2 may 2021

DEL 2 DE MAYO: A PROPÓSITO DE UNA GUERRA QUE COMENZÓ Y FINALIZÓ EN BAYONA

Ya escribí un Post "A propósito del 2 de mayo" que luego vio la luz en papel allá por 2010 cuando no me atrevía a subirlos por aquí. Y hoy, viendo los comentarios en Facebook a la retransmisión por esa red de los actos de la Comunidad de Madrid he percibido un desconocimiento total sobre el hecho bajo el que late esta celebración que se nutre del contexto de las Guerras Napoleónicas y que entre 1808 y 1814 se libró en la vieja piel de toro. Gerardo Muñoz Lorente hizo un excepcional trabajo centrado en la provincia de Alicante (mayo 2008). La UA tiene en marcha un proyecto, que debería culminar este año, sobre los paisajes de aquellas batallas. Los franceses tomaron Benidorm -pensaban unir las aguas de ambas habías con una canal artificial por el trazado del actual Paseo de la Carretera y hasta la titularon "Ciudad del Emperador", lo que nos reportó la Acción en Benidorm que relata el abogado e historiador naval británico William M James en el sexto tomo de la Historia Naval de la Gran Bretaña. La refiere como 'Acción en Biendom, puerto cerca de Alicante' y relata la hazaña protagonizada 'por el comando' del guardiamarina Michael Dewyer; ascendido a primer teniente. Y luego está el libro de César Evangelio, la Historia de Benjdorm de Paco Amillo y hasta los aportes de Paco Bou. El caso es que entre mayo de 1808 y enero de 1812 los gabachos no se dejaron ver mucho por lo que hoy es la Comunidad Valenciana y, especialmente por la provincia de Alicante. A partir de entonces ya fue otro cantar. El castillo de Benidorm fue ocupado a finales de 1812 que en 1813 fue bombardeado por los ingleses. Antes, habían ocupado los franceses La Vila Joiosa, que tomaron como puesto de Avanzadilla. Nunca llegaron a Alicante; bueno sí. En el verano de 1812 el general Montbrun con 4.000 hombres y unas piezas de artillería se presentó ante Alicante lanzó tres cañonazos y mandó un emisario exigiendo la rendición. Le dijeron que como que no.... y se retiró. El puerto y la ciudad se convirtieron en un elemento de entrada de tropas de refresco (nacionales e internacionales; que por nacionalidades en conflicto no iba a ser) para combatir al francés. En julio de 1813 cesó la actividad bélica en la provincia no sin antes haberse registrado dos batallas en Castalla (julio de 1812 y abril de 1813). En abril de 1812 también hubo un enfrentamiento en Mutxamel. Pero a lo que iba de hoy, 2 de mayo. A todos -los de cierta edad- nos han contado aquello de que "el 2 de mayo de 1808, las tropas francesas deciden sacar a la Familia Real de Madrid, mientras les observa una multitud que protesta ante las puertas de palacio. La muchedumbre es disuelta por un batallón de granaderos, y la noticia origina una violenta reacción del pueblo de Madrid contra los franceses". Vale; pues sí. Pero... Comencemos la historia. Napoleón, en su afán contra Inglaterra -tras la derrota de Trafalgar (21 de octubre 1805)-, decreta un bloqueo que Portugal incumple; decide su invasión. Para llegar hasta Portugal el ejército napoleónico tenía que cruzar la península ibérica. Napoleón logró el permiso de España para que sus tropas cruzaran el país al firmar con Manuel Godoy, válido del rey Carlos IV, el Tratado de Fontainebleau (1807). Tropas hispanofrancesas invadirían Portugal, se acabaría la connivencia con Gran Bretaña, se saldarían deudas con Carlos Luis de Parma y se negociaría sobre Gibraltar y Trinidad (y el Alentejo y el Algarve serían para Godoy, como Principado de los Algarves). Las tropas españolas atacaron por el norte y el Oeste en tiempo y forma, y las tropas francesas del general Andoche Junot, que había cruzado la frontera española diez días antes de la firma del Tratado, se presentaron ante Lisboa, tras haber cruzado España, el 30 de noviembre. La Familia Real lusa había embarcado para Brasil. Y Francia siguió enviando tropas hacia Portugal, pero que se iban quedando en las principales ciudades españolas. En los días postreros del año 1807 el general Joaquín Murat ordenó la ocupación silenciosa de España y desde el 22 de diciembre varios contingentes franceses van entrando en España y tomando plazas con el beneplácito de