13 ago 2010

Los caballas son de España... y Melilla, también.

Vale que me quieran vender la burra de que el sultancito es más que necesario como guardia de la porra en un Magreb bajo la mira integrista islámica, pero calfa bemoles que se empeñen en no ir a las claras en este asunto.

Que el tal ZP se me fuera a rendirle pleitesía, en tiempos “del intolerante Aznar” y tras el “incidente Perejil”, nada más ser elegido Sec Gral del PSOE, fue algo que debería haberle incapacitado política, social y moralmente. Pena de alejamiento patrio después de la foto “de las Canarias alauitas” cuando menos… y me lo hacen presidente del Gobierno del Reino de España y… en cuanto fue presidente va y les vende todos nuestros M-60 (obsoletillos, pero que aún dan el pego). Así va España.

Clama al cielo que no les oigamos repetir hasta la saciedad, a estos del Gobierno y del partido que le sustenta -y a los de la oposición también-, que Melilla (1497) y Ceuta (1578), y los demás lugares de la costa aquella donde ondea la rojigualda, son España; territorio español desde antes de que el más espabilao de los rifeños soñara con tener, en siglos futuros, un terruño al que llamar patria. Y eso que ellos se inventan su propia historia que me arranca con Tarif al-Matghari (Tarif, “el conquistador de Tarifa”, del siglo VIII) y que para más inri patrio mío, ¡dicen que nació en Barbate! Y seguro que “estuvo” en la Batalla del Guadalete “invadiendo” la península, con Tarik, porque el moro Muza vino después.

Bueno, dejandonos de historietas y ya en el XXI, lo de “ciudades ocupadas” es algo a desterrar; sólo puede salir de un quintacolumnista trasnochado o de un imbécil patrio (que los hay). Melillenses y septenses o "caballas" son españoles de pura cepa y si hay que demostrar que descienden de la pata derecha de Babieca o de una zarpa del oso de Favila, como los cristianos viejos de la vieja piel de toro,… pues estamos aviados.

Con Marruecos, siempre acomplejados, lo llevamos mal.

Cuando la Guerra de Ifni, los yankees nos prohibieron utilizar los cazas con los que nos habían modernizado, tras el Tratado de Amistad de 1953, y tuvimos que emplear los Ju-52 para tirarles bidones de gasolina a los marroquíes; eran eficaces, explotaban y los freían. Incluso se hubo de recurrir a los Messerschmitt Bf-102-G, que aquí llamábamos HA-1112 “Buchón”, y que desde 1945 fabricábamos en Sevilla. Ambos modeletes se hicieron, luego, famosos porque sirvieron para rodar “La batalla de Inglaterra” (España era el único país que los tenía operativos) en los “blancos” acantilados del “Dover español” de la Cala de la Mosca.

Cuando la Marcha Verde, los yankees nos prohibieron utilizar todo el armamento de licencia USA… y sembramos de minas de Explosivos Alaveses (EXPAL) la frontera. Claro, se quedaron a metros de pisarla y desde Washington “nos obligaron” a marcharnos de allí. Ahora Fosbucraa va de puta pena, los saharauis están puteados, Marruecos sigue siendo una dictadura, aunque -con la que está cayendo- sus cifras brutas de economía vayan bien… y cada día más marroquíes se empeñen en buscarse la vida fuera huyendo de lo que allí pasa. Eso sí, es el primer cliente de la CV, proclama orgullosa la Cámara de Comercio de Valencia. Además es el primer país del sur del Mediterráneo que tiene un Estatuto Avanzado en sus relaciones con la UE-27 y se beneficia de los fondos europeos.

Es para joderse.

Y todo porque fueron los primeros en reconocer la independencia de las 13 colonias (1776). Pero fueron los primeros, en 1778. Un tal Mohammed Ben Abdellah, duodécimo antecesor del sultancito de hoy

Cuando lo de Perejil, aprovechó el sultancito que teníamos todo -absolutamente todo el material operativo- el Ejército del Aire de maniobras en Alaska, con los USA y la OTAN, y se atrevió con el islote “Laila”. Aquello fue una “afrenta” que ni el padrino yankee perdonó… y nos dieron cobertura para “tomar” el islote. A ver, ¿quien “silenció” a la Marina alauita y las escuchas marroquíes en tierra para que no se enteraran de que íbamos a llegar?

Hace nada el sultancito protestó porque el helicóptero que abastece los peñones de Alhucemas y Vélez de la Gomera hacía mucho ruido al pasar sobre su barco… ¡¡y le pidieron disculpas!! ¿Esto de qué va?

Ayer se quedaron sin abastos marroquíes en las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Un día sin lechugas se puede pasar. Más les dolerá a los productores marroquíes las simplezas del sultancito.

Él no va a cejar; necesita entretener, a falta de coros y danzas y demostración sindical, al personal marroquí que cada día está peor. Pero nosotros, España y la UE-27, no debemos caer en la provocación de responderle con palabritas y gestitos. Nada mejor que la ley del talión para el tontorrón. Pero dejaremos pasar la oportunidad de mandarlo callar... y la inacción nos volverá a pasar factura.

Un aspecto fundamental:, la cuestión demográfica me preocupa. Debemos reflexionar. Yo, una vez, en mis tiempos de Antena 3, recalé por allí -Melilla, ¡qué maravilla!- y viví la etapa del carota Aomar Mohamedi Dudú el Founti, que terminó en el Partido Socialdemócrata de Melilla, tras ser del PSOE -que todo hay que decirlo- y formar aquella chorrada de Terra Omnium, adelanto de la Alianza de Civilizaciones. Bueno, pues cada vez tenemos más musulmanes en Ceuta y en Melilla y, ahora que estamos a puntito de celebrar una burrada de bicentenarios independentistas de las “colonias" americanas nuestras recordemos que los de las babuchas y los "atunes" no son ni gachupines, ni criollos. Estos van a lo suyo, impelidos por el sultancito.

Hoy sabemos que lo de don Pelayo no pasó de una escaramuza y que, como en el poblado de Asterix, me subieron al Pelagio de turno en un escudo y lo proclamaron jefe de la tribu. Por eso mismo, lo del “reino de Fez” es como para descojonarse día y medio.

Lo que más me descorazona es que todo esto lo monta un llamado “Comité de Liberación…”. Libe… ¿qué? Cuando está por medio Mohamed no hay libertad que valga.

Y ahora el Mando USA en África, el AFRICOM, está en Marruecos. ¡que nos pillen confeasos!

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