24 jun 2011

DEL VERANO: PRESVISIONES, AGUA, DESALADORAS Y EUROS



Fue Aristóteles el primero en especular sobre el origen de los fenómenos atmosféricos allá por el 340 aC. Desde entonces y hasta el siglo XVII, en que se suceden los inventos de los aparatos meteorológicos, la cosa iba de cábalas y augurios. Y no será hasta 1967 cuando Edward Lorenz, con su “efecto mariposa” y la “Teoría del Caos”, ponga las bases para comprender la naturaleza caótica de la atmósfera y, por ende, del tiempo meteorológico. Desde entonces se ha avanzado mucho en las cuestiones de entendimiento y predicción del tiempo, pero… llegamos a paradojas como ésta de hace unos días. J. Sierra, en Diario Levante-EMV, titula: “Meteorología y CEAM discrepan en su pronóstico para el verano”. ¡Olé!

“Meteorología” es la Agencia Estatal del ramo (AEMET); CEAM es el Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo, que es un instituto universitario de investigación con un departamento de meteorología y climatología. Pues los dos previsionan sobre lo mismo y… ¡como el día y la noche!

Y esa previsión nos es fundamental para saber cómo hemos de actuar con las reservas de agua.

La AEMET predice un verano caluroso y seco, en base a los datos del Centro Europeo de Predicción a Medio Plazo (ECWMF) que, sobre la base de 51 predicciones del sistema EPS (predicción numérica), hace su pronóstico con un aire gabachón y regusto teutón, que emana del DWD (Deutscher WetterDients). El  CEAM, por su parte, dice que, apoyándose en las previsiones del GFS yankee va hacia el lado opuesto y, además, coincide con las previsiones del centro Hadley del Servicio Británico que apunta a menos calor y más lluvias.

¿A qué nos atenemos?; ¿qué modelo asumimos?, ¿cuál ignoramos?, ¿qué será, será?

Sea como fuere, comenzamos el verano con agua en los pantanos (dicen que ha llovido lo suficiente, incluso más, hasta ahora) aunque, la verdad sea dicha, embalsamos menos agua que en 2010. Los pantanos alicantinos han registrado en las últimas semanas unas mínimas variaciones negativas en La Pedrera y Beniarrés. Guadalest, Crevillente y Amadorio, por su parte, ni se han enterado de que consumimos porque el sistema sigue aportando, y comportándose, y la cosa se queda en más del 63%.

Pero nos acordamos del fantasma de la falta de agua. Aquí, agua es sinónimo de Taibilla; un viejo canal que surgió a finales del XVI y no se materializó hasta 1945 con la intención, original, de que la base naval de Cartagena no se quedara sin agua. Ahora el complejo Taibilla abastece a media provincia. El resto, la mitad norte, se encomienda a Consorcios, Plan de Ósmosis y desaladoras, amén de ese cordón umbilical de salvación que para Benidorm es la conducción Taibilla-Amadorio. Gracias José Ramón.

Esta suficiencia ocasional de agua de hoy también es “buena” para el tema de las desaladoras. Aquí padecemos una ancestral indigencia hídrica y, mal que se entienda, ya desde los 90 muchísimos pueblos han vivido del Plan de Ósmosis de la Diputación, y muchos regantes las emplean. Y la cuestión no ha sido fiarlo todo a ellas. El PHN del PP ya las contemplaba; eso sí, en menor número que las del programa AGUA. Pero las desaladoras que están hechas son las del viejo PHN.

Hace unos días otra noticia nos dejaba un ojo a la virulé nada más leerla: “El uso de las desalinizadoras será mínimo este año debido al precio y a las lluvias”. Es que el principal problema de la desalación es el mismísimo euro, y el límite de la misma no es el mar, o las aguas continentales salobres; el límite es Kyoto. Cuanto más desalas, más electricidad gastas. Y la electricidad, por lo general y en  esas cantidades, sale de quemar combustibles fósiles y tirar CO2 hacia arriba. Kyoto puro y duro.

Y todo esto nos pasa porque, encima, la crisis nos ha ayudado. Menos gente, menos consumo. Menos dinero, menos producción agrícola.

Vaya panorama.

Al menos, esta vez tendremos agua para beber, pero el Plan de Cuenca se ha quedado en papel mojado. Se dijo que cada vez menos trasvase y más desalación, pero como las cosas han ido como han ido, pues… menos desalación. Pero ojo, que esto debería quedar también reflejado en el recibo: si gastamos menos luz para desalar agua, deberíamos verlo en la factura. ¿O no?

Bueno, y luego está lo de las desaladoras paradas… y las que no se terminan… esas, también, euros son.




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