Godoy quien, asustado por sus cálculos de más de 100.000 soldados franceses en Esapañ, a finales de febrero, plantea la salida de la Familia Real española hacia Aranjuez con la idea, visto lo sucedido en Portugal, que a través de Sevilla y Cádiz pudieran llegar a América. Pero esa idea de la salida del rey provoca el Motín de Aranjuez (17 de marzo): cae Godoy, abdica Carlos IV y se proclama rey a Fernando VII, quien el 24 de marzo regresa a Madrid triunfante, por la Puerta de Atocha, aclamado por el pueblo de Madrid. Desde la noche anterior, las tropas de Murat controlan Madrid. Más de 20.000 soldados napoleónicos estaban acantonados en Madrid y otros 30.000 acampaban a una hora de la capital. En los primeros días de abril Fernando VII es engañado por el general Savary con la posibilidad de diversos encuentros con Napoleón tanto en Burgos (a dónde llega el 12 de abril) como en Vitoria (13 de abril), animándole a llegar hasta Bayona, donde recaló el monarca español el día 20; el mismo día que en Madrid era excarcelado Godoy, que de inmediato parte para Bayona a donde llega el 26 de abril). Cuatro días después, Carlos IV y su esposa llegaban también a Bayona, siendo recibidos como Reyes de España, ante el desconcierto de su hijo Fernando (VIII). Engañados padre e hijo. El 30 de abril desde Bayona se notifica a la Junta Suprema de Madrid que el rey Carlos IV deseaba la presencia de su hijo menor, el Infante Francisco de Paula Antonio, en Bayona. Secretamente se dispuso la partida del joven para el día 2 de mayo. Y ese 2 de mayo se corrió la voz, muy de mañana en el Madrid ocupado de facto por los franceses, de que se preparaba la salida para Francia de miembros de la Familia Real. El pueblo de Madrid se agolpó ante el Palacio Real. Dejaron salir el carruaje de la hija de Carlos IV (y hermana del rey Fernando VII; y de Carlos María Isidro de Borbón), la Infanta María Luisa de Borbón con sus hijos, a los que acompañaba el ministro de la Guerra, Gonzalo O'Farril. Pero cuando se prepara para hacerlo el carruaje que debía conducir al infante Francisco de Paula Antonio, el maestro cerrajero José Blas Molina, que ya había estado en el Motín de Aranjuez y otros episodios contestatarios, enerva a la multitud congregada -¡Vasallos a las armas, que se llevan al Infante!- y junto al coronel López de Ayala impiden la salida de este y se inicia el asalto del palacio. Ha comenzado el 2 de mayo en Madrid (por una decisión tomada en Bayona). Las tropas francesas acantonadas, al tener noticias del asalto al Palacio Real salen de sus cuarteles y se despliegan por la calle de Alcalá, la Puerta del Sol y las plazas Mayor, Santa Cruz y Antón Martín; por las puertas de Segovia, Toledo, San Vicente y Fuencarral entraron las tropas napoleónicas de la periferia. Por la antigua Puerta de Toledo, en el barrio de La Latina, hombres y mujeres de Lavapiés y La Paloma se enfrentan a los coraceros del general Dupont. El general Rosetti, con sus coraceros y su pelotón de mamelucos , carga una y otra vez para entrar por la calle Mayor desde San Jerónimo y Alcalá. Sus escuadrones de Cazadores fueron tiroteados en la carrera de San Jerónimo y los franceses pidieron refuerzos. Al conocerse la situación, 56 presos de la cárcel real piden permiso para salir a pelear contra los franceses con juramento de volver a prisión. Se dirigen a la Plaza Mayor y sorprenden al regimiento de artillería que allí se encontraba guerreando con los paisanos. Los franceses son derrotados momentáneamente; al día siguiente 53 de los presos se presentan en la Cárcel Real para volver a su internamiento tras haber combatido; de los otros tres se sabe que uno murió y otro estaba herido de gravedad en uno de los hospitales improvisados. Del tercero nunca se tuvo noticia. En el Parque de Artillería de Monteleón, en lo que hoy es la Plaza del 2 de Mayo, en el corazón del barrio Maravillas, los capitanes Daoíz y Velarde y los tenientes Ruiz y Arango, con tres cañones, 40 soldados y un centenar de paisanos voluntarios se enfrentaron a las tropas imperiales ayudados por la angostura de las callejas circundantes. Manuela Malasaña y Clara del Rey entrañan en la historia forjando sus nombres en la acción de municionar a los defensores.
