14 ago 2015

DE VOLVER CON LO DEL PARQUE Y LOS 80.000 M2


Me ha llegado al correo una nueva nota de prensa del GM Socialista con un artículo de opinión del secretario general local volviendo a insistir en el Parque Tecnológico de Benidorm. Y ha sonado de repente la vieja canción… “para tocar con Lorenzo, mañana sábado día de la Virgen. Me lleva él o me lo llevo yo, pa’ que se acabe esta vaina…”. Y no dudo ni un instante de los técnicos de la concejalía señalada. Y precedentes, para llenar la Fosa de las Marianas.

Ya en abril salí en tromba contra la ideíca, aunque no la colgué en este blog. E insisto: el espíritu es loable. Ahí tenemos 80.000 m2 y si conseguimos que se instalen empresas y se creen puestos de trabajo, pues miel sobre hojuelas. Y seguro que el nombre no va a ser un inconveniente: Parque, Polígono o lo que sea. Pero pongamos las cosas en su sitio.

En Alicante, promovido desde la Universidad de Alicante -porque estas cosas de los parques tecnológicos precisan del empuje de una universidad o entidad de porte tecnológico- hay uno con 9 empresas; algunas son una spin-off (anglicismo para señalar una escisión de una empresa mayor) promovidas de la propia comunidad universitaria para desarrollar actividad a partir de iniciativas desarrolladas desde la propia universidad. La Universidad Miguel Hernández (Elche/Elx) tiene otro: Parque científico empresarial, con 65 empresas de diverso corte y capacidad. Y cuestan un cataplín y un ojo de la cara ponerlos en marcha y hacerlos funcionar; ni te cuento lo de rentabilizar la iniciativa y que produzcan los beneficios necesarios como la diversificación de la actividad productiva de la zona (que sería cojonuda), el progreso tecnológico y el desarrollo económico (objetivo final de la cuestión).

En España hay ya 80 parques que puedan optar a esa categoría de Parques Tecnológicos… con 62 operativos y 16 que están desarrollándose, y 2 en embrión. 24 de estos parques, la mitad de los operativos, están abanderados por universidades; hasta 46 universidades españolas están metidas en el fregado de los parques. La mayoría de ellos (68) están asociados en APTE.

La idea es buena, pero ponerla en marcha requiere un operativo de narices y unos riñones económicos como los del caballo de Espartero, que también los debería tener. Ya de principio, “Los Parques Científicos y Tecnológicos son zonas urbanizadas gestionadas por una entidad promotora (de la que la idea vertida en artículo de opinión no dice nada), cuyas parcelas son ocupadas única y exclusivamente por entidades públicas o privadas cuyo objetivo básico es favorecer la generación de conocimiento científico y tecnológico y la promoción de la transferencia de tecnología”. Lo de la generación empleo, como en el servicio militar de antes el valor… “se le supone”.

Ciencia y tecnología son -y lo serán cada vez más- claves en el desarrollo del futuro. La idea, tanto en abril como en agosto, está bien: “los estudios sobre ciclos económicos demuestran el papel que juega la aparición de innovaciones para generar e impulsar períodos de expansión importantes. Los períodos de crisis actúan como motores en la aparición de nuevos productos y procesos. Las oleadas tecnológicas son decisivas para entender las variaciones de los ritmos de crecimiento de las economías locales y regionales (Preston-Hall, P., 1990; Méndez, R., 1998; Ondategui, J.C., 2001).

Pero ojo, que no todo el monte produce orégano. Muchas iniciativas que ya han demostrado que funcionan, son absolutamente insuficientes para convertirse en un detonante de economías locales y comarcales. Algún ejemplo tecnológico “local” lo tengo a siete kilómetros de casa; y no es Carrefour precisamente, aunque está al lado. Es que resulta que las necesidades del tejido económico que nos circunda deben aliarse con la concertación de objetivos perseguidos y con… conseguir los recursos financieros necesarios… que es aquí dónde echo sal en la herida, pues si bien puede que se den exenciones fiscales municipales (que ya quisieran), autonómicas (que bien vinieran) y nacionales (para las que hay un plan estatal y más peticiones que corbatas pueden haber en el armario de Carrascal), la cuestión es que nadie ha dicho nada de la entidad promotora ni de los cuartos para que eche a andar. Y todo es cuestión de lo que no tenemos en el Ayuntamiento de Benidorm: euros.

Los parques tecnológicos son muy molones
La IASP (International Association of Science Park) tiene colgado en su web una entradilla que -traducción libre de 1º de Nivel Básico- viene a decir que para estas cosas, “nadie parte de la nada: debe existir un conocimiento científico previo acumulado y unas líneas previas de especialización en disciplinas muy concretas”. Lo del “conocimientos científico previo acumulado” lo vamos a dejar en suspenso en nuestro caso, pero es tan grave o más que el saber que “el objetivo es crear sinergias conectados con una Universidad que investigue y genere los proyectos de donde salen las spin-off ” famosas y con quien deben colaboran las nuevas empresas que llegarían a instalarse y que pudieran conectar con las demandas de la economía regional. Y de momento, lo que más demandamos es turistas.

Sí, sí: un parque tecnológico, tecnoilógico o lo que haga falta. Pero, ¿dónde está la pasta?; ¿dónde está la entidad promotora? Tener 80.000 m2 como de libre disposición para la cuestión es como tener un tío en La Habana (aún hoy); yo tengo uno petrolero a orillas del Maracaibo y sólo me manda una postal por tal día como mañana: día de la Virgen de Agosto. No sólo hay que tener los 80.000 m2; sino hay que tenerlos en situación de “excelencia urbanística” (que aún no he conseguido saber exactamente qué es) y saber que la inversión (ah, ¿pero que hay que hacer una inversión por parte del promotor de la idea además de poner la cama (entiendan los 80.000 m2)?) sólo se rentabiliza cuando triunfa la innovación tecnológica. Si no, es como un aparcadero de empresitas que poco a poco van tirando.

Es que llamarle polígono industrial a estas alturas del XXI -y sabiendo lo que hay en algunos polígonos industriales- queda muy feo: 80.000 m2 para un polígono industrial suena fatal. Yo pongo el bar para los almuerzos. Y ojo, que el futuro está en la tecnología. Y si no lo hacen atractivo no vende.

Pues ya saben: entidad promotora y euros. ¿Los tenemos?, no. Pues, ajo y agua; pero que nadie nos quite el soñar.

E igual que comencé cuando me vino a la mente la canción (“me lleva él o me lo llevo yo, pa’ que se acabe esta vaina del parque poligonero) me vino el chiste: “Papá, ¿cómo se llama lo que hay en las esquinas de los polígonos?”. “Putas”, respondió el padre. Y el niño dijo: “¿entonces quito lo de ángulos?

Pues eso, polígono sin ángulos en 80.000 m2.


PD (domingo, 16): Ya que cita la nota que inspira (o provoca; no sé muy bien) este Post una iniciativa francesa, yo le adjunto otra, leída en las páginas salmón de EL PAÏS de hoy (aunque fechada el día 13), donde se cita una iniciativa municipal (del Ayuntamiento de París) junto a otras privadas. Así es como deberían planterse las cosas y no como una quimera demagógica al socaire de los tiempos.




 -#-

No hay comentarios:

Publicar un comentario