21 nov 2014

DEL TREN YIWU-MADRID


10.338’8 kilómetros en 21 días. ¡Ojo con los chinos! Tanto avisar con lo del “peligro amarillo” y nos pasa como con el lobo. Tantas veces ¡que viene el lobo!, ¡que viene el lobo!... y al final, viene para quedarse… y nos comerá.

Dicen que fue el Kaiser Guillermo el primero en alertar del “peligro amarillo” (gelbe Gefahr), aunque tras su abdicación pidió a Alemania estar en sintonía con el Oriente amarillo. Tal vez por eso, Alemania y China llevan ya unos años unidos en lo comercial.

Pero es que en la vieja piel de toro, hablar de comercio y mentar “un chino” es señalar pésima calidad. Sí, en “un chinohay de todo… menos calidad, aunque va cambiando la cosa muy lentamente. Y hay lugares en España donde el comercio chino ha devorado al español tradicional.

Hay que reconocer que comenzaron introduciéndose con el máximo sigilo. Sus precios baratos -y su nula calidad- fueron entrando en nuestras vidas, por Hache o por Be. Su oferta tocaba todos los palos posibles. Se habló de una “invasión” porque el comercio tradicional patrio iba cediendo terreno frente a su empuje. Y nadie hizo nada. Más de uno (por lo general, comerciante de barrio) se echaba las manos a la cabeza y se desgañitaba denunciando la “competencia desleal” que ello suponía. Y pronto empezaron a trabajar españoles en “los chinos” y ahora resulta que muchos de ellos han mejorado en calidades con lo que la preocupación por la “invasión” se ha transformada en terror porque es inminente la muerte del comercio español de barrio.

Los estudios recientes apuntan a que ahora “los chinos” se especializan y aumentan la calidad. Ya hay hasta franquicias asiáticas. Ojo a Mulaya, “el zara chino”; ya tiene 25 tiendas en España. Y ahí están Okesi y Modelisa. Ellos llaman a su moda -y a sus precios- ropa rápida. Parte de esa producción “se fabrica” -o se ultima- ya en España, Italia o Francia, aunque el grueso de la partida sigue llegando de China.

Pero venden; y venden modelos similares a precios muy inferiores. Inditex, H&M o Primark dicen que aún no son un problema, pero ¡ojo al tren!

Yiwu-Madrid: 10.338'8 km
Les cuento: entre Yiwu (China) y Madrid (España) median, en línea recta (teniendo en cuenta el arco del meridiano y todo eso) 10.338’8 km. En avión, China Southern/Air China anuncia el vuelo con una duración real de 17 horas y 55 minutos (con escala en Pekín).

Pues bien, ahora mismo está en marcha un tren, con 82 contenedores normalizados, que salió de Yiwu el día 18 de noviembre y que está previsto llegue a Madrid el día 8 de diciembre. Inaugura un nuevo servicio de transporte de mercancías que por mar tarda 30 días (en el caso de España)

Hasta ahora China estaba conectada, bien conectada comercialmente, con Alemania. El tren Hamburgo-Pekín coloca mercancía china en la zona portuaria alemana tras un viaje de entre 17 y 19 días, bien saliendo de Pekín o bien de otros centros comerciales al norte o al sur de la capital china. Este tren se puso en marcha en 2008 y que lleva ya un par de años siendo rentabilísimo gracias a un acuerdo entre los ferrocarriles alemanes (Deutsche Bahan; DB) y rusos (Russian Railkways, RZhD) que median la mitad del trazado. En la actualidad (2014) el servicio conecta el área de Shanghái con Hamburgo en lo que llaman la Nueva Ruta de la Seda.

La ruta Yiwu-Madrid
DB y RZhD crearon TransEuropa Logistica (TEL) y lideran un segmento de comercio que ni el posible Paso del Noroeste expedito (vía marítima) podría hacerlo zozobrar. Ahora quiere batir un record y poner en marcha la ruta ferroviaria de mercancías más larga del mundo: desde China hasta el mismísimo corazón de la península Ibérica.

Para ello utilizan el trazado chino (hacia Kazajistán), o buena parte del Trans-mongol, y del Transiberiano en lo que se llama Puente Terrestre Euroasiático.

El único inconveniente, que no problema (¡faltaría más!, a estas alturas del siglo XXI) es el ancho de vías tanto si van a Alemania como si vienen a España, aunque para Alemania sólo son necesarios dos trasbordos. Para España, tres.

Salida del tren inaugural Yiwu-Madrid
(18.11.2014)
China ha optado por los 1.435 mm del, digamos, “ancho europeo” que campa por sus fueros por toda Europa menos por sus extremos: España (1.668 mm: salvo en los trazados AVE, 1.435 mm) y Rusia (1.520 mm). Así pues, el tren que nos ocupa tiene que trasbordar los 82 contenedores que conforman el convoy a otras plataformas, y cambiar sus locomotoras, al entrar en Kazajistán (desde China, para enlazar con las líneas del llamado “Eurasia Railway”), al entrar en Polonia (desde Bielorrusia, que como Kazajistán -y todas las ex repúblicas soviéticas- sigue el ancho ruso) y al llegar a la frontera española para dirigirse a Madrid (porque no entrará, leo, por el trazado AVE del Arco Mediterráneo). Bueno, pues aún así, aseguran que estarán los 82 contenedores (con tres trasbordos) en Madrid el próximo 8 de diciembre.

Total que la mercancía que llegue a Madrid se habrá cruzado China, Kazajistán, Rusia, Bielorrusia, Polonia, Alemania, Francia y media España… en 21 días, insisten desde TEL (DB & RZhD), 9 días antes de que lo hiciera con un barco a un puerto español. Y desde Madrid, a donde quieran en la península.

Me parece un logro logístico, pero me preocupa lo que nos pueden traer desde China en esos contenedores. En You Tube hay un VTR de 4 minutitos que retrata Yiwu, “una de las maravillas del desarrollo económico chino”. Y, ojo al dato -que diría mi admirado García-: “el 80% del comercial mundial de pequeñas mercancías se concentra en Yiwu”. No sé si ponerme a llorar. Que Dios (que parece amarillo) nos coja confesaos.


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