27 mar 2011

Plaza de la Almadraba: indignación supina


No daba crédito anoche cuando leía el envío del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Benidorm: “Benidorm rinde homenaje al arte de la almadraba con un conjunto escultórico en la plaza del mismo nombre”. ¡Por fin!, exclamé, yendo raudo, y veloz, al “balón nuclear” para brindar por la buena nueva con un soberbio Penderyn. ¡Cielos!, exclamé (estaba muy exclamador yo ayer) hay que encargar a Cardiff una nueva remesa Penderyn porque con tanta celebración se está quedando traslúcida la última botella.

Eufórico estaba porque, iluso de mí, había creído que el Consistorio había recuperado la obra de Pedro Delso, la única en España dedicada a la Almadraba y que el Plan E -por unos y por otros-, había mandado al garete (Almacén Municipal) para una “posible restauración” que ahora entiendo absolutamente inviable. Es que unos (PP), otrora en el Gobierno municipal, y otros (tránsfugas ex PSPV), ahora en el Gobierno municipal, me habían asegurado que la iban a recuperar. ¿Pero quién soy yo?

Engañado, ofendido y humillado. El monumento, existir existió:



Alejandro Guijarro, es amigo por encima de todo. Es artista y dirige el Departamento de Diseño del Ayuntamiento de Benidorm. No es contra él; no es personal.  Pero es demencial haber dejado perder la obra de Delso, tanto por ser del amigo Pedro como por su exclusividad.

Está bien que Benidorm rinda homenaje a sus almadravers y subsane una increíble deficiencia cultural, pero tiene bemoles que se me inventen ahora una Plaza de la Almadrava en un lugar tan ajeno a ella, aunque tan posiblemente turístico como el mismísimo puerto.

En fin, dolido por la afrenta y escéptico ante la propuesta, no así del trabajo de Guijarro, mi sencillo homenaje a la flor y nata de los almadravers benidormers que aún hoy están en el Libro de la Gloria de este arte amenazado por CITES y el expolio nipón, y que cada año, en Isla Cristina (Huelva), el Encuentro de Arráces y Capitanes de Almadraba tienen su justo reconocimiento: a los Besós, Blats, Beatos, Blancs, Caberes, Cadenes, Candelarias, Catarros, Cerveres, Fenolls, Gats, Galianes, Garullos, Malaïts, Maripepas, Paltras, Rabosos, Tudeles, La Sal, Xarrinas y Xixos, los mejores arráeces (capitanes de almadraba del Mundo). Y con ellos a armadores, administradores y todas aquellas gentes benidormeras de la almadraba y la chanca, desde copejadors a almózeros, desde empipadores a cabestreros, desde cuchillas a despertadores, desde escribanos a brebiones, desde terceros a marineros, desde peteros a saladores, desde maniones a torreros, desde vigilantes a ventureros; a los del pal y la senda; a todos, desde tunantes a arráeces.

Y a todos ellos, al grito de “Garrapata”, bona barca y bon vent, almadravers… porque lo que hay en tierra… es puro cachondeo. Y el cachondeo era la fiesta final de la temporada de la almadraba justo en la desembocadura del río Cachón. Lo de la placita esta me parece auténtico choteo, que no cachondeo. Acto luctuoso más que festivo.


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