26 jul 2015

DE MI RECELO ANTE EL PLENO DE MAÑANA LUNES


Mañana lunes hay Pleno Ordinario en el Ayuntamiento de Benidorm. En el punto 16 (¡Tan largo me lo fiáis!) se va a tratar la moción del GM Socialista para la “creación de una comisión sobre ‘todo incluido’ en los establecimientos hoteleros de Benidorm”. La redacción ha quedado en lo mínimo y se ha cambiado el espíritu inicial de la moción. ¡Menos mal!

Y ando preocupado porque le he leído al promotor de lainiciativa que se trata de “un debate oportuno y necesario para garantizar el mantenimiento del modelo turístico de éxito que es Benidorm en sí, y que evidentemente no depende en exclusiva de la patronal hotelera, sino más bien de toda la ciudad y de su Ayuntamiento, de los sectores vinculados al turismo (restauración, ocio, comercio, hoteles, apartamentos, campings, etc.) y de los propios trabajadores de la hostelería…”. ¡Línea!; continuamos para Bingo; habremos cambiado la redacción, pero subyace el fondo cenagoso que lo inspiró.

Ahí es nada: “garantizar el mantenimiento del modelo turístico”. Lo de churras y merinas queda en nada comparado con esto. Y bien es cierto que mientras se habla (y escribe) de esto no se habla (y escribe) de la omnipresente Zona Azul y otras cuitas y pesares mucho más graves.

Y es que no salgo de mi sempiterno asombre. Modelo turístico es una cosa y, si quieren, modalidad turística (lo del ‘todo incluido’) sería otra. Y es que, no se olvide, Benidorm se fundamenta en un modelo turístico surgido de una planificación urbanística y una opción de alojamiento que ha sido más valorada que las otras: la hotelería. Más valorada por los empresarios y muchísimo más valorada por la clientela, los turistas.

Una de las ventajas de Benidorm es su capacidad de adaptación a los ciclos económicos y turísticos mediante una “interacción entre factores globales y locales variable atendiendo a diferentes etapas”, como más sabiamente que ninguno ha referido por activa y por pasiva mi admirado Josep Ivars, geógrafo de pro y un fuera de serie en los análisis y estudios del turismo.

Ivars ya advirtió la cuestión -que mañana nos ocupará- en 2013 y señaló en “El modelo turístico de Benidorm; singularidad y retos de futuro” (Papers de Turisme nº 54; julio-diciembre 2013) que Benidorm superó la crisis del cambio de década (1988/1993), la del inicio del Milenio (2002-2005) y la crisis económica que se inició en 2007... tirando siempre de la hotelería. Y recuerdo a HOSBEC en 2007 diciendo que la cosa ya no iba bien (y, a lo mejor, sin mucha razón).

Vale que le damos a HOSBEC un protagonismo excesivo, pero lo hacemos porque la ausencia de liderazgo -y hasta de entidad- de otros colectivos (porque la base en la que se apoyan no es todo lo sólida que ellos desearían) es patente. El caso es que HOSBEC, los hoteles, son el elemento tractor del destino Benidorm.

Pero no nos olvidemos que “es notorio el elevado número de segundas residencias, que han experimentado un considerable crecimiento en el último periodo intercensal (2001-2011). Por otra parte, el volumen de plazas y pernoctaciones en apartamentos reglados y campings también es significativo” como señala (denuncia y acusa) el análisis de Ivars. Sí, mucho hotel pero muchas más segundas residencias y apartamentos donde no hay sensación “AI” .

Renovación y recualificación ha sido -y es- el santo y seña del sector hotelero. ¿Pueden decir lo mismo los demás sectores implicados? Y renovación no es pongo hoy un esto y como me columpio pongo mañana un aquello.

