16 ene 2011

Fumar, como cuando Rodrigo de Jerez

Vivo en una urbanización cerrada. Desde la puerta de acceso de la calle a la entrada de mi edificio hay que darse un garbeo; mínimo, pero garbeo. Pues bien, me han puesto un letrero de "Prohibido Fumar" en la misma puerta del bloque. Me da que pensar el hecho. ¿Se deriva del nivel de estulticia que lo inunda ahora todo? En este país no hay nada peor que darle un pito al tonto del pueblo; si encima le pones una gorra y le das un walkie ya lo nombras capitán general con mando en plaza... el equivalente a presidente de la Comunidad de Propietarios del lugar. Y yo que me creían que la Inquisición era agua pasada.

Me di cuenta del letrerito el viernes por la noche; no reparé él hasta entonces. La Administración estaba cerrada y, la verdad, la cosa no es una emergencia. Pero mañana lunes espero que tengan una mínima explicación que no insulte la inteligencia del semoviente de la unidad familiar, Rodolfo. Del otro personaje, capaz de admitir la puesta del cartelito, mejor no hablar.

Ayer un vecino me propuso una actuación procedimental, recurso en ristre. ¿Pero en qué mundo vivimos? Otro me insinuó que de debe a que estamos en el tránsito hacia la calle (¿?). Todas las entradas, pues, están en semejante situación; ¿la prohibición es universal? En la otras dos torres pasa lo mismo; han colocado otro cartelito. En esta Comunidad, Freud se haría de oro.

La ley prohíbe fumar en pasillos y zonas comunes de los edificios pero no en las cárceles, centros psiquiátricos y residencias de la 3ª Edad. Vamos, que la ley se apiada de reclusos, ancianos y enfermos mentales... pero no de mi. De todas manera, me la bufa: voy a seguir fumando

Llevo 48 horas sintiéndome acosado. Uno apuraba el cigarro en entrar en la finca y lo apagaba en el cenicero estratégicamente situado frente a la puerta, entre la bancada exterior. Estoy por echarme al monte y que sea lo que Dios quiera.

En mi etapa de Ayamonte conocí la historia de Rodrigo de Jerez; bueno, hasta pedí que se abriera allí el Museo de Tabaco o que localizaran su casa y se convirtiera en museográfica. La historia ya la conocía, era una gozada pisar las mismas calles que él. Al alcalde de entonces, José Ceada, buena persona -pero corto de miras en todo-, le pareció buena la idea hasta que la llevó más allá la llevó más allá del Estero de la Cruz. Volvió de Huelva y me dijo que no; era 1985.

Rodrigo de Jerez fue el primero de los que acompañó a Colón que vio fumar (parece ser que el 6 de noviembre de 1492), junto con su compañero de descubierta Luis de Torres, un judío converso. El de Moguer no regresó con Colón, en 1493; se quedó en el Fuerte de La Navidad y de él, y sus compañeros, nunca más se supo. Pero Rodrigo de Jerez si volvió a Ayamonte... y fumaba. Su "parienta", que en su ausencia se había enrollado con otro, para que "le despejaran" el camino lo denunció a la Inquisición por brujería -echaba humo por la boca (al fumar)- y, comprobado el hecho, le metieron en prisión. Mientras tanto el fumar se popularizó tanto que al cabo de 7 años lo liberaron. No he leído que le volviera a dar al tabaco; tampoco lo contrario... pero ¿quién sabe?

Ahora mismo, con la ley 42/2010, ésto no pasaría. Digo lo de liberarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario