13 dic 2010

El turismo alemán... que se fue

Esto… que comienzo mis muy merecidas vacaciones (¡¡merecidísimas!!) y por si también me las planteo en el blog, y en la confianza de poder alargarlas hasta después de Reyes…

En fin: que el hombre propone y la empresa dispone. Veremos.

Por ello, aquí llegados, quiero “despedirme” con una pincelada de mi próximo trabajo editorial.

Una de las buenas cosas de la tertulia “Los Cafés del Meliá” es que te da por investigar cosas que surgen en el “fragor” del debate.

Sobre las causas de la “huida” de los alemanes de Benidorm ha venido sobrevolando la indigencia hídrica; la sequía “histórica” de 1978… y lo hemos venido teniendo como hito negativo al tiempo que le echábamos la culpa al agua. Pues no. Documentando mi tesis doctoral , esa que está ahí pero que nunca hay tiempo para darle el empujón que merece, me encuentro con una cita de Emilio Martínez Ibarra, geógrafo de pro, que bucea en el periódico local “Ciudad” y descubre las cifras de TUI: la inflexión es 1973.

Ese año el TTOO alemán vendió 17.000 estancias en Benidorm… y comenzó a declinar la cosa: 16.000 en 1974, 13.000 en 1975, 8.000 en 1976… Vamos, que fue mucho antes de quedarnos sin agua. Cuando llegó el aciago 1978 aquí no quedaba un alemán. Seguiremos buscando cifras e indagando sobre aquél Nekerman & Co.

La causa: pues ya me voy a “Potencial de captación y generación de Tráfico del Aeropuerto de Alicante” (JJ García Escribano, F. Calvo García-Tornel, A. Morales Gil (Directores) y otros. Ed. Civitas, Madrid, 1998) y como causa se esgrime la banalización del turismo en Benidorm.

Y, ¿qué es la banalización del turismo? Pues los semánticos dicen que la banalización es la pérdida de valor; la pérdida de la exclusividad. Cuando el turismo llega a ser cosa de todos y no un signo de distinción y exclusividad. Yendo más allá, la banalización del turismo debe ser entendida, para el caso del turismo alemán, en la proliferación de orquestas en las cafeterías hasta altas horas de la madrugada; la masificación nocturna ajena a normas y ética.

Y eso mismo está pasando ahora en otros puntos de la costa. Jávea está capeando el temporal.

Pero estos alemanes ya no son de temporada y terminan refugiándose en el interior en los preciosos valles montanos (Gallinera, Ebo, Alcalà, Laguard… donde Ezme y el Cavall Verd… donde terminó la Reconquista en 1609), que otrora fueron fortaleza de al-Azraq, el de los ojos azules. Por eso a los de las comarcas de Las Marinas (Alta y Baja) aún les llaman “blavets”.

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