20 oct 2010

La nuclear sigue siendo la más barata

Sigo sin entenderlo mucho, ¿pero quién soy yo? La energía más barata sigue siendo la nuclear y todo el mundo, dale que te pego, invirtiendo (primando y recibiendo primas) en fotovoltaica y eólica. Hasta la minihidráulica está huevo, pero seguimos plantando molinillos y huertos, solares a mayor gloria de China que se está llevando las empresas -y la tecnología, a precio de peo de zorra-, y terminamos pagando cinco veces más que por la nuclear.

Este Gobierno está empeñado y sacarnos hasta el saín en impuestos de lo que sea y mantenerse en la siembra del miedo atómico. Tras el parón nuclear y el esperpento de Garoña, no tuvo más remedio, el calendario se le imponía, que dar paso al almacenamiento de residuos creando una nueva polémica (el ATC) y enfrentando poblaciones.

La tarifa eléctrica en España es la suma de los costes de generación de la electricidad (69% del total), los costes permanentes de esa generación (8’5%), el transporte de la electricidad (4’22%), la distribución (16’6%), la gestión comercial (1’2) y el proceso de seguimiento del suministro (0’3%). La tarifa que pagamos, la que fija la Administración, no cubre el coste total de lo que cuesta en España producir electricidad… y se produce un déficit.

La revisión de la tarifa, anual hasta 2007, es ahora mismo trimestral… y en los siete primeros meses del año, lo computado, ya tenemos un desfase de 2.585 millones € que las empresas quieren cobrar-¡¡nos!! Si queremos tener la cosa al día, el Gobierno debería permitir que la luz subiera un 15% el próximo año y así se taparía el agujero del déficit. Pero es que con este proceder no nos ahorramos nada con las tarifas del Gobierno; seguimos debiendo a las empresas eso que no nos cobran (David Page, Expansión; 13.09.2010).

El 1º de julio nos iban a subir la luz; pero no se atrevió el Gobierno. Unos días antes José M de la Viña (Cotizalia; 08.06.2010), lo ponía negro sobre blanco: “El problema eléctrico en España se valora en alrededor de 1% del PIB anual”. Hablaba entonces de que palmábamos 10.829 millones; casi la mitad por el famoso “incremento del déficit de tarifa” (de los que 852 millones ya era del primer trimestre de 2010), y el resto, 6.214 millones, por primas al régimen especial de la famosas renovables (con 1.639 millones en 4 meses de 2010).

En fin que Molinillos al Co. nos cuestan un cojón. Vamos que en renovables (solar fotovoltaica y termosolar, eólica, hidráulica de régimen especial, biomasa, residuos y tratamiento de residuos) y en cogeneración se nos va una pasta gansa.

Pero lo grave es que un informe de la Comisión Nacional de Energía de mayo de 2008 ya decía que “el consumidor realmente paga ya la tarifa real, aunque él no decida la parte que financia”.

Por partes: primero la obtención de energía. Como cuenta Marina Prat en Hispanidad (18.10.2010), la cosa seguirá tal como hasta ahora. “La presión de los bancos que financian la presión fotovoltaica ha hecho que el Gobierno Zapatero, que se ha comprometido a aportar 151.000 millones de euros hasta 2020 en subvencionar este tipo de energías, no se atreva a reducir un gasto que compromete, no ya la política energética sino la política económica entera”. 151.000 millones de nuestro bolsillo; Ustedes mismos.

Fuente/Coste total €/Kwh BC

Central Térmica de Carbón 71’10
Planta Nuclear 42’42
Planta Nuclear (nueva generación) 54’59
CCGT (ciclo combinado) 66’46
Turbina de gas 104’64
Centrales Hidroeléctricas (CCHH) 57’60
Nuevas CCHH de regulación 74’70
Minihidráulica 64’17
Eólica terrestre 66’96
Eólica Off-shore 100’73
Solar Fotovoltaica (hasta 2014) 259’84
Solar FV (en 2015) 187’90
Solar FV (desde 2018) 137’54
Termosolar 211’18
Biomasa 102’81
Cogeneración (electricidad y calor) 87’78
de residuos sólidos urbanos (RSU) 66’26

Y sabiendo a cuánto tenemos las peras y a cómo nos las pone el tándem Gobierno-Eléctricas… Usted mismo.

Luego está el ATC. La última afrenta a los ciudadanos ha sido el proceso de adjudicación del ATC para seguir levantando el temor a lo nuclear mientras Marruecos nos va a poner sus centrales frente Andalucía.

Pero si esto es gordo de por sí, lo del ATC es de tirarse de los pelos. Ayer la Audiencia Nacional confirmaba a Greenpeace (teletipo de las 12’50 h.) que “no existen informes técnicos y de seguridad del almacén nuclear (ATC)”, con lo que se vulnera el Convenio de Aarhus y demuestra la nulidad de pleno derecho de todo el proceso.

Demencial, porque seguiremos pagando subvenciones para todo y por todo y el esfínter no da para más.

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