18 ago 2010

Samba económica brasileira

Lo de la Economía tiene sus días. Ayer todos jaleando a China y hoy el Deutsche Bank sale a la palestra a ponerle los puntos sobre las íes a la economía amarilla continental: para el segundo semestre de 2010 pronostica una desaceleración. Cielos, no; no sé como se lo van a tomar los antiyankees… pero ahí lo dejo.

A nosotros nos va peor. En la vieja piel de toro hemos pasado “de superar a Italia y echarle el aliento a los gabachos” a ser superados por ¡¡Brasil!!, que se ha convertido oficialmente en la 8ª economía del mundo, desbancando a España… según el Banco de España. El secreto del desbanque no es otro que tener a China como principal mercado (son 1.370 millones -y este año toca censo- y tienen millones de yuanes para gastar, aunque gustan más del euro que del dólar, y la cosa no pinte hiperguay), y depreciar el real -su moneda- para fomentar sus exportaciones al resto del mundo mundial. El Banco Central de Brasil estima crecimientos del 7 y 11% para este año y el próximo. España, después de 7 trimestres, 7, en recesión sólo ha podido crecer menos de 2 décimas en 2010 y bajaremos en la cuesta abajo del año en curso.

La cosa es que en Brasil son 193 millones de consumidores patrios (pobres en su mayoría, pero consumidores) y además tienen un par de países dependientes -Uruguay y Paraguay- y otros clientes fijos: Argentina, Chile, Bolivia, Perú, Colombia, Venezuela, Guyana, Suriname y… la UE-27 a través de Francia, que la Guyana francesa es ultraperiférica… como las Canarias. Pero es que además de ese inmenso mercado continental añadimos su competitividad internacional y, para colmo, la capacidad de su industria militar de defensa que rivaliza en ventas, con menores precios, con los EEUU… y las armas son reales (moneda), millones de reales, para sus programas sociales..

Brasil será un emergente del grupo BRIC, pero tiene unas bolsas de pobreza que asustan… y las combaten. Un éxito brasileño, que además le está ayudando a sortear la crisis, es el programa Bolsa Familia, un programa social que ha sido elogiado por el Banco Mundial y aunque se “inventó” en 2003 sólo se aplica con éxito en ese país. Medio mundo subdesarrollado lo ha copiado… pero termina como subsidio social y fracasa. El programa entrega dinero a las familias (6.000 millones de dólares -0’5% PIB- a 12 millones de familias -unos 50 millones de personas- en 2009) para la adquisición de alimentos y bienes de consumo básico que sean de producción local y regional. Es un programa de transferencia monetaria, y programas CCT existen muchos… que fracasan. Exige además que los padres cumplan con los productos locales y con la escolarización y vacunación de sus hijos y otras cuitas sociales como emergentes que son… pero funciona en Brasil. Es más, comprando sólo cosas locales evitan, cuando menos, que aumente la deuda externa; un proteccionismo más.

Nosotros somos Europa; somos cojonudos. No somos brasileiros. Nuestro coste de vida roza ya la media europea (ha subido un 14’5% desde el años 2000). En Alemania se ha mantenido estable el coste de la vida en esta década (sólo subió 2 décimas) y en Francia, Italia y Portugal sí ha subido, sin llegar al 10% (que ya es subir). Eso sí, nuestros sueldos son un 15% más bajos. Vamos, que convergemos en precios con Europa y nos divorciamos de ellos en salarios, con lo que vamos para atrás.

Para terminar de complicar la situación patria, ahora se pretende en este país que las marcas blancas sean sometidas a las leyes de la competencia. La cosa está mal y la gente se tira a las marcas blancas, con la consiguiente pérdida de mercado de los productos con marca del distribuidor. Las marcas de marca, contraatacan. La verdad es que tienen su parte de razón porque se va al duopolio en supermercados, hípers o discounts. La UE ya ha legislado al respecto, pero…

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