17 abr 2010

Un nuncio y dos renuncios

A mi amigo Pepe Bañuls “El Bueno” y a mí nos gusta fumar “nuncios”, un suntuoso calibre de cigarro, poco conocido, muy similar a un “dobles” del cepo 50. Un día, en la Palma, ante un torcedor, buscábamos un calibre mayor y nos brindó allí mismo un “renuncio”… por lo menos cepo 57. A mi amigo Bañuls le llamamos “el Bueno” para diferenciarlo del otro; del de aquí.

Nuestro “renuncio”, en poco más de una horita se queda en nada; y que te quiten lo bailao. Ahora, el renuncio de Benidorm es de juzgado de guardia: un “renuncio” en mi caso, son casi dos “nuncios” juntos, pero en el caso de Benidorm un renuncio es… ¡una putada! Primero, el renuncio a Lo Mejor de la Gastronomía… para terminar montando esta Semana Gastronómica que, sin lugar a dudas, nos quitará el sambenito impenitente de comida playera que no merecemos, aunque en alguna ocasión la Fiscalía debería actuar de oficio. Ahora, el renuncio a acudir al SITC ¡y como ciudad invitada! Si el primer renuncio fue un error superlativo, este segundo ha sido un error magnífico (de magnificar); de orejas de burro y cara a la pared. Es que me lo dicen de otro municipio y no me lo creo; y encima de Benidorm. Aquí hace falta alguna luminaria -¿cómo la Torre de Hércules?- que ponga norte al trasunto porque estamos dando una imagen más allá de Marqués de Comillas que ya me contarán. Y tal como está el parque, no estamos para renuncios. Bueno, Bañuls “El Bueno” y yo sí; que nos hicimos un “renuncio” (pocos quedan)… -y un Glenlivet 18- el jueves como colofón de las Jornadas Gastronómicas de Algorfa. Y es que ahora hay jornadas gastronómicas por doquiera que vas.

Nuestro “renuncio” me sentó de P.M., mientras que el renuncio, sin comillas, de BND al SITC, me sabe a cuerno quemado; y mucho más siendo ciudad invitada. Alguien no lo tiene claro.

En fin, que atendiendo a los informes de ACAV, IDESCAT, Exceltur y Familitur, las escapadas de los catalanes son muy apetecibles para un destino turístico como éste… pienso yo. Y es que hablo con mi amigo Domènec y ni él ni yo lo entendemos. ¿Renunciar a posicionarnos en Cataluña? ¡¡Ni que fuéramos del Constitucional!! No lo entiendo. Y yo que me creí que un cigarro del cepo del 57 era un “renuncio”.

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