25 abr 2021

DE LA FLOTA AMARILLA

En el último post -Por el istmo de Suez (y II)- cité, de pasada, a la “flota amarilla”, los 14 barcos (15 en total, pero uno se adelantó) que quedaron atrapados en el Canal de Suez en 1967 y se fueron colorando de herrumbre hasta ser conocidos de tal guisa. Hoy he visto que un mes después de atravesarse en el Canal de Suez el Ever Given sigue sin salir por el extremo de Suez al Mediterráneo. La SCA (Autoridad del Canal de Suez) lo tiene retenido hasta que la Shoei Kisen Kaisha Ltd. apoquine los 916 millones de dólares de multa: 300 millones por prima de salvamento, 300 millones por ‘pérdida de reputación’ y los 316 millones restantes entre derechos de tránsito, pitos, flautas y costes de la operación. De momento, 25 tripulantes retenidos (de nacionalidad india) y aún con gasoil en los tanques -para seguir produciendo electricidad y agua potable- y provisiones en la despensa. Hay algún caso, como el del Aman (2017) en que la SCA prohibió el abastecimiento del buque retenido y el único tripulante que quedó a bordo durante cuatro años -Mohammed Aisha- tenía que nadar hasta la orilla para abastecerse de agua y comida y cargar el teléfono.
Mohammed Aisha aprovisionándose de agua y víveres, vuelve a a nado al MV Aman En fin, que no son un caso único esto de quedarse empantanado en el Canal de Suez y por tiempo… Estos casos de hoy son por la pasta, pero los de 1967 a los que se refiere el Post fue porque les pilló el bloqueo y cierre del canal (hasta 1975) por la guerra árabe-israelí de turno. En la madrugada del 5 de julio de 1967 el convoy formado por 15 mercantes de Bulgaria, Checoslovaquia, Francia, Polonia, Suecia, Alemania Occidental, Reino Unido y Estados Unidos se adentraron en el canal. Sabían que la cosa estaba tirante, pero llevaban muchos días enseñándose los dientes unos a otros y no había pasado aún nada. A las 8 de la mañana (hora israelí, 7 de la mañana hora egipcia), mientras navegaban lentamente pasaron sobre ellos a toda velocidad los cazabombarderos israelíes para atacar, con la fresca, las bases egipcias junto al Canal. Había estallado una nueva guerra árabe-israelí y ellos estaban en medio. Sólo duró seis días (5 al 10 de junio; La Guerra de los Seis Días), pero el canal estuvo ocho años cerrado y la “flota amarilla” en él.
Soldado israelí, en la orilla del Canal, frente a barco. Guerra de la Seis Días; junio de 1967 A las 7’45 h del 5 de junio de 1967, mientras la “flota amarilla” navegaba por el canal Israel inició la Operación Foco. Noventa minutos después, la Fuerza Aérea Israelí, en tres ráids, había destruido 14 bases aéreas egipcias y acabado con cerca de 450 aviones, casi todos ellos en tierra. Siria, Jordania e Iraq intentaron contraatacar, pero sus aviones fueron neutralizados a media mañana. Desde el 30 de mayo, siete divisiones egipcias y mil tanques esperaban la orden de atacar Israel por el Sur; un despliegue similar en Siria esperaba también hacerlo por el Norte. Eran momentos muy tensos y los días se sucedían con indecisión hasta que Israel los pilló desprevenidos. Ya el día 6 de junio los aviones israelíes se dedicaron a cazar tanques tanto en los Altos del Golán como en el Sinaí, mientras Egipto hundía barcos en los extremos del canal para impedir su navegación, al tiempo que sembraba minas en el cauce. Los paracaidistas israelíes el 7 de junio tomaron Jerusalén y el 8 ofrecían los israelíes una tregua: Egipto la aceptó, pero Siria no. El conflicto siguió. El 9 de junio Israel acabó con lo que quedaba de la fuerza aérea Siria, mientras los tanques sirios no podían cruzar el Jordán y se daban media vuelta. El 10 de junio, con los israelíes camino de Damasco, la presión internacional hizo que e l Alto el Fuego solicitado por el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas fuera aceptado por Israel. La Guerra de los Seis Días había terminado. La flotilla mercante internacional que se había visto envuelta en el lio anclada en las aguas del Gran Lago Amargo (donde está ahora el MV Ever Given) esperaba acontecimientos. No podían avanzar hacia ninguna de las salidas, bloqueadas; y con el cauce minado. El día 11 de junio Egipto no estaba por la labor de retirar explosivos y barcos hundidos y aquella situación presagiaba que se iba a prolongar en el tiempo.