Estamos en un momento de cambio estructural empujados por los signos de la recuperación de la salida de la crisis. A lo mejor es bueno, ahora, estudiar las demandas de futuro. Pero hay que ir muchísimo más allá de lo que plantea una modalidad de alojamiento que aún sigue siendo mínima. Más que buscar momentáneas relaciones causa-efecto sería interesante estudiar dinámicas -que comienzan a manifestarse- y tendencias -ya visibles- que nos permitan acometer el futuro.

Hasta en Barcelona se quejan del turismo de cruceros: “el gasto en destino de los cruceristas es muy reducido”.

Volviendo a Benidorm, para el futuro, el profesor Ivars introduce el término GLOCAL (global y local) y plantea que la interacción será básica: “hacer coincidir los factores globales del mercado turístico con la acción de los agentes turísticos locales”.  Y tiene razón. Pónganse las pilas y a trabajar; pero es que mantengo yo que los agentes turísticos locales no sólo juegan en divisiones distintas, sino que practican disciplinas deportivas distintas (unos fútbol, por ejemplo, y otros vóley, bien de ‘a 2’, en la playa, bien de ‘a 6’, en la cancha) y mientras el fut-voley no sea deporte del olimpismo turístico no le veo futuro yo en Benidorm a la propuesta de Ivars; que por lógica es las más necesaria.

Las otras dos medidas, de la terna que plantea Ivars, son: “la proactividad y capacidad de respuesta del destino” y “la protección y proyección de los valores del modelo urbano-turístico de Benidorm”. En estas dos facetas tiene cabida la Fundación Turismo Benidorm para liderar aún más el compromiso de gestión público-privada que hasta ahora se viene haciendo: la estrategia de comunicación la está llevando muy, pero que muy, bien. Tal vez ahora le falte a la FTB, es una opinión -mi opinión-, plantear modelos de respuesta (tras estudios competentes). Pero que sean los técnicos los que lo hagan, y no los grupos políticos; que es lo que más pavor me produce de la moción socialista al pleno de mañana.

Recuerden: Iribas lo dejó muy claro: “las claves del éxito de Benidorm se encuentran en la intensidad de la vida urbana y en una personalidad definida a partir del espacio público”; trabajen con eso y sobre eso. 

Es que, clama al cielo; pero resulta que el proceso de recualificación hotelera no ha tenido el acompañamiento que merecía ni en lo público, ni en muchas de las iniciativas privadas de otras actividades económicas, lo que hace que algunos ejemplos en comercio y restauración destaquen sobremanera sobre los demás abriendo más, aún, la brecha entre lo bueno y lo impresentable.

Y además, recuerden, que Benidorm ya marca centralidad comarcal y que el futuro también debe ser enfocado desde esa óptica: dos playas, y detrás toda una ciudad; y detrás, toda una comarca.
Y, principalmente -y como dice Ivars-, siel comercio es capaz de ofrecer al turista una verdadera experiencia turística integral, con una calidad en la prestación de los servicios homogénea”, habremos ganado el futuro.

El problema no está en la -¿mínima?- incidencia del ‘AI’ sino en convencerse de que sólo somos un destino turístico que cobra dimensiones de ciudad. Y son los hoteles los que en su negociación con los operadores turísticos ponen cada 7 días en Benidorm equis miles de personas en busca de una experiencia turística integral.

Me choca que haya quien piense, aún viviendo en Benidorm, que a Benidorm sólo vienen gentes deseosas de disfrutar de sus vacaciones pero que solo se alojan en hoteles. Va a terminar resultando que el que viene a apartamentos (reglados o no) y a segundas residencias, ese, el ‘todo incluido’ lo trae de serie o se lo hace en “Carrefour”, “Mercadona”, “Eroski” & Co. Y en el “Co.” incluyo los supermercados de todos los callosinos que han sabido hacer un modelo de negocio local. Y es que va a parecer que todos ellos también participan de la “moda” -que ni detecto ni comparto- de pasar olímpicamente del comercio y la restauración local. Chocante y sorprendente.





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