15 ago 2011

DE 1957, DE AGOSTO DE 1957




Entre 1957 y 1966 la tasa bruta de natalidad de España se colocó en el 21 por mil. Eso hizo que, como la tasa bruta de mortalidad iba en descenso -desde 1946-, nos encontráramos con un saldo vegetativo superior al 10 por mil; lo que llamamos un baby boom… que en España fue una década posterior a Europa Occidental.

Soy del 57, “hijo” del baby boom. Bueno, hijo de Juan y de Mercedes, que pone en el DNI.

1957 fue un año muy suyo en todos los aspectos; tantos que no sé por dónde empezar. Es el momento de Tratado de Roma y la creación de la Comunidad Económica Europea y el Organismo Internacional de la Energía Atómica; somos de la misma quinta.

En 1957 la URSS sorprendió al mundo lanzando el Sputnik-1… y al poco frieron a “Laika” en el Sputnik-2. Hamilton Watch Co. presentó al mundo el primer reloj eléctrico… y ahora son atómicos y sin fin… de todo. En 1957 se comercializó el “frisbee”, ese platillo que se lanza en la playa, y Russel Kirsch consiguió la primera imagen digital de la Historia de un bebé.

En aquél 1957 los estudiantes de la Universidad de Barcelona celebraron la primera Asamblea Libre de Estudiantes, y TVE, aunque les parezca rarísimo, comenzó sus emisiones de sobremesa y… comenzó el primer “Telediario” soso al principio, pero “el parte catódico” de una cara, que al final es familiar, que se sentaba con nosotros en la mesa a la hora de comer.

Para los “culés”, 1957 fue el año en el que el FC Barcelona inauguró el Camp Nou. Para los fans de The Beatles, 1957 es el año en que en Mathew Street (Liverpool) abrió sus puertas The Cavern Club… donde en 1961 Brian Epstein conocería a los mejores de todos los tiempos.

En aquél 1957 fueron ministros tanto “el León de Fuengirola” (Girón de Velasco) como “la sonrisa del Régimen” (Solís Ruiz); uno llegó y otro salió. España estaba como estaba; tiro e hemeroteca y me encuentro con que un “paisano”, Bernardo Ruiz “El Pipa” terminaba 3º en la Vuelta Ciclista a España; y eso es pódium. Es al único ciclista campeón que he tratado.

También 1957 es el año de la “Gran Riada” de Valencia (14 de octubre): un episodio DANA que dejó 400 muertos y muchos destrozos cuando dos ondas de crecida del Turia se adueñaron de la ciudad de Valencia. La segunda llegó a la barbaridad de los 3.700 m3/seg.

Y en lo más triste, 1957 es también el año de la Guerra de Ifni, la última colonial de España; la guerra olvidada.

Soy Leo, Leo, Leo, de la quinta de Carolina de Mónaco, Juan Luis Guerra, Gloria Stephan, Quimi Portet y Nacho Vega… por ejemplo.

Soy del 57… y hoy es mi cumpleaños. Así que, espero una sencillísima tarta donde poner un círculo de velas que me proteja de los malos espíritus durante los siguientes 365 días… como hacían los griegos antiguos… y nada más; que es fiesta.

Me cuentan en casa que 1957 fue un año “bueno”. Por estas tierras surestina nevó en enero (lo que suele ser bueno para la agricultura)… y, aunque nací en Alicante, en Orihuela fue muy celebrado; fui el primer nieto (varón) de mi abuelo José y, por aquellos días, eso tenía su aquél.

Es muy temprano para empezar a beber en plan celebración y el termógrafo asusta con sus 35ºC al mismísimo sol; José María Diez me ha traído un buen botellón de “Penderyn” -mi welsh whisky favorito- y no veo la hora de “hacerme una hilaica”.

Por ser el día que es, me han eximido de tener que pasear de buena mañana a “Putoperro de los cojones”, pero no por ello he renunciado al “nuncio” mañanero y al paseo matutino. Ayer mismo me abrí una cajita con un aroma superior. Ya con menos de medio puro entre los dedos -yo no les quito la faja- y con el poso el café mirándome, hoy me siento bien en la tranquila y soleada mañana de Benidorm. No parece que sea 15 de agosto; hay una fantástica tranquilidad en la Avenida de Europa que contrasta con la vorágine de esta madrugada.

En fin, que para celebrármelo me puse antes de ayer una buena botella de cava a enfriar. No puedo pasar sin el buen cava. Lo de Churchill era champagne; lo mío, no soy inglés, es el cava. Soy fijo del cava: un brut nature de Parxet para el día a día y un algo especial -para mí-, hoy, de Recaredo: un 2001 Josep Mata: ¡genial! Bueno, no iba a apuntar tan alto; un “María Cabané” era suficiente, pero estaba desaparecido -donde lo encontré un buen día- y no saben si lo volverán a traer. El Josep Mata me hice con él en mayo; buen momento ahora. En Benidorm es difícil esto del cava.

Pero es que, parafraseando al tal Winston: “no podría vivir sin el cava: en la victoria lo merezco y en la derrota lo necesito”. Hoy, por todo. Brindo; sencillamente me lo brindo.




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