “nuestro-estilo-de-vida”; tiemblo por el tonilla. Vivo en Benidorm, sufro con Benidorm… también soy turismo británico.

En fin, nunca me gustaron los colectivismos; prefiero un mal neocom a un funesto colectivista. La raya no se tira por debajo. Así nos va.

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