16 ago 2020

DE ROC, JOSÉ MIGUEL Y MARIO

 

-I-

Ayer eché de menos la siempre certera opinión de Roc Gregori. Lo de aquellos últimos ratitos en El Albir, aquellos desayunos como toda su ciencia, bullen a mi alrededor. Alguien debería compilar toda su saber; no se encuentra en facultad alguna.

En estos días en los que añoramos al turista de las Islas Británicas, retumba en mi sesera su gran frase: el peor turista es el que no viene.

Miguel Alberto Martínez Monge no cesaba de repetirla y ambos dos la colocaron por todos los fotos de turismo del mundo entero. Eran los tiempos en que se hablaba del poder de gasto de un turistas; de si los que venían por aquí gastaban poco y zarandajas del mismo estilo. Y era para clasificarlos en buenos y malos; incluso peores.

Este verano estamos viendo que Roc tenía razón: el peor turista es que no viene. El mejor siempre es el que viene; el que tenemos. El turista no está en los lineales del supermercado del Turismo; cojo este, cojo aquél. El turista te elije, insistía Roc; hazte elegir, recomendaba. ¿pinte las pilas, vamos!  

Ahora, querido Roc, querido maestro, lo estarán comprendiendo todos aquellos que sonreían ante tus palabras porque no se atrevían a rebatirte nada, aunque insistían en calificar “la calidad” del que recibían. Ahora lo añoran.

Nunca estaos a gusto con lo que tenemos, pero me encanta ver como hacen piruetas para alabar lo que antes tanto criticaban: No, si ya lo decía Roc…

Y esto me lleva a la multitud de seminarios y encuentros que hemos  desarrollado desde que se comenzó a hablar del Brexit y el ‘¿cómo -y por quién/quienes- vamos a sustituir a los british?’ Ahora estamos viendo lo que hay. Y Roc ya lo había dejado dicho, escrito y bien escrito: no tienen sustitución… En el caso de Benidorm, seguirán con nosotros. Destacaba Roc su fidelidad a Benidorm… que hemos podido comprobar por sus mensajes y deseos cuando el confinamiento… y en cuanto abren las reservas.

En el apartado internacional, no han venido los ingleses y… sigue siendo verdad, nos pese o no, que el peor turista es el que no vienen. Así pues, hagamos los deberes.  

Fotograma del espacio España a ras de cielo. Tú a Mallorca, yo a Benidorm. 201

-II-

Ayer también eché de menos el acertado análisis de José Miguel Iribas. Lo nuestro podría calificarse de flechazo por una buena conversación sabiamente regada. Viendo como se está comportando la situación y los números de Benidorm José Miguel acertó cuando decía que Benidorm era al Turismo lo que la Coca-Cola a la sociedad: para todas las edades, refrescante, divertida en envase individual o familiar y que tanto sola como en combinación sembraba felicidad a todos. Cierto que hay otras colas, algunas tan famosos -hay quien dice que más-, pero la gente pide Coca-Cola, como piden Benidorm.

Y eso es Benidorm y ahí están sus cifras. Ayer un nuevo récord de usuarios de las playas de Benidorm: 43.610. El desarrollo de la iniciativa Benidorm Beach Safety (ordenación de los arenales de Benidorm y control de aforos para playas seguras, playas para todos y todos los días) nos ha llevado saltar otro hito.

De cuando Roc y José Miguel era el cálculo; nunca antes a nadie se la había ocurrido. ¿Cuánta gente cabe en las playas de Benidorm? Hablábamos de 40.000 personas… que, aunque rotaran, en las playas siempre había 40.000 personas. Pues ayer, con aforos controlados, más de 43.000…

Bueno, en el programa España a Ras de Cielo, allá por 2013, en el episodio “Tú a Mallorca, yo a Benidorm”, Francis Lorenzo hizo un cálculo sobre todo el arenal de Levante. Allí resultó que en una parcela que él conformó de 25 metros cuadrados (un cuadrado de 5 por 5 metros) se ubicaban 20 personas. Echó mano de una calculadora y dedujo que en los 220.000 metros cuadrados del arenal de Levante cabían 176.000 personas, “toda la población de la ciudad de Badajoz”, dijo.

Nunca se había utilizado la totalidad del arenal; ni en Levante ni en Poniente; Nunca se había dejado los pasillos de 6 metros frente a la línea de agua, como ahora, ni los pasillos de seguridad de 2 metros entre las nuevas parcelas de 16 m2 (rectángulos de 4 por 4 metros) que aunque posibilitan su ocupación por un máximo de 4 personas y un menor de 6 años, la estadística nos dice que la ocupación media de cada parcela es de 2’4 personas. Ahora tenemos nuevas referencias de la capacidad de la playa; ayer, 43.610…

 

Fotograma del espacio España a ras de cielo. Tú a Mallorca, yo a Benidorm. 2013

-III-

Y a tenor de las cifras y los resultados, viendo que Benidorm mantiene el pulso a la pandemia, si vender la piel de oso antes de cazarlo, porque er bisho sigue ahí fuera y muy activo, me llego hasta Mario Gaviria.

Si con Roc hablé de todo lo imaginable en Turismo y con José Miguel hice lo propio trasegando cosechas, con Mario nunca tuve más allá de pequeñas conversaciones y la dedicatoria de algunos libros. Es con el que menos tiempo pasé. Pero para escrutar su figura estaba mi buen amigo Tomás Mazón.

No existe un lugar como Benidorm. No hay nada que se le compare, es la mejor ciudad nueva del mundo”, me dijo, nos dijo, una tarde en Los cafés del Meliá. Siempre sacaba a pasear la frase de Henri Lefevbre: “Benidorm es la ciudad más habitable tras la IIGM”. El sentó las bases que aún se persiguen para que Benidorm sea declarada Patrimonio de la Humanidad.

¿Y eso, por qué?,  aún se pregunta alguno. Porque Benidorm es la materialización de un concepto que constituye una de las mayores aportaciones europeas a la historia política y social de la humanidad: es el lugar de las vacaciones populares por antonomasia. Es el lugar de la felicidad y del ocio. Gaviria en estado puro.

Y pontificaba -que para eso era el gran maestro reconocido, sin que los otros dos no estén a su par- sobre Benidorm:  El lugar crea xenofilia, busca la felicidad del individuo, el sentimiento que uno obtiene en Benidorm es el de una sociedad igualitaria, el de un modelo extraordinario que no se ha reconocido y nadie ha sabido imitar”.

Es que Benidorm es Benidorm. Hasta la propia Organización Mundial del Turismo reconoce que fue la primera ciudad en desestacionalizar el sector.

La clave: el modelo urbanístico y la identificación de la gente con el turismo; los que aquí viven por y para el turismo, y los que vienen por y para la felicidad.

Como recuerda Tomás Mazón de sus conversaciones con Gaviria; como algún alcalde escuchó; como yo le oí: "Mira Tomás ¿Ves aquella señora gorda que está allí tomando el sol? Cuando el turismo desaparezca en España, la última turista saldrá de la playa de Benidorm".

Y ahí está la clave: Cuando el turismo desaparezca en España, la última turista saldrá de la playa de Benidorm.

¿Se acuerdan de Joe Rígoli, Felipito Tacatún, y su frase: Yo, sigo? Benidorm, sigue ofreciendo felicidad.

 

 

 

 

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