5 de los barcos de la “flota amarilla” abarloados en el Gran Lago Amargo De los quince barcos que entraron aquella madrugada del 5 de junio de 1967, catorce permanecieron en el Gran Lago Amargo, mientras que el Observer (Estados Unidos) siguió hasta quedar varado en el lago Timsah. La “flota amarilla”, pues, quedó compuesta por el Nordwind y el Münsterland (Alemania Occidental), el Killara y el Nippon (Suecia), el Essayons francés; el Agapenor, el Melampus, el Scottish Star y el Port Invercargill, del Reino Unido; los polacos Djakarta y Boleslaw Bierut; el búlgaro Vassil Levsky y el checo Lednice. Uno más, el African Glen, de Estados Unidos, resultó hundido, sin venir a cuento, en 1973, durante la Guerra del Yom Kippur. Y como algunos barcos transportaban mercancías perecederas (frutas) o animales (vacas y cerdos) comenzaron las negociaciones para ver qué se hacía con la carga y las tripulaciones. Sobre estas, se consiguió que el 25 de junio la mayoría de los marineros que las integraban pudieran abandonar los buques y salir hacia sus países de origen, estableciéndose el reemplazo por tripulaciones de refresco para el mantenimiento de barcos, equipos y mercancías mientras durara el cierre… Pero pasó el tiempo, los barcos no salían, los relevos de las tripulaciones no llegaban, comenzaban a faltar suministros y aquello adquirió unas visas de atemporalidad que llevó, en octubre de 1967, a los oficiales y los representantes de las tripulaciones de los catorce barcos abarloados, reunidos en el Melampus, a crear la Asociación del Gran Lago Amargo (GBLA), destinada a proporcionar apoyo mutuo a los miembros de las tripulaciones.
Acta de constitución de la Asociación Lo consiguió y hasta organizó actividades de todo tipo, como unos ‘juegos olímpicos’ en 1968, paralelos a los México, con 14 disciplinas deportivas: buceo, halterofilia, gimnasia, vela, waterpolo, tenis de mesa, etc. Hasta una estafeta de correos para la correspondencia, que fue lo que mejor funcionó.
Correspondencia enviada por las tripulaciones, matasellada GBLA (Great Bitter Lake Associaction) En 1969 temiendo que la cosa no tuviera pronto remedio, las navieras redujeron las dotaciones al mínimo y se acordó la salvaguarda internacional para, ahora sí, rotar las tripulaciones que mantenían operativos los barcos. En 1972 ya se desistió; los últimos atrapados de junio de 1967 fueron relevados. Solo dos navíos se mantuvieron operativos. En los primeros meses de 1975, con las crisis del petróleo en marcha, Egipto decidió recuperar la navegabilidad del canal. Y cuando el 24 de mayo de 1975 se permitió salir a los buques que pudieran hacerlo por sus propios medios sólo dos de los 14 de la “flota amarilla” -el Münsterland y el Nordwind, ambos de pabellón alemán- pudieron arrancar sus motores y salir al Mediterráneo… y llegar al puerto de Hamburgo, donde fueron recibidos multitudinariamente. El resto de la “flota amarilla” fue remolcada y desguazada. Las compañías los habían declarados insalvables y se habían puesto en manos de las aseguradoras. El 5 de junio de 1975 el Canal de Suez fue abierto de nuevo al tránsito… y hasta el lío del MV Ever Given.

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