Hacia las dos de la tarde, con la toma del Parque de Artillería de Monteleón, los franceses se hicieron con el control total de Madrid y comenzaron los ajusticiamientos: en el Paseo del Prado, en la Puerta de Alcalá, en Cibeles y en Recoletos. A la mañana siguiente, el 3 de mayo, en la montaña del Príncipe Pío, en lo que hoy es Argüelles, fueron fusilados los 43 detenidos que inmortalizó Goya. El Auditor general Juan Pérez Villamil y el ex Intendente del Ejército Esteban Pérez de León, cada uno por su lado, consiguen salir de Madrid y llegar a Móstoles hacia las tres de la tarde y dan cuenta a los alcaldes ordinarios de la villa, Andrés Torrejón y Simón Hernández, de lo sucedido en Madrid. En presencia del secretario Manuel del Valle los alcaldes firman una circular de aviso a las poblaciones del Reino (que se conocerá por la historiografía como el Bando de Independencia) sobre lo ocurrido en Madrid, llamando al socorro armado de la capital y a la insurrección contra el invasor francés. Pedro Serrano partió de inmediato por la carretera de Extremadura hacia Sevilla informando de lo sucedido en Madrid por todos los pueblos de la vía. El alcalde de Navalcarnero, nada más recibir el oficio de los alcaldes de Móstoles, añadió un oficio propio para reforzar la petición. La noticia llegó también a Alcalá de Henares, donde estaba la Academia de Ingenieros; cuando supieron del levantamiento y la represión, decidieron dirigirse a Valencia y sumarse a la rebelión de la capitaldel del Turia. A bandera desplegada y tambor batiente, en formación,salieron de Alcalá en un episodio que se conoce como "la fuga de los Zapadores" Contenido el levantamiento, prosiguió la partida de la familia real: el día 3, la del infante Francisco de Paula Antonio y el 4, la del presidente de la Junta, el infante Antonio, hermano de Carlos IV. Pero conforme el Bando de los Alcaldes de Móstoles fue llegando a pueblos y pueblos, España respondió levantándose contra el invasor. Con el inicio de la campaña de Rusia, Napoleón hubo de retirar parte de sus fuerzas de la península. El ejército inglés aprovechó la situación para tomar Ciudad Rodrigo y Badajoz. En junio de 1812, los franceses fueron derrotados en Salamanca y un mes más tarde en Arapiles. En junio de 1813 tuvieron que retirarse a los Pirineos, después de sufrir derrotas en Victoria, el 21 de junio, y San Marcial en agosto. El Tratado de Valençay, firmado en diciembre de 1813, que debía poner fin a la guerra, hizo que Fernando VII recuperara el trono español. Pero la guerra prosiguió en el sur de Francia. El ejército de la colaición hispano-luso-británica persiguió a los franceses y combatió en el río Nivelle, en Bayona, Garris, Orthez, Toulouse y otra vez en Bayona. Hubo saqueos de localidades francesas como venganza por los excesos cometidos por las tropas francesas en España. Finalmente, Napoleón pidió la paz. Las tropas aliadas habían entrado hasta Burdeos y, posiblemente, de no haber sido frenadas, hubieran entrado en París antes que los austríacos, prusianos y rusos. La guerra termina con el Tratado de Fontainebleau (14 de abril de 1814), Fernando VII recuepra el trono y pudo finalmente regresar a España el 22 de marzo de 1814.
PD. Cataluña continuó formalmente perteneciendo al imperio francés hasta el 28 de mayo de 1814. Francia retuvo la soberanía del Valle de Arán, hasta 1815.

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