17 abr 2010

Rafael Ferrer, gobernanza

“Gobernanza” fue una palabra que no oí hasta bien entrada la década de los noventa. Eficacia, calidad y buena orientación en el funcionamiento institucional es la gobernanza. Un buen día la solté en casa y a mi padre casi le da un muere. ¡Desde tiempos de Platón que no se utilizaba!, me dijo. “Modo de gobernar”; qué interesante. Y me sacó el DRAE de 1803, que por mor de mi madre no almacena polvo en su estantería, que contemplaba el palabro. Y no abunda.

En los Cafés del Meliá ha estado Rafael Ferrer Meliá, casi catorce meses alcalde de Benidorm. Le tocó el “gordo”: ni gota, ni gota. Y el caso es que al final: pozos de Beniardá, depuradora, elevación Torres-Amadorio, presentación del “Benidorm, ciudad nueva”, regularización de la situación laboral de medio Ayuntamiento y… ¡qué estrés! Un año bien aprovechado, aunque comiera bocadillos viendo como bajaba el nivel de los depósitos, como se conseguía al filo de la medianoche el apoyo de Beniardá, cómo la Guardia Civil protegía a los obreros, cómo la Armada cumplió, cómo el Ejército del Aire repartió casa a casa el agua, cómo se vencían reticencias para pasar tuberías por Alicante o por Benidorm, cómo vibraba la tubería por la presión de la impulsión, cómo un Gobierno de la UCD incautaba barcos para abastecernos de agua… Y lo que no se cuenta. Con inaudita humildad dice que situaciones de tanta emergencia estimulan, y que lo mejor fue dejarse aconsejar por los buenos técnicos que encontró en el Ayuntamiento. Gobernanza, que ahora se llama. Elogios a todos ellos. Y citó a García Antón, a Francisco De Santiago, a Roc Gregori, a Martínez Monge… Los que estaban allí a mano o en el recuerdo. Pero dijo eso de que “con buenos técnicos se realizan las cosas y luego la medalla es para el alcalde”. Al terminar su mandato le dieron 60.000 pesetas que gastó en una comida con sus técnicos del agua: aquellos que hicieron realidad que en la época más dura de una sequía BND no cerrara. Bien empleadas estuvieron; gobernanza fue. Ahora estamos conectados a todas las posibles fuentes de abastecimiento; gobernanza ha sido.

Y gobernanza no es, por lo que sea, ir a la feria de Berlín sin nadie que domine el alemán. Perder activos en Turismo no es ejemplo de gobernanza, por lo que fuere. Reconducir, sí.

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